DEFENSA Y SEGURIDAD
“CÓMO ES LA
SITUACIÓN DE LA DEFENSA HOY”
Con la salida del gobierno del FPV la nueva administración encontrara muy poco en una de las áreas más sensibles para la actualidad
Por Charles H.
Smith y Javier B. Dall
A pocas horas del recambio de gobierno, la
situación que reviste el área de la defensa nacional muestra un estado
lamentable. Sobre el particular, habría que preguntarse ¿Qué dejaban los doce
años de gobierno K para la defensa nacional? La respuesta obvia a esta
pregunta, choca con las incoherentes políticas discursivas kirchneristas que, falsamente se
autodenominaban –parte de la propaganda- como “nacional y popular”.
Pero aquellos rimbombantes adjetivos, no
significaron –como lo pensaron algún que otro viejo general- que los “K”
iban a borrar al ejército argentino y a las otras fuerzas, para conformar unas
nuevas “Fuerzas Armadas Revolucionarias” o tonterías como esas. ¿ Y por qué de
este razonamiento? Simplemente, porque los K ni ninguno de sus segundones,
tenían nada de revolucionarios ni menos aún, la ambición de emular a quienes teóricamente
admiraban.
Desde la llegada de Néstor Kirchner al poder
en 2003, la situación de as FFAA fue de mal a peor y no solo por una cuestión
claramente ideológica o “pseudo-ideológica” –dado que el matrimonio Kirchner
nunca hizo nada en épocas del gobierno militar- ya que, no se hubieron
encontrado rastros o evidencias sobre la posible militancia armada, política o
meramente de simpatía de los K con algún grupo como Montoneros o el ERP. Menos aún, se pudo comprobar que la “doctora”
Fernández hubiera ejercido como patrocinante o
defensora de presos políticos durante los años de plomo. Por ello, cuando se alega que ese desprecio
al sector castrense nacional se enraizaba en su comunión con los camaradas
marxistas y los “nacionalistas” del setenta, se trató de una impostación falsa
que solo buscaba reclutar a los sectores más activos y revoltosos dentro del
espectro más bajo de la política nacional.
De este modo
el gobierno K mezclo mal los términos y paso a manejar asuntos de estado
como cosas del partido (FPV) y los de éste como situaciones de estado lo que
con el paso del tiempo y ante la obsecuencia de la mayoría de la clase
política, mediática y poblacional fue degenerando en una mezcla heterogénea y
tóxica que fue corroyendo aún más las delgadas uniones que habían entre los argentinos.
A la vista de esto, estaba cantado que
no podía haber esperado en la previsión de ese gobierno, algún desarrollo
geoestratégico y menos aún uno referido a la defensa, pilares vitales para enfilar al país
en un rumbo determinado de la política internacional.
Un viejo amigo me dijo, “los argentinos somos
victima de nuestra propia historia”, tratando de explicarme “por qué” el
gobierno de los K, habían desaprovechado la oportunidad histórica de poner en
práctica la verdadera visión de desarrollo que el mismo Gral Perón había
previsto con su llamada “tercera posición” y en la cual, la potencialidad de
Argentina pasaría por una autosuficiencia –entre otras- en el campo de
la defensa. Lo que sucede es que el llamado “Kirchnerismo” lejos hubo estado imbuido
de los valores fundacionales del peronismo y menos aún de la doctrina de un
nacionalismo popular.
De esta manera, para el gobierno K no hubo
ningún interés en establecer un plan de desarrollo geoestratégico ni para
corto, mediano y menos aún para largo plazo, especialmente y –quisiéramos pensarlo-
sabiendo que la actualidad mundial requiere un estudio serio y profesional
sobre cómo encarar los nuevos desafíos que como el “terrorismo trasnacional” y
el “narcotráfico” no distinguen al
momento de buscar nuevas plazas.
El sistema inmunológico de Argentina está tan
bajo que puede ser afectado por cualquiera de estas virulencias que no serán
solucionadas con discursillos seudo-humanistas o cantinelas pacifiqueras que
solo esconden el miedo al compromiso a iniciar y desarrollar altas
responsabilidades por parte de una clase política abúlica, perezosa y corrupta,
que se ha acostumbrado a la política de
la contingencia y el chiquitaje.
Y el gobierno saliente no fue menos en esto y
como pudimos ver anteriormente, últimamente la cartera a cargo del
impresentable Agustín Rossi fue consecuente en la característica improvisación
y falta de tacto político de los ajenos a la materia, para desarrollar un
programa coherente para el área. Recordemos, cómo por el accionar de un
valiente oficial de la Fuerza Aérea Argentina y en momentos que el gobierno en
forma improvisada pretendía anotarse un punto a la vista de las decrepitas FFAA,
trato de cerrar un contrato por el cual se constituiría en una verdadera estafa
económica, política y operacional con los famosos aviones “Kfir” (1) que tan
amablemente Tel Aviv vendía con
chistosas condiciones.
Lo único que podrá anunciar como un “logro”
para la Armada, será la llegada de los cuatro “navíos” rusos que, según por
entonces las fuentes del gobierno azuzaban como temibles unidades a incorporar
en las empobrecidas dársenas portuarias. Navíos como una manera de decir, dado
que son solamente unos simples remolcadores. Según fuentes de entonces, tras la
salida del contingente naval que viajo a Rusia a buscar estos “navíos”, aquel esperaba
encontrar algo muy diferente a lo que, al final de cuentas terminaron viendo y
conduciendo a nuestros puertos. Es que se habían creado ciertas expectativas
entre los círculos del almirantazgo “K” y el Ministerio de Defensa ruso, éste
último con interés de que Argentina pudiera acceder a alta tecnología naval con
el ofrecimiento de cruceros “Clase Kirov”, oferta que había sido declinada por
el simple hecho de que el gobierno CFK sabía que a Londres no le agradaría la
adquisición. Entre varios de sus
acólitos se preguntaron ¿Dónde estaba la política nacional de decisiones
independientes y soberanas?
Ni hablemos
de la raleada posibilidad de adquirir los potentes aviones MIG-31 E, que
hubieran representado una ventaja tan amplia para el control y la defensa de
los espacios aéreos y marítimos nacionales, que varios temas como la pesca
furtiva, las incursiones impunes de la real
marina británica, estadounidenses y hasta el control aéreo en zonas fronterizas
donde diariamente pasan vuelos del narcotráfico, habrían hallado una respuesta
bastante contundente desde el estado.
Pero muy lejos de aquellas charlas y
negociaciones, claramente truncadas por el miedo político –y de perder los
beneficios monetarios en bancos extranjeros- de los “revolucionarios K” al “qué
dirán en Washington y Londres”, el contingente naval argentino regresa
tripulando cuatro modestos remolcadores (2) que poco tienen de estratégicos y
obviamente, están muy lejos de “azuzar” a los británicos, que desde su centro
de inteligencia naval de Port Stanley en las Islas Malvinas, se descogotan de
la risa al ver pasar las nuevas adquisiciones de Buenos Aires.
Tan modestos y sin ningún propósito militar
son estos barquitos, que haciendo una recreación de las amenazas existentes hoy
día y que son cotejables por cualquier investigador, un solo hombre –como los
que se ven operando en Siria- operando un sistema de misil TOW-2, puede enfocar
desde una distancia bastante considerable al objetivo, volar desde un punto costero remoto a este “navío”
y hundirlo hasta el fondo de la costa sin que la tripulación se diera cuenta
que les pego. Y ante esto, la pregunta es inevitable ¿Quiénes son los que
pensaron estas adquisiciones?
1-PENSAMIENTO ESTRATÉGICO y POLÍTICO. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/11/en-debate-justo-tiempo-se-frustra-la.html
2- AGENCIA TELAM. “La Armada incorporó los
buques rusos que se destinaran a la Antártida y funciones ambientales”. http://www.telam.com.ar/notas/201512/129232-buques-defensa-rusia-armada.html