“ESCALADA SUCIA”
La crisis creada
en torno a la “aparición” de esta supuesta pandemia del Coronavirus en China
puede tener un origen mucho más identificable que lo que algunos quisieran
aceptar ¿Se abrirá alguna investigación seria por parte de la OMS?
Por Charles H. Slim
El repentino brote de una gripe atípica en la
provincia china de Wuhan además de haber provenido de un origen artificial,
demostró hasta donde se puede llegar la irracionalidad y la perfidia con tal de
desbancar a un competidor. El 15 de enero último el representante chino Liu He
y el presidente de los EEUU Donald Trump firmaban en la Casa Blanca un acuerdo
para frenar la “guerra comercial” en la que ambos estaban enfrascados. Desde lo
protocolar, todo maravilloso y muy auspicioso, un triunfo de la diplomacia pero
deberíamos preguntarnos ¿Era suficiente este acuerdo para que EEUU o más bien,
su Establishment político y financiero norteamericano pudiera limitar la expansión
mundial de la economía china?
Para muchos no y la conocida falta de escrúpulos
de estos sectores del poder que se mueven en el bajo mundo anglosajón no les
habría impedido impulsar una acción siniestra que dejara a China en una
posición muy desfavorable tras la firma.
La repentina aparición de este virus causo además
del complejo problema de salud pública, una catarata de consecuencias que
impactan directamente en la economía y las finanzas del gigante asiático. Pese
a que la opinión pública mundial pueda llegar a creer que este tipo de
enfermedades surgen de la polusion ambiental, de costumbres alimenticias poco
frecuentes en oriente y los bruscos
cambios que están sucediendo en el factor climático global, no se pueden pasar
por alto los factores oscuros que desde las sombras potencian o incluso crean artificialmente
estos vectores infecciosos.
Según
reportan los informes sanitarios chinos el primer caso de este tipo de SARS fue
detectado el 8 de diciembre de 2019 en un grupo de personas que laboraban en un
mercado de mariscos en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei.
Los casos evidenciaban una especie de neumonía
agresiva que causo a los pocos días la muerte de los afectados. Incluso varios
de los funcionarios médicos y algunos de los trabajadores de la Comisión
Nacional de Salud china intervinientes murieron a las semanas por haberse
contagiado. Para contener la posible extensión de esta extraña infección, el
gobierno ordeno la inmediata cuarentena de toda la población de Wuhan (11 millones
de habitantes), la cual fue cercada y aislada por las fuerzas armadas populares.
Por estas horas los medios occidentales han creado una oleada de pánico con
todo lo relacionado a China y eso ha propiciado un impacto negativo sobre la
población china que entre otros aspectos, impacta sobre su comercio
internacional.
Los medios masivos de información occidentales han
hecho epicentro en difundir una supuesta”infección desconocida”, una “pandemia”
nunca vista que podría matar a millones de personas. Esto al mismo tiempo generó el pánico por
parte de sus vecinos quienes tomaron inmediatas medidas de seguridad sanitaria,
dejando a China prácticamente aislada del tráfico e intercambio de personas y
mercaderías por tierra con socios tan importantes como son Mongolia y Rusia.
El efecto de la inflación mediática occidental que
incluso ha creado una oleada de “chinofobia” (temor a los chinos) en todo el
hemisferio, parece tener benefactores directos
e inmediatos, desatando fundadas sospechas de que este brote podría haber sido
creado deliberadamente. Para ello hay que tener en cuenta las probabilidades
para ello. Las armas biológicas son desde hace mucho una temible realidad y no
están precisamente en manos de “locos terroristas” como nos han acostumbrado
los pasquines de la prensa occidental. Para ir deduciendo quienes son y como
pudieron hacerlo, veamos algunos efectos de todo esto.
Las exportaciones de materias primas chinas se han
detenido súbitamente y sus productos no pueden ingresar dentro de los países de
la UE, de Australia, EEUU y Latinoamerica hasta que no haya perspectivas de una
mejora en la situación de salud en China.
Lo mismo está sucediendo con las importaciones de
gas natural del Golfo Pérsico a China. Sus más importantes exportadores de este
producto Qatar e Indonesia ya no están pudiendo entregar sus cargas en los
puertos chinos desatando una catarata de demandas por incumplimientos de
contrato invocando en muchos casos “fuerza mayor” (Como el caso de la empresa
china China National Offshore Oil Corporation).
Como señalan los medios estadounidenses, la
declaración del brote de éste Coronavirus esta produciendo la acumulación de
materias primas sin colocar en los mercados chinos lo que ha planchado los
precios de materias primas industriales (imprescindibles para la industria
China) afectando obviamente a los países exportadores quienes han debido bajar
sus precios causando al mismo tiempo, el temor en los fabricantes de productos
que ante las perspectivas de saturar sus stocks, retrasan o incluso detienen su
cadena de producción.
Ello por consiguiente ha llevado a un impacto
negativo sobre los mercados financieros
pronosticando al mismo tiempo la brusca desaceleración de la economía
china que por efecto de esto último frenara el crecimiento sostenido que había
venido teniendo en los últimos años y al mismo tiempo, abaratara –muy convenientemente- los costos de
producción para los EEUU.
Para Donald Trump y en especial para el Establishment
que planifica y ordena la agenda imperial de Washington la situación no puede
ser más auspiciosa.
Al mismo tiempo algunos han denunciado que los
grandes intereses operando en “Wall Street” estarían inflando los precios como
parte de una maniobra para concretar una nueva “estafa Ponzi” que llevaría a
una crisis financiera similar a la de 2008. Y si eso no era suficiente, ésta
crisis esta siendo aprovechada por Washington para dejar al gobierno chino como
ineficiente y poco seguro para enfrentar una catástrofe sanitaria como la que
los medios occidentales plantean. Ahora bien, como podrá usted advertir es todo
demasiado conveniente para EEUU.
Ojiva con Agentes Biológicos |
Esta última conclusión no es azarosa ni ligera. Las
evidencias obtenidas en los últimos días así lo indican. Según las
investigaciones de los científicos chinos, el SARS que compone esta infección
no era una cepa desconocida y mucho menos, corresponde a una mutación salida de
una “sopa de murciélago” o de otro pobre animal como publicaron en unos primeros
instantes los medios norteamericanos. Cuando existen conexiones con sectores de
la política altamente complejos y que pueden traer consecuencias ciertas, es
cuando más esfuerzos hay en los medios oficiales por tapar algo. Sin más
rodeos, la pandemia que los medios occidentales han estado fabricando para
diseminar indiscriminadamente contra China no es otra cosa que un virus
previamente conocido y elaborado por la bioingeniería estadounidense.
Se trata del “SARS CoV”, patentado el 25 de abril de
2003 a nombre de una docena de
científicos estadounidenses Center of Desease Control and Prevention, una
agencia federal gubernamental dependiente del Departamento de Salud y Servicios
Humanos de los EEUU, dejando en evidencia que dicho virus además de no ser de
origen natural, es una construcción antigua de los laboratorios de guerra
biológica estadounidenses los cuales no solo están en situados en territorio de
los EEUU sino que muchos de ellos se hayan territorialmente diseminados en al menos
seis lugares alrededor del globo.
La revelación además de la fecha, informa cual es la
patente de este virus que se halla bajo la denominación US7220852B1, lo que no
deja lugar a dudas de que esta cepa, además de preexistir a éste brote y estar
almacenada en los depósitos de armas biológicas del gobierno estadounidense,
podría –operación negra mediante- haber
sido transportada a China y esparcida disimuladamente entre la población de
Wuhan en previsión del acuerdo que se estaba por firmar. Obviamente esto es una
suposición construida con los fuertes argumentos aquí vistos y basada en los
extensos y destructivos precedentes que ha granjeado los EEUU en su inocultable
ambición de controlar al mundo o sino ¿Usted que cree?