EN LA MIRA
“AMERICA GREAT AGAIN”
Cuáles son los obstáculos y los enemigos ocultos que podrían interferir en la propuesta de Donald Trump para devolver al pueblo estadounidense su verdadera libertad
Por
Charles H. Slim
Desde la llegada
del presidente de Donald Trump a la Casa Blanca, todo ha sido un mar de
contrariedades y no porque dicho mandatario haya sido el artífice del enredo
desinformativo del cual todos somos privilegiados testigos, sino más bien
porque sus enemigos han sabido explotar la verborragia incontrolable del
mandatario. Los medios conservadores y varios sectores de la prensa que se
presentan como la “izquierda” norteamericana y que curiosamente comulgan con el
ala demócrata de Hillary Clinton, tratan de presentar a Trump como el peligro
para la estabilidad de los EEUU, para las relaciones comerciales
internacionales y hasta incluso un peligro para la paz mundial.
Pero
debemos ser realistas y considerar que como lo han hecho desde hace décadas,
los medios estadounidenses han estado pintando una realidad completamente ajena
a la verdad y ello se fundaría en que, existen reales temores en que Trump
puede llegar realmente a desmontar el gran aparato mafioso que desde hace diez
y seis años atrás mantiene cautivo al pueblo norteamericano, en vilo a amplias
regiones del mundo y causando más inestabilidad política por meras ambiciones
sustentadas por intereses corporativos mixtos que se disfrazan como un presunto
“Globalismo liberal” busca beneficiar al resto del mundo.
Para
que no caiga en el engaño, recuerde que estos sectores “liberales” fueron los
mismos que sostuvieron las mentiras oficiales de la administración Bush-Cheney que
causaron millones de muertos y participaron activamente en argumentar la
supuesta “primavera árabe” que destruyo a Libia.
Esos
sectores del estado profundo estadounidense y que se ven muy bien representados
por exponentes tales como Hillary Clinton, John Mc Cain o la señora Victoria Nuland no han tardado en
dar sus primeros movimientos para reactivar y acelerar un estado de
descomposición político y diplomático existente con Rusia, usando a Ucrania
como la punta de lanza contra los pobladores del Donbass y Rusia.
En
ese sentido la reactivación de las operaciones militares del gobierno títere de
Kiev y que ha causado daños y bajas entre los pobladores de aquella región
rusofona, representa una activación conveniente de las hostilidades
aprovechando que la figura del presidente Trump causa tantas controversias como
confusión. De ese modo, acciones brutales como las vistas el último 2 y el 3 de febrero contra Donetsk y sus
alrededores no pueden ser más que provocaciones direccionadas a desatar alguna
reacción de Moscú.
El
sorpresivo bombardeo de artillería con baterías de cohetes GRAD y obuses
pesados sobre la población civil de la región, ha sido condenada con energía
por el Kremlin y desde donde tampoco se ha dudado en condenar enérgicamente a
las exclamaciones realizadas por el representante ucraniano ante la ONU
Volodymyr Telchenko que se jacto de dicha acción describiéndola como “un ejemplo de la fuerza y de las
capacidades del ejército ucraniano”, detrás del cual actúan varios equipos
especiales foráneos entre los cuales hay elementos británicos y estadounidenses.
Cualquiera
de los lectores podría pensar ¿Pero no es riesgoso para la imagen pública de
EEUU, apoyar este tipo de acciones criminales? Y la respuesta es casi
automática y lo es mediante una respuesta ¿Acaso ha habido alguna repercusión
masiva en medios occidentales sobre tales acciones? Y recién allí hallaran la
respuesta definitiva. Si este tipo de acciones las hubiera realizado Rusia que
no queden dudas de que habría aún en sus horarios de mayor audiencia el “BREAKNEWS” sobre lo que ocurre en aquella región y no
faltarían historias lacrimógenas con elementos deliberadamente añadidos y
muchos otros falsos.
Cohetes GRAD ucranianos |
Tal
como se puede entender, lo que ha ocurrido y lo que seguramente seguirá
ocurriendo en el Donbass no sucede sin el conocimiento de Washington desde
donde hace tres años se respalda a un gobierno que además de usurpar el poder,
no duda en apoyar a grupos de matones ultraderechistas para intimidar a los
opositores y aplastar a los ciudadanos rusofonos que el gobierno de Poroshenko considera
de segunda, a como dé lugar. Precisamente esos sectores del neocon y sus
aliados que se hallan enquistados en el poder político norteamericano y al cual
Donald Trump ha denominado el Stablishment ganan mucho al poner en brete al ocupante de
la Casa Blanca que a la vista del público incauto, queda como el promotor y
sustentador de este tipo de acciones.
Para
darle mayores ingredientes oscuros a estos crímenes, se ha verificado que el
ejército ucraniano ha usado armamento pesado que se haya prohibido en convenios
internacionales y más precisamente por los acuerdos de Minsk. A pesar de la gravedad que este tipo de actos
representan para la legalidad internacional y mucho más cuando son lanzados intensionalmente
sobre poblaciones civiles, en Washington o en Bruselas –Sede de la OTAN- poca
o ninguna repercusión ha habido al respecto.
Pero
si hay un actor que también tiene mucho que decir y no hace nada es la Unión
Europea y en especial Gran Bretaña aunque nunca haya pertenecido a ella, que ha
estado más que implicada en las operaciones de las llamadas “Revolución de
Color” que montadas por las agencias de inteligencia, han jaqueado a gobiernos
de países de la Europa de este.
Y es
que estos actores poco pueden explicar sobre lo que viene ocurriendo allí. Si
así lo hicieran simplemente se auto incriminarían y dejarían al descubierto el
mismo juego sucio que tan recurrentemente han empleado en otras regiones del
globo, con la mera finalidad de lograr el enfrentamiento interno de los lugares
en donde intervienen. En Ucrania han echado mano a la polarización ideológica
que perdura desde la segunda guerra mundial y que causo tantos desencuentros en
la sociedad nacional. A ello le han
agregado las instigaciones a las divisiones étnicas y religiosas existentes que
tan claramente han fomentado en el mundo
islámico durante los últimos 16 años.
Para
estos sectores hay mucho que perder. No solamente la parte de los acostumbrados
negocios de armas que engordaron sin límites sus cuentas bancarias y otorgaron
tan prospero bienestar a sus familias a costa de la riqueza ajena y de la vida
de millones de personas alrededor del planeta, sino también perderían las
aspiraciones a lograr deshacer a los estados nación para que bajo los engañosos
cuento de hadas de la “globalización” y sus beneficios, solo apuntan a crear
grandes bolsones poblacionales sin identidades ni lealtades nacionales y con
solo una finalidad, convertirlos en meros sujetos de consumo del gran mercado
que unas pocas familias detentan bajo su control.
Tal
como lo han señalado algunos expertos, la administración de Trump está siendo
saboteada desde adentro, algo que se comprobó por las continuas fugas
informativas sobre el contenido de las llamadas telefónicas con otros
mandatarios extranjeros (VZ.ru. “Trabajo de Trump es torpedeado por su propia
administración”. http://vz.ru/world/2017/2/10/857517.html
)
Estos
sectores ahora tienen la posibilidad de emplear ese caos para orientarlo contra
un odioso inquilino en la Casa Blanca y si las cosas empeoran, será el
presidente Donald Trump el que ha propiciado estas situaciones. Si la prensa
adicta al sector neocon y sus aliados sionistas han estado deformando la
realidad de los anuncios del presidente sin explicar el origen de varios de
esos anuncios, claramente podemos entender que lo que se ha desatado contra los
pobladores del este de Ucrania, implica una táctica más en el plan por arruinar
públicamente la incipiente gestión de Trump. De este modo, si hay violencia
pues y en ella se involucran grupos neonazis que son pertrechados y armados por
el estado ucraniano –que a su vez es apoyado por Washington-, será por
la ineludible y única venia del presidente Trump quien ha dejado suficientes pruebas ante el
público de cuáles son sus principios y socios políticos con los cuales pretende
volver a convertir a “América nuevamente grande”¿ Se lo permitirán?