DEFENSA Y SEGURIDAD
¿PRIVATIZAR LA DEFENSA?
La interminable situación de indefensión de la Argentina sin considerar la compleja realidad geoestratégica en la que se halla ha llevado a que se esté contemplando una opción nefasta ¿Hay margen para implementar una medida de semejante entidad?
Por
Charles H. Slim
Aunque
muchos argentinos puedan llegar a escandalizarse, esto le está pasando por la
cabeza de alguno de los asesores y CEOs
que el gobierno de Mauricio Macri tiene ocultos tras bastidores. En
realidad ello no revela nada nuevo en el ideario que abreva el mismo presidente
argentino y su círculo más íntimo ligado a su gobierno. Para el pensamiento
nacional y soberano suena espantoso pero para la mentalidad utilitaria y “anacional”[1] del gobierno macrista ello
resultaría muy práctico y hasta lucrativo.
Como puede
usted deducir, no es nada fácil tener que desmontar una estructura que forma
parte del andamiaje mismo de un estado que pretende ser soberano. En este
sentido y sin ahondar en teorías políticas sobre la naturaleza del estado
nación, se puede entender al mismo como una persona ideal la cual procede,
funciona y se manifiesta por actos materiales que son llevados a la práctica
por sus diversos estamentos, asignados para los propósitos para los cuales han
sido creados.
Las
Fuerzas Armadas, como lo fueron en todos los países que han llegado a ser
independientes, nacieron con la nación misma ya que no existiría una sin la
participación de la otra. Así como si de un organismo vivo se tratara, la
defensa es vital para el mantenimiento de la integridad de ese cuerpo llamado
nación. Una es parte de la otra y como un órgano vital, debe existir como
condición sine qua non para que haya
esa comunión de intereses. Y si no, reflexione lo siguiente ¿Cree usted que un
ejército mercenario[2]
o uno regular de ocupación, obedece ordenes de los ocupados? ¿Qué intereses cree usted que van a defender?
Pero
incluso, el volverse esclavo de una potencia no es tan fácil como muchos pueden
llegar a creer; y si no, recuerde la historia contemporánea de las misma Argentina
cuando durante el gobierno neoliberal de Carlos Saúl Menem, pese a la
ignominiosa obsecuencia con la que se manejó hacia Washington –y obviamente con Londres- , no logró
acceder a la tan anhelada categoría del “aliado extra OTAN”. ¿Y, Acaso sabe
usted por qué ello no fue? Simplemente porque, pese a su apoyo a la campaña
bélica en el Golfo Pérsico en la guerra contra Irak en 1991, Argentina (además
que Londres no lo aceparía) no tenía los recursos suficientes para garantizar
una operatividad óptima que sirviera a los intereses de la organización
atlántica. Aun así no hay que olvidar que el mismo Menem había firmado los
claudicantes tratados de Madrid en 1989 y 1990 por los cuales entre otras,
entregó el control operativo de las FFAA a Gran Bretaña.
Esto
demostró en la clase política de entonces –además
de la alta traición- un grado de ignorancia y amateurismo que seguramente
destajo de risas a los asesores del Departamento de Estado y del Pentágono.
Equipo y armamento obsoleto |
Actualmente
acudimos como testigos de la situación calamitosa en dicha materia, justamente
en momentos en que el mundo se sacude con continuas crisis diplomáticas,
políticas y militares que como lo muestra la realidad, no se hallan lejos de
Buenos Aires. El caso del submarino “ARA San Juan” es una demostración de ello.
Adunado a esto, vemos como el gobierno que se dice soberano, le entrega a
ejércitos y agencias de inteligencia extranjeros, el control y la seguridad de
una cumbre como la G-20 a celebrarse en su propio territorio. La carencia de
recursos propios para garantizar la seguridad nacional es algo inexcusable y
ello lo saben muy bien los expertos en la materia.
Esta carencia
material se ve agravada con la falta de inteligencia y planeamiento con visión
estratégica y política de largo plazo que denota el abandono de un proyecto
nacional con proyección regional e internacional.
Esto se traslada a los mandos
de las tres armas que sin hojas de ruta clara, no tienen objetivos sobre los
cuales trabajar. En este sentido es tal el grado de inoperancia y plan de
contingencia existente en el país que no es posible articular un mínimo
operativo posible.
Para peor,
esta situación no se arregla solamente con la compra de material bélico o la
simple manufactura de armamento a granel. Hay además, una escazes de desarrollo
tecnológico logístico propio para movilizar a las fuerzas sobre el terreno y la
ausencia de un proyecto aeroespacial orientado a perfeccionar la defensa, que fue
vendido al enemigo por unas cuantas monedas (Proyecto Cóndor I y II).
Si a ello
le agregamos el vapuleado sentimiento patriótico y la carencia de un
nacionalismo militante (con expectativas políticas), podemos advertir que en la
Argentina lo menos que alguien podría hallar son argentinos. Ello es la
consecuencia de décadas de autotraicionarse y de una canibalización política
interna que, partidocracia mediante, ha
llevado al actual estado de cosas.
El final
de la guerra de 1982, fue sin dudas el punto de partida para acelerar esta
fractura política que lamentablemente fue aprovechada por la clase política
argentina (arribista e hipócrita) para facilitar la desintegración militar y
geopolítica que los británicos no pudieron causar en los frentes de batalla de
Malvinas.
Mercenario de Al Nusra con un misil TOW |
Sin
decisión política (o mejor dicho decisiones contrarias), no hay una hoja de
ruta que respetar y las FFAA como parte de un estado en estas condiciones no
tienen sentido de ser. De ese modo para esta clase política cleptocrata (de
ladrones), el litoral marítimo no es de interés proteger (pese a la riqueza ictícola),
el espacio aéreo de no importancia controlar y el en el territorio (con
riquísimos yacimientos petrolíferos, gasíferos y de agua potable) solo basta
con las policías provinciales (esto último, una clara visión Kirchnerista).
En último
sentido, no considerar la amenaza geoestratégica que representan las fuerzas
británicas (OTAN) que ocupan de facto el archipiélago del Atlántico sur, ha
sido una tarea sistemáticamente relegada por los sucesivos gobernantes
“democráticos”, claramente subordinados a los tratados “paraguas” firmados en
la década de los noventas en donde entre otras cuestiones, se condiciona el Status Quo de las Fuerzas Armadas.
Pero supuestamente
el problema que subyace es la falta de dinero para sostenerlas – una falacia monumental- aunque si se
asignara como corresponde el presupuesto ello no sería un problema endémico
como del que se trata en la Argentina. Por la avaricia y la corrupción de una
clase política que ya se ha generalizado a un amplio espectro de la sociedad,
un país con todos los recursos naturales envidiables para las potencias e
incluso para vecinos mal habidos, se haya desprotegido por políticas
prevendarias y corto placistas de partidos políticos caducos dignos de un museo;
sin lugar a dudas la única soberanía aquí existente es la estupidez.
A pesar
que hace poco el mismo gobierno dio un giro en el rol de las FFAA para hacer
frente a las nuevas amenazas globales, no resolvió el problema material para su
funcionamiento.
Y aunque
este gobierno trate de tapar el sol con el dedo y maquille la situación, a la
vista de expertos, la situación de la defensa es casi terminal.
Equipos viejos,
vehículos blindados fuera de tiempo, armas antiguas y encima en poca cantidad,
no puede ser rival para una hipotética operación de invasión que pueda
desembocar en una ocupación (tan comunes hoy día usando grupos proxy). Cuando un tanque TAM dispare una
salva ya habrá sido destruido o por el misil disparado desde un avión a
kilómetros de altura o por un sistema de misiles portátiles que manipula un
solo hombre; o cuando una compañía de soldados armados con sus fusiles FAL se
trabe en una escaramuza con enemigos dotados con lo último del armamento
personal, de diez disparos que logren hacer recibirán de respuesta cien.
Todo
ello, en nombre del recorte presupuestario y la supuesta ausencia de hipótesis
de conflicto.
Con este
marco y siendo el dinero el aparente problema para estructurar una defensa
eficaz e independiente no sería extraño que ya se estén conversando posibles
inversiones privadas[3] (incluyendo dineros del
narcotráfico), de empresas y corporaciones privadas del rubro dispuestas a
estructurar fuerzas armadas (aunque más reducidas) con amplias capacidades de
operatividad, modernas y actualizadas pero, dotadas de productos de otras
empresas de la industria armamentística anglosajona con lo cual, esto sería tan
malo o peor que estar sin ningún fusil.
[1] Un
término que encaja muy bien en el pensamiento argentino. https://es.wikipedia.org/wiki/Anacionalismo
[2]
Países como Gran Bretaña, Arabia Saudita, Emiratos Árabes e Israel, reclutan
mercenarios de otras nacionalidades para las tareas más peligrosas. Muchos de
estos soldados pagos son latinoamericanos. https://www.youtube.com/watch?v=6t1a6AOBFuw
[3]
PENSAMIENTO ESTRATEGICO Y POLITICO. “Porosidad marítima”. Publicado el 31 de
enero de 2018. http://pensamientoestraegico.blogspot.com/2018/01/defensa-y-seguridad-porosidad-maritima.html