domingo, 17 de noviembre de 2024

 

¿UN G-4 DE LA MORALIDAD?

¿Qué implicancias supondrían para Argentina la idea de un pretencioso bloque “moral” propuesto por los Milei en la cumbre de conservadores de Florida?

 

Por Javier B. Dal

Como bien podemos ver, los cambios que se están produciendo en las relaciones internacionales son mucho más acelerados que lo que cualquier analista haya podido prever. Entre el pánico en Washington por perder los resquicios de hegemonía que aún le queda y el paulatino crecimiento de la alternativa BRICS+ tirado por la locomotora comercial China, no faltan intensiones de crear un gran caos. Sumado a esto, el tipo de relaciones geopolíticas que antes nadie se hubiera animado a predecir están a la vuelta de la esquina.

El triunfo de Trump parece haber sido detonador de estos cambios y Sudamérica es el centro de ellos. Con el viaje que el presidente “libertario” Javier Milei y su hermana a la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) realizada en Mar a Lago, Florida, llevaron consigo una propuesta novedosa, muy ambiciosa y altamente peligrosa para la seguridad nacional y regional. Milei ha propuesto a Donald Trump la creación de una “Liga de naciones conservadoras” que tendría la finalidad de aunar lineamientos morales y políticos comunes, económicos-financieros y por supuesto geopolíticos con estados y mandatarios que él considera con afinidades valorativas.

A primera vista, surgen muchas dudas de la sustancia moral de algunos de estos miembros[1] y menos aún, su legitimidad para imponerla a los demás.

Queda muy claro que la chispa de esta idea que no es otra cosa que conformar una alianza “judeo-cristiana” (veladamente islamófoba y anti oriental), surgida del entorno de los Milei, muy cercano y ligados ideológicamente a la embajada de Tel Aviv en Buenos Aires.

Para concretar estos planes, los Milei han propuesto integrar esta formación con Italia, EEUU e Israel como una alternativa conservadora a la llamada agenda 2030 de la ONU que como es sabido, fue pospuesta al 2045. Esto no debiera asombrar ya que hemos dicho que los Milei están seriamente comprometidos -más allá de lo religioso- con la militancia política sionista que muy poco tiene de espiritual y se halla profundamente consustanciada en el Establecimiento estadounidense y que al parecer los Milei y sus partidarios quieren emular en la Argentina.

Obviamente que esta asociación irá revestida de un relato mediático amañado y con muchos adornos para persuadir al rebaño popular de que esto es muy bueno.

Por ahora solo es un boceto pero, ello pone en perspectiva la volatilidad y el maniqueísmo político que hay en la sociedad y en particular, la clase política argentina -reflejada en los medios capitalinos- que de un momento al otro pasó de ser la posible puerta de ingreso para Rusia en el continente a una zona de libre movimiento para EEUU (sus aliados europeos) y de un estado genocida como Israel.  

Aunque algunos tratan de distanciar esto de las “relaciones carnales” del menemismo en los noventas, sus esfuerzos son estériles ya que se ve claro que son una continuación, pero mucho más profunda y riesgosa para la seguridad y la integridad del país. La propuesta de los Milei apunta a generar una cooperación comercial y militar en la cual a los ojos de quienes quieren ver, Washington saca todas las de ganar. Milei cree que con ello ganará puntos con la personalidad de Trump para que éste gestione ante el FMI un nuevo desembolso de 10 mil millones de dólares destinados a reforzar las arcas del Banco Central y a su vez aliviar la tan proclamada salida del cepo cambiario.

Milei y su hermana al parecer se olvidan que pese a los efusivos abrazos, brindis y sonrisas de George H. Bush con Carlos Menem a comienzos de los años noventa, las promesas y compromisos por la buena voluntad proferida a Washington quedaron en la nada. La participación de la Armada Argentina en la coalición que peleo la guerra contra Iraq de 1991 es un ejemplo medular de esto. Aquella experiencia -más allá de lo institucional- no le rindió ningún beneficio político al país, por el contrario, fue un salto gratuito a un conflicto que se ha ido agravando con el paso del tiempo y perdura hasta estos días.

En lo que respecta al interés económico-comercial, no es nada nuevo. Argentina -indistintamente de sus gobiernos- siempre ha estado a saga de lo que dice y hace Washington con lo cual, no hay grandes novedades sobre esto. Sobre la cooperación militar, ello viene ratificar lo que ya habíamos dicho antes sobre los planes del actual ministro de defensa Luís Petri de comprometer a las FFAA en las operaciones militares de la OTAN en Eurasia (contra Rusia), en el Mar Rojo y en las que Israel está llevando de forma indiscriminada y brutal en la Franja de Gaza y en el Líbano. Esto no sería otra cosa que el cambio de “carne de cañón” en guerras ajenas por beneficios monetarios. A pesar de que en su momento el ministerio desmintió por varios canales que eso fuera a suceder, lo esbozado por los Milei en Florida dice todo lo contrario y confirman nuestras fuentes.

Esto también implicaría la profundización y galvanización de las relaciones oficiales entre la CIA y la actual Secretaría de Inteligencia con lo cual, ello abrirá las puertas de par en par a sus socios británicos del MI6 y a los israelíes del Mossad. Ante esto cabe la pregunta ¿Dónde quedan los intereses estratégicos del país y entre ellos la situación de ocupación británica en las islas del atlántico sur?

En cuanto a la membrecía de Italia en este grupo, habría que ver como lo tomará el gobierno de la república y particularmente la propia primer ministra Georgia Meloni quien aún no sale de su estupor por el escándalo de espionaje y robo de información sensible por parte de una empresa italiana que a fin de cuentas, encubría una operación de la inteligencia israelí. Meloni y en especial el estado profundo italiano tienen mucho para pensar antes de confiar con esta clase de socios.

 



[1] En especial Israel que a las últimas masacres en el campo de refugiados de Deir Al Balah del norte de Gaza ha cometido varios crímenes de guerra en el Líbano, uno de los últimos registrados fue el 14 de noviembre con el ataque con bombas guiadas de alto poder contra el barrio de Choueifet Al Aamoroussieh al lado del aeropuerto de Beirut.  En lo que respecta a EEUU, la nómina de crímenes y desastres que su política exterior ha creado tan solo en los últimos treinta años ya no pueden justificarse como errores de una política guiada por nobles fines.

sábado, 16 de noviembre de 2024

 

JIHAD.Co

¿Por qué es una infamia el uso y ligazón de la palabra Yihad al terrorismo?, ¿Quiénes son los verdaderos creadores y ejecutores intelectuales de este emprendimiento injurioso?

 

Por Charles H. Slim 

Si hay una farsa sucia y dañina de todas las montadas por las agencias de inteligencia de las democracias occidentales y esparcida con persistencia y malicia por sus auxiliares mediáticos, esa sin dudas ha sido la referida al origen del terrorismo orquestada contra el Islam desde fines del siglo pasado hasta pasada la primera década del presente.

La arabofobia ya venía siendo una cuestión muy instalada desde los medios en las sociedades angloestadounidenses (cine, radio y grandes periódicos) en especial desde que Israel se erigió en medio de Palestina y que se amplió en 1991 con la “Tormenta del Desierto”. Pero si hubo un momento en que esto se potencio, ello fue creando el odio contra el Islam tras los sucesos (ataques de falsa bandera) del 11 de septiembre del 2001. La siniestra finalidad de esto lo vimos inmediatamente con las farsas inventadas contra Afganistán e Iraq. Obviamente en cada uno de estos casos, los intereses en cada uno de ellos si bien eran diferentes, la cabeza de turco que los identificaba y que daba argumento a la “lucha contra el terrorismo” era el Islam y los musulmanes.

El tiempo fue revelando esto y así supimos que el Talibán pese a ser viejos socios de la CIA, estaban siendo molestamente impermeables a los intereses energéticos de Washington (PNAC)[1]. En cuanto a Iraq, las mentiras fabricadas con falsos informes de la CIA, el MI6 y la algarabía del Mossad alegando -con documentos apócrifos- sobre la posesión de armas de destrucción masiva (ADM) y fantasiosos vínculos con “Al Qaeda” dejaron expuesta a la administración de Bush-Cheney sin que ello cortara con estos juegos sucios. La fabricación de estas causas mediante la táctica de la “falsa bandera” paso de ser un secreto a ser motivo de uso y abuso que termino por revelar lo que muchos estadounidenses tempranamente habían denunciado: El gobierno nos ha engañado.

La táctica se centró en apoderarse, manipular y deformar el significado de la palabra “yihad”, que es una institución islámica, para cubrir acciones criminales que nada tienen que ver con ella.

Durante la ocupación de Iraq, vimos como se plantaron falsos grupos que reivindicaban ser “yihadistas”, es decir, comprometidos en la lucha contra el opresor (en este caso los angloestadounidenses) pero que en realidad eran mercenarios y criminales destinados a desacreditar a la resistencia. En esos menesteres se vieron involucrados la inteligencia militar ocupante con la cooperación de sus socios civiles, de agencias árabes (en especial saudita y qatarí) y políticos iraquíes quienes por un puñado de dólares, traicionaron a su pueblo y a su país. Así luego vino Libia en 2010, Siria en 2011 (donde además se proveían sistemas anti-tanque TOW entre otros), la infiltración de ISIS en Iraq en junio de 2014 -previa supervisión del senador John Mc Cain- y los fallidos intentos de hacerlo en Yemen.

Esta maquiavélica operatoria nunca fue abandonada y hoy en las actuales circunstancias bajo el latiguillo de la “seguridad nacional” se está reactivando. Cada uno de estos “programas” de la CIA fueron puestos en el freezer hasta nuevo aviso. Así el terrorismo como estrategia de desestabilización controlada, nunca se dejó de lado. Hoy se comprueba una vez más esto con la facilitación y traslado de asesores ucranianos (entrenados por estadounidenses y británicos) que llegan a territorio sirio controlado por los estadounidenses ¿Asesores de qué y para quién? Del uso de tácticas con drones explosivos destinados a los “yihadistas” financiados por los sauditas para atacar a las fuerzas rusas en Siria.

Estos mercenarios y criminales que se escudan detrás de la “yihad”, solo sirven a los planes de Washington y sus aliados atlantistas, hechos que hemos comprobado con holgura en Iraq, Afganistán y Siria y que los medios se han esmerado en tapar. Así farsas como “ISIS” (surgido de un contubernio entre el MIT y la CIA) pasando por “Jabbat Al Nusra” y la docena de agrupaciones aprobadas por el Gran Mufti saudita o la misma “Al Qaeda” (tempranamente esbozada en 1979) fueron creadas para desplegar caos e inseguridad en beneficio de las intervenciones occidentales y de un actor en especial: Israel.  No por casualidad la llegada de Rusia a territorio sirio en 2015 dio comienzo al fin de estos embustes.

Moscú sabe de esto y tiene precedentes de cómo las agencias occidentales manipularon estos recursos para esparcir el caos en las ex repúblicas caucásicas mediante el islamismo militante, intoxicado con doctrinas elaboradas por los laboratorios del MI6 británico y socios árabes de las Mukhabarat del golfo.

¿Cómo puede ser que gobiernos árabes-islámicos cooperen con potencias occidentales para masacrar musulmanes? La respuesta es una solo: Negocios amigo! Es por ello que los reduccionismos baladíes, los odiosos estereotipos y las acusaciones generalizadas que desde medios y editorialistas han justificado las masacres más aberrantes y deleznables que hemos visto desde finales del siglo pasado hasta las que vemos en Palestina hoy, no son aceptables.

Tampoco culpemos de todo a Trump. Aunque seguramente se servirá de estos trucos, él no los invento ni tampoco tiene el control. El sistema y la elite política estadounidense tiene una simbiótica e histórica relación con el sionismo y que más allá de republicanos, demócratas o independientes perdura su influencia en La Casa Blanca. Trump, pese a no ser tolerado por ese sistema y una parte del sionismo estadounidense, mal que peor sigue siendo funcional a la geopolítica de Israel.

Con este marco, no hay dudas que habrá más trabajo para las agencias de inteligencia y especialmente para sus áreas de “trucos sucios” rediseñando y orquestando el desarrollo de nuevas operaciones de falsa bandera (mediante ataques terroristas en zonas urbanas) en nuevos escenarios esta vez, con dos objetivos islámicos evidentes a ensuciar: Yemen e Irán.

 



[1] Planificados por los neoconservadores en el Proyecto del Nuevo siglo americano https://es.wikipedia.org/wiki/Proyecto_para_el_Nuevo_Siglo_Estadounidense

miércoles, 13 de noviembre de 2024

 

BAD NEWS FOR PEACE

Why should the citizens of the United States, let alone the world, get a head start on celebrating the return of another Republican administration led by Donald Trump?

 

By Sidney Hey 

When people plunge into crisis they will look for salvation in strong leadership. The problem is not strong leaderships but the leaders that people believe they elect, believing them to be strong. The people are not wrong, if they elect certain people as their leaders it is because they consider it convenient, from then on if they fail and everything goes wrong it falls within their responsibilities.

Trump has won with more than 72 million votes, there is no doubt that Americans have opted for his leadership, so they are fully aware and responsible for what they have chosen and its consequences.

Nor have the liberals and the scholars of a democracy that has not existed for a long time won with Trump. Whoever believes this is not only ignorant of the American reality but is a real idiot, as we could see in some obsequious political and governmental figures in South America such as the Zionists Javier Milei and Jair Bolsonaro.

But don't be fooled. Trump didn't win because of his promises to end the war in Ukraine or stop the genocide in Palestine, forget it! It was the votes of deep-country Americans, those rural, blue-collar and grey-collar workers in the big cities who can barely pay their taxes, high food prices, rent and a cost of living that the political class doesn't suffer. That is the America that elected Trump, not the Democratic elite of plutocrats, charlatans and snobs more tied to the Hollywood artist community and the music industry than the problems of mortals.

Even Latino immigrants, Asians and a portion of Muslims voted for Trump. Although he detests them and has said all sorts of insults against them, these unfortunates who have migrated to the land of alleged liberty and opportunity are forced by convenience and necessity to kiss the hand of their tormentor.

The funding of the calamities of war in Ukraine may have a pause, but it will surely be for stratagems rather than a sincere pursuit of peace with Russia. The same with the support for Israel and its ambitious plan to try to destroy the Republic of Iran, cleanse the Gaza Strip of Palestinians and try to capture southern Lebanon. Because as someone in Washington would say, ‘It's the deep state stupid!’

Who is celebrating Trump's victory? There is no doubt that those applauding in the front row are the neo-conservatives and their good Zionist partners (especially those of AIPAC) who see in him and his team the unmissable opportunity to plunge the US headlong into an all-out war in the Middle East and all... for Israel. This is where the American citizen wakes up and sees in time that he will continue to be the one who pays for these plans.

Ohio Senator J. D. Vance, a perfect exponent of the typical ultramontane Christian Zionist and very functional in the hemisphere for Israel. Perhaps that is why Trump put aside past quarrels and insults to focus on making common cause at a time when the interests behind them need them.

Linked to this who are also on a roll are the ‘defence’ corporations of the Military Industrial Complex, those warmongering oligarchs or let's call them what they are: Arms dealers. And it is not only the Americans and their European partners who are (curiously) celebrating, but also the Israeli businessmen, the biggest dealers in weapons of all kinds, implements of torture and systems of repression that any police state could wish for.

Some are ruminating that senile old Biden might, before he leaves the White House, make several bulk arms shipments to the neo-Nazi junta in Kiev, but don't you think Russia is expecting such a move? There is no need for Biden to order such a move as Trump will continue with the Zelensky support agenda and Moscow is well aware of this. Those dispatches that will surely be sent using triangulated ports as soon as they arrive in Odessa will be shattered by hypersonic missiles and they know that very well in Washington.

Even the pitiful obsequious governments of emerging countries such as Argentina have expressed their joy and most effusive sympathy for this triumph. To such a degree does the obsequiousness of the Milei government reach that its officials, as a way of praising Donald Trump, wore blue suits, white shirts and red ties. But very real. Apparently this government has the strange belief that with these signs they are going to receive the monetary aid they are begging for with every administration that arrives at the Casa Rosada.

Speaking of serious matters where life and death are involved, the Trump administration brings many uncertainties and great dangers, especially for those who are not in tune with the policies of the White House. On the trade front, it has already been made clear that Trump will apply a total and very aggressive protectionism that will be especially focused on shutting down the economy, putting obstacles in the way of imports and, as he has already hinted, passing NAFTA up his ass.

But if there is a priority and strategic objective for the incoming administration (in addition to seeking to destroy the Republic of Iran) it is to screw up China's trade and most likely seek to destabilise the BRICS+, thus making it clear that the Trump administration's strategy will be a combination of confrontation at the commercial level without leaving aside military options.

 

 

sábado, 9 de noviembre de 2024

 

MI AMIGO EL ESCORPIÓN

¿Por qué algunas agencias de inteligencia no pueden con su naturaleza?

 

Por Yossi Tevi

Los países del occidente y muy particularmente en los anglosajones y todos los de la UE parece que no han aprendido de la fábula del escorpión y el sapo por medio de la cual se enseña que por más que alguien diga ser amigo y pese a arriesgar su propia supervivencia, no puede con su naturaleza dañina.

Eso es lo que viene pasando con las relaciones entre Israel y sus lacayos occidentales que pese a la esclavitud culposa en la que se han sometido por hechos del pasado y que tratan de globalizar para beneficio de dicho estado, son usados y traicionados a placer por sus servicios de inteligencia.

Por estos días una de las mayores preocupaciones del Mossad es hacer control de daños por los brutales y masivos crímenes que se han cometido y que los asesinos a sangre fría de reservistas y colonos siguen llevando a cabo en Gaza y Cizjordania. A propósito de esto, muchos de estos cobardes que han masacrado niños y mujeres palestinas en campos de refugiados ya han sido eliminados en el sur del Líbano poniendo en evidencia la naturaleza de su valor para pelear mano a mano con combatientes reales.

Hace una semana se supo que una red del Mossad a través de una empresa privada con base en Milán, había estado escuchando e interviniendo desde el 2019 las comunicaciones de organismos de seguridad y de altos funcionarios de gobierno de Italia incluida a la presidenta del Consejo de Ministros Georgia Meloni y el presidente Sergio Mattarella.

Esto no es una novedad en Sudamérica y en particular países como Argentina donde sus gobiernos (sin distinguir en ideología o partido), bajo una combinación de idiotez, desconocimiento y complicidad ha instalado en sus sistemas informáticos de organismos militares y policiales (y hoy seguramente en la nueva SIDE), Soft-Ware israelíes que luego terminan trayendo sorpresas o como se suele decir, puertas traseras que el fabricante no te dirá.

El escándalo en Italia se desato tras las publicaciones en diarios italianos[1] en donde se detallan las implicancias de ex funcionarios policiales y elementos de otros gobiernos europeos con agentes de Tel Aviv. Como era de esperar, la noticia no trascendió con la fuerza y magnitud que el escándalo representa.

Tal como suele operar el servicio de inteligencia israelí, el trabajo lo hacen otros algo para lo cual compran voluntades, especialmente de aquellos elementos más corrompibles de una sociedad. Como verán el Mossad no es una agencia de beneficencia ni es un órgano policial (como algunos idiotas sugieren), todo lo contrario. En este caso los implicados italianos ya han sido detenidos y según sus identidades las filtraciones que proporcionaron habrían comprometido información sensible del estado de la república y lo más escabroso, información sobre la vida privada de Meloni y Mattarella.

Pero lo sucedido en Italia no es nuevo. EEUU mismo en el pasado ha sido blanco de traiciones similares por parte de sus socios israelíes.  Incluso no hace mucho, durante la administración Trump-Pence, una de las más obsecuentes con el régimen sionista y la que más beneficio a la carrera política de Benjamín Netanyahu, fue blanco de una operación de espionaje en los edificios gubernamentales más importantes en Washington ¿Qué sucedió? El Mossad había instalado una red de dispositivos de escucha que intrusaba en las comunicaciones telefónicas, internet y ambientales dentro de los recintos del gobierno, incluido el despacho presidencial del buen Trump.  

En esa ocasión cuando el servicio secreto de La Casa Blanca por casualidad detecto los dispositivos en las inmediaciones del edificio y tras inspecciones en otros edificios públicos, sonaron las alarmas y los más recalcitrantes funcionarios de Donald no tardaron en acusar al FSV ruso o incluso a los chinos de esta afrenta a su seguridad. Pero apenas la CIA rastreo el asunto supo que había sido el Mossad y lo había ordenado en persona “Bibi” Netanyahu quien desconfiaba de la verborragia de su colega neoyorkino.

En aquel entonces tras bambalinas se pusieron de acuerdo y como dice el dicho que “la sangre no llego al río” pero la comunidad de inteligencia estadounidense y en particular la CIA tomaron medidas para evitar nuevas sorpresas de sus traicioneros socios.

Por supuesto que los servicios de inteligencia estadounidenses no tienen las manos limpias. Pese a toda propaganda y los cansinos discursitos que durante décadas han salido desde Washington sobre la democracia, la libertad y bla, bla, bla, sus métodos son tan abrasivos y sucios como los de una dictadura militar africana o de aquellas que supieron alentar en Latinoamérica. La única diferencia entre unos y otros es que en la CIA no se usa uniforme.

Fue la CIA y la NSA quienes intervinieron los teléfonos de los mandatarios de los principales países de la UE y los funcionarios de este bloque siendo el caso más publicitado el de la canciller alemana Angela Merkel a quien se le había intervenido su teléfono y pese a estar encriptado, pudieron monitorear sus llamadas y mensajes ¿Acaso Merkel era considerada un mandatario sospechoso como cualquier enemigo de Washington?

Hoy con el escandalo del Mossad en Italia, vuelve a salir a la superficie quién es quién en este supuesto bloque democrático. Lo descubierto allí solo es una pequeña parte de lo que seguramente está llevando a cabo Israel en toda Europa y que no se limitaría a espiar comunicaciones de los gobiernos sino también para acechar a partidarios de la causa palestina y a organizaciones afines. Lo que sucedió en Gran Bretaña unos meses atrás no fue solo la instigación inducida por sectores sionistas gestionada por elementos del MI5, sino también con nexos con el Mossad.

No hace mucho que el MIT turco detuvo a una red de espías israelíes que estaba reclutando criminales para llevar adelante una campaña de terror y secuestros contra partidarios pro-palestinos. Obviamente hay una extensa distancia entre Erdogan y Meloni aunque, ambos son mandatarios de países miembros de la OTAN que se han visto acechados por un estado supuestamente aliado.

Sin dudas, Meloni encaja mejor en la fábula del sapo y el escorpión y confiada por la supuesta afinidad política con Tel Aviv y su membrecía en la OTAN nunca se imaginó que le podían hacer esto. En cambio, Erdogán, es otra cosa. No porque sea un gran mandatario y menos aún una buena persona, sabrá que ese escorpión lo acecha para picarlo ¿Y cómo lo sabe? Por el solo motivo de que es tan bastardo y traicionero como Netanyahu.  

 

  

viernes, 8 de noviembre de 2024

 

EL PLAN PARA LA DERROTA

¿Por qué la junta neonazi ucraniana liderada por Zelensky debe preparar un plan para aceptar lo inevitable? Ha llegado la hora de un baño de realidad

 

Por Charles H. Slim

La suerte está echada para Zelensky y su junta de neonazis. La llegada de Donald Trump a La Casa Blanca implicaría en teoría un renunciamiento a los abultados paquetes financieros y militares que la administración de Biden ha estado entregando para sostener una guerra que como ya se ha comprobado de forma categórica, su régimen ya ha perdido.

Es seguro que en la cabeza del sosias de Netanyahu se le repite de manera insistente una pregunta ¿Qué hacer?

Recordemos que hasta hace poco el pretensioso Zelensky  en medio de una situación calamitosa de sus tropas en toda la línea del frente y obviamente en Kursk habló del un “plan para la victoria” y del cual sus propios patrocinadores arrugaron la cara en muestra de descreimiento. Y razones no faltan para ello dado que ¿Qué pruebas hay de que haya un camino trazado o las condiciones reales para llegar a ese objetivo? Por las pruebas en el terreno y las notorias derrotas que registran las fuerzas ucranianas, la única victoria asegurada es la de la Federación de Rusia.

Incluso los editorialistas de los medios del occidente colectivo y sus subalternos (como los argentinos), ya no pueden agudizar más su imaginación sin caer en el ridículo si se atreven a tratar de mostrar a Kiev como un posible vencedor. Alli es donde radica ese sordo silencio en los medios del hemisferio sobre la situación en Ucrania.

A la par de lo que sucede en el campo de batalla, en la política y la diplomacia las cosas no podrían estar peor, en especial para la OTAN y sus socios interesados en seguir manteniéndola como caja de recaudación de los negocios que trae la guerra. Están muy conscientes que Trump se las arrebatara de las manos y entonces ¿Cómo mantendrán sus estilos de vida, sus costos lujos, gastos familiares, las prostitutas y las drogas?

Peor aún, los socios atlantistas hoy más que nunca y tras la victoria de Trump están desatados en pánico que bien puede traducirse en un verdadero “sálvese quien pueda”.

No importa lo que diga Macron, lo que afirme Starmer o lo que vocifere Rutte, los ciudadanos europeos, quienes han estado solventando con sus impuestos la aventura militar ordenada por una administración norteamericana liderada por un viejo senil ya han llegado al hartazgo. Eso mismo es lo que en alguna medida sucedió en la elección de Trump. Los ciudadanos estadounidenses han visto caer su estilo de vida a niveles de sus antes lastimeros vecinos latinos y hoy es muy común ver en los vecindarios de las ciudades estadounidenses como los típicos blancos, viven en sus automóviles, o en cajas de cartón o tal vez en el mejor de los casos en casas prefabricadas de madera reciclada.

Y mientras los ciudadanos estadounidenses se hundían cada vez más en el fango de la miseria y el olvido de sus gobernantes, allá arriba en Washington DC la elite política y su circulo de aduladores de medios y del superficial mundo del entretenimiento, facturan sin cesar gracias a dinero dibujado por un Departamento del Tesoro que no tiene una sola onza de oro como respaldo. Así Biden, los Clinton, Obama y toda esa panoplia de aduladores que se inscriben bajo el mote de “liberales”, han demostrado que son tan dañinos y letales como son los republicanos que en enero subirán al poder con Trump. Pero lo más importante para subrayar es que todos ellos sirven al “estado profundo”, el verdadero monstruo que los controla como marionetas.

¿Cómo ha terminado gran parte de los billones de dólares invertidos en el pozo negro de Kiev? Las imágenes que el Ministerio de defensa de Rusia son categóricas, pero de ningún modo serán puestas en las pantallas de los medios del occidente colectivo. Docenas de vehículos atlantistas yacen quemados, destruidos o algunos abandonados intactos por sus tripulantes que han preferido rendirse o tratar de huir a pie. Así vehículos Marder, tanques Leopard alemanes, los Stryker, Humer y M1224 MaxxPro americanos, los Bushmaster australianos tan solo capturados en Krasnoarmeisk y Kursk son un golpe seco en los huevos para los jerarcas occidentales.

En cuanto a la suerte que correrá la aventura militar en Eurasia y con Zelensky y sus partidarios es algo que Donald Trump no va a poder dejar a un lado a riesgo de que le vuelen la cabeza. De seguro sus asesores ya deben estar elaborando una estratagema por medio de la cual trataran de conformar a Moscú.

Pero los más realistas en Washington y en especial en el área de inteligencia saben que los rusos no van a picar. Quien realmente debe estar muy preocupado es Volodymyr Zelensky ya que, aún él no tiene certeza de que lo que le supuestamente Trump le prometió durante la campaña, lo cumplirá ¿Qué le habría prometido? Según una fuente no confiable, Trump le habría echo llegar a Zelensky por canales discretos un mensaje de confianza. Pero sabemos que Trump suele borrar con el codo lo que escribe con la  mano.

Como van las cosas en el terreno se hace muy difícil que Vladimir Putin y su gente se traguen cualquier anzuelo y gazapos como los que ya tuvieron que soportar en todos estos últimos diez años de conflicto. Si las tropas rusas van avanzando de forma progresiva y con ello van capturando cada vez más trofeos atlantistas que luego serán puestos en exposición pública o analizados por los militares para hacer “ingeniería inversa” ¿Qué interés podría tener la Federación de Rusia para negociar sobre la base de propuestas fantasiosas y hasta delirantes? Si Zelensky pretende poner un plan en la mesa debería ser el de reconocer su derrota incondicional.

El mensaje que envió el secretario de prensa del Kremlin Dimitri Pezcov tras el triunfo de Donald Trump es más que claro. No hay nadie para saludar del otro lado ya que, incluso el presidente entrante fue parte fundamental en la escalada que terminó con la actual guerra. De ahora en adelante Donald Trump será valorado solo por sus actos.