miércoles, 8 de marzo de 2023

 

“EL LADO EQUIVOCADO”

Pelear una guerra ajena es parte de la vida de los mercenarios. En el bando ucraniano hay mercenarios argentinos que sin saberlo están sirviendo a la OTAN ¿Cuánto sale vender tu alma al diablo?


Por Javier B. Dal

No hay peor cosa en la vida que aquellos que desprecian sus orígenes y olvidan a sus enemigos. Este breve introito que no pretende ser un principio filosófico está dedicado a esa parte de los argentinos que hablan ligeramente de lo que ocurren en Ucrania como una verdad consagrada.

Sabemos bien quienes son los medios que dan una versión pro-Zelensky y que lo único que están haciendo es refrendar el lineamiento político de Washington y la OTAN. Ello no representa una sorpresa dado que son sectores de la intelectualidad, la política partidaria y los medios históricamente cercanos y simpatizantes del universo angloestadounidense. Son los mismos patéticos aduladores y justificadores de la idea de ingreso a ese “primer mundo” de la era menemista que bajo la cándida creencia de que (por apoyar bélicamente) participarían en el fabuloso negocio de la “reconstrucción” de Kuwait, metieron al país en la Coalición Aliada de 34 países contra Iraq.

Son los más fervorosos seguidores de esa maniquea y artificiosa antinomia “civilización y barbarie” que no es otra cosa que un canto al occidentalismo anglosajón que levanto su progreso y prosperidad económica a punta de cañón contra aquellos pueblos de tez morena y costumbres ajenas a la cultura europea. Son los europeos berretas, que viven preconizando las (para ellos) grandezas del mundo europeo occidental metiendo a cada instante su ascendencia y raíces de ese mundo “perfecto” que les considera de segunda o “sudacas”.

Para estos estropajos Rusia, toda el Asia (con especial desprecio a China) y ni hablemos del mundo árabe-islámico, son lugares extraños, nebulosos y por ende, peligrosos para una cultura autoproclamada “judeo-cristiana”, faltando decir que son demasiado puros y blancos para tener relación con los seres humanos de aquellos remotos y extraños lugares. Los mismos que como los sionistas más revulsivos -que a veces ni siquiera son judíos- califican despectivamente a los árabes palestinos de “negros” y “ratas” que pueden matarse sin culpa alguna.

Con esto surge evidente, un prejuicio determinante de los puntos de vista de una situación y una ignorancia supina sobre lo que hoy sacude a Eurasia y en este sentido podemos preguntarles ¿Qué carajos saben de la historia y la etnografía del Donbass y la lucha de sus habitantes para sobrevivir a manos de un régimen integrista?

Vemos como desde los medios conservadores se habla religiosamente de la “invasión rusa” relegando del discurso todos los antecedentes y la evolución política de Ucrania bajo el influjo de Washington y Bruselas.

Para estos charlatanes autoproclamados como “liberales republicanos” y cruzados por la democracia, su fidelidad a este discurso va más allá del fetiche democrático con el que se reconocen con EEUU; su lealtad paga sus impuestos y sus estilos de vida. Son como los simples y utilizables mercenarios que sin cesar el Pentágono, la CIA y el Ministerio de Defensa británico reclutan (especialmente extremistas de ultraderecha y neonazis europeos) y envían a la picadora de carne en el este de Ucrania ¿Van por la democracia, la libertad o la patria?

Cuando un equipo de la empresa de noticias TN viajo a Ucrania a finales del mes de diciembre pasado llegando al frente en una parte de la localidad de Zaporiye, pudieron descubrir que entre la tropa de soldados de las FAU había mercenarios extranjeros y entre ellos tres argentinos quienes manteniendo el anonimato mandaron saludos a sus familias en Argentina. Como era de esperar, estos tres retirados del ejército argentino compartían el bando con otros mercenarios extranjeros, muchos de ellos estadounidenses y británicos con lo cual muchos se preguntan ¿Qué haces peleando codo a codo con nuestros enemigos?

Para los desmemoriados es importante hacerles una breve pero puntual revisión histórica de dónde estuvimos en cierto momento de nuestra historia y a donde pretendemos ir. El 1982 Argentina lucho una guerra desigual contra Gran Bretaña y la OTAN y los efectos jurídicos de negociaciones humillantes pactadas a la sombra de la clandestinidad y muy lejos de que la población argentina supiera de que se trataba, el gobierno de Carlos S. Menem cedió su soberanía nacional en los Tratados de Madrid de 1989 y 1990 los cuales deben saber, aún siguen vigentes y marcando a fuego la situación del país.

Tal vez la decisión de cada uno de estos hombres no tercie en estos escrupulosos antecedentes históricos y mucho menos les importe que esos “casacas rojas” de alma (como John Harding y otros que ya no la pueden contar) con los cuales comparten armas muchos de ellos fueron parte de las fuerzas armadas de “Su majestad” imperial que mato a sus camaradas, dignos ciudadanos argentinos que derramaron su sangre para que la causa por la que pelearon no quede en el olvido.

La inconsecuencia es comparable como la de los mercenarios israelíes que cooperan en las sombras con estadounidenses, británicos y canadienses proveyéndoles equipo y entrenamiento a las milicias ultranacionalistas y nazi ucranianas como “Azov” y “Aidar” ¿Eso es una casualidad? Para nada, solo es un episodio más en las turbias relaciones de estos actores y de toda la catarata de basura que se cierne en lo que sucede en Ucrania y tal vez la más destacada en este escenario sea un judío askenazi como Zelensky que entronado como presidente, es protegido por bandas nazi ¿Alguna explicación para esto?

Solo se trata de relaciones que siempre estuvieron allí y que hoy salen a la luz por la velocidad, multiplicidad y masividad de los medios que una persona dispone para ventilarlos.

El gobierno estadounidense mediante la USAID y la Subsecretaría de Estado para Asuntos Europeos y Eurasiáticos presta públicamente su apoyo político a estos grupos integristas tal como se vio en el evento convocado el 25 de febrero por Samantha Power y Karen Donfried en el Monumento a Lincoln ¿Qué tienen en común Abraham Lincoln con el neonazi Stepan Bandera? Por qué deberíamos asombrarnos de estas cuestiones cuando Hillary Clinton en 2012 se reunía con los jefes yihadistas entre los cuales estaban los de “Al Qaeda” en Libia o contemporáneamente en 2013, el senador John Mc Cain se reunía con los cabecillas que asolaban Siria entre ellos quien sería conocido como el jefe del ISIS, “Abu Bakr Al Bagdadi”.  Aunque en occidente y en particular en Argentina escondan bajo la alfombra estas graves inconsecuencias, ya es un asunto conocido vergonzoso y molesto que muchos cuestionan a Tel Aviv por estas complicidades.

Como hemos estado viendo, el régimen de Zelensky se sustenta por el dinero que el occidente colectivo envía. Lo mismo sus mercenarios tanto los armados como los mediáticos, todos ellos prestan sus servicios por dinero no por la libertad ni la democracia y son pagados en efectivo con ese mismo dinero que sacan de los impuestos de sus ciudadanos a quienes les hacen pagar con la inflación y una crisis energética por este jueguito geopolítico ¿Qué tienen para decir los filósofos del artificio pro-angloestadounindese?

Para los mercenarios argentinos, una paga de 900 hasta 3000 dólares mensuales es un botín jugoso claro, si logran sobrevivir, pero igualmente no alcanza ni en lo más mínimo para justificar pelear del lado de quienes mantienen ocupadas las islas del atlántico sur. Pero considerando todas las opacidades del bando al que le prestan sus brazos y su aparente simpatía ideológica por aquellos, no hay duda de que ellos están bien donde están.

domingo, 5 de marzo de 2023

“DEMOCRACIA Y SUS CONTRADICCIONES”

¿Cuál es la real naturaleza de la democracia angloestadounidense? Aprovecharse de las necesidades y desventajas de los países en vías de desarrollo para obtener ventajas estratégicas y geopolíticas ¿Puede considerarse democrático?

 

Por Charles H. Slim

A medida que la crisis económica pos pandémica de alcance global se fue generalizando, con el crecimiento del descontento y la incredulidad ciudadana se fue gestando el rebrote de una ideología que muchos daban por muerta pero que los mismos “demócratas” en occidente parecen servirse para sus propios fines. El crecimiento de las extremas derechas, el conservadurismo político y las autocracias al amparo del occidente signado por la hegemonía angloestadounidense no es casual.

Se trata de una relación espuria que siempre estuvo allí (forjada en la Guerra fría), aunque oculta al público esa relación simbiótica es la que Washington necesita para sostener su hegemonía ¿Acaso ello sirve para mantener la paz?

Los ejemplos más extendidos de ello se ven con la monarquía Hachemita saudita, la autocracia turca, la teocracia israelí y los nacionalismos populistas de la Europa del este todos ellos alineados con Washington y la OTAN. Como cualquiera de ustedes podrá preguntarse ¿Qué vinculaciones “democráticas” pueden hallarse en todos estos ejemplos?

Para explicar este “fenómeno” se hace necesario ver como se ha desarrollado la historia contemporánea y así entender ante todo, que detrás de esto hay meras relaciones de conveniencia y negocios. La caída de la URSS en diciembre de 1991 es el hito desde donde se comienzan a advertir las primeras señales de la génesis de la actual realidad geopolítica. El comunismo había fracasado y el capitalismo consumista se perpetró en la cumbre del mundo y con ello, la imposición de reglas económico-financieras dirigidas desde Washington y ejecutadas por organismos como el FMI y el Banco Mundial, supuestamente salvarían a los países en crisis.

A la par de este despliegue económico-financiero la guerra del Golfo de enero de 1991entre una coalición aliada de 34 países liderada por EEUU contra Iraq dio lugar a la consolidación de un movimiento estratégico significativo de EEUU en Medio Oriente que redundara en profundas consecuencias en el devenir de la región. Casualmente, la conformación de esta coalición y el objetivo mismo de la guerra llevó implícito un interés económico para los países participes. Precisamente y en lo que respecta a la Argentina, su gobierno de entonces se plegó a esta campaña en búsqueda de un posicionamiento agradable ante la mirada de Washington que le diera ventajas a una economía en ruinas.

Como bien ha quedado claro, eso no ocurrió. Esos procesos de privatizaciones de empresas y áreas del estado era un “Caballo de Troya” destinado a penetrar en las estructuras políticas y la infraestructura crítica del estado para destruirlo desde adentro y en el mejor de los casos, cooptarlo mediante la colaboración de sectores corruptos como son las dirigencias políticas, los empresarios y el sindicalismo en Argentina o los llamados oligarcas en Rusia. A partir de allí se ira viendo cual era el tenor de la “democracia” angloestadounidense y el sentido particular que Washington le da a la palabra.

Desde entonces y pasando por todas las administraciones en Washington (indistintamente de republicanos o demócratas), el uso y abuso del doble rasero ha sido la característica de la democracia estadounidense por medio de la cual, desde La Casa Blanca y mediante ampulosas conferencias de prensa se habla de libertades, derechos humanos y respeto a las soberanías mientras que por detrás, se ejecutan las más aborrecibles, inconfesables y deleznables acciones contra esos mismo tópicos.  

Precisamente mediante esa dinámica discursiva y a los fines de activar esas componendas no son los sectores más nobles, transparentes y decentes los más útiles para ejecutar sus planes, sino todo lo contrario. Entre tanto y a la luz pública, mientras las promesas y los discursos fueron tomados como un compromiso de occidente para el inicio de una nueva era, al mismo tiempo afilaban los cuchillos para atacar desde la sombra. Apenas James Baker prometió en 1990 a Mihail Gorvachov “ni una pulgada al este”, de forma encubierta la CIA y sus colegas del MI6 hacían todo lo contrario poniéndose manos a la obra para reclutar a los sectores más reactivos y anti rusos que garantizaran un corte definitivo con Rusia. Y esa mentira fue replicada por el mismo Baker y en una charla separada a su par Eduard Shevardnadze con lo cual, la premeditación y la malicia quedan al desnudo.

El resultado de esa perfidia se vería potenciado por la crisis y guerra de los Balcanes desatada tras la implosión de la ex Yugoslavia en 1991 permitiendo -convenientemente- a EEUU y a la OTAN justificar su despliegue bajo el argumento de la ayuda humanitaria y más tarde de brazo armado de la ONU (tras los bombardeos a Belgrado en 1999). Casualmente y en ese mismo año (1999) la OTAN acepta por parte de gobiernos europeos conservadores y de derecha las membrecías de Polonia, Hungría y República Checa dejando comprobada las buenas migas con estos sectores en su plan de expansión hacia el este.

En esa misma circunstancialidad fue que comenzaron a operar en torno a Georgia y Ucrania mediante la vieja treta de las ONG que bajo la máscara de buscar desinteresadamente el desarrollo democrático con financiamiento supuestamente de origen privado, el gobierno estadounidense fue penetrando a todos los niveles en las estructuras sociales y políticas de cada uno de estos países logrando ubicar asuntos tan peligrosos como los laboratorios de guerra bacteriológicos entre otros.

Aprovechando una tóxica mezcla de necesidades, falta de escrúpulos y corrupción, las agencias occidentales tejieron redes de complicidades a los más altos niveles gubernamentales. Pero también sobre las bases políticas más reaccionarias y en particular, tomando especial interés en trabajar con los sectores nacionalistas más radicalizados, reclutaron grupos de tareas los cuales hoy tienen un protagonismo táctico. En Ucrania el foco de interés se centró en la extrema derecha “Banderista” de raíces nazi que terminó siendo la fuerza de choque para perpetrar el golpe de estado de febrero del 2014 y que pasaron a ser parte orgánica de las Fuerzas Armadas.

El mismo papel, pero mucho más encubierto y destinado a establecer contactos en la región, fue su injerencia en el Cáucaso, en particular por las agencias de inteligencia como el MI6 británico prestando en primera instancia ayuda a los independentistas chechenos y luego alimentando el extremismo islamista del Ichkeria.

Los nada claros ataques del 11/S como justificación para la llamada “lucha contra el terrorismo” que conllevó un cumulo de violaciones masivas a los derechos humanos es la muestra más clara de la opaca democracia occidental.

Cuando EEUU y Gran Bretaña invadieron Iraq en 2003 supuestamente -entre otras mendaces excusas- para implantar la democracia, Washington se apoyo en los sectores más brutales criminales y fanáticos del chiismo local y al mismo tiempo colocaba sobre el terreno el embuste de “Al Qaeda-Iraq” que había reclutado antes de la invasión para fastidiar a la resistencia iraquí. En Afganistán lo intentaron, pero fallaron en toda la línea pese al involucramiento de la OTAN. Así la tan promovida democracia no fue otra cosa que la instauración de un régimen ultra corrupto compuesto de funcionarios ricos vinculados al tráfico de opio y los señores de la guerra puestos a dedo por los “Straussianos” enquistados en el Departamento de Estado. 

Hoy, EEUU y sus socios del “occidente colectivo” pretenden seguir mostrándose como la vanguardia de la democracia global intentando presentar al actual régimen integrista y segregacionista de Kiev como una democracia. Pese a esas intenciones nadie que use un poco su razonamiento puede tragárselo. 

viernes, 3 de marzo de 2023

 

“FALENCIAS ESTRATEGICAS”

¿Cómo puede interpretarse el grandilocuente discurso de apertura del presidente Alberto Fernández con el inmediato apagón eléctrico de casi todo el país?

Por Javier B. Dal

Sigo pensando que las casualidades no existen sino más bien, las causalidades. El mismo día en el que el presidente Alberto Fernández abría las sesiones de ordinarias mediante un extenso y aburrido discurso, solo unas horas después la mitad del país quedaría sin energía eléctrica ¿Qué sucedió?

La magnitud del corte de energía informaba que algo muy grave pero a su vez muy puntual había afectado a las principales centrales de generación y transporte. Buenos Aires la capital del país quedo por horas totalmente a oscuras y así se replicó en la ciudad de La Plata capital de la provincia del mismo nombre. Era demasiado masivo para considerarlo algo azaroso. Lo que desde los medios se difundió fue que la ola de calor podría haber sido responsable por una posible saturación en el suministro, aunque no alcanzaba a justificar el alcance del apagón.

Actualmente en los países desarrollados la infraestructura crítica como es la generación y el tendido de transporte de energía eléctrica se controla mediante sistemas informatizados en los cuales se contempla la seguridad automatizada para evitar colapsos como los que se registraron en Argentina. Esto ha puesto de manifiesto un estado de cosas que no es necesario adivinar y que se vincula no solo con el actual gobierno sino, con una nefasta continuidad de la corruptela institucional que hace mucho tiempo se enquistó en las estructuras sensibles del estado.

Mientras el presidente Fernández en la apertura de sesiones hablaba de un país idílico y en donde todo parecería ir muy bien, el sistema eléctrico nacional colapsaba, una inconsecuencia discursiva en toda la regla ¿No lo cree usted? Las centrales nucleares de Atucha, Atucha II y Embalse se desconectaban automáticamente y subsiguientemente se desenganchaban líneas de alimentación a las provincias del centro norte. La coincidencia temporal en la que se dieron estos eventos develaría una acción deliberada aunque, como todo hecho sospechoso, antes debe ser probado. Entonces las preguntas más importantes que surgieron son ¿Dónde se originó el problema, su causa? Y ¿Cuál es la naturaleza del mismo?

Al parecer (y digo eso porque los medios no son de fiar), el apagón se registró en una gran parte de CABA y el AMBA extendiéndose a otras provincias del centro norte e incluso una provincia sureña como Santa Cruz. Un efecto similar (y salvando la diferencia) solo se vio en Ucrania tras los bombardeos rusos a fines de noviembre del 2022 contra las principales instalaciones de generación y distribución. Pero allí se trato de daños portentosos y colosales mediante misiles de alta precisión pese a lo cual, los ucranianos pudieron restablecer el abastecimiento en tiempos record, entonces ¿Cuál fue el factor detonante y en apariencias tan grave para crear el apagón de la mitad de un país tan extenso como la Argentina?

Al parecer no hace falta una guerra ni misiles de alta precisión para que la infraestructura eléctrica nacional se venga abajo. Lo hemos dicho muchas veces, son los mismos políticos y todo el sistema que desde 1983 han creado y sabido alimentar, el enemigo más efectivo e intimo que los argentinos puedan tener. No ha sido la CIA o MI6 que cortaron los cables de una subestación remota y mucho menos un ataque cibernético con un virus informático como los que acostumbran usar los israelíes. Este suceso no es otra cosa que la consecuencia de todo aquello. Es la prueba cabal del abandono, la negligencia y la desinversión proveniente de una corrupción política galopante a todos los niveles (nación, provincias y municipios) que nació y se instaló por una idiosincrasia permisiva que la misma sociedad ha consagrado.

Pese a que algunos en el gobierno han planteado el hecho como algo premeditado y con cierta orientación política mediante un sabotaje (al cual incluso califican como estrago) hay algunos indicios que indicarían causales que están muy lejos de una sospechada sofisticación.

Como decía antes, en otros países como EEUU o incluso en países asiáticos como Irán la seguridad de su infraestructura eléctrica es de interés estratégico y por ello se halla monitoreada por sistemas informáticos de alta complejidad y pese a ello en ambos casos (y por diferentes agentes), han sido blanco de sabotajes cibernéticos que han causado apagones que incluso pusieron en riesgo la seguridad aeronáutica y hasta el enfriamiento de reactores nucleares. Igualmente eso no freno el uso de la informática para gestionar y vigilar estas áreas y por el contrario, han invertido más en tecnología para la seguridad.

Pero es bien sabido como en éste país los dineros públicos son asignados de forma discrecional a entidades ministeriales de dudosa utilidad atendiendo más a juicios ideológicos y efectismos electoralistas que a objetivos razonables y mucho menos, estratégicos.  

Lo que ocurrió en Argentina no parece haber sido fruto de un evento tan sofisticado. Tal vez pudo ser un acto deliberado pero no mediante un vehículo imperceptible y sigiloso como lo sería un Malware infiltrado por una agencia de inteligencia de una potencia extranjera o de un hacker insertado dentro del sistema. Esta claro que al gobierno le fascinaría una tesis así pero la realidad informa otra posibilidad menos glamorosa.

Al parecer las indagaciones han llegado a un incendio en un campo en General Rodríguez lindero con Campana. En apariencias este incendio afecto a las torres de transporte que pasan por ese campo de esta localidad. Lo curioso de esto es que al parecer la afectación de estos tendidos por este fuego fue la causal del colapso en domino de todo el sistema. Si su inicio fue deliberado o fue a causa de la ola de calor ciertamente es secundario ya que, si un simple incendio de pastizales en las inmediaciones de torres de trasmisión a la intemperie causaron semejante colapso en el sistema eléctrico de la mayor parte del país, esta informando que no solo la seguridad del sistema es mínima (por no decir inexistente) sino que la infraestructura estratégica de energía eléctrica del país es altamente vulnerable y debería tomarse como un aviso para rediseñar o prestar atención al tema.

martes, 28 de febrero de 2023

 

“RENTED DEMOCRACIES”

Why are some in Washington questioning the role of the US during the war between Argentina and Britain over the Falklands or Malvinas Islands?

 

By Sir Charlattam

 

Shortly after the 41st anniversary of the South Atlantic war, some in Washington are coming to realise that Ronald Reagan's administration was not exactly up to the task at the time, and that is why the anti-American sentiment in Argentina will never be healed.

It is amusing to read some columns from neo-conservative quarters showing an apparent concern that until just a year ago they did not show about the Falklands episode and its hemispheric consequences, and so I wonder what Washington and perhaps the Foreign Office in London are up to?

I learned modestly in the life of service that in this world nothing is given without paying something in return. Even more so in the world of intrigue. That is why this smells so strange and I suspect it has something to do with what is happening in Europe today.

At the time the young Democratic senator Joseph Biden was a strong and steadfast supporter of Britain, which should come as no surprise to anyone. Biden was always a neo-conservative in the guise of a Democratic sheep. Excuses that there was a right-wing dictatorial regime in Buenos Aires that oppressed and disappeared its people do not exactly excuse the Americans from their role in that state of affairs. The close relations that existed at the time between the Pentagon, the State Department and the CIA with Buenos Aires could never have been closer, although today the “intelligency” tries to say otherwise.

Nor should we forget that the British establishment and in particular MI6 played -as they do today in Ukraine- very closely with US partners in supporting, indoctrinating and preparing these dictatorships, very useful at the time to curb possible Soviet expansion.

Today, these editorials that try to argue a supposed lamentation over that position on the Malvinas question are nothing more than a clear masquerade that tries to win the sympathy of an Argentina that is practically in liquidation. But the question remains: why?

Many in Argentina remember how the US betrayed its commitment to TIAR and thanks to it, many Argentine soldiers died for the cooperation in intelligence, logistics and weapons with which Thatcher and her admirals would not have prospered. The thrashing of the Task Force was memorable and nearly put it out of action. Commander Jeremy Moore himself acknowledged this before he died.

At the time, the Foreign Office and, of course, “Maggie” cared little for the brutality of the regime led by Chilean General Augusto Pinochet Ugarte, who did not hesitate for a second to give his cooperation to London. That he later sold him out (because Margaret Thatcher did not lift a finger in his favour) and had him arrested during his stay on British soil was undoubtedly what one might call "poetic justice" for the Argentines.

But why is it in Washington's interest today to generate a clean face in the eyes of the Argentines? Be careful guys, the wolf pauses to look at its prey before it attacks. But leaving aside this silly little joke, in reality the matter is serious, so much so that to complete the metaphor Argentina should understand that it is a succulent lamb about to be gobbled up. I will now explain.

As soon as General Mario Benjamín Menéndez signed the surrender in June 1982, Argentine politicians, taking advantage of the misfortune of their own soldiers (whom they had despised for years), set off to regain power, accepting all the conditions that would not appear in the final document. One of them was not to reclaim sovereignty and to keep their country unarmed. That was why it was a formality for the Foreign Office to arrange with the Americans how Argentina's political situation would be settled.

The only thing Argentina did in April 1982 was to reclaim possession of its islands and the entire surrounding archipelago, which had been occupied by British troops since 1833. Looking at a map you can see that the islands are about 300 kilometres off the Argentine coast. Even a child can see that someone whose country is thousands of kilometres away cannot justify himself to another country that is only a few kilometres from the mainland. So how was international law interpreted at that time?

For Washington and London at the time it was an invasion, but from the point of view of the development of Argentina's political history and an interpretation of international law, it was nothing more than retaking an unredeemed territory stolen by an imperial power, and it certainly was. Had Operation Rosario been carried out by a civilian government it would have meant the same to the bureaucrats in the Foreign Office; though on second thoughts it would have been much easier for London to abort the attempt as it is an imperial (not Bill Gates) custom to deal with enemies, before fighting them "try to buy them off". And believe me, as corrupt as Argentine politicians are, there would not even have been an Operation Rosario. Believing otherwise is a demonstration of supreme ignorance and even unforgivable political twaddle, don´t you?

In the case of the Falklands or Malvinas Islands for the Argentines, the arrival of the “democratic” governments was an unbeatable strategic gain for London and it was for this reason that the Conservatives with “Maggie” at the head claimed to be the architects of Argentine democracy and, worst of all, the political class in Buenos Aires nodded in silence.

In the current circumstances of the war between the US and its partners against Russia, it should not be surprising that NATO might seek to enter Argentine Patagonia in order to reposition itself on the continent to complement its presence in the northern hemisphere of the continent, in Colombia and obviously with a view to controlling the movements of China, a silent and stealthy spectator of what is happening in Ukraine. The political possibilities are at hand and certainly neither Washington nor London will pass it up. NATO's electronic intelligence facilities in the Falklands are simply not sufficient to deal with a possible unconventional escalation with the Russian Federation. I'm pretty sure the Argentines don't have a clue about this.

Today more than ever, the Argentines are a long way from getting their claims, on the contrary the Foreign Office bureaucrats are already speculating on the outcome of the Argentine elections as they have very good contacts with a section of the local political class who, desperate to get into power, may sell the sovereignty claim by throwing it like a stone into the ocean, i.e. impossible to stop, let alone to refloat it.

 

domingo, 26 de febrero de 2023

 

“FRENO AL IMPERIALISMO”

Los recursos para disfrazar la injerencia de Washington y Bruselas en Ucrania ya no alcanzan y la intención de Joe Biden y su administración por mantener la guerra podría costarle más caro de lo que creyó y para peor, las presiones internas para detenerla crecen cada día

 

Por Charles H. Slim

Los cadáveres desperdigados de unos quince hombres con uniformes del regimiento de infantería ucraniana (AFU), quedaban como mudo testimonio del avance ruso en uno de los sectores liberados de Artemovsk (que Kiev llama Bakmut). Un gigantesco cráter en el suelo evidencia el poder inmisericorde de la artillería pesada de 203mm. A simple vista solo son cadáveres de simples soldados ucranianos que pelearon por su patria pero revisando en sus pertenencias y en señas particulares, otra era la información que arrojaban cada uno de esos desgraciados.

Todos ellos eran extranjeros, en su mayor parte británicos y estadounidenses; ahora bien ¿Quién los convoco a este teatro de operaciones?, ¿Vinieron por su cuenta como lo pintan los medios occidentales o eran elementos irregulares tácticos de la OTAN? Como sea, son una muestra simbólica de lo que se está peleando en esta guerra y quienes son los principales interesados en perpetuarla.

Sin el flujo de armas y apoyo financiero que mana del colectivo occidental la guerra hace tiempo que habría terminado.

En realidad, hace mucho que Moscú, los sectores comprometidos de la política y los países que conocen el real trasfondo del inicio de esta guerra saben de estas injerencias. Washington y Bruselas siempre han estado allí, instigando y presionando para que los sucesivos títeres colocados por la CIA tras el golpe de 2014 desataran una guerra total contra esos despreciables ucranianos de habla rusa del Donbass. Esa fue la condición para que Zelensky abandonara la promesa de negociaciones con Rusia y adopte su actual papel.

En realidad Ucrania ya había sido invadida después de la implosión de la URSS en diciembre de 1991. No hay que olvidar como ese país industrial, exportador de energía, el granero de la Europa eslava tras aquel evento comenzó a degradarse de forma paulatina y con ello, el ingreso de “asesores financieros” estadounidenses quienes bajo la excusa de auxiliarlos de la deuda, de los problemas sistémicos de una economía arruinada, ONG´s y organismos de crédito como el FMI literalmente terminaron por esquilmarla. Gracias a esa influencia Washington pudo penetrar en la región y desplegar a conveniencia y discreción sus tácticas subversivas como fue la revolución naranja del 2004. Cuando Viktor Yarnucovich en 2013 quiso darle un corte a este círculo vicioso y optó por acercarse aún más a Rusia, comenzó nuevamente la agitación desde la embajada estadounidense en Kiev que (utilizando a los ultranacionalistas del Pradvi Sektor) culminó con el golpe en febrero de 2014 instaurando un sistema que se apoya sobre instituciones estratégicas (inteligencia, fuerzas armadas y comunicaciones) bajo la completa influencia de Washington, Londres y Bruselas.

Estas maniobras son bien conocidas en América Latina y en especial en Argentina donde allá por 1982 en momentos que enfrentaba a Gran Bretaña en la guerra por las islas Malvinas, los organismos internacionales -con la cooperación de sectores internos de la política y la intelectualidad- y la OTAN (con EEUU a la cabeza) dieron su respaldo a Londres. A partir de allí y hasta el presente el país yace sumido en el subdesarrollo, la dependencia y la atomización socio-política que solo beneficia a gobiernos demagógicos que terminan sirviendo a las burocracias financieras internacionales como el FMI.

Tanto Argentina como Ucrania, en su personalidad de estados nación son como dos cobayos de laboratorio en manos de sus experimentadores. Ambos desde hace mucho tiempo, que han sido infectados por el consumismo liberal haciendo evidente que la cura solo puede ser muy dolorosa.

Pero claro, el caso de Ucrania es notablemente mucho más grave y se halla en una etapa en la cual a más destrucción sus “amigos” pretenderán cínicamente ganar con su reconstrucción.

Ciertamente, como esos cadáveres en Artemovsk, Ucrania como estado solo era una apariencia ya que desde entonces no eran los ucranianos quienes controlaban su destino y mucho menos sus gobiernos. El ascenso del cómico askenazi al poder no fue otra cosa que otra consecuencia de ese estado putrefacto de cosas. Por supuesto no se debe ignorar la mala fe demostrada por la UE y en particular por mandatarios como Francois Hollande y Angela Merkel por jugar el juego de conveniencia de Washington por dilatar sin término y maliciosamente el acatamiento de los Acuerdos de Minsk mientras Kiev (bajo el asesoramiento de estadounidenses y británicos) acopiaba armas, adoctrinamiento y hombres para la guerra. Todo eso obviamente se tradujo en millones y millones de dólares que fueron a financiar esto y claro, a los bolsillos del mismo Volodymir Zelensky y otros funcionarios corruptos del estado, una deuda que cargar sobre las espaldas de las generaciones venideras.

No olvidemos que la inteligencia rusa logro hacerse de información que revelaba una planificada ofensiva masiva de las fuerzas ucranianas sobre el Donbass para marzo del 2022. Con este panorama ¿Por qué Rusia se iba a quedar de brazos cruzados?

Desde esta perspectiva (que en occidente esta censurada), la guerra es la consecuencia ineludible de las históricas ambiciones angloestadounidenses mediante la OTAN. En este sentido la administración de Biden contaba con que las sanciones financieras (terrorismo financiero) que no son otra cosa que un robo de los activos rusos en bancos de occidente y la voladura de los gasoductos Nord Stream I y II, iban a entorpecer las operaciones militares rusas y hacer retroceder políticamente a Vladimir Putin. Como estamos viendo fue un cálculo errado y más allá de que Washington le saca provecho económico a esta guerra, lo hace a costa de sus aliados europeos y de los pobres ucranianos de a pie que están a merced de un régimen ultranacionalista que pretende sobrevivir a costa de cualquier precio.

Pero a pesar de los beneficios económicos que Joe Biden y la industria armamentística vienen embolsando y el beneplácito del sequito de neoconservadores (a izquierda y derecha) que apoyan la continuidad de la guerra, esto podría terminar implosionando en su contra y los EEUU simplemente se vendría abajo. Cada día que pasa son más los republicanos que están preocupados por esta posibilidad y es que a la vista de los fracasos del pasado (Iraq, Somalia, Libia, Afganistán), el temor es muy real. El riesgo de una escalada está a la vuelta de la esquina mientras Washington trata de contener a China.

Hasta el momento los ucranianos han sido la carne de cañón y pese a que han recibido (en parte) armamento para intentar frenar a los rusos, ya no están quedando hombres para formar batallones en pie y eso lleva a formular una muy incómoda pregunta ¿Deberán entrar en escena sus muchachos del 101º Aerotransportado, o lo harán primero los canadienses y los británicos? Cualquiera sea alguna de estas opciones Washington y sus socios de la OTAN deberán cruzar los dedos ya que sin escudos humanos ucranianos para ocultarse de la crudeza de las garras del oso, deberán hacer frente a un ejército ruso curtido y que apenas esta utilizando el 10% de su capacidad total.