NACIONAL
“LAS
PREOCUPANTES CONEXIONES DE WASHINGTON CON EL NUEVO GOBIERNO”
Cómo el salto sin intermedio desde la izquierda “populera” a una derecha siniestra puede afectar a la Argentina y la región
Por Charles H.
Slim
No caben
dudas de que tras la salida de Cristina Fernández y sus arremolinados
partidarios, Argentina obtiene una posibilidad de respiro pero, con una
observación cercana de los funcionarios que el nuevo presidente Mauricio Macri
ha nombrado y por los bizarros antecedentes de varios de ellos, los argentinos deberían, si quieren ahondar
en los antecedentes de alguno de ellos, ir preparándose un broche para
colocárselo en la nariz. Por lo pronto,
algunos pocos valientes periodistas han comenzado a desenmascarar a la mayoría
de los que ocuparan puestos clave en el gobierno, haciendo valer aquel dicho
que “quién avisa no traiciona” (1).
Antes y para entender el “por
qué” de estos señalamientos, hay que situarnos en el marco geopolítico en el
que Argentina actualmente se ve comprometida
y sus acuerdos celebrados con países tan relevantes como China, Rusia e
Irán, cada uno por temas diversos y que a su vez, no son del agrado de los
nuevos gobernantes y mucho menos de sus respaldos a nivel internacional en
Washington y Tel Aviv.
Para comenzar es ineludible recordar las conexiones del entonces alcalde
de la ciudad autónoma de Buenos Aires con las embajadas de EEUU e Israel, con
las cuales llegó a tal grado de amistad que, solicito informes detallados de
cuáles eran los mejores candidatos para seleccionar al jefe de la policía
metropolitana. Fue así que ambas agencias sin dudarlo le dijeron que “Fino
Palacios” era el candidato idóneo. Casi como un acto inconsciente, Macri no se
había dado cuenta que al decir públicamente y ante un grupo de periodistas que
había acudido al “Mossad” y a la “CIA” “porque son los que más saben de todo y
de todos”, estaba dejando entrever que “esas agencias extranjeras” realizaban
una prospección clandestina e ilegal
sobre el pensamiento de la población y
quizás lo más grave desde lo institucional, que estaba violando abiertamente los
principios básicos que sostienen a la soberanía política de la república.
Pero esa anécdota, era solo la
antesala que mostraría quiénes serían los que se encolumnarían con fervor
ideológico detrás del proyecto PRO. La
primer exponente de este reparto pro-estadounidense podemos verlo en la
diputada Patricia “La Piba” Bullrich, quien ha sido nombrada nada menos, que
como jefe de la seguridad nacional. Tan variopinta como un camaleón, la “piba”
es un fiel exponente de los mercenarios de la política contemporánea. Con un
pasado negro como miembro de “Montoneros”, se hubo jactado de pasar a engrosar
la nómina de la CIA en la Argentina. En sus últimas actividades como lobista a
sueldo de los sectores sionistas estadounidenses –entre ellos Paul Singer-,
se ve circunstancialmente muy involucrada en las últimas llamadas que recibió
el asesinado fiscal Nisman, sin que los medios conservadores nacionales se
hayan interesado en remarcarlo. Para remarcar la entidad de su involucramiento
en ese fatídico hecho, se resume en que de las últimas sesenta llamadas que
habría tenido el fiscal en aquel domingo antes de aparecer muerto, veinte son
de la “piba” y eso parece quererse ocultar por los “medios independientes”.
Otro sector archisensible para la
seguridad nacional como es la inteligencia, pasara estar ocupada por la macrista Silvia Majdalani, quien entre sus
antecedentes cuenta con nada menos, que el vaciamiento de la caja de la obra
social de Panaderos en la época de Menem, en momentos que Bauzá era su jefe
(2). Esta impresentable mujer, pese a
los antecedentes que reviste, fue colocada para el cargo de subdirectora en la
nueva AFI por el flamante presidente, lo que vuelve a retrotraer esa sensible área a las olvidables épocas del
neoliberalismo menemista que tan servilmente funcionó para EEUU y aliados. Con
esta nueva orientación política la AFI pasara a ser nuevamente funcional a las
agencias externas, como un apéndice más centrando sus objetivos sobre
cuestiones de interés propio.
Otro ejemplo bastante similar es
el que se presenta con Laura Alonso, que como diputada de la Nación por la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tiene tras de sí una activa agenda en pro de
los intereses norteamericanos e israelíes en el país. Con la fachada de la
defensa de los derechos de la mujer mediante la promoción de ONG´ s como Vital
Voices que es una creación del Departamento de estado norteamericano –gobierno-
impulsada por nada más ni nada menos que la criminal Madelein Albright, en
parte responsable por la muerte de 500.000 niños iraquíes durante el embargo a
Iraq. Continuadora de esta pantalla de la CIA, es otra reconocida criminal como
es la senadora demócrata Hillary Clinton, impulsora durante su periodo de
secretario de estado de Obama, del reclutamiento y armado de grupos mercenarios
que cooperasen con la OTAN para intervenir en Libia.
Laura Alonso junto a el embajador de EEUU en 2008 |
A pesar de que la propaganda que
nutre éste tipo de ONG como impulsoras de la democracia y el mejoramiento de la
vida de las poblaciones donde
intervienen, como se puede ver sus antecedentes en lo que hace a sus “orígenes”
y sus “impulsores” no son los más
recomendables. Igualmente a una convencida como Laura Alonso de que, “la
democracia se impone a bombazo, torturas y mentiras”, todo esto no le importa y
mucho menos, cuando la paga es suculenta.
Por lo pronto, la nueva
administración argentina es vista como un muy buen augurio desde Washington y
Londres; de esta manera se reflejan en los medios anglosajones, quienes
pronostican el regreso a las “buenas relaciones” entre Buenos Aires, Washington
y Londres, lo que llevaría no solo al
regreso de las humillantes “relaciones carnales” que tanto elogiaba aquel
canciller llamado Guido Di tella –y que no dieron nada al país-, sino
también y como consecuencia de ello al corte de las estrechas relaciones que se
habían establecido con Rusia y China, vislumbrándose una acrecentada hostilidad
contra la república de Irán por el sensible acercamiento del futuro gobierno a
Tel Aviv.
Las señales no se han hecho
esperar y en el horizonte empiezan a vislumbrarse con claridad, las intensiones
de estos sectores. El Jerusalem Post del 23 de noviembre reflejaba que
la elección de Mauricio Macri era “inequívocamente” beneficiosa para Israel y
para los judíos, dejando en evidencia que éste nuevo gobierno viene a cumplir
con las expectativas que tiene el sionismo en general y Tel Aviv en particular,
para que Argentina, entre otras, destruya definitivamente el memorando de
entendimiento con Irán y se lo acuse de haber sido el autor de los atentados en
Buenos Aires, una expectativa expresada a boca de jarro por el conocido magnate
sionista estadounidense Paul Singer y que reflejó con fervor la directiva
política judía a cargo de la DAIA.
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