viernes, 18 de noviembre de 2022

 

“VOLVER PARA SER GRANDE OTRA VEZ”

El anuncio que realizo Donald Trump hace unos días de volver a la política para competir por la presidencia en 2024 ¿Significa una implosión en el sistema bipartidista? Problemas en el paraíso de la democracia

 

Por Charles H. Slim

La reaparición de Donald Trump anunciando el regreso a la postulación como candidato para las presidenciales de 2024 son la muestra de que la administración de Joe Biden no va nada bien. Los demócratas de la extrema izquierda troskista que hoy usa la máscara del feminismo y los movimientos del LGTBQ para avanzar en su hegemonismo global, lo creían muerto pero al parecer, se han equivocado y Hillary Clinton, Barack Obama y todo el arco neocon deben estar tomando antiácidos por la descompostura que les produce este resurgir.

Es cierto que sus candidatos han tenido una magra perfomance pero, el dato importante e ineludible es que Donald Trump no ha desaparecido del vocabulario de los estadounidenses.

Desde el asalto al Congreso hace 18 meses, la corporación de medios alineada la agenda de los neoconservadores liberales, fulmino con todas sus fuerzas al “populista de derecha” intentando condenarlo al ostracismo como si de una muerte civil se tratara.

Trump es el primer presidente estadounidense censurado en Twitter, demostrando que hay muchos claros oscuros en el sistema que se proclama democrático. Quienes celebraron esto creyeron que lo habían silenciado y con ello, cerrado el camino de forma definitiva para su carrera política. Pero ¿Quién o quiénes han propiciado este regreso? La respuesta puede ser mucho más desconcertante de lo que usted puede digerir.

Si bien la “pandemia” de Covid (algo de lo cual la administración Trump sabe) destartalo el sistema comercial y de transporte internacional agudizando el problema de los parados y todo lo que ello conlleva para la estabilidad social dentro del país, la obsesión por la conquista y el militarismo de los neoconservadores (en particular la secta de los Straussianos) fue lo que ha llevado a los EEUU a la actual encrucijada en la que Joe Biden no sabe cómo zafar. Y sino ¿Quiénes cree usted que fueron los que han desatado la actual crisis recesiva de grado global que amenaza incluso hundir a la economía de la propia Unión?

La reaparición de Donald Trump presupone un posible regreso a la arena de la política para devolverle a los norteamericanos lo que los demócratas internacionalistas han estado sacando para invertirlo en guerras absurdas y en especial, para mantener organizaciones como la OTAN que representan un dispendio injustificado para el Tesoro norteamericano ¿y para qué? Para sacar a los europeos de problemas que son de los europeos. Es allí donde Trump vuelve a formular la pregunta que irrita a una buena parte de los estadounidenses que han sido abandonados por el sistema ¿Por qué debemos pagar con nuestro dinero a tipos como Zelensky y financiar su guerra cuando ese dinero hace mucha falta para detener los desahucios, la crisis social y el desempleo crónico?; ¿Acaso la democracia tiene algo que ver en ello? A la vista de cualquiera que este medianamente informado de la política exterior de los últimos treinta años sabrá que eso es falso.

Trump sobre lo mismo no dejo pasar lo sucedido en Afganistán, uno de los fracasos más estrepitosos y humillantes de la política exterior de Washington a la que hace responsable al mismo Joe Biden y su administración. Pero en razón de verdad preguntése ¿Acaso Trump de haber seguido en el poder podría haber retenido Afganistán? A mi modesta opinión, no. La situación era insostenible y las tropas de la ISAF hacía tiempo que estaban perdiendo terreno (y miles de millones de dólares al año) y fue por eso que -y a regañadientes de los neoconservadores que lo apoyaban- Trump ya había determinado una retirada progresiva. Ni las conversaciones secretas entre la CIA y el Talibán en Qatar ni el intento de recrear un “Estado Islámico” afgano -ISIS-K-, para disociar y resquebrajar a la resistencia (como lo hicieron en Iraq) funcionaron. Aunque EEUU no lo haya querido reconocer, ha sufrido en Afganistán el humillante revés de todos los imperios invasores que más tarde se arrepentirían de haberse adentrado en ese territorio.

Sobre lo que viene sucediendo en Ucrania habría que hacerse una pregunta similar ¿Habría Trump comprometido a los EEUU en una guerra contra Rusia bajo el paraguas de la OTAN? Por lo que dijo, acusando a Biden de poner al país al borde de un enfrentamiento nuclear es evidente quiso decir que no. Si nos atenemos al concepto que Trump tenía (y supuestamente sigue teniendo) de la organización atlántica calificándola de “inútil” y un gasto injustificado para los EEUU, es posible que las tratativas para que se cumplieran los acuerdos de Minsk siguieran en la agenda y de esa forma Rusia no se habría sentido amenazada tras las bravuconadas y movimientos hostiles de las fuerzas ucranianas avaladas por la administración demócrata y seguramente el presidente Vladimir Putin no se habría visto forzado a lanzar la Operación Especial contra el régimen de Zelensky.

Igualmente no se engañe. Donald Trump no es mejor que los internacionalistas que hoy ocupan la Casa Blanca. No se olvide que gracias a su administración y de forma ilegal le reconoció a Israel un estatus sobre Jerusalem que no tiene dejando en evidencia la simpatía y el estrecho compromiso que Trump tiene con el sionismo que dicho sea de paso, tiene sus pies en ambos lados del sistema político norteamericano.

 

 

 

 

miércoles, 16 de noviembre de 2022

 

FALSE FLAG IN THE COUNTRYSIDE”?

Why should the report of a Russian attack on Polish territory be suspected?


By Sir Charlattam

Late at night near the small Polish town of Przewodów, some 10 miles from the Ukrainian border, a loud boom was heard that shook the earth. As soon as it happened, rumours spread that a Russian missile had hit a rural village, killing two people. The Associated Press validated the information and this rumour became a news story that was picked up by the Western media with a clear objective: to accuse Russia of attacking a NATO member.

The fact could not have been more convenient and despite the fact that all the media in the hemisphere (and how could it be otherwise), including the Argentinean media, began to point the finger at Russia as the author of this alleged attack. The timing was not random either, as it came just as Russia had hours earlier systematically and punctually struck Ukraine's entire electrical and railway system, leaving the capital practically immobilised.

Intelligence sources could not confirm the accusations and the Kremlin itself immediately denied that it was a missile attack, so what could have happened?

As is well known, deception is one of the most common tactics used in war to try to gain an advantage over the enemy. Contemporary history is full of such examples. Just as an example, in 2003 when US and British planes were demolishing Baghdad, deliberate attacks on hospitals and mosques were reported, and the Pentagon, showing aerial photos, claimed that it was the Iraqis themselves who were blowing up these buildings in order to blame them. It was not long before it was proven that it was the invaders who had committed these acts, but that would no longer matter as they would overthrow the government and put a puppet in its place.

Nor should it come as a surprise to those who know the history of the region that it is Poland that is being attacked by an allegedly fallen missile in the middle of a field. Since before the beginning of Special Operation Z, Warsaw as one of NATO's tentacles has played a leading role against Russia. Historical quarrels have never been settled and the hatreds of the past linger on even longer after the suspicious death of Polish Prime Minister Lech Kaczyński on 10 April 2010 after his plane crashed in Smolensk, strangely enough near the banks of the Dnieper River. For the Russophobes in Warsaw (who enthusiastically cooperate with the neo-conservatives) the plane was sabotaged on the orders of Vladimir Putin himself and executed by the FSB and Kaczynki himself finished off when he was found dying in the wreckage.

But others attributed this to a British MI6 operation supported by Kaczynki's opponents (pro-EU liberals, as it happens) who wanted nothing to do with bringing Poland closer to Russia. If it had been a Russian attack, no doubt they chose the wrong time and place to assassinate him, an unbelievable clumsiness for something so serious.

And here it is again. Although the Polish government pretends to be surprised by this alleged attack, since the US in 2013 with Victoria Nuland, John Kerry and the US ambassador in Kiev Geoffrey Pyatt instigated what became a coup in February 2014, it has never ceased to collaborate with Washington's box of dirty tricks. Its borders have been a willing sieve for supplies, mercenaries and weaponry to enter Ukraine to go to the Donbass where at least 20,000 villagers have been killed since 2014. Certainly, a contribution to peace.

But what fell on that farm on Polish territory was it really a Russian missile? The question is pertinent since (in addition to other similar accusations in the past) it has not been confirmed what kind of missile it was and where it came from. It is even very suspicious that within minutes of the incident, the Western media blamed it with absolute certainty on a “Russian missile”. An investigation had not even begun and the intelligence agencies reporting to the White House did not dare to confirm the version, but the media and Zelensky himself already had the culprit; very suspicious, don't you think?

The hoaxes known as “False Flag” have been in the limelight for the last thirty years and much more clearly since the never-cleared-up events of 9/11. Fabricating an incident and making it look like it was executed by your enemy has become a common tactic in conflicts over the last twenty years. From Iraq in 2003 through Libya in 2010, Syria in 2011 (especially the Al Ghouta set-up in 2013), or what about the attacks on tankers in the Persian Gulf trying to implicate Iran in June 2019 to name but a few, the media have collaborated with their narratives to give each of these events the final touch to close the narrative that disguises the deception. The current circumstances in Ukraine were to be no exception.

The media in this conflagration have played an important role in the Atlanticist propaganda reaching paroxysm levels to try to fabricate incidents that can be blamed on Russia. With regard to the missiles, during the first weeks of the Russian incursion the versions produced by the main “news” centres based in London (BBC), the EU (Reuters) and Washington (CNN) were not exaggerated and in some cases even deliberately staged to generate Russophobic aversion to support the extortionate trade and financial measures that Washington was about to implement.

One such blatant event occurred on 26 February at a time when Russia was literally stripping the Ukrainian military infrastructure. At that time the Russian army was on its way to Kiev and its planes were clearing the surrounding defences and radars. It was at that moment that a Soviet-made BUCK missile was fired without considering that it was in the way of a building, which was caught on camera by some correspondents but blatantly blamed on the Russians in the West. Although the Ukrainians themselves witnessed this, the ultra-nationalist regime and its secret police (with whom the CIA and MI6 work in tandem) were not going to allow anyone to open their mouths and took it upon themselves to placate any slack mouths that dared to say otherwise. Equally, the amount of footage taken that instant and circulated around the world made it impossible to hide, so it doesn't matter if Zelensky and his supporters say otherwise.

Remember the incident in Kramatorsk in April 2022? All the Western media immediately did not hesitate to accuse a Russian missile but investigations and evidence from photographic pieces of the missile wreckage proved that what was reported was false and it was actually a missile of the Ukrainian Armed Forces that killed 57 compatriots. Radio silence.

What happened in the Polish countryside is far from clear. Since it is so easy to point fingers and accuse, let us speculate and ask ourselves these questions: Why couldn't it have been a missile fired deliberately from Ukrainian territory? And if so, was it necessarily a missile or could it also have been an artillery shot, or perhaps an air-to-ground missile fired from the airspace of one of the neighbours? The Western corporate media will continue to bleat what is convenient for Washington. It is known that Brussels will use it to justify Polish euphoria to “mobilise its troops for combat”, but also NATO members and in particular Secretary General Jens Stoltenberg know that without evidence to justify official entry into the war (because it was already taking part behind the scenes), it will have consequences beyond the merely discursive.

 

 

 

martes, 15 de noviembre de 2022

“NUCLEAR PREVENTION”

Who really is the nuclear threat to global peace? When the story is half told

By Danny Smith

The unsavory result of the mid-term elections in the US, which will change the situation little for the North Americans, will not mean anything transcendental for the Union's foreign policy either. This clarification is made to make it clear that it does not matter whether or not there has been a “red tide” (color of the Republican party) in Congress or that the blue color of the donkey of the “progressive” Democrats has diminished so that things can improve. Either of the two, in the end, respond to the same interests that are the ones that create the fabulous businesses with which “America becomes great”.

The day after this event everything was the same, with some variations, but without substantial changes. Neither what the Republican candidate Kevin McCarthy said nor the Democrat Evan McMullin provided new visions on foreign policy and in particular on how to continue with Ukraine. Those who have tried to establish a causal link between these elections and the Russian withdrawal from Kherson are only real smokestacks. Biden has done nothing, much less the 101st Airborne who is prepared to jump from Romania to the fight in Ukraine. Even the extreme right-wing militias, the mercenary groups led by the British and the Americans or what remains of the Ukrainian armed forces, or even better, all of them together, were the cause of the departure of the troops from the provincial capital.

The Ukrainian commanders themselves were surprised by the decision and rather than fuss, they prefer caution and therefore maintain a tense prudence. Even some of “Churchilian” Zelensky's personal advisers don't see this as a good sign. Not interpreting an event well in a war can cost dearly. Do you know the saying, take a run if you want to jump further? Is this not a strategic pushback to gain momentum to jump and fall beyond the city of Kherson?

But that is not a more serious problem to contemplate. The Europeans and when I say the Europeans, I mean the citizens in the streets who are already fed up with the sacrifices they must bear for the servility of their politicians in the geopolitical games of Washington. Today there is much more awareness of what “US friendship” represents, what its “democracy” means, or its always remembered “aid for reconstruction” after the second war with the Marshall Plan, which they are still paying.

Added to this, the entire era of the cold war under a latent threat of a nuclear conflagration, created meaningless generations or mired in the apathy of capitalist consumerism. Today, under the current circumstances and in light of the doctrine that Washington on Russia could implement in a surprising way, it only makes us wonder: Could the US attack Russia with nuclear weapons in a preventive way? The US elite (the neoconservatives of the Straussian branch) and not only Joe Biden would be tempted to resort to the preventive nuclear option under the pilgrim and worn argument of the right to defense. But, this idea is not theirs and it has been created for a long time.

The Plan for a pre-emptive nuclear attack on Russia has its origin even before the end of the second war. At that time the USSR was of strategic importance to defeat Nazi Germany but Prime Minister Churchill did not care and when the opportunity presented itself and with the complicity of the US, they would hit 66 strategic cities by surprise (including Kyiv, Kharkov and Odessa) with the weapon that the Americans had secretly developed since 1939 and tested with the Manhattan Project” What would the Ukrainians say if they knew the details of this?

This early Pre-emptive Nuclear Attack (PNA) Doctrine against Russia was never taken off the agenda. This is reported in a TOP SECRET memo dated September 15, 1945 addressed to General L.R. Groves and only saw the light of day in 1975. The “Cold War” actually began in 1947 at a time when Soviet intelligence was aware of these sinister intentions. The Cuban missile incidents of 1962 and the “Able Archer” scandal of 1983 are only a tiny part of the danger to which the world was exposed by the decision of madmen like Winston Churchill and Franklin D. Roosevelt. The world was on the verge of a nuclear holocaust that was already previously designed by the self-proclaimed “liberal democrats”. Even the fall of the USSR in 1991 was not a reason to remove that sinister priority against Russia. Closer in time, after the rise in the year 2000 of the neoconservatives with George W. Bush as president, Washington kept markings for a Preemptive Nuclear Strike on Russia, China, North Korea and Iran among its list of candidates.

In the current circumstances with a conventional war in Ukraine that is gradually escalating and that NATO is unable to define at will, the Kremlin is very well justified in fearing that the US is taking the first step towards the abyss. Let us remember that Putin himself made it clear in a speech days before undertaking the Special Operation. This danger of launching an “Operation Unthinkable” (like the one Churchill had planned before the end of the Second World War) becomes very feasible if we consider the degree of fanaticism and madness of the neocon sectarians (with Victoria Nuland at the helm) and his constant instigations for the war to become more bitter.

If they have not done so up to now, it is for a single reason: The Strategic Nuclear Missile System (placed in a special deterrence regime) which is modernized and has to its credit long-range vectors that are impossible to intercept by anti-missile shields of NATO. It is in that doctrine of preventive attack with ICBMs and the danger that their application would entail for all of humanity, that Vladimir Putin and the Russian Federation considered a strategic threat to limit the advance of the Atlantic Alliance on Ukraine.

Be that as it may, and if that is the idea that the neoconservatives and their most extremist elements are still incubating, it should be clear that, as the lyrics of the Australian boys from “Men At Work” say, “It's a mistake”.

 

  

domingo, 13 de noviembre de 2022

 

“¿GUERRA PATAGONICA?”

En nombre del progresismo se han disgregado valores e identidades que entre otras consecuencias ha dado lugar a la operatividad de engendros como la RAM que podrían estar ocultando actores altamente peligrosos para la integridad territorial de Argentina

Por Pepe Beru

Asaltos nocturnos y actos de sabotaje en el paraíso del último lugar del mundo donde alguien nunca hubiera creído que eso podía ser posible, hoy es una realidad. Durante décadas la Patagonia fue un territorio olvidado por los gobiernos argentinos y eso significa, por sus políticos. Demasiado árido para unos, demasiado ventoso y desapacible, muy frío y solitario para otros. Esa es la obtusa visión que los pasatistas gobiernos “porteños”, cómodos en sus cajas de cemento y sus grandes avenidas acostumbrados a mirar hacia Europa y los Estados Unidos, es como han mirado a este vasto y rico territorio que -al amparo de cuatro paredes- fueron vendiéndolo a multimillonarios de todo el mundo. 

La Patagonia no solo es un espacio terrestre. Las costas y el mar adyacente también son parte de ella. En los últimos años ha estado marcada por hechos oscuros y nunca aclarados como fue el hundimiento del “ARA San Juan” y la desaparición de sus cuarenta y cuatro tripulantes. Es por ello que hay que ver bien todo el contexto para analizar las posibles causas y actores involucrados.

Los ataques y las usurpaciones en Lago Mascardi y en otros puntos de la provincia de Río Negro y Chubut con el paso del tiempo han ido creciendo en cantidad e intensidad. La operatividad de supuestos “mapuches” en la Patagonia argentina es un fenómeno nuevo de este lado de la cordillera pero antiguo y descontrolado del lado chileno. Curiosamente tras la asunción de Macri en 2015 es cuando estos grupos comienzan a tener una notoriedad mediática que jamás habían tenido en el país, incluso sobre las implicancias externas que se ven involucrados en su accionar no parecieron de interés para los medios.

En los últimos episodios contra casas y sus moradores han demostrado una violencia creciente y una osadía, que pareciera buscar mayor atención. Entre estos últimos estuvo el ataque con fuego de armas automáticas a una casilla de la Gendarmería Nacional que obligo a sus ocupantes a huir. Otro episodio que llamo la atención tanto por su violencia como por la organización del ataque fue el sufrido por Diego Frutos a quien tras ocuparle e incendiarle su casa en Villa Mascardi y ser golpeado por encapuchados “mapuches” debió resignarse a irse.

Alguien está ensayando una guerra hibrida y Buenos Aires no lo ve. Incluso más, sus gobernantes han esquivado el problema sea por miedo o por complicidad ideológica y eso es algo imperdonable para un estado que se jacta de su “omnipresencialidad”. Sin dudas, detrás de estos ataques hay en toda esta dinámica disfrazada de “aborígenes revoltosos” elementos que no están a la vista y que no tienen nada que ver con mapuches, simples agitadores o seguidores de viejos trasnochados ex miembros de ERP y Montoneros o incluso servicios argentinos o chilenos. Incluso más y como era de esperar, la aparición de misteriosas células “patrióticas” (convocadas por Wttsp) que están dispuestas a combatir a estos “mapuches” (y más allá de los supuestos sponsors locales), estarían siendo asesoradas por ciertos elementos profesionales foráneos ideológicamente afines, provistos de herramientas y extendido conocimiento para desplegar operaciones de “contrainsurgencia” y “contraterrorismo” ¿Quiénes son los expertos en el negocio de combatir estos fenómenos? La respuesta o barajar las posibilidades de una, es demasiado pesado para que los subalternos gobernantes y los políticos que viven del “sistema” se atrevan a dar.  

Las explicaciones reduccionistas de que ello es producto de la “generación de una derecha parasocial o parapolicial” -como gustan identificar los setentistas afines al Kirchnerismo- no solo son la demostración de un pensamiento anacrónico y con olor a naftalina sino también, de un razonamiento irreal y carente de un análisis práctico acorde con las actuales circunstancias globales.

Los organismos de seguridad del estado y la justicia han demostrado una total inoperancia y falta de previsión pero no por falta de interés sino más bien, por falta de un compromiso político de los gobernantes (y también de la clase política toda) para que se resuelva esto o incluso peor, por complicidad de algunos de ellos.

No se puede eludir (como lo hacen en Argentina) la génesis de estos grupos ni quienes los apoyan. La información que se maneja a nivel regional dice que forman parte de largas reclamaciones de la Araucanía chilena que vienen escalando desde hace décadas y que incluso el gobierno militar de Pinochet logro estabilizar llegando a ciertos acuerdos con los representantes nativos de esa región del sur. En ese entonces y hasta hace apenas cinco años atrás eso era un tema que afectaba al estado chileno. Pero estas reclamaciones no solo cruzaron la cordillera y desde entonces se han ido incrementando sino que peor aún, se han ido radicalizando.

La estructura organizativa bajo las siglas CAM (Coordinadora Arauco Malleco) y la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) tienen una pata exterior que da una idea de quienes son parte de estas iniciativas. La oficina que estos tienen -si no la han mudado- en un piso de Bristol en Gran Bretaña solo es un botón de muestra de la implicancia que tiene el Foreign Office en este asunto. Ciertamente que la RAM es “un fantasma” como lo denuncian la “Puel Mapu” y la Confederación Mapuche del Neuquén pero no se limita a un ingenio de la inteligencia chileno-argentina. Por encima de ambas (y no sería de extrañar) estaría el MI6 británico y otras agencias amigas quienes vienen hace tiempo trabajando en pos de una agenda que coincide con intereses privados ajenos al juego sucio de sus gobiernos.

Ahora, algunos en el país vienen a caer en cuentas y expresar sorpresa de que comienzan a producirse reacciones contra estos supuestos mapuches. Si la justicia no tiene el poder para regular la convivencia y punir las acciones criminales de estos grupos y la seguridad no es provista por el estado el peligro de que ciertos actores exploten esta situación se multiplica. Si los políticos argentinos dejan de esconder bajo la alfombra los problemas y no se hacen cargo de la posición geopolítica del país y cuáles son sus enemigos, esto no terminará sino que, empeorará.

 

viernes, 11 de noviembre de 2022

 

 

“RETOMAR LA INICIATIVA POR LA LIBERACIÓN”

¿Podrá la Liga Árabe retomar el papel para el que fue creada y dar el apoyo que los palestinos necesitan para afrontar el ascenso al poder en Israel del extremismo judío?

 

Por Charles H. Slim

El pragmatismo ha sido el gran telón por detrás del cual, se han escondido las reivindicaciones nacionales, las reclamaciones humanitarias y por supuesto, los crímenes de guerra y lesa humanidad que se han venido cometiendo contra los árabes palestinos (semitas) en los últimos setenta años hasta el presente. Esta situación es un verdadero y continuado crimen antisemita ejecutado de forma sistemática por un terrorismo de estado ocupante.

Los palestinos no son víctimas, son luchadores contra una de las injusticias más grandes del siglo pasado y han demostrado con mucha sangre derramada, dolor y sufrimiento infringido por un estado arbitrariamente implantado por occidente, que no abandonaran sus reivindicaciones.

En apariencias, el estado de Israel y su poderoso lobbie político-mediático y financiero con sustento en el mundo anglosajón (con presencia en el Congreso norteamericano, en los medios y en la banca) además de frenar las investigaciones (de incontables crímenes cometidos por sionistas de varias nacionalidades) ante la Corte Penal Internacional, han logrado cooptar a los árabes, pero eso no es tan exacto. Primero que todo, distingamos con cuidado de quienes hablamos cuando nos referimos a los “árabes”. Los ciudadanos árabes comunes sin distinción de su clase social ven a la causa palestina como “la madre de las causas árabes”, algo que algunos de sus gobernantes hace tiempo han transado por meros intereses financieros.

En razón de verdad y para ser más precisos, quienes han traicionado esta causa son las opulentas monarquías árabes del Golfo, tal vez con una honrosa mención distintiva de Kuwait que, pese a ser una monarquía, ha sido constante en sus críticas a Israel y en el apoyo a la causa palestina. No se puede decir lo mismo de Bahrein, Emiratos Árabes Unidos y obviamente Arabia Saudita el puñal más artero y ensangrentado a costa de traicionar a sus hermanos árabes de Iraq, Siria, Yemen y Libia. En este último sentido ¿Por qué cambiaría su proceder artero para con los palestinos?

Pero a pesar de que estas monarquías y Sudán han receptado el llamado “Acuerdo Abrahámico” para establecer relaciones con el estado de Israel, los ciudadanos de a pie en cada uno de estos reinos no se ven ni se sienten obligados por ese engendro, nacido de negociaciones a puertas cerradas entre el yerno sionista de Donald Trump, Jared Kushner y sus socios neoconservadores, el entonces primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y otros personeros del estado sionista. Pese a ello, la voz de los árabes del común no ha tenido un órgano de reverberación (y mucho menos en los medios) que exprese esto y mucho menos que exponga su oposición.

En Arabia Saudita (gran socio de EEUU) no sería saludable oponerse a esto. Pregunten a la familia de Jamal Kashoggi si no lo creen. Es sabido como la brutalidad y arbitrariedad de las fuerzas policiales del príncipe heredero Mohamed Bin Salman, al momento de acallar reclamaciones que molesten a Tel Aviv no ha dudado en encarcelar a los palestinos que se hallen fortuitamente en el reino.

Así mismo y pese a que son monarquías absolutamente represivas (y en eso nada tiene que ver el Islam), son las principales socias en las maniobras geopolíticas regionales de la “democracia” estadounidense, lo que siempre ha representado un contra punto difícil de tragar y explicar para las relaciones públicas del Departamento de Estado (‎‎en especial la “Public Diplomacy and Public Affairs”) y La Casa Blanca. Lo mismo sucedió con Saddam Hussein en los ochentas, cuando era útil para frenar a los iraníes fue elogiado por Washington. Cuando el presidente iraquí comenzó a reclamar compensaciones por esa guerra a los jeques y lo peor de todo, cuando expuso su intención de crear un mercado petrolero por fuera del dólar, paso a ser el demonio y a partir de ese momento, las monarquías árabes pasaron a colaborar con entusiasmo contra Iraq y contra cualquier otro hermano descarriado (como Libia).

Estos regímenes ciertamente no han sido la voz de los árabes, sino todo lo contrario. En 1945 cuando se fundó la Liga árabe se esperaba que cumpliera con esas expectativas, en particular cuando en 1952 Gamal Abdel Nasser representante del nacionalismo árabe toma el poder. Pero tan pronto Nasser cae en desgracia, la liga comenzó a demostrar su disfuncionalidad como familia y ello fue bien aprovechado por Gran Bretaña -con estrechos vínculos de la época colonial- lo que a su vez represento un acceso para que el sionismo (nacionalismo judío) -otro socio secreto de los británicos en épocas del protectorado de Palestina- operara desde dentro contra sus principales enemigos árabes que precisamente no eran las monarquías.  

Durante las últimas décadas, el papel de la Liga Árabe ha brillado por su inutilidad. Es más, su disfuncionalidad producida por desencuentros, rencillas tribales e intrigas inoculadas por los anglosajones lo convirtió en un testigo abúlico e impotente de las agresiones, invasiones y violaciones masivas de los derechos humanos por quienes (casualmente) insertaron y hoy sustentan a un estado teocrático (no democrático) y de Apartheid que estará capitaneado por extremistas judíos de la extrema derecha como Itamar Ben Gvir quien junto a sus seguidores han cometido todo tipo de crímenes y profanaciones contra los palestinos cristianos y  musulmanes por igual.

Ben Gvir es un reconocido racista y claramente antisemita ya que su odio por los árabes canalizado en sus constantes arengas a “matar a los árabes” y su entusiasta apoyo a los crímenes de los colonos judíos cometidos contra los palestinos, hace tiempo ha puesto en problemas al relato de la propaganda sionista, recurrentemente etnocentrista  y victimista mostrando a los israelíes como los únicos bajo una persecución antisemita.

Sin lugar a dudas, la ausencia en este foro de liderazgos fuertes como lo fue Yasser Arafat para los palestinos, Saddam Hussein para Iraq y una parte del mundo árabe y obviamente Mohammar Al Gadafi para los libios ha facilitado el avance del Apartheid israelí.

Pese a ello esta peligrosa realidad no pasa desapercibida para el ciudadano común del mundo árabe. Los sionistas han ido muy lejos y están cebados de impunidad, no tanto por su poder sino más bien por la desunión que -desde adentro de algunos gobiernos árabes incluido al Fatah de Abbas- han sabido manipular entre los árabes. En el caso de Palestina una de sus armas secretas más valiosas ha sido usar a los “árabes israelíes” como agentes para infiltrarse en las aldeas, secuestrar o asesinar a otros palestinos señalados por Tel Aviv. Para Israel ha sido fácil crear estas aberraciones ya que, sembrando por décadas la miseria, la precariedad y la desconfianza entre los palestinos y no le cuesta nada comprar por unas cuantas monedas a estos verdaderos apostatas.

Según algunos indicios, tras dos años sin sesionar, la Liga pareciera estar retomando ese espíritu inicial, recobrando fuerzas y dispuesta a abandonar ese pragmatismo revulsivo para tomar los riesgos que un posicionamiento político conlleva enfrentar las posiciones de EEUU y su aliado Israel.

Coincidiendo con las elecciones llevadas a cabo en el ente sionista, los 22 representantes de los países árabes (y con la ausencia de Siria) se reunieron en donde contaron con la visita del Secretario general de Naciones Unidas Antonio Gutiérrez quien llamó a la unidad y ratificando el compromiso de la organización para terminar con la ocupación israelí.

Tal vez él no lo sepa, pero muchos de los presentes (en especial las monarquías) han sido funcionales para dicha situación. Contrariamente a ello, Siria que ha sido un incondicional en el apoyo a la causa palestina se vio segregado desde 2011 -impulsado por estos jeques corruptos- por el complot urdido por EEUU y sus socios de la OTAN tratando de recrear el caos que ya habían desatado en Libia en 2011. Al parecer estos colaboradores han perdido la influencia que supieron tener.

En el mes de julio pasado el ministro de relaciones exteriores de Argelia Ramtane Lamamre condenó esa situación en Palestina haciendo renacer las esperanzas de volver al camino del cual la Liga se había apartado. El foro árabe debe volver a retomar el compromiso debido y seguir de forma comprometida, la situación de los palestinos. De igual forma, Gutiérrez, como buen burócrata a sueldo en un organismo que es alojado en suelo estadounidense, actuó bien su papel.

Igualmente, no se deje engañar. Los mismos representantes árabes presentes seguramente no lo hicieron. Gutiérrez -como se dice acá en Argentina- solo hablaba “para la tribuna” ya que, pese a tocar un tema sensible a la familia árabe-islámica como es la Liberación de Palestina, no ha demostrado la misma preocupación en otros asuntos que afectan a los árabes como ser los saqueos de granos de trigo y los crímenes que hoy por hoy las tropas estadounidenses y sus esbirros kurdos (apoyados por Israel) llevan a cabo en el norte de Siria y menos aún, con el desastre humanitario que Washington con sus socios europeos, siguen cometiendo al impedir la llegada de fertilizantes rusos al África, causado una merma en las cosechas. Cuando EEUU se ve involucrado el “gatopardismo” de Naciones Unidas apesta y es cuando más hay que pensar en una nueva estructura deliberativa internacional que atienda los problemas sin parcialidades ni excepcionalidades odiosas.