EN LA MIRA
“ES POSIBLE”
Al final los tira y aflojes de Tel Aviv sobre Siria tuvieron una
respuesta que refleja una realidad muy lejana a lo esperado
Por Charles H. Slim
En la noche del
9 de mayo los aviones israelíes lanzaron varios ataques en territorio sirio
alegando que buscaban degradar las instalaciones iraníes que se ubican en la
zona cercana a los Altos del Golán, más precisamente en Quneitra. Acostumbrados
a golpear y volver sin más novedades que las de haber lanzado sus cargas
mortales sobre un país soberano sin consecuencias internacionales, no esperaron
a encontrarse con lo que sucedería unos instantes después. Una batería de
misiles tierra-tierra del ejército árabe sirio lanzo desde su posición en
cercanías del Golán unos veinte vectores que no pudieron ser interceptados por
los sistemas antimisiles “Cúpula de Hierro” de Israel.
Aunque el hecho surge discutido sobre quién fue el que comenzó y en
especial, si fueron los sirios o los iraníes quienes contraatacaron, lo cierto
es que Israel no se las llevo de arriba. Como era de esperar, el gobierno
argentino, abiertamente pro-estadounidense y con un profundo compromiso
sionista, no ha dudado en darle la derecha a Israel, incurriendo una vez más en
la obsecuencia que solo refleja su ausencia de una política propia.
Para Tel Aviv el hecho fue un shock inesperado. La respuesta
contundente dada desde el lado sirio, además de causar serios daños en sus
instalaciones militares, ha enviado un mensaje político alto y claro que duele
aún más que los golpes de esos misiles y que señala “que Israel no es
invulnerable”. Ya se lo había demostrado con creces el Partido de Dios Libanes
Hesbollah en 2006, dándole a las FDI una lección militar que todavía no pueden
digerir. Agregado a ello, es innegable la potencial influencia que significo la
participación de la resistencia chiita para derrotar a las diversas bandas
mercenarias estaban apoyadas entre otros, por Tel Aviv.
Pero los movimientos israelíes previo que provocaron esta
respuesta, no fueron al azar. El 1 de mayo, Benjamín Netanyahu llevo adelante
un espectáculo mediático tratando de argumentar una supuesta violación del
tratado por parte de Irán. Para los mismos europeos y en particular para sus
gobiernos, lo de Netanyahu fue un show. El día 8 de mayo, un día antes, Trump
anunciaba la salida de los EEUU del Acuerdo multilateral iraní de los 5+1 del
JPCOA, dio el puntapié para tratar de poner a Irán en la mira de una posible
campaña militar y dando una señal
equivoca a los sionistas en EEUU e Israel de que Washington respaldaría en
cualquier forma a las intensiones de Tel Aviv por degradar definitivamente los
avances científicos de Irán. En este marco, los comandantes de las FDI
decidieron lanzar una operación contra las bases que tiene Irán dentro de
Siria, con la clara intensión de degradar la situación del gobierno de Damasco
en beneficio de los grupos mercenarios a los cuales, ya se sabe, Tel Aviv
provee de apoyo variado. Agregado a ello, se buscaba también encender la
provocación para una escalada mayor en la cual Tel Aviv sería respaldado por
EEUU.
Pero con la sorpresa que se llevaron, al parecer los planes se han
pospuesto hasta nuevo aviso. El motivo de ello, la postura rusa en el
conflicto. Más allá de que los medios
israelíes presentaron la visita de Netanyahu a Moscú como una forma de emplazar
a Putin en su apoyo a Siria (que es apoyado por Irán), quien realmente tiene la
sartén por el mango en la región es Moscú y en ese sentido le dejo bien en
claro que no toleraran que se ponga en peligro a sus efectivos en Siria.
Algunos han considerado que esto vino a cuento tras la destrucción
de una unidad antiaérea rusa “PANTSIR S1”tras el ataque realizado el jueves
pasado y que algunos expertos rusos consideraron que fue un golpe de suerte
propiciado por dos posibles motivos, o la unidad antiaérea no tenia municiones
o no estaba en servicio. Incluso por las filmaciones obtenidas del ataque,
muestran al vehículo totalmente descubierto y en campo abierto, una postura que
no se condice con el protocolo de operaciones. Lo cierto que ello fue usado por “Bibi” para
tratar de intimidar a Vladimir Putin lo que no fue tomado con mucho agrado (según
algunas fuentes que registraron el encuentro) por el mandatario ruso quien se
encargo de dejárselo claro al mandatario israelí.
Las acciones israelíes vuelven a ser parte del panorama de la
región. En realidad jamás dejaron de ser parte, ya que Tel Aviv siempre estuvo
involucrado en forma solapada y en muchos casos en forma directa en las
agresiones que se vinieron ejecutando desde la llamada “Primavera árabe”.
Actualmente hoy las cosas están más claras (pese a toda la basura
desinformativa que enturbia la realidad) y muchos mitos plantados por las
potencias occidentales y obviamente por Israel ya no tienen efecto sobre la
opinión pública mundial.
Actualmente se sabe que el Daesh, el Frente Al Nusra y otras
organizaciones como “Al Qaeda” son meras invenciones de las agencias de
inteligencia como la CIA, el Mossad israelí y el MI-6 británico tratando de
desensamblar la unidad social y nacional de los países árabes en los que han
sido infiltrados. Las tácticas de estas organizaciones han quedado al descubierto
y los argumentos del “terrorismo islamista” hoy es una fábula contada por las
grandes cadenas angloestadounidenses especialmente.
Detrás de todo esto, está oculto el objetivo que durante décadas
tanto Washington como Tel Aviv han añorado concretar y ese es, destruir a la
revolución islámica chiita de Irán y regresar al país persa a las épocas del
feudalismo corrupto del Sha donde ambos (EEUU e Israel) usufructuaban de las
riquezas petroleras a cambio de contratos de defensa, armamento y entrenamiento
en torturas y desapariciones de prisioneros, lecciones en las cuales son
especialistas los carniceros del “Shin Bet” israelí y sus colegas de la CIA.
Para Tel Aviv, su mayor anhelo es poder invadir el Líbano y
destruir al movimiento de resistencia islámica Hesbolla, el verdadero dolor de
cabeza para sus políticas de expansión territorial y el único factor de desequilibrio
estratégico en la región. Pero con lo que se pudo ver el 10 de mayo, ello no
será nada fácil de concretar.