sábado, 9 de abril de 2016

VETERANOS DE AYER



“VOLVER AL FUTURO: ¿REGRESA ARGENTINA AL GOLFO?

Cómo podría encarar la Argentina una posible reinserción de sus FFAA en una posible campaña en el Golfo Pérsico




Por Pepe Beru
Despedida del G.T. 88 en 1990

Hace justo veinticinco años y en estas fechas las dotaciones navales del grupo de tareas 88.1, denominado como ALFIL 1, se hallaban  dentro de las aguas jurisdiccionales brasileras preparándose para un alto en el puerto de Fortaleza. Atrás quedaban las estresantes jornadas en aquel lejano teatro de operaciones en una exótica región en la que jamás hubieran imaginado terminarían yendo y menos aún que serían parte de una guerra que se sigue desarrollando hasta estos días.  Aquellas hirvientes y peligrosas aguas del golfo pérsico habían quedado atrás y con un muy bien ganado relajo, los efectivos de las dotaciones “ARA Alte Brown” y  la “ARA Spiro” mientras se fumaban un cigarro, recreaban la vista del magnífico clima tropical de las playas brasileras.

Pero una vez que paso todo aquel trajín en medio de una de las guerra convencionales más desastrosas de finales del siglo XX, muchos de ellos se dieron cuenta de que estuvieron al filo de la navaja y que solo fue una cuestión de fortuna el no haber sido el blanco de alguno de los dispositivos ofensivos que los iraquíes habían dispersado en las costas propias y del emirato de Kuwait.

Esc. Aluette, en 1991

A la misma conclusión habían arribado varios expertos internacionales  cuando advirtieron que, el precipitado final de la guerra trajo un alivio a los comandantes de las operaciones navales agrupados en el US.NAVCENT, quienes por aquel entones temieron lo peor si las hostilidades se extendían.  Desde aquel centro de operaciones fue donde se diagramaban y dirigían las operaciones y los movimientos de los grupos de tareas tanto para lo ofensivo como para lo defensivo, éstas últimas especialmente  asignadas al grupo de Tareas G.T. 88.I, que conformaban los dos buques argentinos y que se le denominó con el nombre clave ALFIL I.  Desde las 00300hs del 17 de enero de 1991 se cruzó la línea roja del estado de “Alerta pasiva” a “estado de guerra” y desde ese momento hasta la culminación de las operaciones bélicas, ambas dotaciones mantuvieron  actividad en “zafarrancho de combate”  tanto para atacar como para defender en el caso que el Comando respectivo lo ordenara.

En realidad, ambas dotaciones corrieron con suerte y no fueron blanco de los posibles ataques  aéreos y variados  misiles costeros que contaba Iraq y que incluso,  tras ocupar el emirato de Kuwait pudieron incautar las existencias de misiles como los “OTOMAT-MDBA” y los temibles “EXOCET M-39” que tenían los kuwaitíes para usarlos contra los buques aliados que se arremolinaban en la boca del Golfo.  Solo fue una cuestión fortuita y nada más, ya que la realidad en aquel teatro, los peligros eran múltiples y letales (v. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/10/veteranos-de-ayer-desclasificando-en-el.html ).

De estas manera,  los emplazamientos de misiles Frog-7 con alcances intermedios de unos 100 a 150 kms o los C-801 chinos reformados que con un alcance de 120 kms podían cazar a una corbeta pese a sus contramedidas,  representaron un obstáculo que logro saltarse solo por mantener una distancia prudencial de la línea costera, que en varios casos no fue suficiente.   

Pero en aquella época, estos sistemas defensivos  aunque letales, tenían una limitada autonomía de operatividad, haciendo que mediante el mantenimiento de una distancia prudencial, se pudiera prevenir un golpe sorpresivo como los que sufrieron algunas unidades de la primera línea de aquella fuerza naval y que por cuestiones de política  informativa, fueron censuradas al conocimiento público. Actualmente la variedad de sistemas de misiles costeros son además de costosos altamente eficaces no ya para golpear a un buque de mediano porte como es un destructor, sino incluso el poder borrar en un abrir y cerrar de ojos al portaaviones más grande que EEUU tiene en existencia.
Argentinos operando con norteamericanos

En la actualidad, los sistemas de misiles antibuque superan los 200 kms  y las perspectivas de sobrevivencia de un buque en el espacio acuático del golfo lo hace prácticamente presa fácil.

Hoy el objetivo de los EEUU y de su aliado Israel es atacar a Irán, un blanco que a diferencia del Iraq en la campaña de 1990-1991, se presenta como un peligroso desafío naval. Para algunos, las acciones de estos socios solo se reservaran a una campaña aérea en búsqueda de destruir los principales centros de investigaciones nucleares y no nucleares. Pero aunque los planificadores de esta posible campaña ven más factible un ataque relámpago sobre el país persa, lo cierto es que Irán hace más de una década ha venido mejorando en forma asombrosa sus sistemas defensivos antiaéreos, incluso sin la tenencia de los “SS-300” rusos  -que fue acordada en abril del 2015, pero suspendida a último momento-, los iraníes cuentan con una variada clase de armas capaces de repeler una agresión furtiva con F-117 como la que seguramente lanzarían los estadounidenses e israelíes.

Además y según han analizado varios expertos, si Hillary Clinton llega al poder, es muy seguro de que su apoyo a Tel Aviv sea sensiblemente mayor al que incluso, George Bush le dio durante la mayor parte de comienzos del milenio. Esto se traduciría en una abierta política hostil hacia Teherán lo que seguramente llevaría a dar por concluidos los acuerdos que la Casa Blanca llegó en 2015. Caber recordar que a comienzos del año, el extraño incidente de las lanchas rápidas norteamericanas capturadas por la Armada iraní habría estado deliberadamente enmarcada en un plan más complejo, en el cual ambas embarcaciones serían blanco de un ataque orquestado por Tel Aviv  para luego endilgárselo a Teherán.  Los planes se vieron arruinados por la interferencia de la novedosa arma de las fuerzas aero-especiales  rusas que anula e incapacita todo sistema electrónico, lo que habría dejado inoperantes los sistemas armas del submarino israelí que se preparaba para la sangrienta charada (v. The Saker. http://thesaker.is/nuland-meets-surkov-to-warn-about-imminent-nato-attack-by-scott /) .

Tal como lo han revelado algunos medios, la finalidad  última de este conato que claramente se encuadra en una operación de “Falsa bandera”, habría sido la de crear la causa política a medida, un verdadero Casus Belli que le daría a La Casa Blanca y tangencialmente a Tel Aviv, los argumentos para victimizarse ante el foro de Naciones Unidas y obtener el aval de la organización para una campaña bélica  brutal y desmedida que seguramente, sería  justificada con resoluciones que dicho sea de paso, Israel jamás respeto.

En este marco de una escalada de juegos sucios y búsqueda por comenzar una nueva contienda  en la región, vemos como con se preparan nuevas situaciones para tratar de meter a Irán en un conflicto que sería muy provechoso para Tel Aviv dado que, es la república Islámica “el enemigo” que ha venido estorbando sus planes expansivos,  jurando destruirla sin importarle –como lo han hecho con el Líbano, Iraq y Siria- cuanta gente deba morir para satisfacer sus ambiciones mesiánicas. Pero lo preocupante de todo esto, es que podría haber tratativas entre el gobierno argentino y Washington para esbozar algún papel en ésa situación, usando como principal argumento, la supuesta autoría de Irán en los atentados contra la embajada de Israel en 1992 y la explosión de la AMIA en 1994, algo que al presente estado de las FFAA y de la realidad armamentística de los contendientes, sería simplemente un suicidio.

Para compensar esta situación de total inoperancia de las fuerzas armadas, la visita de Obama el 24 de marzo pasado, trajo en su maletín entre otras cuestiones, un plan de re estructuración de parte de este sector supuestamente, para reforzar las intervenciones “humanitarias” en África.  En aquel se prevé la entrega de equipos, entrenamiento y aviones C-130 para la Fuerza Aérea Argentina  para operaciones logísticas en aquel continente. Según algunos analistas, el gobierno argentino podría insertarse en estas operaciones que abarcan a países como Mali y Libia, bajo el argumento de la ayuda humanitaria y en la lucha contra el terrorismo que, poco a poco llevaría a que Buenos Aires logre colocar efectivos en operaciones más al oriente, como las que se han venido planeando desarrollar en el Golfo Pérsico con especial atención en el control de estrecho de Ormuz, paso estratégico para el ingreso a la región y sector altamente peligroso para la integridad de los buques que traten de agredir a la soberanía iraní.

Otras fuentes hablan de que a estas cooperaciones con la Fuerza Aérea se agregaría una en el área naval, con la entrega de algunos buques de rezago, que podrían ser destructores clase Spruance o Kidd que con una antigüedad de treinta años en promedio, hace que la famélica armada argentina lo vea como un “juguete nuevo” para un niño.  Como contrapartida a estas generosas “donaciones”, el Pentágono requeriría que el ministerio de defensa argentino colabore con el Comando sur estadounidense y se pliegue a las maniobras de defensa hemisférica que, evidentemente, llevara implícitas las condiciones operativas señaladas previamente desde Londres (v. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/03/defensa-y-seguridad-fuerzas-des-armadas.html ).
Destructor Clase Kidd

Para tales fines, se abrieron oficialmente los contactos entre  el Pentágono y las Fuerzas Armadas Argentinas, cerrando el estado de congelamiento de las relaciones castrenses que se vino dando desde el 2009 y que se reabrirán con un encuentro a realizar en el mes de mayo próximo en la ciudad de Washington (dc), lo que traerá tela para cortar. En dicho encuentro, algunas fuentes aseguran que se plantearan los temas de “Operaciones de paz” y “defensa hemisférica” algo que, a lo que el gobierno de Cristina Fernández hubo acordado con China con la instalación de la base de control satelital en Neuquén,  desatara un tironeo bastante difícil de resolver entre Buenos Aires y Pekín.

En lo que respecta a las tareas sobre “Operaciones de paz” no se conoce bien cuales el itinerario que el Pentágono pondrá sobre la mesa. Sobre lo que EEUU entiende como “operaciones de paz”, se ha podido advertir como ha usado este rótulo como un mero eufemismo para intervenir en Libia en 2011 y Siria en 2014, causando una catástrofe humanitaria de la cual, Obama invitó a Macri a hacerse cargo receptando refugiados que, además de  huir  del “Daesh” y de los grupos mercenarios adiestrados por las agencias de inteligencia occidentales, han sido empujados por los bombardeos de la “Coalición liderada por EEUU”.  

 Esto ha desatado las preocupaciones de quienes conociendo las intervenciones estadounidenses en el exterior y que han desatado guerras que aún no terminan,  ven en la clara ignorancia del gobierno de Macri en lo que se metería si se aviene a acompañar misiones con aquel rótulo que en realidad, son acciones de intervención agresiva, tal cual hemos señalado al comienzo de éste articulo.  

Igualmente y pese a la experiencia única –en todo el Cono sur- de la Argentina y en particular de la Armada en una campaña militar de proporciones, adquirida  tras la participación en la crisis que desemboco en la guerra del Golfo Pérsico de 1991, los gobiernos pasatistas  de la “Rosada” nunca han tomado enserio la situación de operatividad de sus fuerzas fuera de sus fronteras, algo que vergonzosamente se puede ver en el imperdonable abandono del área de la defensa y en la hasta ahora no tratada situación de los efectivos que fueron remitidos a aquel conflicto  y que a pesar de haber participado activamente dentro del Teatro de Operaciones de Kuwait (TOK) para desalojar a las tropas iraquíes del Emirato de Kuwait, no hayan logrado el bien ganado reconocimiento legislativo que la calidad de combatientes les reconoce la ley internacional. Sin dudas,  éste gobierno tiene la oportunidad histórica de enmendar esta situación que se ha extendido por largos 25 años.




jueves, 7 de abril de 2016

INTERNACIONAL



CIRCO Y ELECCIONES EN U.S.A.

Cómo afectara a la Argentina la nueva administración estadounidense de acuerdo a cada uno de los posibles candidatos




Por Dany Smith
The White House

Como si de una comedia alocada se tratara, las elecciones primarias en los Estados Unidos parecen dirigirse a un final desopilante y ciertamente muy previsible.  Es más allá de la multifacética oferta de candidatos en la que la propaganda del Stablishment comunicacional estadounidense  se agarra para hacer gala de su tan promocionada “democracia”, en realidad se esconde un sistema electoral cerrado y muy lejano a las decisiones de pueblo llano y directamente al servicio de las élites que conforman el estado profundo norteamericano.

No se puede negar que todo el circo mediático en rededor de la campaña política que se grafica mediante las discusiones, debates y hasta las parodias que se realizan en importantes shows televisivos como “Saturday Nigth Live” trasmitida por la cadena NBC , son un poderoso estimulo para llamar la atención de un público que, sacudido por las crudas realidades cotidianas, ve en apariencias como candidatos demócratas como Hillary Clinton o Bernie Sanders se cruzan con republicanos como Ted Cruz, John Kasich o el inefable Donald Trump en aparentes e irreconciliables contiendas de ideas, donde todos y al mismo tiempo  ofrecen soluciones mágicas para la grave situación en la que el estado de la unión se halla sumido.

Pero serán los gobernadores de cada estado de la Unión, quienes se encargaran de elegir a su respectivo candidato a presidente, pesando para ello la opinión de entidades como la National Governors Association  que aglutina lo que se podría llamar, a la crema innata de la sociedad blanca estadounidenses, al espíritu conservador de los EEUU y que se representa en los llamados WASP (White Anglo-Saxxon Protest), tan preocupados por conservar la pureza de la sociedad estadounidense.  Tal como lo señalan interesantes artículos de periodistas como Therry Meyssan (v. ¿Quién será el próximo presidente de Estados Unidos? http://www.voltairenet.org/article191079.html ) , los candidatos para presidente no traen consigo ningún programa de gobierno o solución orientada al bien común dado que, el único y principal interés dentro de éste curioso sistema “democrático”, solo se busca beneficiar a sus electores quienes a su vez, están influidos por intereses del más variado índole.
Op. Gerónimo, un fiasco

De todo éste berenjenal de candidatos y de presuntas propuestas para un cambio superador de la era Obama, lo cierto es que, analizando a cada uno de los más posibles candidatos a ocupar La Casa Blanca, tienen en sí, graves y contradictorias situaciones que pueden ir en detrimento de sus gobiernos y del mismo país.  Primeramente tenemos a un extraño candidato como Ted Cruz, quien no puede considerárselo con chances para acceder a la presidencia. Para varios analistas éste hispano convertido en ciudadano estadounidense y en un converso  protestante solo es una maqueta para el adorno y la demostración de hasta dónde un hispano puede arrastrarse para tratar de ser aceptado por los círculos políticos estadounidenses. Del otro lado tenemos a Hillary Clinton, senadora por el estado de New York y convertida en una activista por los derechos de la mujer, cree que se ha metido al bolsillo al electorado femenino y varias organizaciones feministas que rayan con el activismo pro- Lesbianas. Pero aunque la fachada de la abogada neoyorkina se presente como una especie de “progresismo feminista”, lo cierto que detrás de ella, además de su genio neurótico e imprevisible  penden causas penales por graves delitos entre ellos, la sospechosa muerte del embajador estadounidense en Bengazi en 2012 y sus inexplicables implicancias con asuntos tan turbios como son la aparición del “ISIL” en Siria, tratativas para apoyarles monetariamente y con la provisión de armas. Y si eso no fuera suficiente, la farsa de la llamada “Operación Gerónimo” en la cual, supuestamente, se asesinó a Bin Ladem y se lo arrojó al mar.
Donald Trump

Otro de los candidatos en danza es el estrambótico empresario Donald Trump quien posicionado en una de las alas del republicanismo, es el representante de un populismo estadounidense que pretende alejarse de la clase política elitista que se ha vuelto rica a costa de sus posiciones dentro de la función pública. En este sentido, Trump representa una amenaza al Stablishment y no es para nada deseado tenerlo como ocupante de la Casa Blanca.

Pero ¿en qué puede beneficiar a la Argentina que triunfe una demócrata como Clinton o un republicano como Trump? Sinceramente no habrá cambios para la agenda de Argentina salvo que tal vez y de acuerdo a las posturas que han venido discursando cada uno de estos candidatos, es posible que sus políticas para el 
Cono sur y en especial para la Argentina, tenga algunas tonalidades pero nada que marque una diferencia contundente.  Una cosa es segura y es que sea quien fuese el presidente electo, Buenos Aires deberá bailar al compás de la tonada de la Casa Blanca. Lo que si a grandes rasgos es posible prever es que, si Donald Trump ganara la presidencia, habría lo que muchos analistas auguran como el regreso de un EEUU aislacionista –algo imposible en el mundo de hoy- o mejor dicho, la implementación de un el freno de las políticas expansionistas e intervencionistas a las que Barack Obama continuó de sus predecesores. Esto sin duda causa preocupación en los círculos conservadores –tanto republicanos como demócratas- y en especial en los grupos de presión sionistas –AIPAC y otros- lo que claramente, ha puesto al excéntrico candidato republicano en la mira de posibles obstáculos en caso de arribar a la presidencia.

Por otra parte, si Hillary Clinton fuese elegida como presidente, se prevé una política completamente contraria a la que esboza el multimillonario candidato. En lo interno las promesas de Clinton por mejorar la situación económica y empleo es una “remake” de las planteadas por Obama cuando aspiraba a la presidencia. En lo externo, la posición que ha demostrado cuando desarrollo funciones en el Departamento de Estado la acercan más a los “Halcones del Pentágono” y los “neocon” que a la histórica postura demócrata; aunque hay que recalcar que, la historia reciente ha dejado en claro que republicanos y demócratas no son más que posiciones variables y ajustables a los intereses del estado de la Unión que a su vez se ven influidos por las presiones de poderosos grupos e individuos. Es allí donde radica la panacea y las reales posibilidades para un candidato de llegar a la presidencia. En ése sentido, Clinton  estrechara lazos con el gobierno de Macri en un eje geopolítico que tratara de argumentar y justificar la autoría de Irán en las acciones terroristas de la década de los noventas en Argentina e incluso, la autoría del asesinato del fiscal federal Alberto  Nisman.

En éste sentido, la postura de la senadora de NY recibe con mucho beneplácito el apoyo de los grandes Lobbies pro-israelies y de poderosos individuos que –como Paul Singer, Goldman Sacks y muchos otros-, ligados a éste ideario sionista, están ingresando a la Argentina por la muy auspiciosa  posición del gobierno argentino.

De esta manera tanto Clinton como Trump, debieron pasar por el testeo sionista de estos grupos, quedando bien en claro que la postura que más agrado ha desatado entre sus adherentes ha sido las declamaciones de la candidata avenida en “feminista a ultranza”.

Obsérvese sino, como cada uno de ellos han pasado por el filtro de la poderosa AIPAC, en la cual éste 21 de marzo pasado, la candidata Clinton prometió entre otras cosas,  hostigar con mayor decisión a Irán con la imposición de las sanciones más duras posibles, obteniendo por su alocución un estallido de aplausos (v. TIME.“Discurso de Hillary Clinton a AIPAC”.  http://time.com/4265947/hillary-clinton-aipac-speech-transcript/ ). Tampoco hay que dejar de señalar, que la posición de Hillary Clinton es muy aplaudida por sionistas internacionales que esperan la profundización de las acciones de EEU en apoyo a Israel para que de una buena vez, se terminen con los reclamos y los reconocimientos de un estado Palestino.

Por último, la posición de Hillary Clinton congratula  sin dudas al poderoso sector de la industria armamentística que con éste tipo de expectativas, promete reactivar los jugosos contratos de defensa y desarrollo de novedosos  armamentos para probarlos seguramente en un nuevo escenario bélico que, con un gobierno a manos de Clinton  lleva a predecir sin margen de error, la ampliación de las operaciones militares a las aguas del Golfo Pérsico con objetivo en esta oportunidad, de atacar –o intentar alguna provocación- contra la República Islámica de Irán.  En éste escenario, la Argentina podría verse complicada por su nuevo posicionamiento geopolítico  sin despreciar la posibilidad de que llegue a ser parte activa, en operaciones conjuntas con las FFAA norteamericanas en otras latitudes, especialmente en el Medio Oriente.


martes, 5 de abril de 2016


EN LA MIRA



“ESCANDALO EN EL PENTÁGONO”

Cómo aparentes errores de cálculo y las manipulaciones informativas sobre el ISIL han causado una crisis interna en una de las áreas más sensibles de la defensa estadounidense



Por Dany Smith

Al parecer, el “ISIL” o “ISIS” tiene sus días contados y pronto podríamos ver una desaparición de lo que los medios anglosajones pintaron como “la amenaza terrorista más importante de lo que va del siglo”. 

 Pero esta presumible extinción no sería por el éxito militar que vino de la poderosa mano rusa demostrada en Siria, sino más bien porque ésta franquicia nacida de un programa de la inteligencia estadounidense e israelí en épocas de la ocupación a Iraq, ha venido quedando expuesta en lo que realmente fue: un fraude para justificar la geopolítica de Washington en la región.

Las pruebas de que algo andaba mal con este grupo  supuestamente extremista e islámico, se vinieron viendo desde lejos en el tiempo. Habría que remontarnos a la ocupación de Iraq en 2005 en momentos que la resistencia iraquí estaba descalabrando a los invasores y causando serias deserciones dentro de los cuadros de colaboracionistas que se habían adscripto a la mafia que, elegida por la entonces Secretario de Estado Condolleza Rice, administraría el país. 

Para ese entonces, “Al Qaeda-Iraq” un monigote claramente implantado para tratar de crear divisiones dentro de la sociedad iraquí había fracasado. Los iraquíes ni bien percibieron la presencia de esta franquicia supieron que estaban ante una rama más que sus enemigos –estadounidenses, británicos e israelíes- habían infiltrado en el caótico panorama que se vivía por entonces.  Conscientes de ello los altos jefes militares y de inteligencia, recomendaron al entonces presidente George W. Bush ponerle fin a sus operaciones en momentos que la reelección de éste mandatario pendía de un hilo por la impopularidad de la ocupación que parecía extenderse por varios años.  Fue así como por arte de magia y en una muy puntual acción aérea, el 6 de junio del 2006 un avión de combate  F-16 estadounidense lanzó una bomba  de 500 libras guiada por laser, que impacto certeramente en una casa en Hibib, Baquba, matando a Abu Muzab Al Zarqawi quien el Pentágono y los medios occidentales sindicaban como el líder de “Al Qaeda-Iraq”. El golpe tuvo su efecto y Bush fue reelegido como presidente.
El show se acabo

Pero el sacrificio de Zarqawi y una media docena de personas que estaban en aquella casa, no fue solo para mejorar la imagen de Bush; detrás de ello estaba el cierre del programa “Al Qaeda-Iraq” y la inauguración de un nuevo programa de contrainsurgencia –que debería ser más creíble- que profundizaría definitivamente las grietas que se habían creado con la invasión y las que el gobierno títere de Al Maliki seguía profundizando con sus brutales arbitrariedades.  Casualmente unos meses después, el 15 de octubre del 2006, hace su asombrosa aparición el “Islamic State of  Iraq”  (ISI) que con un particular logo que sigue vigente hasta estos días, dio a conocer en uno de sus primeros videos, el derribo de un helicóptero norteamericano usando un misil SA-7, lo que le dio la espectacularidad y la credibilidad que sus artífices habían esperado.

Con estos antecedentes y muchos otros que, al paso de los años trataron de ser sepultados bajo el olvido, se puso en el escenario a éste sangriento embuste que organizado por la inteligencia estadounidense, obviamente, sería muy conveniente para sus panificadores mientras solo derramara sangre de iraquíes o de cualquier otro árabe (v. El Gran Espantajo. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/03/internacional-el-gran-espantajo-como-el.html )   

El desarrollo de esta pequeña franquicia fue –obviamente con el apoyo de la CIA y de otros socios- escalando hasta mediados del 2008, donde tras varios traspié a manos de las fuerzas de seguridad iraquíes e incluso de los grupos de la resistencia, fueron siendo eliminados del escenario de la ocupación, desbancando el verdadero objetivo que  perseguían con sus operaciones que no era otra que, causar el odio irremisible entre sunitas y chiitas.  De esta manera y pese a los arduos esfuerzos por reimpulsar sus operaciones y tratar de obstaculizar a la resistencia chiita que estaba haciendo estragos entre sus efectivos,  los ingenieros a cargo de este programa  fueron despedidos y pasados al olvido hasta nuevo aviso.

Pero para mediados del 2012, cuando Siria comenzaba a ser asediada por una ola de grupos mercenarios extranjeros  que occidente y sus medios pintaban  como “revolucionarios”,  desde aquellos claustros y con la autorización política de la secretario de estado Hillary Clinton se reactivo el apoyo al “ISI” pero esta vez y con al abierto apoyo financiero de Arabia Saudita, Qatar e Israel, para ser un factor tanto táctico como estratégico en lo que se convertiría en el plan de la Casa Blanca por el rediseño de un Medio Oriente sin estados árabes laicos. Para dicho plan, no se escatimaron recursos e incluso, se llegó a fabricar una ideología que a la vista de los honestos eruditos islámicos, lejos de la tradición (Sunna) más bien se parece a una mutación del Wahabismo tribal saudita con ingredientes de esquizofrenia y barbarismo agregados por manos no árabes ni menos aún islámicas.  Y es que sobre esto último, las pruebas de que uno de los recursos para que estos presuntos “Yahid” tomaran coraje para pelear, eran las drogas (Captagon) y el alcohol, lo que revelaba la total falsedad de su origen que incluso ha quedado bien en claro con aquel supuesto ciudadano iraquí que se avino a líder de la franquicia, sin que de él los registros iraquíes dijeran nada  (v. Al Bagdadi o Elliot? http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/03/internacional-al-bagdadi-oelliot-dos.html )

Pero más allá de estas peculiaridades, la invulnerabilidad demostrada por el “ISIS” en el campo de batalla, desató la curiosidad tanto de propios como de ajenos que, a pesar de las manipulaciones mediáticas y los falsos informes de inteligencia, no logro engañar a varios investigadores independientes que indagando en mayor profundidad sobre la real situación en la región, pudieron develar aquel misterio que más bien era un gran encubrimiento  (v. La inexplicable invulnerabilidad del ISIL.  http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/01/en-la-mira-la-inexplicable.html )

Si alguien se pregunta si es posible que exista un trabajo como es el de maquinar cómo hacer para que la gente se mate una a otra, pues sepan bien que hace mucho que existe y una de sus sedes se denomina el CENTCOM o más bien el Comando Central de los Estados Unidos donde, bajo la denominación de “analistas”,  funcionarios de inteligencia se encargan de elaborar los informes a medida de los intereses de Washington.  En estos claustros no hay lugar para arrebatos de sinceridad y menos aún de discutir lo que se ordena desde lo alto. Pero la gravedad y lo intragable de lo que representaba el programa “ISIS”, parece haber desatado varios cortocircuito y desencuentros dentro de aquel plantel que llego a que el mismo presidente Obama firmara las salidas de varios altos oficiales militares y de inteligencia (v. Despiden a los analistas del Pentágono que se negaron a proteger al Emirato Islámico.  http://www.voltairenet.org/article191114.html )

A parecer en uno de estos últimos episodios, los analistas que se resistían a refrendar los informes adulterados que los militares pretendían que elaboraran para  La Casa Blanca, previó a ser amenazados por los jefes militares que tenían a cargo, fueron despedidos por haberse negado a manipular información que alterara la realidad de lo que pasaba con el “ISIS” en el terreno (http://www.thedailybeast.com/articles/2016/04/03/intel-analysts-we-were-punished-for-telling-the-truth-about-obama-s-isis-war.html )


Precisamente y en lo que respecta a la supuesta guerra contra el terrorismo y en especial contra el “ISIS”, las contradicciones y las irregularidades que se han ido viendo a los más altos niveles, ha llevado a que varios funcionarios de ésta área, al poner de manifiesto sus desacuerdos en lo que ello involucraba, hayan sido despedidos o removidos a destinos inciertos tras haberse negado a seguir manipulando los informes sobre un “Estado Islámico” que la mayoría de los musulmanes del mundo no reconoce como tal.

lunes, 4 de abril de 2016

EN DEBATE


AQUÍ Y ALLÁ, LOS 
MISMOS DE SIEMPRE

Cómo la historia argentina demuestra que el colonialismo británico y el imperialismo norteamericano son concepciones criminales que pueden resistirse




Por Charles. H. Slim y Javier B. Dal

La historia de finales del siglo XIX y de todo el siglo XX ha estado marcada por el Colonialismo y su versión más agresiva como es el imperialismo anglosajón. A pesar de que transitamos un nuevo milenio estos vicios de las relaciones políticas a nivel internacional no parecen haberse sanado y peor aún, han ido tomando diversas variantes metafórmicas para encubrir sus fines. Pero, aunque a muchos no les interesa la historia por suelen decir “son cosas del pasado que no sirven para nada”,  ella es muy importante en lo que hace a las relaciones políticas y mucho más cuando estas se llevan a cabo entre los estados nación, una entidad política que en los últimos veinticinco años ha venido siendo atacada en forma selectiva y puntual, desde los centros de poder mundial, buscando instalar una crisis perpetua en regiones estratégicamente importantes.

Para éstos centros, cada región implica un foco de interés y cada uno de ellos de una entidad y prelación de acuerdo a lo que se pretenda obtener. En ese plan, cuentan con instituciones con miles de empleados que, solventados con amplios recursos, se dedican a “pensar” cuándo, dónde y cómo será la próxima “conquista”. Claro que, para las personas de a pie que tienen trabajos normales, una familia y esperanzas de una vida mejor, están ajenos a estas elucubraciones que son, las que en el trasfondo de la política manejan el mundo. Y esas elucubraciones que implican variadas maniobras de manipulación no solamente están direccionadas a engañar al grueso de la población sino que terminan costando la vida de miles y millones de personas para satisfacer intereses disfrazados bajo algún argumento de conveniencia.

En la larga historia del Colonialismo, principales actores han sido las potencias europeas, cada una en su época y con los intereses que marcaban la tendencia, fueron quienes marcaron el camino de cómo se movería el mundo un siglo después. Bajo esta concepción es que, el imperio británico el siglo XIX –entre otros- concebía al zaqueo como una “empresa”, que fue justificado por todo tipo de argumentos que iba desde los políticos, los religiosos hasta los meramente racistas.  Simplemente, si la corona británica fijaba sus ojos sobre algún territorio o sitio que era rentable, era justo para su razonamiento que lo tomara sin reconocer nada a los nativos del lugar. Eso no quería decir que obraran como simples matones o ladrones armados, o al menos no lo hacían –y suelen hacer- con todos. El mejor ejemplo de ello fue sin dudas la colonización de la India donde para poder ejercer aquel poder tentacular desde Londres, los británicos supieron con mucho tiempo y estudio, manipular las diversidades culturales, étnicas y religiosas que más tarde acabarían en la división política y social entre una India “induísta” y el Pakistán “Islámico”.

Todos los medios son lícitos para cumplir sus fines y muestra ello puede verse en la “guerra del Opio” que los británicos provocaron contra la China imperial, principalmente por el control del gran negocio del tráfico de opio desde la India a China. El papel del imperio británico y de Francia en esas guerras del siglo XIX,  fue central y una de las consecuencias sociales causadas por la infiltración de éste poderoso alucinógeno, fue la creación de una gran población de adictos que a su vez conformó una interminable red de complicidades y corrupción entre los funcionarios del gobierno chino que, tentados por las abultadas ganancias, participaban del tráfico que provenía de la India.  Si usted advierte alguna similitud con lo que ocurre hoy con el narcotráfico a nivel global, no es mera coincidencia. Fue sin dudas, una de las primeras muestras del uso del “narcotráfico” como un arma de subversión con la cual dominar mentalmente al oponente. Esta implicancia británica fue decisiva para que unas décadas más tarde, tras años de abusos insoportables, se fomentaran los movimientos independentistas y anti occidentales que se vieron con la “rebelión de los Boxers” en 1912.

Como se puede ver, los británicos desarrollaron en el tiempo una muy aceitada estructura de colonialismo de la cual –y al contrario de los caracteres culposos de los latinos- fueron perfeccionando hasta convertirla en una institución casi sagrada que lleva el sello orgulloso del “Imperio Británico”. Por supuesto que hoy, este se halla claramente ajustado a los avances tecnológicos y las nuevas tendencias sociales que existen alrededor del globo. Hoy por hoy, las tareas sucias y el derramamiento de sangre se suele tercerizar en agentes privados que ofertan sus servicios como si de una empresa de limpieza se tratase. Un ejemplo fue los miles de mercenarios “Gurkas” nepaleses que Londres envió en 1982 a Malvinas como carne de cañón.     
América del sur tuvo su cara a cara con aquel imperialismo británico del siglo XIX y en varios casos –sino en la mayoría de los casos-, sucumbió ante su poder.  Pero hubo un caso en particular que rompió la regla y que siempre se ha dejado de lado o más bien, no han querido ser muy difundido en las crónicas históricas por “santos y pecadores”.  Es el caso de la incipiente república Argentina allá por los inicios del siglo XIX, donde una pequeña y mestiza población bajo el dominio español, ya pensaba en la independencia  de la corona española. Pero obviamente, no todos los pobladores –menos aún los comerciantes- y menos aún los líderes políticos de aquel entonces estaban dispuestos a abandonar los beneficios, privilegios  y su lealtad con la madre patria, España.   

Por aquel entonces,  los habitantes del Río de la Plata veían muy lejanas las realidades de la política europea y seguramente, muy pocos eran los que estaban informados de los contubernios de la geopolítica del imperio británico, holandés, la Francia napoleónica y claro, la de la propia Madre Patria.  Ellos no estaban al tanto de la importancia que dichas tierras tenían para las coronas imperiales de la época y hasta donde podían llegar en sus ambiciosas campañas. Sin dudas, en esa época era casi imposible acceder a las noticias sobre lo que ocurría en lugares como la India, el Lejano Oriente o incluso en el mismo continente en las agitadas aguas del Caribe, puerta de entrada a la flota pirata.  Por aquel entonces, el control de los mares y los puertos estratégicos era una tarea titánica y muy peligrosa.

En Londres se habían determinado que el puerto de Buenos Aires del Virreinato del río de La Plata,  joya de la Corona española del rey Fernando V, sería el objetivo más importante para la flota de su real majestad que por ese entonces dominaba los mares del mundo.  Su principal interés, era el mercantil. Claramente alentados tras la derrota de la escuadra franco-española en la batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805 y en cierto modo, influenciados por las ideas del revolucionario venezolano Francisco de Miranda,  el primer ministro William Pitt  dio luz verde a una empresa ambiciosa: hacerse con las colonias españolas en América.  Era un momento de esplendor del imperio británico que extendía sus tentáculos en Asia con la “Compañía de las Indias”  con miras a adueñarse de la China imperial,  la adquisición de las posesiones coloniales holandesas del sur de África y con el control de Afganistán y lo que hoy es Birmania, los británicos veían que nada los podía parar. Pero lo que en realidad movilizaba a estas ambiciones empresas, era una crisis comercial que comenzaba a percibirse con la pronta abolición de la esclavitud (1807) que cortaría con la fuerza laboral sin costo de la cual los británicos y sus pares europeos, se habían valido para enriquecer sus imperios.

Obviamente que la campaña no se lanzó sin un tanteo previo. En las colonias, incluyendo a Buenos Aires, había espías y doble agentes que, en público juraban lealtad a España en secreto pasaban informes a los correos que tenían los británicos en la región y que luego partían desde Montevideo en buques piratas con destino a Londres.  Con todo esto y con algunos errados consejos, Sir Home Popham vaticino el éxito de la empresa sobre el Río de la Plata creyendo que no encontrarían oposición a su llegada.

El 24 de junio de 1806, una flota armada con bandera del imperio británico era avistada  por el capitán francés Santiago de Liniers, quien alerto a las autoridades españolas sobre la inminencia de la invasión. En pocas horas, las cascas rojas desembarcaba en Quilmes y avanzarían  sin Cuando esto llegó a los oídos del Virrey Sobremonte –Tal como lo habría hecho cualquiera de los actuales políticos nativos- huyó de Buenos Aires sin olvidar por supuesto, los caudales públicos que –según los españoles- fue para salvarlos de las garras inglesas. Pero, fue capturado en el trayecto y con él el botín que pretendía salvar. En ese momento los ingleses desembarcaron y ocuparon Buenos Aires sin ningún problema. A tal grado se acomodaron, que Beresford recibía constantes atenciones de los arribistas y obsecuentes del momento que, sin dudarlo, pasaron de la lealtad castiza a la de la “Casaca roja”.  De esta manera, comerciantes, políticos y arrastrados del momento, trataban de ganarse la confianza del general británico y su círculo de oficiales para que les recomendara con Londres; un precedente notable de lo que hoy se llama pragmatismo en la actual “clase política”.

Así es, en esta primera invasión, los leales a España no resistieron el ingreso de Beresford y su armada, a tal grado que solo fueron las mujeres las que, teniendo que darles de comer a los “casacas rojas”,  despotricaban contra sus maridos y lugareños por su repugnante cobardía.  Los ingleses se acomodaron en la ciudadela y tomaron posición en el puerto extendiendo su presencia por largos 46 días en los que, los agasajos y las fiestas de las familias influyentes no faltaban los altos oficiales británicos.  Esto era aborrecido por los pobladores que no gozaban de ningún tipo de privilegios. Era un sentimiento unísono entre los lugareños de qué los británicos eran “herejes invasores”.  Pero a pesar de tanta pleitesía y de su poderosa guarnición sabían que estaban muy lejos de Londres y cualquier refuerzo tardaría cuando menos cuatro meses.  Fue así que el 12 de agosto de 1806,  una fuerza armada  preparada  clandestinamente en Montevideo y conducida por el primer patriota,  Santiago de Liniers y Bremond logró derrotar a la guarnición inglesa que entre otras reacciones, logró arrancar el asombro de la prensa británica de la época y abrió el camino para la organización popular sin la tutela de España.  

Conscientes de que los británicos “volverían”, los patriotas como Liniers, Juna José Paso, Juan Martín Pueyrredón, Cornelio Saavedra, Joaquín Campana entre otros muchos otros, no se quedaron con los brazos cruzados y lejos de tirarse a dormir en los laureles, se prepararon para enfrentar lo que Londres planificó como una revancha aplastante, remitiendo al Río de la Plata una fuerza calculada en unos cien buques con bandera británica acarreando a unos doce mil hombres y unas cientos piezas de artillería, con la intensión de repetir la campaña  de año antes. Creyeron erróneamente, que hallarían el apoyo de una fracción de la población que avalaría su presencia y contrarestaría la posible y mal armada resistencia popular.  Pero la sorpresa fue fatal para Beresford, Gower y Whitelocke  y claro, para sus tropas cuando ingresando por las estrechas callejuelas de la primitiva ciudad porteña, se hallaron rodeados de unos 8.600 defensores armados que, coordinados con los vecinos, lanzaron sobre los aturdidos británicos fuego de mosquetes, agua y aceite hirviente, que concluyó con una rendición incondicional de las fuerzas del imperio más poderoso de entonces.

Diría el general John Whitelocke en su hora más oscura, cuando era interrogado ante la Cámara de los Comunes “lo visto en la campaña del Río de la Plata no tiene precedentes”; ciertamente que ello fue así, ya que había sido un golpe brutal al orgullo imperial de la Corona británica.

Treinta años más tarde, aprovechando información arrimada por Parish al Foreing Office  y aprovechando la insipiencia de la Confederación, los británicos y sus aliados EEUU,  se allegaron a las aguas de sur y tras agredir a la población autóctona de las islas Malvinas y tras destruir las defensas costeras de la Isla Soledad, hicieron pie en ellas con la intensión de reclamarlas para la Corona Británica.   Era demasiado lejos y había muchos problemas para que el gobierno de Juan Manuel de Rosas pudiera auxiliar a la guarnición, pero eso no hizo sino agudizar aun más la postura  del caudillo bonaerense con respecto a las pretensiones europeas. 

Y fue allí, unos años más tarde en 1845 cuando británicos y franceses, unidos en la mal sana pretensión de adueñarse del tránsito del Río Paraná, trataron de amenazar a la soberanía y al entonces representante de las relaciones exteriores de la Confederación, con un bloqueo al puerto de Buenos Aires. Con la férrea voluntad política de Rosas y la bravura del General Mansilla y sus hombres, la batalla de Obligado dio una nueva lección a los imperialistas que para ese entonces se hallaban unidos por el mismo interés y que como comentó el mismo brigadier general Juan Manual de Rosas  tras el sangriento epilogo de aquella batalla “aunque superados en número y armas, la resistencia presentada hizo que no se la llevasen de arriba los gringos”.


En 1982, las palabras de Rosas parecían resonar en los vientos fríos y húmedos del Atlántico sur, que recordando a los paisanos que defendieron las islas Malvinas con lo tuvieron y hasta donde sus fuerzas les respondieron, volvían a vivir en el coraje de los que se atrevieron a reclamar, aún al costo de su vida, lo que es de la Patria Argenta, sin que el paso del tiempo hubiera logrado borrar sus hazañas.