NACIONAL
“A DÓNDE IRÁ LA
ARGENTINA POST-KIRCHNERISTA”
Puede la Argentina volver a las épocas del neoliberalismo y del alineamiento automático con Washington
Por. Javier B.
Dal
Aunque
muchos hablen de que el pueblo argentino es pacífico, otros lo tachan de abúlico
y otros hasta de pusilánime, eso no significa que sus sectores políticos y en
especial los más extremos –sean de derecha o de la izquierda- no guarde
ansias por desquitarse por viejas cuentas.
Si como dice el tango “veinte años no es nada”, doce años de
Kirchnerismo ha sido más que suficiente para agitar los ánimos partidocráticos y eso parece que traerá consecuencias.
Han sido años de posicionamientos
de estéril extremismo, basados en una ideología anacrónica y realmente
improductiva. En lo que hace al campo de la política exterior de Argentina
habría que preguntarse ¿Qué posicionamiento adoptara cuando se decida el
Balotage y asuma el nuevo gobierno?
Nuevamente parecerá asomar la tan
costumbrista “dualidad” que tiñe la vida política del país; el “ser o no ser”,
el “River Boca”, “Radicales o Peronistas”, se materializan en la nueva
disyuntiva que pone al país ante dos sendas internacionales muy opuestas: o la continuidad con una aparente vía de un
multilateralismo con apoyo de Rusia y China o la vuelta al unilateralismo que
caracterizo a la era del “peronismo-neoliberal” menemista.
Los extremos parecen verse con
las posibilidades de que, sea Macri o
Scioli, el ungido para ocupar la Casa Rosada. Recordemos que la presidenta
Cristina Fernández en conferencia con su homologo ruso, le aseguró que Scioli
mantendría las relaciones con su país e incluso que “profundizaría la
integración” (1), como una forma de dejar entrever que de ganar el candidato de
CAMBIEMOS se cortarían los hilos que su gobierno había venido tendiendo de
forma apresurada y desprolija.
En apariencias, Daniel Scioli se
encargaría se continuar y profundizar las relaciones con Moscú, Pekin y los
países progresistas del continente que cabe aclarar, vienen siendo sometidos a
una fortísima campaña mediática direccionada desde Washington buscando el
colapso de sus gobiernos. Aunque las
dudas sobre la manejabilidad del candidato del FPV se han puesto de manifiesto
en varias opiniones de los más variados analistas nacionales, la opción es
mucho más segura que la de que Mauricio Macri
sea el presidente quien, no caben dudas, encarrillara al país por la
senda de una nueva relación “carnal” con Washington y con Londres que raramente
traiga beneficios para la población de a pie.
El posicionamiento que hubo
venido teniendo el gobierno del FPV sobre el tema Malvinas, es el indicado para
reafirmar las reclamaciones sobre la soberanía pero, se han quedado en eso y
nada más. Y es allí donde la política hacia Malvinas y todo el archipiélago ha
quedado a los ojos de muchos argentinos y de los mismos británicos como un globo de artificio para tratar de encolumnar con
fines meramentes partidistas, al electorado nacional. Y ello puede intuirse con
mucha claridad, dado que si el gobierno K buscaba realmente, luchar por la
soberanía de las islas y de las aguas adyacentes, se hubieran puesto en marcha
políticas reales y de entidad con las cuales obtener herramientas plausibles
para negociar en un marco de igualdad ante la potencia invasora.
Por el contrario, en apariencias
la eficiencia no es una nota que destaque en la llamada “Campora” que tras el
fiasco del velero “La Sanmartiniana”, convirtió a la presidenta y al gobierno
argentino en el hazme reír para los “Kelpers” (2) quienes además de comprobar
una vez más que Argentina no es amenaza para ellos, se han adueñado de la
embarcación como trofeo a la estupidez del FPV.
Es por eso, que para los Kelpers,
las bravuconadas de la presidenta argentina no representan nada más que,
vociferaciones vacías que no tienen el más mínimo impacto en los altos canales
diplomáticos internacionales y menos aún, una amenaza de hecho para su
situación en las islas. La pruebas de todo esto, es la situación de indefensión
del país que no puede ser amenaza ni para el pequeño Uruguay.
Otro de los aciertos que encaró
el FPV pero que fue hecho en el marco de una forzada situación internacional a
la que Buenos Aires no podía escapar (3), es el memorando de entendimiento con
Irán que guste o no a los
incondicionales de las embajadas de Estados Unidos e Israel, busca que se lleve
adelante una investigación conjunta para arribar a la tan esquivada verdad. Ante
la realidad de que Washington y Teherán establecieron su propio memorando de
entendimiento para afrontar el peligro del “ISIS”, en apariencias todo lo
pasado sobre el “malvado de Irán”, era historia. Incluso, este documento fue
realizado y puesto en vigencia contrariando la anterior posición de su gobierno
con el entonces Néstor Kirchner quien –y es necesario recordar- , en
sintonía con los mandatos de Washington y Tel Aviv, creo la Unidad especial de
investigaciones AMIA y eligió como fiscal a cargo al Dr. Nisman, fallecido en
sospechosas circunstancias.
Sobre esto último, sin dudas el
país entro en el tablero de un juego muy peligroso y del cual no se sale cuando
uno quiere. A pesar de los intentos de banalización y de tapar las
consecuencias que pueden devenir de jugar sin red en las grandes ligas de la
política internacional, el asunto está presente y continuara evolucionando por
más que los políticos y sus funcionarios distraigan al público con programas de
entretenimiento y de ridículos debates televisivos.
Las palabras de una de las
figuras de CAMBIEMOS, dejaron entrever algo muy preocupante; Elisa Carrió, muy
conocida por su cercanía con Tel Aviv invitada a un programa de TV dijo que
espera que no haya venganzas, como negación de que en algún sector de esa
alianza a la que aspira al poder, hayan ansias de de revancha contra los doce
años de obsecuencia, corrupción y arbitrariedades del FPV y contra muchos de sus más destacados
personeros. Por supuesto que esa
preocupación fue diluida inmediatamente con cripticas frases y su característico
pseudo misticismo nesionista-evangelico-radicheta.
Pero el peligro de una posible
venganza, es real; si la gente de Macri se hace con el poder, detrás de él se
instalaran en el estado profundo y en los puntos clave de la infraestructura
nacional, los sectores
pro-estadounidenses y sionistas que –como de costumbre y silenciosamente- concretaran
desde las sombras la venganza que la
mística política argentina trata de desprenderse.