“UNA NECESIDAD ESTRATEGICA”
Por qué la
inversión en el desarrollo de la defensa es una cuestión ineludible e irrenunciable
para un estado serio
Por Pepe Beru
El Nuevo milenio no solo ha traido nuevas
circunstancias y realidades geopolíticas y estratégicas sino también, novedades
en lo que hace a las formas y los medios tecnológicos para contar con una
defensa eficaz y moderna. La historia de los conflictos armados del siglo XX ha
dejado una amplia y extensa enseñanaza para los estrategas militares y también
para la industria armamentística, de lo que puede suceder si no se tienen las
herramientas adecuadas para conjurar una amenaza externa o cuando creyeron que
las tenían, ver como muchos de sus productos terminaron siendo anacrónicos para
las nuevas amenazas contemporáneas.
No caben dudas de que el área de la defensa es una
de las más importantes de un estado nación y ello puede advertirse en cuanto a
los riesgos y los peligros ciertos que pueden amenazar su estabilidad política,
económica y humana. La realidad de ello se podido advertir con los ejemplos históricos
y contemporáneos más claros como fueron
las situaciones orquestadas contra Iraq (entre 1991 a 2003), Yugoslavia (1999),
Afganistán (2001), Libia (2011) y el actual paradigma de Siria. No es posible
asegurar que un estado será soberano y seguro si está desarmado o
defectuosamente armado, aquellos casos citados casos son un claro ejemplo de
las consecuencias de ello.
Los casos anteriormente citados –y salvando las diferencias propias de cada caso- tienen un punto
en común y ese es la deficiente protección aérea con la que contaban para poder
proteger su soberanía, por medio de la cual, EEUU y sus aliados de la OTAN
pudieron penetrar con amplia impunidad en los espacios aéreos de esos países
que, en algunos de estos casos estaban
pobremente defendidos. En algunos casos las fuerzas armadas y en particular sus
aviaciones estaban surtidas de armamento y aparatos de origen soviético y en
algunos casos puntuales, bastante obsoletos. Sobre la base de esa diferencia tecnológica,
los agresores pudieron hacer sus despliegues militares con una notable
impunidad y concretar sus objetivos sobre el terreno.
Batería SZU-23 |
Caso muy diferente se da actualmente con Siria que,
más allá de que hasta 2011 a igual que Iraq contaba con equipamiento y
armamento de origen soviético, su gobierno tuvo la acertada visión de renovarlo
(y obviamente en medio de una circunstancia geopolítica muy diferente) y para
ello, haber obtenido la pronta asistencia material –entre otras- de la Federación rusa.
Y claramente que fue una medida de gobierno acertada
y estratégicamente inteligente ya que desde que los productos rusos llegaron a
Siria, los planes de EEUU y sus aliados –en
especial Israel- han fracasado de forma rotunda.
No hay que olvidar que
Israel ha estado tratando de aprovechar las circunstancias para –entre otras- apoyar a las bandas armadas (Proxies) prestandoles
–entre otras asistencias- apoyo aéreo
con intrusiones furtivas que con un alto grado de impunidad por la vetusta
defensa antiaérea siria. Fue así que desde que llegaron y se instalaron en
Siria los nuevos sistemas S-300, S-400 y los S-125 “Pechora” la aviación
israelí ha visto dificultada sus agresiones aéreas debiendo realizar ataques
desde gran altura desde los cielos libaneses.
Como se puede advertir, el estado sirio puso una
raya a los aviones israelíes y también a los ataques con misiles que son
interceptados con alta precisión por los mismos sistemas rusos.
S-400 Instalado en Siria |
El pilar para mantener la operatividad de esta red
de defensa es el llamado sistema de guerra “Ciberelectrónica” GLONASS también de
origen ruso que además de darle precisión a las baterías antiaéreas y prevenir
de ataques en progreso, ha demostrado ser una sofisticada y eficaz barrera
electrónica contra ataques de misiles crucero de origen estadounidense BGM-109
“TOMAHAWK” lanzados desde sus fragatas en el Mediterraneo. La aparición de este
novedoso sistema ha roto la sesera de los militares norteamericanos quienes se
han visto frustrados tras los últimos ataques misilisticos. Para ello,
Washington y sus aliados han echado mano
a la argumentación de índole ambiental tratando de establecer la idea de que
las ondas electromgneticas son un peligro para los vuelos civiles. Los principales
denunciantes son de empresas aéreas (en especial emiraties) que apoyados por
algunos investigadores europeos alegan que el uso de este sistema, causa la
alteración electromagnética del espacio circundante perturbando las rutas de
aviones y barcos de uso civil. Si bien ello puede ser posible por la naturaleza
del sistema, no hay que olvidar que en 2018 aviones israelíes usaron un avión
de transporte para ocultarse y lanzar un ataque sobre Siria.
La actualización de las defensas aéreas sirias
implicaron también la puesta en servicio de nuevos sistemas de misiles de alcance intermedio “BUK” y
Pantsir” con los cuales se lograron interceptar los ataques misilisticos
realizados a larga distancia por EEUU en 2017 y 2018. La multimillonaria
inversión de Damasco en modernizar su parque misilistico claramente está harto
justificado dado que, de haber permanecido con los viejos sistemas SAM (S-75) y
los S-200 “Angara”, el indudable que habría terminado igual que Iraq y Libia.
El relegamiento de la materia de la defensa ha sido
motivos de varias catástrofes históricas e incluso, la perdida de derechos
(políticos, económicos, energéticos) y la libertad de pueblos enteros. Se trata
de una política importante y estratégica para el desarrollo de un país,
prescindir de la defensa por excusas anodinas o irrazonables es tan peligroso e
irresponsable como abrirle las puertas al enemigo. Hay en muchos casos un alto
grado de ignorancia y hasta candidez en el abordaje de esta materia, pero
también existe un trasfondo mafioso que corrompe las instituciones, situación que no puede ser controlada en estados con
poca solidez institucional.
La inversión y gasto en defensa no tiene razón de
ser para quienes sostienen políticas de neutralidad y pacifismo. En realidad
estas posturas de ciertos políticos son irreales y nada practicas en el mundo
actual y son más bien la declaración de deseos de ciertos sectores partidarios
sin peso electoral y de funcionarios nada responsables. Las retoricas de una
neutralidad bien intensionada y que nadie puede amenazarte si no te metes, hace
tiempo que pasaron al olvido. Pregonar que un estado no tiene vocación
beligerante o que la negociación política soluciona todas las controversias que
comprometen sus intereses estratégicos, parece ser el discurso de gobiernos
anodinos que no quieren asumir responsabilidades.
A4Q de la Naval argentina |
Aquello ha demostrado ser una falacia discursiva que
se ha escuchado durante mucho tiempo en Argentina y sobre la base de la cual se
fue desmembrando –con fuertes
incumbencias partidarias- su área de la defensa. A tal punto han llegado en
esta inconsecuencia que hoy puede verse como en medio de la actual situación de
la pandemia del COVID-19, sin recursos logísticos y operativos de sus FFAA el
actual gobierno no puede cubrir con sus efectivos una parte del Amba.
Actual ejército argentino |
Un punto particular sobre la maltrecha situación de
la defensa argentina, vemos que al día de hoy carece de aviación militar y de
sistemas de defensa antiaérea moderna que proteja los extensos cielos del país
(incluyendo los que se extienden sobre sus extenso litoral marítimo). El atraso
que muestra en esta área es más que preocupante y no se resolverá con las
ridículas medidas, como las últimamente adoptadas por el actual ministro de
defensa Agustín Rossi (el mismo que durante el gobierno de CFK, paradójicamente
ayudo al desguace de las FFAA) que viendo que su gobierno no pudo movilizar
sino un pobre ejército con apenas camiones de transporte y unas cuentas cocinas
de campo, sin personal ni equipamiento,
ha llamado a reclutamiento de jóvenes con el incentivo de un sueldo de 25.000
pesos mensuales y cobertura médica como si con ello, se pudiera solucionar un
problema tan grave para la subsistencia del país. Si a eso se le pretende
llamar una medida estratégica o de fondo, ciertamente que Argentina esta
perdida.
A la vista de esto y considerando la situación del
archipiélago del atlántico sur ocupado por el Reino Unido de Gran Bretaña y la
OTAN, la irresponsabilidad política y el amateurismo es notable.
Cuando la posibilidad de reestructurar su Fuerza
Aérea con equipamiento de la industria armementistica rusa estuvo al alcance
del gobierno de CFK (con la posibilidad de acceder a aviones MIG-29, SUKHOI-30
o incluso los formidables SUKHOI-35), le falto el coraje político para llevarlo
adelante demostrando la subordinación geopolítica en la que se hallaban.
Pero en otro nivel, vemos como el desarrollo de las
actuales amenazas trasnacionales que están íntimamente vinculadas a las
operaciones de organizaciones irregulares vinculadas y apoyadas desde cubierto
por ciertos estados y otras organizaciones trasnacionales, han llevado la
inestabilidad y el caos controlado a varias zonas del mundo persiguiendo
multiples objetivos. Solo las políticas proactivas de negociaciones diplomáticas
y de prevención defensiva han conjurado algunas de estas amenazas.
La organización de FFAA convencionales con el
formato del siglo pasado es claramente anacrónica y solo puede servir para
hacer vistosos desfiles pero nada más. La dinámica de los conflictos de los
últimos treinta años hasta esta parte demuestran –con ejemplos destacados- como ya no se distinguen a los
combatientes de los civiles y con ello, no se respetan las convenciones y
protocolos internacionales que prohíben someter a las poblaciones a las
prédicas de la guerra.
La disolución de las FFAA de un estado como efecto
de acciones externas como lo es una intervención política o armada (bajo las
más desopilantes excusas) como las vistas en estas dos últimas dos
décadas, es causa de la atomización y
disgregación de la fuerza nacional sumiendo a una nación en la anarquía y el
caos bajo el control de grupos irregulares que no tiene más lealtad que la de
sus propios objetivos los cuales en muchos casos, son fomentados por la fuerza
interventora.
Sin dudas que la inversión en el desarrollo de una
defensa solida e inteligente combinada con el despliegue de un ejército bien
equipado y adaptado a las nuevas tácticas de guerra, podrán asegurar los
intereses de una nación.