domingo, 22 de abril de 2018


EN DEBATE



“AMIGOS DE NUESTROS ENEMIGOS”

Entre el pragmatismo político y la estupidez ¿Cuáles son las verdaderas causas para obstruir la búsqueda del submarino en las coordenadas señaladas por los rusos?



Por Charles H. Slim
Hacen ya 36 años de la gesta de Malvinas y los gobiernos que han pasado no han hecho nada por restablecer la soberanía política, económica y física sobre las islas y todo el archipiélago del Atlántico sur. Demasiado tiempo para cualquier pueblo que tenga algo de sangre en las venas, diría cualquiera que mira desde afuera. Aunque es cierto, que el zizageante carácter argentino que se refleja en su fofa clase política, combinado con las manipulaciones psicológicas de una nación saqueadora como gran Bretaña, Argentina ha caído bajo los influjos de la culpabilidad que prácticamente ha reducido a la nación a un mero territorio habitado por simples inquilinos, situación que no puede durar por siempre.

El final de la guerra tuvo muchas consecuencias de las que los mismos políticos argentinos aún no se han atrevido a confesar. Desde aquel momento desde Londres y con la cooperación de personajes y sectores de la vida política argentina se vino trabajado para que el país no se levantare más. No hay que olvidar que la misma Margaret Thatcher en algún momento se vanaglorio diciendo que gracias a la campaña de “Las Falklands” como le dicen los ingleses, “Argentina había recuperado la democracia” una falacia que además de ser propagada por los medios europeos[1], lamentablemente muchos anglófilos en Buenos Aires aplaudieron entusiastamente.

La “desmalvinización”[2] se convirtió en el objetivo preponderante tras el final de aquella guerra. Desde la instauración de un gobierno socialdemócrata como el de Raúl Alfonsín y los medios informativos decididamente manipulados por la mirada interesada de la Corporación de medios angloestadounidense, ya campeaba con la misión de intoxicar las razones que habían llevado a que se produjera aquel conflicto. La satanización de las FFAA y de quienes tuvieran un discurso nacionalista fue el objetivo central de estas manipulaciones que se direccionaron a tratar de desanimar el espíritu de lucha de los argentinos incautos.

El intocable periódico “Buenos Aires Herald” fue el cuartel general de las operaciones de desinformación y propaganda que ayudaba a que Londres pudiera –por su intermedio- manipular la situación desde adentro de la misma Argentina. Durante años y desde mucho antes de la guerra ésta cueva franca de la inteligencia del MI-6 británica opero para alterar e influir en la situación política interna del país. Esta descarada operatividad nunca fue contrarestada y la explicación pareciera clara: Falta de inteligencia estructural. A ello también deberíamos agregar, la falta de voluntad y un claro temor de los gobiernos tanto civiles como militares, por limitarle a éste diario británico, agitar la guerra psicológica pro-británica dentro de la misma Argentina.

En una mezcla de contubernios económicos-financieros, lealtades políticas y la  innegable militancia de sectores anglófilos locales, Londres pudo a través de éste medio, lanzar su ofensiva mediática que para peor, levantaron con mucho agrado periodistas, periódicos y muchos intelectuales de la época. Esta clase de sujetos, son los que uno escuchaba decir  y por ahí se oyen todavía argumentar que “los europeos son más avanzados” o “si estuviéramos bajo la bandera británica el país sería otro”, entre otras detestables elucubraciones. Pese a estas injerencias dentro de la política interna, los periodistas, medios e intelectuales han tomado una posición similar para con Londres. Algunos de estos especímenes actualmente pueden oírse en radios y columnas argentinas, camaleónicamente ayornados a las nuevas circunstancias y muy bien enmascarados para que no queden en evidencia.

El descarado papel político de éste medio no sorprende. Mucho menos lo que actualmente juegan los medios concentrados en el país que sin dudas, (los cuales desde Menem hasta acá) se hallan bajo el control editorial y financiero de la Mass Media internacional.  Ayer con Malvinas y hoy, casi en las mismas circunstancias con la desaparición del “ARA San Juan”, los medios locales bajo esta concepción han estado tratando de manipular la realidad con todo tipo de argucias e intoxicaciones que para peor, son propiciadas por el propio gobierno del presidente Macri.

Tras la desaparición del submarino y la presurosa llegada de las unidades británicas desde nada menos que la base de“Mount Pleasant” en Malvinas, nada ha estado claro en lo ocurrido. Agregado a ello, los reportes y los contra reportes de la misma Armada que señalaban informes contradictorios de lo que había sucedido, desato inmediatas sospechas en quienes estuvieron atentos al curso de los acontecimientos. No olvidar tampoco, que la aparición de importantes pistas técnicas aportadas por el centro de escucha oceanográfica con sede en Austria (Dos Explosiones no nucleares)[3], ahondo aquellas sospechas que desmantelaron las pretendidas causas de una “falla técnica” o la ridícula excusa de “entrada de agua por el “snorkel” al interior del submarino, sin que esto a su vez, excuse a los gobiernos por su falta de mantenimiento y vetustez en el equipamiento.

En este fin estuvieron los medios anglófilos, que tras la llegada y estancia del buque explorador ruso “Yantar”, trataron de desvirtuarlo con argumentos calcados de la visión política del Foreign Office y del gobierno rusofobo de Theresa May que tras verse aludidos y ante la creciente desesperación de los familiares de los submarinistas, borraron convenientemente algunas de sus editoriales[4]. Sumado a ello, las interferencias que obstaculizaban la libre búsqueda[5] en coordenadas que los expertos rusos sugerían, terminó por hartarlos abandonando la búsqueda.

Estas maniobras de intoxicación informativa, tenía un doble propósito: Primero, encubrir a los autores del ineludible y deliberado hundimiento del submarino y segundo, borrar lo que la tripulación descubrió en torno a las islas. No olvidemos que en esos momentos, Londres y la empresa israelí “MpresT”[6] cerró un magnifico negocio para instalar un sistema antimisiles tipo “Cúpula de Hierro”, que no solo es de carácter defensivo como los medios locales trataron de presentarlo sino que incluye una red de inteligencia electrónica que invade el espectro comunicacional del continente e interfiere con las ondas de radio aéreas.

Y si eso no fuera suficiente, para comienzos del año el gobierno de Macri autorizó la salida de un contingente de jóvenes oficiales de la Armada Argentina hacia Israel, donde se hallan junto a otros oficiales de la Armada de los EEUU, recibiendo doctrina y preparación –entre otras materias- en seguridad e inteligencia a cargo de los especialistas que se hallan involucrados (entre otras) en las masacres masivas contra la población palestina de la Franja de Gaza.

Que Tel Aviv sea uno de los amigos de Londres no debería sorprender a nadie y la instalación de este sistema de armas en las islas Malvinas lo deja bien claro. Ahora bien  ¿Habrá entendido el gobierno de Macri de que se trata la geopolítica o deliberadamente trata de guardar la realidad bajo la alfombra?


[1] EL PAÍS. “Thatcher Libertadora argentina”. POR John Carlin. Publicado el 1 de abril de 2012. https://elpais.com/internacional/2012/03/30/actualidad/1333127708_772000.html
[2] Proceso político y mediático destinado a remover cualquier sesgo de reivindicación nacional sobre el archipiélago de Malvinas.
[3]PENSAMIENTO ESTRATEGICO Y POLÍTICO. “La hora de las respuestas”. https://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2017/12/en-debate-la-hora-de-las-respuestas.html
[4] EL NUEVO HERALD. “Rusia abandona la búsqueda del submarino argentino”. Publicado el 4 de abril de 2018. http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/article207909139.html
[5]PAJARO ROJO. “ARA SAN JUAN-EXCLUSIVO. Malestar ruso porque no autorizan a su buque Yantar a buscar el ARA San Juan dónde creen que está”. Publicado el 22 de diciembre de 2018. http://pajarorojo.com.ar/?p=37639
[6] AURORA ISRAEL. “Gran Bretaña compra la Cúpula de Hierro para defender la ocupación de Malvinas”. Publicado el 25 de noviembre de 2017. http://aurora-israel.co.il/gran-bretana-compra-la-cupula-de-hierro-para-defender-la-ocupacion-de-malvinas/  

miércoles, 18 de abril de 2018

EN LA MIRA



“REESTRUCTURACIÓN ETERNA”

Excusas y dilaciones que mantienen a la Argentina postrada ¿Cuánto puede durar esta situación?




Por Dany Smith
La semana pasada un viejo amigo que suele andar de visita por Rusia, estuvo de paso y más precisamente por San Petersburgo, desde donde tomo un tren “Sapsan” a Moscú para ir a ver los últimos adelantos de la industria militar rusa que actualmente están siendo ensayados con gran éxito en los campos de batalla de Siria y otros escenarios menos publicitados.  En ese momento cuando llego al centro y miro las noticias por su tablet vio en uno de los portales de noticias, que al señor embajador argentino en Rusia le habían hecho una entrevista. No paso mucho para ver que, el interés de la misma estaba centrado en la posición de Buenos Aires en torno a la aplicación de nuevas sanciones por parte de Washington a Rusia.

Apenas leyó las primeras líneas que refieren a lo que dijo el embajador ante la pregunta si “Argentina estaba siendo presionada para suspender sus contratos y operaciones comerciales con  Moscú”[1],  lanzó una potente carcajada ante los serios y adustos rostros de los transeúntes moscovitas, quienes lo miraron como si de un loco se tratara. Cuando leyó que el señor Ricardo Lagorio dijo que “Argentina no se deja presionar por nadie”, solo pudo decir entre dientes, “esto solamente se lo cree él” –refiriéndose al embajador- ya que, en Argentina sabemos que además de estar bajo un gobierno pro-estadounidense, estamos por los suelos en todos los aspectos de la vida política, económico y militar.

En lo que hace precisamente al aspecto militar, Argentina está peor cada día. 
Tras la inaudita desaparición del submarino “ARA San Juan” y la aún más inexplicable posición del gobierno de Mauricio Macri por no permitir la libre búsqueda del equipo del buque ruso “Yantar”, dejó en claro que el país no es tan libre de las presiones externas como este canciller pretende impostar con tanta altanería ante la representación rusa.   A tono con esto, usted estimado lector podría preguntarse ¿Qué propósitos podrían haber perseguido las obstrucciones del gobierno de Macri a la libre búsqueda del buque ruso? O incluso también, antes las pruebas que fueron exhibidas al gobierno, le cabe muy bien aquel refrán que dice “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.

Precisamente sobre la aún no explicada desgracia del submarino, por estas horas el ministro de defensa argentino y su equipo se hallaban siendo interpelado por los familiares de la tripulación en la Cámara de Diputados para que brinden explicaciones del caso, de las cuales obviamente son muy difíciles de dar. El papel de los diputados es francamente lamentable. Su inoperancia para interpelar a los responsables del área se asemeja a la ineptitud de éstos últimos y no deja lugar a dudas de que mientras más callan, más en evidencia quedan.

Si aquel submarino se hundió por defectos de mantenimiento o por la acción de unidades británicas y chilenas, será motivo de pesquisa cuando hallen el cuerpo del delito, por lo pronto todo es conjetura. Igualmente, fuere por una o por otra de estas causas el motivo de su desaparición, ello señala una pésima situación operativa de la Armada Argentina que no podría sostener un solo día de operaciones en una guerra convencional para la cual incluso, en las actuales condiciones no tiene capacidad de enfrentar.

Ante esto, muchas veces se oyó al gobierno sobre planes para reestructurar las Fuerzas Armadas que tras los últimos doce años de un gobierno absolutamente inepto y sin la menor visión geoestratégica[2], quedaron prácticamente inoperantes por carencia de material y doctrina.  Varias fueron las propuestas y los análisis para mejorar superlativamente el área, considerando la posición del país en un triángulo geoestratégico importante sumado, a la disputa existente con Gran Bretaña por las islas Malvinas y todo el archipiélago circundante. 
Ante esto último y por las simpatías ideológicas del presidente argentino y su entorno hacía Londres, se ha visto muy maleable a la hora de considerar la adquisición de material bélico de importancia, especialmente el proveniente de Rusia.

En ese sentido, es claro que para el gobierno de Macri, adoptar decisiones tan importantes  que hacen a la capacidad real de sus defensas, no son del agrado y conveniencia del Foreign Office ni de Downing Street 10, no pareciendo haber entendido que las relaciones internacionales se basan en intereses comunes y que en las actuales circunstancias Buenos Aires puede sacar muy buen provecho del conflicto diplomático entre Londres y Moscú por el caso Skripal.
Muchas veces hemos concluido en lo positivo que sería para un país con las dimensiones geográficas de Argentina y ante los desafíos que –alguna generación argentina- deberá enfrentar, que adopte en sus líneas defensivas el material de las industrias armamentísticas rusas, que ofrece una variedad de sistemas que, además de haber probado sus notables capacidades,  podrían ser muy útiles para la defensa[3].

Tal vez sea el tiempo de terminar con las dilaciones administrativas que esconden temores políticos y/o intereses contra natura para la Argentina, ya que no hay posibilidad de un mínimo poder de negociación con otro estado y menos aún con bloques regionales con reestructuraciones in eternum en el sector de defensa.



[1]SPUTNIK. “Embajador: Argentina no tolera presiones en el pulso entre EEUU y Rusia”. https://mundo.sputniknews.com/politica/201804171077956986-politica-relaciones-buenos-aires-moscu-washington-tensiones/
[2]Pensamiento Estratégico y Político. “El rol geoestratégico argentino”.  https://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/05/nacional-el-rol-geoestrategico.html
[3] Pensamiento Estratégico y Politico. “Kalbir: Una opción accesible y eficaz”. https://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/11/veteranosde-ayer-kalibr-una-opcion.html

domingo, 15 de abril de 2018

EN LA MIRA


“CREAR EL PROBLEMA”

¿Hasta dónde se tolerara éste tipo de tácticas sucias que sirven para violentar las soberanías de los estados?


Por Charles H. Slim
Tal vez esto no les resulte muy familiar o incluso razonable, proponer que cuando sea necesario conseguir algo “hay que crear un problema” acorde a la solución que se quiere imponer. Esto es lo que más o menos plantean como fórmula recurrente, los cerebros que diseñan las políticas estratégicas tanto en Washington como Londres. Decir esto en esos ámbitos es algo que no sorprende a nadie, pero solo desde hace unos diez años hasta esta parte, recién se han ido develando con un cúmulo sorprendente de pruebas, como es que realmente se puede hacer realidad y a cualquier costo, lo que conviene a un gobierno.

Esto involucra a lo que conocemos como “Banderas Falsas” y “Operaciones Negras”, dos terminologías que desde el 2001 han ganado un lugar en el vocabulario usual de la opinión pública global. Se tratan de maniobras muy bien planificadas destinadas a varios propósitos pero sobresaliendo uno en especial: Crear un culpable. Ellas refieren a acciones de engaño que llegan a tal grado de perfidia, que incluyen incluso el sacrificio de ciudadanos de su propia nacionalidad, tanto por acción como por omisión. En realidad desde hace décadas que se emplean estas maniobras sucias para ejecutar coordinadamente, acciones políticas y militares contra un enemigo externo pero también interno, solo que el tema ha estado rodeado de un silencioso Tabú mediático que dejó a hechos como la voladura del buque “USS Maine” en Cuba, pasando por el bombardeo de “Pearl Harbor” y el ataque en el “Golfo de Tonkín “, como hechos muy difíciles de explicar a la luz de evidencias que contradecían la versión oficial. La sorpresiva explosión del USS-Maine el 15 de febrero de 1898 cuando se hallaba anclado en el puerto de la Habana, dio los argumentos a Washington para culpar a España de esto y arrebatarle el control de la isla. El ataque japonés de “Pearl Harbor” en diciembre de 1941, pese a que los militares fueron alertados de que habían movimientos sospechosos en el pacifico, ello fue pasado por alto por la Casa Blanca y el resultado de esa embestida justifico el ingreso de EEUU a la guerra. El incidente de “Tonkín”  del 2 de agosto de 1964 fue una de estas operaciones y por la cual, EEUU pudo intervenir en Vietnam[1]. Las pruebas sobre el embuste que resulto ser éste último incidente, hace que hoy día sea imposible de rebatir.

El 11 de septiembre de 2001 marco sin dudas un quiebre en esta línea. La espectacularidad del ataque y el exceso de irregularidades detectadas en esa mañana, fue sin dudas contraproducente para la propaganda que seguía detrás. 
Desde simples ciudadanos que pasaban esa mañana rumbo a sus trabajos, bomberos, policías hasta funcionarios políticos, militares y de inteligencia que analizaron posteriormente las imágenes de aquellos hechos, han coincidido en lo extraño de todo. Lejos de aquellos días en que todos acataban a pie juntillas lo que los medios difundían, comenzaron las preguntas y con ellas, a obtenerse las respuestas inconvenientes. El público comenzó a demostrar que no se creía cualquier versión y menos aún la gubernamental, por más elaborada que esta fuera. El sentido crítico y de compromiso se vio en el mismo público estadounidense que no se quedo como testigo mudo de lo que aconteció sino que, comenzó a investigar  con los riesgos que le conllevaba, lo que realmente había ocurrido.

El resultado de ello, la puesta en una duda más que razonable al intento del gobierno federal estadounidense por pretender endilgar la culpa del 11/S a simples terroristas del Medio Oriente y perpetrar un ideario colectivo unificado. Y si bien muchos simples ciudadanos de a pie comenzaron a cuestionar lo que los medios repetían a coro de lo que La Casa Blanca alegaba que había ocurrido, las palabras más fuertes y molestas provinieron de ex funcionarios que advertían de un cúmulo de irregularidades dentro del sistema que permitieron que esto pasara. Solo para señalar uno de ellos, tenemos la declaración de un ex general de inteligencia nacional (INSCOM) retirado llamado Albert Stubblebine[2], quien tras analizar las imágenes captadas en aquella mañana, determino que alguien debió desactivar los sensores y defensas aéreas del Pentágono para permitir que un bólido (que no fue un avión) impactara contra uno de sus frentes.  Incluso sobre esto último Stubblebine tras estudiar el agujero en aquella cara del edificio y la forma que presentaba, concluyó que allí había impactado un misil grande.

A ello se unió el sentido crítico y agudo de autores norteamericanos como Gore Vidal donde en un artículo muy interesante publicado en el The Observer [3] en 2002 deja en claro que, además de no creerse la versión de la administración Bush, lo ocurrido había estado dirigido a restringir las libertades individuales de cara a embarcar a la Unión en una aventura geoestratégica en Eurasia, entre otros objetivos.

Desde que se produjeron las revueltas en el norte de África en 2010/2011, intoxicadas por la implicancia de las agencias de inteligencia de países occidentales –con la invalorable cooperación de países como Arabia Saudita y Qatar- y que los medios bautizaron artificiosamente como “Primavera Árabe”, el uso de operaciones negras y de falsa bandera se han incrementado a un ritmo descarado, algo que se ha venido viendo con total desparpajo en los continuos intentos de Washington y de sus aliados por derrocar al legítimo gobierno sirio de Bashar Al Assad. Últimamente hemos venido viendo como extraños ataques con gas venenoso tratan de ser endilgados al gobierno, cuando en realidad se sabe desde hace años que los “rebeldes moderados” fabrican (con la ayuda de laboratorios extranjeros) Cloro y Sarín. A ello se agregan los montajes escénicos de una supuesta ONG humanitaria llamada Cascos Blancos[4] que no es más que una fachada del MI-6 británico.

Sobre esto último, el mismo canciller ruso Sergei Lavrov denuncio hace unos días, la intervención de agentes británicos en la creación de un ataque con gas Cloro en Duma, algo que fue confirmado por el vocero de las Fuerzas Armadas rusas Igor Konachenkov[5].

Desde el año pasado, la fabricación de escenarios falsos se ha venido multiplicando en forma descomunal, a tal punto que los autores de estos embustes no pudieron disfrazar varios de sus engaños y borrar algunos rastros. Con el último episodio montado en Duma y tras el ataque artero realizado por EEUU, Francia y Gran Bretaña el 14 de abril último en un intento desesperado por derrocar al legitimo gobierno de Damasco, el respeto a la ley internacional (una vez más) ha quedado por los suelos llevando a meditar seriamente, si Naciones Unidas puede seguir sosteniendo algo de legitimidad como órgano que debiera hacer aplicar, con igualdad e imparcialidad, los preceptos de la Carta orgánica.  



[1] WIKIPEDIA.Org. “Incidente del Golfo de Tonkín”. https://es.wikipedia.org/wiki/Incidente_del_golfo_de_Tonk%C3%ADn
[2] TELEGRAPH.UK. “Major General Albert Stubblebine III US Intelligence chief involved in psychokinetics –obituary”. April, 7, 2017. https://www.telegraph.co.uk/obituaries/2017/04/07/major-general-albert-stubblebine-iii-us-intelligence-chief-involved/
[3] VIDAL Gore, “El enemigo interior”, publicado el 27 de octubre de 2002, disponible en: http://www.amics21.com/911/gore-vidal.html
[4] SPUTNIK. “Syrian Army Discovers White Helmet´s filming site in Eastern Ghouta”. Published in April, 11, 2018. https://sputniknews.com/middleeast/201804111063422215-white-helmets-fake-video-site/ 
[5] RED VOLTAIRE-Org. “Rusia denuncia que el Reino Unido  implicado en el incidente químico de la Ghouta”.  Publicado el 13 de abril 2018. http://www.voltairenet.org/article200670.html

martes, 10 de abril de 2018


VETERANOS DE AYER




“TAPADERA DE RATAS”


¿Hasta cuándo el gobierno argentino tapara las causas reales del incidente del submarina ARA San Juan?




Por Charles H. Slim
El 3 de abril último se hizo oficial que el buque explorador ruso “Yantar” abandonaba la búsqueda del submarino “ARA San Juan” y pronto los cuestionamientos entre familiares e investigadores cundieron ¿Por qué? Muchas han sido las hipótesis sobre las causales que llevaron a que el buque ruso decidiera regresarse a su patria.

No es para nada desacertado tener como posibles motivos en esta situación, presiones diplomáticas imprimidas desde Londres sobre el subalterno gobierno de Macri, que son amplificadas en el marco de las tensiones entre Rusia y Gran Bretaña por el caso Skripal. No es una novedad para nadie que la llegada de la marina rusa a las aguas del atlántico sur, ha sido un dolor de cabeza insoportable y una seria preocupación para el gabinete de Teresa May y en particular para las actividades de la Real Marina británica con base en Mount Pleasant de Malvinas.

Pero también, ha sido una preocupación para el secretariado de la OTAN, que tiene al archipiélago  como una base estratégica de las operaciones navales de la alianza en el hemisferio sur. En este sentido el papel de los EEUU ha sido determinante para sostener la posición de Gran Bretaña en la región mientras y al mismo tiempo le otorga migajas a los gobiernos pasatistas en Buenos Aires.

Lo ocurrido con el submarino argentino no puede resumirse en una tragedia, ya que ella solo proviene de un hecho fortuito, producto de una situación inesperada y hasta insólita para quienes la sufren. No nada de ello. Con el dolor y la desesperación que azota a los familiares, el poder político argentino (oposición y gobierno) trata de cubrir sus extendías ineptitudes y lo peor, las responsabilidades de quienes habrían ejecutado semejante acto. Tal vez usted en este momento se pregunte ¿Ejecutado, por quiénes? He allí el meollo del asunto, el motivo por el cual la búsqueda y rescate nunca llegaron a nada, la prueba cabal de que nada de lo que se dijo fue verdadero y de los motivos por los cuales, se entorpeció las actividades del buque “Yantar”.

La responsabilidad británica y chilena en la acción emprendida ha sido clara y no solo por las especulaciones de algún que otro trasnochado conspiranoico de los que los medios convencionales –al servicio de la desinformación al mejor postor- quisieran deshacerse para siempre. Las pruebas de esto siempre estuvieron al alcance del gobierno argentino e incluso, fueron puestas en la cara del mismo presidente argentino y de su Estado Mayor. El problema era que la verdad era demasiado pesada para los hombros de un gobierno dependiente y mucho más, cuando la revelación provenía de la inteligencia satelital rusa.

Solo basta hacer un ejercicio de la imaginación y recrear en cada uno de los presentes, cómo fue la reacción del presidente y de su gabinete ante los informes que daban la situación real del submarino y de las naves involucradas en su hundimiento captados con muy buena nitidez desde los satélites “Kobait-M” que barría la región en momentos del suceso. Macri y sus encargados del Ministerio de Defensa recibieron del gobierno ruso, más específicamente del Consejo de Seguridad del Kremlin[1] la información detallada de la situación, con fotos, coordenadas e incluso muy posiblemente, la grabación de las comunicaciones de las naves involucradas en el incidente. Ante esto, solo pudo verse estupor que deformaba la cara del presidente y mucha adrenalina corriendo por las venas de todos sus funcionarios que mezclado con una gran cuota de temor (para no decir horror), los dejo sin palabras, absortos y con la segura conclusión que se resumiría en un “No podemos hacer nada”. Más o menos, esto es lo que seguramente ocurrió en la secretitud del despacho presidencial y en el ámbito de la Armada. A diferencia de los estadounidenses, los rusos ayudaron a Buenos Aires para dar una solución política propia al asunto, pero el problema era que, “Argentina no tenía como hacerlo”. Ni siquiera cuentan con poder político para vindicar a su gente. Recién allí cayeron en cuentas de que estaban absolutamente desarmados y sin la menor capacidad de responder ante una agresión externa.

Cuando se filtro las grabaciones de las explosiones captadas por los micrófonos hidroacusticos instalados en el océano atlántico sur, que se recogieron en la sede en Viena, Austria, lo que revelaron confirmaba el ataque[2]

Décadas de desarme y abandono, impulsado por políticas deliberadas de sectores que guiados por la ceguera de sus propios intereses y vendettas personales, entregaron los destinos del país y de su política exterior a los enemigos de la nación. No fue casual que los movimientos y corridas de personas como Nilda Garré ex ministra de Defensa y de su predecesor Agustín Rossi buscaran el amparo del anonimato y del silencio ante la oleada de cuestionamientos que comenzaron a llover.
Igual silencio se vio en la cancillería chilena que no se dio por aludido por la presencia de naves propias en aguas australes.

Por lo pronto, un inmediato control de daños se habría producido en el país trasandino cuando, repentinamente y a menos de un mes del incidente, la cúpula de la Armada chilena anunciaba el retiro de sus más altos almirantes supuestamente, para dejar vacancia a las nuevas generaciones.  Para algunas fuentes, eso fue una limpieza ante lo ocurrido como una forma de salvar la responsabilidad del estado chileno.

¿Cuál hubiera sido la reacción de Londres y de Santiago de Chile si Argentina hubiera tenido una capacidad defensiva respetable y por supuesto, un gobierno político a la altura de las circunstancias? Pues, habría habido un ingente movimiento diplomático para que, como dice el refrán “la sangre no llegue al río”. La reacción de Londres y en especial del Foreign Office habría sido mucho más visible e incluso, de una clara tensión que bien pudo haber usufructuado Buenos Aires a favor de sus reivindicaciones por la soberanía del archipiélago austral llevando a que los Kelpers reconsiderasen su postura.  

Pero la realidad es muy diferente y el incidente al menos ha servido para visualizar una verdad que había quedado oculta en los oscuros cajones de los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto argentino, referente a la claudicante firma de los tratados de Madrid en 1990 y que le otorgo a Londres, el control absoluto de la política económica y de defensa de la Argentina.

Este notorio condicionamiento de Argentina, ha ido viéndose en cada pista, en cada hallazgo[3] y en cada rueda de desinformación montada por la Armada dirigida por un ministro al día de hoy muy discutido por los familiares de los submarinistas. Queda claro que no hay margen para seguir argumentando política alguna tendiente a resolver la verdad material de lo sucedido y lo peor de todo, es que quienes podrían llegar a concretar ese resultado hoy navegan rumbo a los puertos de la Federación rusa.



[1] KONTRAINFO.com. “Informe ruso de Newsstreet.ru: Armada Real Británica y de Chile hundieron al ARA San Juan”. http://kontrainfo.com/exclusivo-informe-ruso-publicado-newsstreet-armada-real-britanica-chile-hundieron-al-ara-san-juan/ 
[2]PENSAMIENTO ESTRATEGICO Y POLÍTICO. “La hora de las respuestas”. Publicado el 2 de diciembre de 2018. https://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2017/12/en-debate-la-hora-de-las-respuestas.html
[3] MINUTO UNO. “Encontraron una radiobaliza que sería del submarino ARA San Juan”. https://www.minutouno.com/notas/3068108-encontraron-una-radiobaliza-que-seria-del-submarino-ara-san-juan