JUGADAS REVELADAS
¿Por qué la CIA anuncia públicamente estar buscando reclutar agentes
dentro de Rusia? Cuando una agencia es puesta en evidencia no le queda otra que
salir del Closet
Por
Charles H. Slim
La democracia es solo un slogan de cartón que envuelve una caja de trucos sucios, manipulaciones y ardides que el occidente anglosajón utiliza para penetrar en las sociedades que busca desintegrar. Bienvenidos a la realidad para todos aquellos que siguen comiendo la mierda que les venden los medios informativos alquilados con dinero del poder.
Las
agresiones contra la integridad de un estado no solo se hacen a la luz del día.
Las invasiones y las intervenciones armadas (bajo las trilladas excusas como la
defensa de los derechos humanos y la democracia) son los ejemplos más
característicos en los últimos treinta años de este tipo de agresiones y han
sido los angloestadounidenses los principales y únicos protagonistas de ello.
Pero
también ellos han sido los precursores del sigilo y las acciones encubiertas
con fines nada benevolentes. Así, las operaciones secretas, encubiertas,
negras, asesinatos, secuestros, atentados y “banderas falsas”, golpes de estado
y las hoy tan conocidas “sanciones comerciales”, son esa cara oculta de la
política exterior de las democracias angloestadounidenses. La frase para
justificar su funcionamiento es “Seguridad Nacional”. Para ello, cuentan con
una muy bien aceitada infraestructura gubernamental, recursos humanos y fondos
insondables que se dedicaran a engañar, manipular y dañar a quienes sus
gobiernos califiquen como enemigos o dignos de ser removidos.
Durante
décadas las actividades de estas agencias han sido romantisadas por los medios establecidos
y por la industria del entretenimiento (Hollywood) con la velada intensión de
lavar la cara de sus gobiernos y maquillar las consecuencias de sus acciones. Algunas
de sus fachadas como DynCorp, BlackWater, Academy, Triple Canopy fueron
extensiones privadas para tercerizar sus actividades sucias. Pero lo que en
realidad se oculta detrás de estas ficcionadas actividades clandestinas, es la
cara oculta y cruenta de la Realpolitik con la que se conducen las autodenominadas
“democracias”.
¿Cuántas
personas han sido asesinadas o dañadas por la CIA, el MI6 y sus colegas
israelíes del MOSSAD? Esta es una pregunta que si bien no es precisable en
cifras, asertivamente podemos responder en una sola palabra: Muchas. Solo en
contados casos algunos agentes de estos organismos gubernamentales fueron
procesados por crímenes que no pudieron ser encubiertos por sus gobiernos sin
consecuencias para sus respectivos estados ¿Impunidad? De otra forma no es
posible explicar que estos procederes hayan podido llevarse a cabo sin
sanciones por parte de Naciones Unidas y/o de las instancias judiciales en La
Haya y la Corte Penal Internacional.
Por el
contrario, algunos que trataron de visualizar la corrupción y los abusos que
incurrían sus gobiernos como el ex CIA Joshua Schulte, Daniel Houghton del MI6
o Yehuda Gil del Mossad fueron diligentemente procesados por sus
administraciones de justicia y otros tenazmente perseguidos como el ex Mossad
Victor Ostrosvky y el NSA Eduard Snowden para citar los más conocidos.
Actualmente
y en el marco de la guerra que la OTAN despliega en Ucrania contra Rusia, los
intentos por socavar la moral y la lealtad de la sociedad rusa hacia su
gobierno han fracasado estrepitosamente. No solo por sus predecibles
movimientos sino también por la eficacia de las agencias de inteligencia y
contrainteligencia rusa que han conjurado varios actos sangrientos dentro de
Rusia y han logrado responder con dureza (Como fue el golpe contra el Hotel de
Kramatorsk) a estas provocaciones en las narices de los jerarcas de Kiev y sus
patrocinadores del occidente colectivo.
Aquí
también y en estas circunstancias la consciencia de individuos dentro del
sistema angloestadounidense ha prevalecido por sobre los intereses de sus agencias
como se vio con las filtraciones del agente de inteligencia de la Guardia
Nacional Aérea Jack Teixeira que pusieron en evidencia situaciones
inconvenientes para Washington y Kiev.
El
desconcierto en las oficinas de Langley y en el mismo Pentágono hace tiempo que
paso a desesperación y eso es algo muy peligroso. Los rumores que Volodymyr
Zelensky ha venido repitiendo y que la CNN, la BBC, The Guardian y todo el
espectro mediático (maquinaria de propaganda) repiten sobre un supuesto ataque
de falsa bandera ruso contra la central nuclear de Zaporiya estarían buscando
instalar al culpable ante un hecho planificado de antemano. Pese a que la OIEA
ha tomado contacto -por intermedio ruso- con las evidencias de quienes
han estado tratando de volarla, sus autoridades guardan silencio.
No hay nada
más peligroso que arrinconar a una rata dice un dicho. Su desesperación la
llevará a cualquier cosa para escapar.
La
implementación del terrorismo como táctica para tratar de amedrentar a Moscú es
una clara señal de ello. Como contra partida de esto, el ex KGB Vladimir Putin
y su staff les ha demostrado a los atlantistas (con la opereta de Wagner) un
PHD en contrainteligencia y guerra psicológica que todavía no ha mostrado los
reales propósitos y alcances de su desarrollo.
Se supone
que las actividades de inteligencia son “inteligentes” y discretas, pero eso se
ha vuelto un menester muy difícil de cumplir para las agencias atlantistas. El
intento de fabricar una historia poco creíble para encubrir el sabotaje al Nord
Stream y tapar la voladura de la presa en Nova Karkhokva con historias
delirantes son episodios bochornosos que Washington aún no puede explicar o más
bien no quiere explicar.
En realidad,
en las actuales circunstancias, Washington y sus aliados han encontrado la
horma de su zapato sin poder manipular a la opinión pública propia y ajena como
lo han hecho en otras ocasiones. Esto ha despertado en agencias como la CIA de
iniciativas poco imaginativas, nada discretas y de dudosa eficacia para
reclutar agentes en la red.
Tan obvios
estaban siendo en sus acciones encubiertas y tan duros los fracasos en el campo
que el mismo jefe de la CIA debió reconocer públicamente que estaban ante una
oportunidad imperdible para reclutar agentes rusos.
Un spot
lacrimógeno apelando a sentimentalismos grises no es lo que conmoverá o tentará
a los rusos descontentos con el gobierno de Putin. La fórmula que siempre ha
funcionado para estos menesteres es el dinero y nada más. Como hemos estado
viendo el dinero corre a raudales por los corredores de Europa del este, con el
cual se compran voluntades y como no hacerlo cuando están involucrados en la
cruzada de Ucrania capitales especulativos como BLACKROCK y la JP MORGAN entre
los más conocidos y quienes no tendrán obstáculos en sus participaciones para
la “reconstrucción” siempre y cuando, la OTAN prevalezca.
Por lo
pronto las agencias occidentales, en especial la CIA y el MI6 seguirán actuando
dentro de territorio ruso valiéndose de agencias y activos humanos de terceros países,
en especial los nórdicos como Noruega, Suecia y Dinamarca, datos que pone en un
contexto claro que no es una guerra entre Ucrania y Rusia sino, de toda la OTAN
contra Rusia.