sábado, 3 de agosto de 2019




PERMISO PARA ASESINAR”
Cómo y por qué Israel puede agredir a sus vecinos sin consecuencias legales

Por Charles H. Slim
A pesar de los estragos que el “Daesh” y sus mecenas (quienes financiaron sus operaciones) causaron en Iraq hasta finales del 2017, poco a poco el país árabe descalabrado por la ocupación angloestadounidense y sumido bajo un régimen de cosas controlado desde Washington, la seguridad y la vida de sus ciudadanos sigue quedando a merced de los sus antiguos enemigos regionales. 

Durante años desde los medios occidentales se alimentó la falsa idea de que “Saddam Hussein era una amenaza para Israel”, por lo cual su eliminación era un objetivo legítimo de ejecutar. Pero la premisa era falsa ya que Iraq no amenazaba al estado judío con acciones beligerantes o con solapadas actividades clandestinas. La principal amenaza del país árabe para los intereses en Tel Aviv estaba en su potencial desarrollo industrial y científico que de la mano de un gobierno nacionalista árabe que destinaba gran parte de su PBI a preparar a sus ciudadanos en universidades propias o en occidente, elevaba la capacidad de sus ciudadanos dentro del mundo árabe-islámico.

Con una población culta y bien preparada que exportaba cerebros a occidente, y para colmo con un fuerte y decidido apoyo a la causa palestina, a la vista de los sionistas, Iraq era una amenaza para sus planes expansionistas.

Consecuentes con la intensión de frenar el desarrollo científico iraquí y sumir al país en el retraso, Israel realizo todo tipo de agresiones, intervenciones secretas, asesinatos y sabotajes dentro de Iraq que tendrían su punto culmine con la invasión y ocupación en 2003 circunstancias aprovechadas para operar desde adentro y dirigir operaciones negras con entre otros siniestros objetivos  otros objetivos, eliminar a científicos y académicos árabes.

En Iraq nadie ignora esto (e incluso en toda la región) y menos aún asombran las últimas incursiones realizadas sobre su país.

Fue así que en la madrugada del 20 de julio último entre las 1:05 y las 2:00hs, se escucharon varias explosiones en la región de Amerli, en la provincia de Salajedín al noreste de Bagdad que sobresaltaron a los ya curtidos pobladores de la región. Tras las potentes explosiones comenzó a verse el resplandor de llamas y humo que provenían del cuartel de las unidades de las milicias chiitas “Al Hashad Al Shabi”, que surgieron tras la aparición del “Daesh” en 2014.

Según los pocos testigos que pudieron advertir el ataque, hablaron de que un Drone no identificado (al que los medios israelíes califican de “misterioso”) lanzo sus misiles sobre las instalaciones matando al menos a un miembro de las milicias e hiriendo a otros cuatro. A la par de ello, las fuentes de inteligencia iraquíes informaban que en días previos se avisto volando en las cercanías un avión de reconocimiento B350, un dato que no ha sido pasado por alto por los jefes de las milicias.

Otras fuentes informan que el Drone habría partido y con la dirección operacional israelí desde una base estadounidense ilegal ubicada en territorio sirio. Sobre ello, las especulaciones sobre los entretelones que se esconden detrás de esto, algunos informan que se involucraría la colaboración de los kurdos sirios del YPG e iraquíes de la mafia del Clan Barzani quienes con presencia en la región y develada cooperación con Israel,  habrían facilitado los datos obtenidos en el terreno y enviados por canales secretos a la base estadounidense en Hasaka y de allí directamente a la sala de comando en Tel Aviv.

Una de las consecuencias de la ocupación fue precisamente el desarticular todas las defensas de Iraq y en particular sus fuerzas armadas que actualmente solo son una extensión policial de las fuerzas estadounidenses pero pobremente armadas. Es por ello que toda su frontera con Turquía y Siria, incluyendo el especio aéreo es un extenso colador por donde en 2014 no solo pasaron libremente los grupos de mercenarios del “Estado Islámico” sino también fue y sigue siendo el punto de entrada y estadía sin plazo para salir de tropas turcas, estadounidenses y de varios de sus aliados.

No caben dudas de que para lanzar este ataque hubo una tarea de inteligencia previa facilitada por estas circunstancias y hasta podría asegurarse de una marcación en el terreno por alguna infiltración o más bien, el accionar de mano de obra subcontratada local. No hay que olvidar que quienes actualmente administran el país se han cargado (asesinado), junto a los estadounidenses, a millares de sus propios conciudadanos en la odiosa tarea de “Desbaatizar” a Iraq llevando a que miles de personas señaladas o acusadas de ser miembros del partido nacionalista “Baas” continúen desaparecidas o prisioneras en los oscuros calabozos del régimen colaboracionista.

Pese a ésta limpieza ideológica que pretendía erradicar a la resistencia nacional contra la ocupación y el régimen títere del Partido “Dawa”, las acciones continuaron demostrando la farsa mediática que arbitrariamente separaba entre “sunitas insurgentes” y “chiitas amigos de la ocupación”. La realidad era que tanto sunitas como chiitas –una distinción que nunca existió en Iraq hasta la llegada de los EEUU- formaban homogéneamente parte de varias agrupaciones de la resistencia que tras la salida parcial de los invasores, continuaron en actividad.

Por otro lado, Tel Aviv y Washington habían estado señalando continuamente el apoyo iraní que recibían estas milicias algo de lo cual, había tensado las relaciones entre el gobierno meramente decorativo de Bagdad, los grupos chiitas opositores a la presencia estadounidense en el país y por supuesto Washington.

En el pasado cercano y más precisamente en momentos que estos grupos luchaban por expulsar al Daesh de las ciudades del norte, aviones estadounidenses atacaron columnas y posiciones de las agrupaciones chiitas alegando a situaciones de error. Los iraquíes nunca creyeron esas excusas y más bien orientaron esos episodios a intentos por borrar testigos en momentos que aviones de transporte sin matrícula lanzaban pertrechos y armas tras las líneas del “Daesh”.

Es por esto que cualquier alegato por tratar de cubrir la participación de Israel en las masacres que se cometen tanto en Iraq como en Siria, ya no convence a nadie.

martes, 30 de julio de 2019




LA RUTA A VACA MUERTA”
Qué tan valioso es el enclave patagónico y a quiénes realmente beneficiaría su explotación


Por Charles H. Slim
Mientras en las ciudades del interior y en la capital federal la crisis económica y financiera se hace sentir con fuerza, en el oeste de la Argentina brota de la tierra la promesa de trabajo y progreso para los argentinos que estén dispuestos a progresar con sacrificio y a la vez una magnífica oportunidad para que el estado logre obtener una entrada de recursos económicos que puedan paliar la terrible crisis que asola al país. Eso al menos para algunos argentinos ya que quienes realmente tendrán el control absoluto del flujo de las ganancias multimillonarias de su explotación estará en manos de empresarios transnacionales.

El yacimiento de “Vaca Muerta” en la provincia patagónica del Neuquén limítrofe con Chile, ha representado uno de los puntos más prometedores para el desarrollo, prospección y extracción de recursos energéticos materializados en las reservas de gas natural y petróleo más grandes de la región. La información que la compañía estatal YPF ha publicado, describe la situación geográfica y geológica alienta aún más las expectativas de obtención de multimillonarias ganancias.

Con una superficie de 30 mil kilómetros cuadrados y un terreno geológicamente apto, este yacimiento no solo ha despertado el interés del gobierno argentino sino también de gobiernos y empresas extranjeras que tal vez antes de que en Buenos Aires se enteraran de la riqueza que allí existe, ya se habían constituido discretamente en el lugar con equipos de exploradores para analizar el terreno. Y es que aquí también (como en todo actualmente) la información es poder y ella habría sido obtenida hace algún tiempo desde el espacio por los barridos de satélites geológicos estadounidenses que orbitan la tierra.

Aunque muchos argentinos no estén al tanto de cómo comenzó a gestarse esta intervención con difusos intereses, no deben confundir el actual asentamiento militar norteamericano con una decisión exclusiva del presidente Macri. En un país como Argentina que tiene una clase política ávida por las ganancias extras no era de extrañar que sucumbieran al dulce olor de los dólares estadounidenses. Esto se pauto a instancias de pedidos realizados ante la embajada estadounidense por el gobierno de Sapag y que terminaron por cuajar en conversaciones secretas y unilaterales entre el gobierno provincial de Neuquén con Washington, según señalaron fuentes en Buenos Aires. Desde el punto de vista legislativo y constitucional estas negociaciones fueron claramente discutibles ya que fueron realizadas a espaldas del conocimiento del gobierno federal quien ejerce la representación de los intereses de la nación.

Pero esto en épocas del gobierno seudo revolucionario de izquierdas neo castristas auto denominados como “progresistas”, era un imponderable muy creíble que sucediera.

Según se ha precisado las tratativas  inconsultas con el entonces poder ejecutivo nacional a cargo de Cristina Fernández, se llevaron adelante por funcionarios provinciales que viajaron a EEUU y de representantes estadounidenses que hicieron lo mismo hacia Neuquén por mediados del 2011, en momentos que el país comenzaba a entrar en una severa crisis económica de la cual aún se siguen viendo sus consecuencias.

Pero las condiciones políticas en ese entonces para ingresar al país, eran bastante adversas. No porque los norteamericanos  no tuvieran los recursos y menos aún la fuerza para ello, sino porque estos métodos no son necesarios para desplegar en el Cono sur, no al menos en forma directa y explicita. Cuando el gobierno de CFK abrió la puerta a los chinos, justamente para instalarse con una base de Observación en la misma provincia, los estadounidenses y en particular los generales del Pentágono se mordían los dedos temerosos de perder el control de esta zona.

No es necesario decir que aquel gobierno, absolutamente idílico y sin manejo de concepciones políticas reales, dejo el asunto en manos de los chinos sin el menor control por parte de sus agencias y organismos de la seguridad y defensa correspondientes, y ello por el simple hecho de que no contaban con ninguna operatividad. Con respecto a esto, el gobierno de CFK demostró una ausencia de criterio estratégico y una total ausencia de ambiciones serias orientadas a proteger sus intereses nacionales con alguna concepción de defensa.

Sin dudas que la llegada del gobierno conservador de Mauricio Macri alivio el ánimo y con creces de los estadounidenses. Sabiendo que en este país el ciclismo político es tan diletante como contradictorio no perdieron tiempo y tomaron la iniciativa de hacer valer lo acordado con los políticos neuquinos y penetrar rápidamente en la región aún con mayor intensidad que la llevada a cabo por los chinos.

Para asegurarse de que no habrá interferencias y para garantizar un corredor de transporte de lo que el yacimiento produzca, el gobierno de Buenos Aires permitió que los estadounidenses montaran una base militar que bajo un eufemístico rótulo de “Centro de Operación de Asistencia humanitaria” y en prevención de imaginarios desastres naturales, se establezcan a muy pocos kilómetros de la cuenca de Vaca Muerta. Un dato a tener en cuenta es que dicha instalación se hallara bajo la jurisdicción militar del Comando sur y aunque tal vez no albergue un arsenal militar, una compañía de marines o una flota de blindados “Abrams” nadie puede asegurar que no se trate de una instalación destinada a actividades de inteligencia militar que podrían ir desde recolección de información con fuentes humanas, inteligencia electrónica o ejecutadas desde Salas comando con Drones remoto.

Es muy probable que una instalación de estas características serviría para estrechar aún más el control y vigilancia de las comunicaciones pero en particular la trasmisión de datos y contenidos realizados por los habitantes de la región por las redes sociales. Igualmente y suponiendo que los gobiernos de la región (incluyendo a la Argentina) estén al tanto de esto, carecen de voluntad política de hacer algún reclamo.

El emprendimiento no solo despertó interés en Washington y la UE sino también en Moscú, un país que tiene una extendida y muy prolífica actividad en el desarrollo de la industria de la minería pesada y la extracción de recursos como el petróleo, el gas y el carbón de sus riquísimos y estratégicos yacimientos en el Cáucaso. No olviden que cuando la URSS en 1991 se desplomo en mil pedazos, las repúblicas preexistentes y los grupos étnicos que habían quedado sojuzgados bajo el poder soviético por más de setenta años, reclamaron su independencia sin que ello en algunos casos, no significara terminar en guerras sangrientas.

Ese fue el caso de Chechenia, una región caucásica de mayoría musulmana que tras reclamar su independencia de Moscú, recibió como respuesta la inmediata respuesta militar rusa dado que allí se albergaban los más ricos yacimientos de petróleo y carbón de los cuales Rusia no podía prescindir y mucho menos, cuando Londres estaba a la zaga por apoyar diplomáticamente a los chechenos en una proclamación de nación independiente ante los foros internacionales. 

Los rusos sin dudas tienen un interés en Vaca Muerta y la inserción de EEUU en la zona, lo vuelve mucho más importante desde un punto de vista geoestratégico.

Tal vez un punto de vista que nadie ha considerado y mucho menos los gobernantes argentinos, es la posición geográfica de esta cuenca gasífera que la hace tan o más valiosa desde el punto de vista estratégico que de los recursos que se podrán extraer de ella. Con esta instalación estadounidense podría cerrarse un triángulo de vigilancia y monitoreo electrónico con vértices principales en Malvinas y la isla de Ascensión que secundada por instalaciones secundarias como las ubicadas en Resistencia, Chaco, Misiones, Ushuaia y sus portaaviones que navegan libremente por el Mar argentino, conformaría una gigantesca base de operaciones militares y de inteligencia que sin lugar a dudas beneficiara en última ratio a la OTAN.


domingo, 28 de julio de 2019





GEOPOLITICA MAFIOSA”
Entretelones de las intervenciones en el Medio Oriente que bajo la máscara de la Lucha contra el terrorismo que esconden una gran estafa criminal tejida e impulsada en una colusión entre mafias internacionales y administraciones gubernamentales occidentales


Por Charles H. Slim
Ha corrido demasiada sangre en los 19 años de lo que va de este siglo para que se pasen al olvido, crímenes tan detestables como atroces contra amplias regiones del planeta y en particular en una en la que Washington y sus socios –en especial Israel-  tienen un señero interés. Nos referimos al Medio Oriente una región que tras la llegada de las intervenciones angloestadounidenses con la administración republicana de George H. Bush en la década de los noventas en adelante y hasta el presente la han convertido en un campo de batalla sin tregua por el control de los recursos energéticos y de sus rutas comerciales de transporte de oriente a occidente.

Nunca hubo otro motivo más importante para movilizar incontables recursos e invertir billones de dólares de los contribuyentes estadounidenses en las dos guerras contra Iraq (1991 y 2003) y las operaciones negras dentro de Siria, que la de apoderarse de los flujos de petróleo y el gas que curiosamente se albergan en los territorios de Iraq y Siria. Fue en este contexto la aparición del fraude de la “bandera negra” espectacularmente denominada “Estado Islámico” que incluso pretendió usarse como ariete de los intereses de Israel contra la resistencia palestina de Hamas.

Han sido años de embustes, trucos sucios y mucho crimen. Detrás de las máscaras mediáticas que trataron de justificar estas intervenciones, estaban y siguen estando otro tipo de organizaciones que en complicidad con las agencias y militares de los estados agresores, han saqueado las riquezas económicas, energéticas y culturales de ambos países árabes.

Recordemos sino cuando los EEUU (bajo la administración republicana Bush-Cheney) y sus colegas británicos invadieron Iraq en 2003, se ocuparon entre otros asuntos de copar los museos y los reservorios arqueológicos, los ministerios clave como el del Petróleo en Bagdad y obviamente, los principales oleoductos y terminales de bombeo entre ellos el más grande ubicado en Kirkuk al norte del país. Poco a poco y en medio de la ocupación regenteada por Paul Bremer y sus secuaces, los estadounidenses y británicos en complicidad con funcionarios kurdos adictos al clan Barzani, pusieron a rodar el sucio negocio del tráfico de petróleo que era sacado por el puerto turco de Ceyhan.

Cuando comenzaron las agresiones contra Siria allá por 2012, una vez más pero esta vez a la saga de la administración demócrata de Barak Obama, las manos negras de las agencias estadounidenses y sus colegas turcos, comenzaron a trabajar para desestabilizar el noreste del país árabe donde se hallan los principales campos petrolíferos y de gas natural.  De ese modo, agitaron a los sectores descontentos con Al Assad, compraron voluntades entre algunas facciones kurdas que se oponían a Damasco, profundizaron sus relaciones con las mafias de contrabandistas y alimentaron de ese modo la idea de conquistar una posible autonomía en toda la franja norte (Rojava) y lograr pingues ganancias si cooperaban en la tarea de sacar petróleo de los campos de Deir Ezzor.
Quienes detrás de estas mask?

Se trató de una verdadera coalición gangsteril internacional, donde las agencias federales de inteligencia de occidente en cooperación con organizaciones mafiosas kurdas, turcas, sirias  y hasta de criminales neoyorkinos ligados a la mafia, mataron a quienes se les opusieron en el camino para conseguir sus fines. Cuando se dijo que ISIS era quien estaba financiándose del petróleo robado desde Siria e Iraq, estaban diciendo una verdad a medias. Antes de que llegara la “fabula de la bandera negra” (una creación materializada por los dineros de Arabia Saudita, Qatar y viabilizada por Bahrein, Israel, Bulgaria, Rumania y Turquía), los estadounidenses, los kurdos y los turcos ya estaban sacando petróleo por camiones cisterna traídos desde el puerto de Houston (EEUU).

Incluso cuando el “ISIS” llego a la frontera norte turco-iraquí, las extensas hileras de miles de camiones cisterna cargados de crudo de los campos petroleros de Kirkuk, pasaban por la carretera Erbil a localidad fronteriza de Mosis y de allí al interior de Turquía para más tarde ser sacado por los puertos turcos y vendido por agentes israelíes en la Unión Europea.  Claro que a nadie y en particular a los personeros en Washington y Londres le interesa recordar estas cosas por las cuales muchos fueron asesinados.

Todo esto revela un gran fraude que algunos periodistas lograron acreditar a costa de sus empleos y otros de sus propias vidas. Cuando los rusos intervinieron en ayuda del ejército sirio, los rastros de la “ayuda humanitaria” estadounidense, comenzó a verse lo que en realidad y en los hechos ella representaba. Uno de estos descubrimientos fue a instancias de las investigaciones de la periodista búlgara Diyana Gaytandzhieva quien con sus reportajes en Siria, documento el hallazgo de gigantescos arsenales de armamento provisto al “ISIS” por el gobierno de su país y planchas de acero industrial con las marcas de acerías ucranianas que servían para blindar los camiones bomba que la franquicia usaba. Todo este material no podía llegar sino por buques de transporte que escandalosamente saltaban el cerco naval estadounidense.

Por supuesto que también estaban detrás de estas colaboraciones, aliados regionales como Azerbaiyán, Arabia Saudita e Israel entre muchos otros actores europeos.

Tal como lo señala un investigador estadounidense, quien tras reunirse en 2014 con asesores de seguridad iraquíes en momentos que ISIS amenazaba con llegar hasta Bagdad, le aseguraron “que esa organización era fácil de usar y controlar” como dando a entender que todo este circo había sido preparado y financiado con antelación. Curiosamente éste editor de un sitio web comento que la mayoría de estos expertos iraquíes serían decapitados por éstos mercenarios ¿Coincidencia?

Mientras tanto, para cubrir toda esta situación, los medios occidentales intoxicaban la realidad con falsos reportes –fake news- hablando de una supuesta “lucha contra el terrorismo” como si se tratara de una cruzada medieval en pleno siglo XXI. Fue sin lugar a dudas la expresión más alta del crimen organizado internacional operando junto a gobiernos de otros estados.

Pero el negocio se fregó con el arribo de los rusos que con apenas un par de operaciones de bombardeos coordinados sobre las rutas atestadas de camiones cisterna, termino con aquel fabuloso negocio que incluso sirvió para lavar activos que, por intermedio de corporaciones ficticias fueron directamente a financiar las campañas electorales de varios legisladores norteamericanos. Como sea que haya sido, en algún momento se deberán revisar todas estas cuestiones ya que las mismas han representado, además del robo, una tragedia humanitaria  que no tendrá solución en mucho tiempo.

martes, 23 de julio de 2019




INTRIGA EN TEHERÁN”
Qué efectos tendrá el anuncio de la desarticulación de una extensa red de espías operando dentro de la república Islámica de Irán pagada por la CIA ¿Trump en problemas?

Por Charles H. Slim  
Cuando en mayo de 2009 una bomba estallaba dentro de una mezquita en la localidad Zahedan al sudeste de Teherán, los medios occidentales enmarcaron el hecho como un episodio más en el relato de la supuesta “guerra sectaria” entre musulmanes chiitas y sunitas que se estaba desarrollando en el vecino Iraq. Para las autoridades iraníes de aquel entonces los autores de este crimen habrían provenido de un grupo terrorista de corte independentista de la región Sitán-Beluchestán, pero muchos sospechaban que detrás de ello estaba la mano negra de las agencias de inteligencia occidentales y particular las israelíes. 

Lo mismo había sucedido un año antes contra una mezquita en Shiraz donde un suicida detono una bomba matando a seis concurrentes e hiriendo a más de sesenta personas. Sin dudas que alguien estaba aprovechando la situación que existía en la región y las sospechas apuntaban hacia actores muy bien conocidos en llevar adelante estos actos. En Iraq la situación de la seguridad era (y aún sigue siéndolo) calamitosa y a la lucha de la resistencia contra la ocupación, se estaba llevando a cabo una compleja y brutal lucha contrainsurgente en la cual, además de las operaciones clandestinas de la inteligencia militar estadounidense se veían involucradas varias agencias de inteligencia civil como la CIA y el MI-6 británico pero con la participación estelar del Mossad israelí.

En aquellos años la  CIA y el Mossad montaron sus propias operaciones y en algunos casos pudieron haber cooperado para llevar adelante algunos objetivos en particular, especialmente aquellos ejecutados mediante el reclutamiento y la subcontratación de mano de obra local.  En ese entonces los asesinatos con pistolas con silenciador, las masacres colectivas en residencias e pleno Bagdad y los secuestros de personas para ser torturadas y aparecer en callejones asesinadas fueron parte de esas injerencias.

La operatividad de estas células de asesinos ya venía desde 2004 desplegándose  en Bagdad donde llevaron adelante incontables “operaciones negras” basadas especialmente en secuestros, asesinatos y desapariciones que hasta el día de hoy continúan impunes ya que el régimen títere que coloco la ocupación y sus posteriores delegados jamás permitiría investigar estas atrocidades.  Teherán sospechaba y con razón que esta caótica situación (además de haber sido deliberadamente creada) sería aprovechada por EEUU e Israel para infiltrar células de espionaje y ataque en su territorio con nada buenas intenciones.

Cuando Bagdad fue puesta en manos de una facción chiita tolerante a la presencia angloestadounidense, Teherán realizó un acercamiento inmediato y por sus propios medios comenzó a tender puentes de relaciones políticas con la finalidad de ganarse la confianza de los chiitas iraquíes y lograr la cooperación política ante las amenazas solapadas que se agazapaban en su territorio. Los iraníes estaban conscientes de que las instituciones iraquíes como el ejército y la policía estaban bajo el control de los militares de EEUU y la inteligencia literalmente absorbida por la CIA aunque, existían sectores que se oponían a esta cooptación siendo estos aliados de la ayuda iraní.
Mujaidines Al Kalq Logo

Uno de los logros de la influencia iraní contra la cooptación estadounidense en Iraq fue la desarticulación y erradicación de la organización terrorista “Mujaidines Al Kalq” (MKO) que teniendo sus oficinas en Bagdad había sido fomentada en la década de los ochenta por el Departamento de Estado norteamericano en la era Reagan, que siguió siendo apoyada en la clandestinidad por la CIA en las subsiguientes administraciones en Washington  (entre ellas la de Bill Clinton) y apoyada por Saddam Hussein para desestabilizar a Irán.

La eliminación de esta organización significó un duro golpe para Washington y por ello redujeron los beneficios al régimen títere de Nouri Al Maliki y a su vez endurecieron las sanciones contra Teherán.

No hay que olvidar que por esos años, la presión comercial, diplomática y económica que ejercía Washington –similar a la que actualmente se imprime contra Venezuela-, estaba complicando la situación interna de Irán y ello sería aprovechado por sus enemigos, especialmente Israel, quienes necesitan crear estas revueltas internas para poder reclutar con mayor facilidad mano de obra local que ejecute (por buenas remuneraciones) sus objetivos dirigidos desde la distancia.

Para Israel y su agencia de inteligencia “Mossad” este tipo de tareas es una costumbre muy bien aceitada. Quienes se hallan al frente de diseñar y ejecutar estas operaciones tienen una amplia experiencia significando ello, largas listas de muertes y daños materiales causados por atentados en su haber. Expertos en el negocio de la muerte –especialmente en hacerlos parecer accidentes[1]- y el terrorismo, los israelíes aprovecharon las circunstancias creadas en rededor de la región y en torno a Irán en particular, para poner en marcha un ambicioso proyecto concebido por el núcleo sionista con Benjamín Netanyahu a la cabeza: Destruir el programa nuclear iraní.

Los frutos de estos planes criminales comenzaron a ser más brutales y explícitos. Tel Aviv creía que la situación en Iraq serviría para cubrir sus rastros y como había venido sucediendo desde su inserción en 1948 en la región, sus acciones pasarían desapercibidas. Fue de esta forma que varios científicos y académicos iraníes serían brutalmente asesinados o serían desaparecidos, algo que le ocurrió años antes a muchos de sus colegas iraquíes. Esa fue la suerte del científico de cincuenta años Massud Alí Mohamadi quien, al salir a trabajar en la mañana sería asesinado en su barrio al norte Teherán con la detonación a distancia de una bomba adosada a su motocicleta en 2010. 

El modus operandi de estas agencias de inteligencia se basan en lograr ingresar e instalar una base de operaciones en el país que tienen como objetivo y desde allí coordinar el ataque con sus propios agentes o reclutando criminales locales. Pero también, aprovechando las disidencias políticas internas montan redes de espías y colaboradores que ubicados en puestos estratégicos, informan en muchos casos a una terminal en Tel Aviv. El principal incentivo que usan y en especial la agencia israelí es el dinero. 

La desarticulación de una red de 17 iraníes que espiaban para la CIA, es un capítulo más de todo esto. En apariencias Teherán logró darle un duro revés a la compleja telaraña que la CIA mantiene en el continente asiático, pero no acaba con ella. Se trata de un golpe a la intensificación de las operaciones de espionaje desde la asunción de Trump al poder y la prueba de como EEUU viola la soberanía de un estado evidenciando la violación de la ley internacional y la Carta de Naciones Unidas. Lo importante de esto sería que, prevalezca la ley internacional y que de una buena vez por todas, se haga valer a todos por igual aún, si es Washington quien la infringe.




[1] El caso del profesor de la Universidad de Shiraz Ardeshir Hassanbpour quien apareció misteriosamente asfixiado por una supuesta fuga de gas en su domicilio.

domingo, 21 de julio de 2019




EL MANDATO”

Con la aceptación de los lineamientos políticos de EEUU e Israel la Argentina entra en una nueva y peligrosa era geopolítica que no responde a los intereses del país sudamericano ¿Qué saben los argentinos de a pie de todo esto?

Por Charles H. Slim
Tras la conmemoración de los 25 años de impunidad por el ataque terrorista a la mutual AMIA en Buenos Aires, quedaron muchas preguntas en el aire y como siempre con muy pocas respuestas para la mayoría de ellas.  Como no se había visto desde las épocas del gobierno menemista, el activismo mediático y diplomático del sionismo fue descarado. Sin dudas que la participación del Secretario de Estado de los EEUU Mike Pompeo es una demostración de aquello y fue central en los planes de Tel Aviv por ahondar el compromiso y mantener a la Argentina alineada a sus planes geopoliticos.

El establecimiento de un discutido registro de sospechosos sobre actividades de terrorismo que no es otra cosa que una lista negra de los enemigos geopolíticos de Washington y Tel Aviv, significa el ingreso de Argentina a un conflicto que persigue objetivos solamente útiles para aquellos actores. En este sentido, a ninguno de los dos les interesa la búsqueda de justicia ni mucho menos hallar a los verdaderos responsables de esos ataques ya que, ello sería sin dudas contraproducente. En esto, Argentina o más bien digamos sus gobernantes están demostrando o una gran ignorancia en lo referente a la realidad internacional o decididamente un posicionamiento claro y definido hacia uno de los bandos.

El argumento que presenta el Departamento de Estado norteamericano es el mismo que de la mano de Donald Rumsfeld anunciaría George W. Bush en 2001 cuando se produjeron aquellos sospechosos atentados que fueron convenientemente endilgados a un grupo presuntamente de musulmanes sunitas como “Al Qaeda”,  que –y cabe recordarlo- había sido creado por la CIA en 1979. De este modo desde hace unos años (y a instancias de Tel Aviv), Washington ha reorientado sus acusaciones sobre los musulmanes chiitas y en particular sobre los chiitas libaneses adheridos al Parido de Dios “Hesballá”.

De esta manera, el discurso de Washington redunda una vez más en la denominada “Lucha contra el terror”, el mismo slogan que tras ser creado por la administración Bush-Cheney fue usado por Barak Obama para introducirse en Siria e Iraq en 2014 solo que en ese momento, para supuestamente luchar contra el extremismo sunita de otra fábula nacida de los laboratorios de la inteligencia occidental denominada “ISIS”.

No olvidemos que apenas unos meses después de aquel acto, Obama firmo con Teherán un “memorándum de entendimiento” a los fines de acercarse para coordinar acciones ante la descontrolada propagación del “ISIS” en Iraq y llegar a un acuerdo definitivo sobre el tratamiento del Programa de desarrollo nuclear. Esto último fue una patada al hígado para Netanyahu y del amplio espectro sionista global que se reflejaría inmediatamente con la no autorizada y escandalosa visita de “Bibi” en marzo de 2015 al Capitolio norteamericano (casi dos meses después de la muerte de Nisman) donde acuso a Irán (entre otras cosas) de haber bombardeado la embajada y a la mutual de la AMIA en Buenos Aires para con ello, clamar por una embestida militar inmediata contra el país islámico.

El recinto se levantó en aplausos enfervorizados, demostrando a los congresistas que no comparten estas injerencias de Tel Aviv quién digita las políticas exteriores de la Unión. En esos momentos (como actualmente) Netanyahu buscaba con estas amenazas la reelección en el cargo y que mejor arenga para recaudar votos y colaboración financiera que halagar a los oídos de los extremistas sionistas y sus simpatizantes –como  el presidente de la Cámara de Representantes John Bohemer- en el Congreso norteamericano.

Obama en aquel momento desautorizo aquella movida de Netanyahu y con ello las relaciones entre Washington y Tel Aviv se tensaron aún más, al punto de que varios misteriosos intentos de crear un incidente en el Golfo Pérsico fueron abortados en parte por los mismos estadounidenses y en parte, por la pericia de los iraníes. Y es que Obama con la anuencia del Partido Demócrata había pasado años negociando en secreto con sus pares iraníes para que el desarrollo nuclear no vaya más allá del uso civil. Pero es que Israel quiere destruir cualquier avance científico iraní en particular (e islámico en general) sin importarle que sea para uso civil o militar llegando a echar mano a infames tácticas como el sabotaje, terrorismo y el asesinato selectivo. Los incidentes montados contra los tanqueros en el Golfo Pérsico son parte de ello y hoy nadie lo ignora.

Cada uno de estos momentos de la historia, han representado grandes y sangrientos engaños que pese haber pasado en el tiempo, no significa que no vuelvan a ser reeditados. Nunca ha estado este conflicto más álgido como ahora. En este sentido Argentina o más bien el gobierno de Mauricio Macri se deja arrastrar a la misma dinámica que no es otra cosa que una extensión de aquellas situaciones con posibilidades de que se extiendan a toda la región.

El anuncio del supuesto derribo de un Drone iraní en momentos que en Mike Pompeo y su sequito se hallaban en Buenos Aires cuando se realizaban los actos por el ataque a la AMIA, no fue una casualidad. Si había que trasmitir un mensaje penetrante y convincente sobre la malignidad de la República Islámica de Irán, ese era el mejor momento. 
Igualmente, pese a la tan acostumbrada marcialidad y presumida veracidad con la que se conducen los medios occidentales y en particular los de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, no pudieron evitar tener que poner en dudas las aseveraciones del mismo Donald Trump quien había asegurado que uno de sus navíos en el Golfo Pérsico había derribado a un Drone iraní que se había aproximado a 900 metros.

El reporte de Teherán y de la misma Guardia de los Revolucionarios desmintieron inmediatamente esta versión y sin agitación en sus voceros aseguraron que “todos sus Drones remoto habían regresado a sus respectivas bases”; entonces, muchos en Washington y en la misma comunidad política estadounidense se preguntaron ¿De qué se trata todo esto Trump, acaso estás preparando otra intervención para secundar a Israel?

La respuesta es la misma que se aplica a las planificaciones que se han desplegado en Buenos Aires y que se resumiría como “una simple cortina de humo” para ocultar lo que realmente está ocurriendo. Mauricio Macri, gran parte de sus funcionarios y compañeros de partido, claramente comprometidos con los lineamientos políticos del Departamento de Estado norteamericano y obviamente a los de Tel Aviv, están dispuestos a hacer cualquier cosa por formar parte del “club” de estos dos actores sin importarles en apariencia, lo que pueda significar para las relaciones entre la Argentina con Irán.