“FRUTO
ENVENENADO”
Qué es lo que
esconden las ayudas de EEUU a los países tercermundistas y cuáles son las
consecuencias de aceptarlas?
Por Charles H. Slim
Si como dijo el entonces Secretario de Defensa Robert
Gates allá por el 2007 que “necesitamos gastar más en diplomacia que en comprar
armamento”, usted creería que de haberlo escuchado la Casa Blanca tal vez hoy
estaríamos viendo un mundo muy diferente. No se equivoque, eso no es lo que el
quiso decir. Su comentario estaba más dirigido a golpear el orgullo de los
militares del Pentágono que otra cosa. Es que todo lo arreglan con bombas y
matanzas algo que ha terminado arruinando la reputación del país. Desde la
perspectiva de Gates, los militares no tienen la capacidad (y menos aún la
intensión) de plantear el desarrollo de nuevas tácticas de manipulación y de
infiltración que logren el mismo propósito pero sin la necesidad de costosas
guerras impopulares.
Gates se refería precisamente a invertir en
programas más sofisticados de “persuasión”psicológica para volcar las voluntades a favor de sus
acciones.
Una de las tácticas más conocidas en América Latina es la
implementación de los programas de ayuda por el El Departamento de Estado y su
Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) como
presuntos y desinteresados benefactores para el desarrollo de la democracia y
la libertad en los países donde desembarcan. Todo eso, no es más que una mascarada que ya
no puede ocultarse.
Lo ocurrido en Bolivia el 10 de noviembre pasado,
demuestra como influyeron estas agencias para torcer procesos políticos
adversos a Washington. Hace unos años
atrás, antes de ser expulsada por Evo Morales la USAID “donó” a los Comités
Cívicos y a la Unión Juvenil de Santa Cruz de la Sierra ligada a los sectores
evangelistas –neosionistas- la
friolera suma de 84 millones de dólares con los cuales pudieron progresar en
sus actividades contra gubernamentales.
Más allá de los discursos y las palabras, esas
“ayudas” salen dinero que en parte proviene de los impuestos de los
estadounidenses. Esto causa una tensión permanente entre los sectores “moderados”
y los “halcones” del Congreso tratando de volcar los presupuestos para un
ministerio u otro.
Desde la asunción de Donald Trump pese a su política
de retracción de fuerzas militares en el exterior y sus recortes de cooperación
con la OTAN, el presupuesto militar se hubo incrementado en forma
excesiva. El gasto militar no se
incrementaba así desde 2010 informan algunas fuentes señalando que desde que
Trump entro a la Casa Blanca uno de cada tres dólares van a parar al gasto
militar. Los números de esto son francamente obscenos pero para los
neoconservadores esto esta justificado. Según el Instituto Internacional de
Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) en 2018 EEUU destino 649.000 millones
de dólares lo que representa un 3,2% del PBI del estado de la Unión.
Robert Gates en el Pentágono |
Para comienzos del año 2019 el Congreso había aprobado
un presupuesto de 716.000 millones de dólares lo que indica una notable suba
con respecto al presupuesto anterior representando a su vez un 17% del presupuesto
federal. Esto además de promover una nueva carrera armamentística, viene
contribuyendo al aumento astronómico del déficit público norteamericano que
termina repercutiendo en la situación interna del país.
Igualmente estos dineros han sido destinados para la
investigación y adquisición de nuevos equipamientos militares y para la
celebración de contratos de armas con las Corporaciones armamentisticas –que cotizan en bolsa- como Raytheon (RTN)
y la Lockheed Martin (LMT) entre otras, postergando partidas de dinero para
sectores relacionados con “operaciones especiales” y de colaboración con
“aliados” en el extranjero quienes –no
hace falta decirlo- son leales por el dinero y nada más.
La política de inversión en programas de armas no
convencionales esta destinada a la adquisición a mediano plazo de nuevos
sistemas de armas y equipos, que se ha visto urgido por consejo de los asesores
y estrategas militares tras las revelaciones hechas por el mismo Vladimir Putin
en marzo de 2018 presentando ante el público –entre otros- los novedosos misiles intercontinentales “AVANGARD” producidos
por la Industria de Ingeniería “Krasnoyarsk”, que tras ser lanzados pueden recorrer
todo el globo eludiendo todos los escudos de defensa existentes y llegar sin
problemas a cualquier base y ciudad de
los EEUU.
El argumento político que se ha dejado entrever es
que si la diplomacia no da los resultados esperados por la Casa Blanca, la
única opción que queda es la militar. Es por este tipo de excusas que
Washington continua volcando dineros de su presupuesto federal y de otras fuentes
no claras (como el tráficos de armas, nárcotrafico y demás ilícitos), para por
una parte acopiar nuevas armas para sus fuerzas armadas y por otra, mantener
ciertas situaciones clandestinas en escenarios de importancia estratégica.
Mike Pence con los militares de la base Ain Al Asad |
Por lo pronto, los esfuerzos políticos por
reconducir los presupuestos mas jugosos al área militar se han visto en la
ultima visita de Mike Pence al Kurdistán iraquí
donde tras reunirse con los personeros del Clan Barzani, ha llamado al
Congreso a acelerar el envío de mayor presupuesto para mantener las lealtades
de estos sectores que sirven para mantener los objetivos de EEUU en el norte de
Iraq. Pence y su mujer llegaron a la Base aérea en el desierto de “Ain Al Asad”
que mantiene en el norte de Iraq donde tras encontrarse con los comandantes
militares que la regentean, fueron conducidos a Irbil donde se entrevisto con
el jefe de la región autonómica del Kurdistán Nechirvan Barzani a quien le
garantizo que lo sucedido con los kurdos sirios (tras abandonarlos a su
suerte), es una situación muy diferente de lo que tienen con sus pares
iraquíes. Esto último referido a la supuesta cooperación de los kurdos en la
lucha contra el “Estado Islámico”, no debiéndose olvidar que quienes realmente
degradaron y sacaron fuera del juego a este embuste seudo-yihadista fueron las
fuerzas rusas que intervinieron en Siria.
Pence un fervoroso sionista llega a Iraq en momentos
que el país se sacude de norte a sur, por una población hastiada de la miseria,
corrupción y bestialidad de los gobernantes los cuales el vice estadounidense
parece olvidar que fueron colocados por sus predecesores en la Casa Blanca quienes
a su vez curiosamente, son sus colegas neoconservadores. Sumado a ello, Pence
choco contra una pared cuando fue plantado por las autoridades iraquíes que se
negaron a recibirlo. Agregado a ello, la
población local desde hace años que no siente la menor simpatía por los
estadounidenses.
Pero para cubrir estas inconsecuencias y sin la
posibilidad de ir a Bagdad –simplemente
porque no los recibirían ni se le garantízaría su seguridad-, Pence llamo
telefónicamente al primer ministro iraquí Adil Abdul Mahdi para sermonearle
sobre como evitar violar los derechos humanos de los manifestantes pacíficos
sugiriéndole al mismo tiempo que le conviene alejarse de Teherán, tratando de
sugerir que esta vinculado a los desmanes que vive el país ¿Muy conveniente,
no?
Algunas fuentes informativas daban cuenta que muchos
jóvenes provenientes de Jordania, Irbil y Oman, usando la misma táctica de la
USAID, habían sido reclutados y preparados por la embajada de EEUU en Bagdad
para llevar adelante varios actos de violencia durante las manifestaciones
pasadas. Asimismo ello no excusa la brutalidad desmedida de las fuerzas
policiales que causaron varias masacres que continúan la zaga de
arbitrariedades que los anglo estadounidenses instauraron desde la invasión de
2003.
Pero a Pence se le pasa por alto que fueron ellos
(sus predecesores) quienes además de colocar a títeres como Al Alawi y Nouri Al
Maliki, entrenaron a las actuales fuerzas policiales y militares –en especial sus Fuerzas antiterroristas del
ISOF- de Iraq, las cuales sin lugar a dudas –desde su cooperación con la ocupación- han cometido más crímenes
contra la población que el anterior régimen de Saddam Hussein.
Al mismo tiempo y mientras se compran más armas, se
despliegan otros grupos muy bien promocionados por los medios que bajo los
ropajes de asistencia y ayuda humanitaria, tienen la finalidad última de operar
sobre el ánimo y las mentes de los mismos habitantes, a los fines de
convencerles de que el enemigo es su propio gobierno mientras que los grupos
especiales anglo estadounidenses y los Peshmerga kurdos bajo la aplicación de
leyes antiterroristas dictadas por Washington, les oprimen a diario y desplazan
de sus hogares.
Mientras Washington despliega estos grupos con
sonrisas y mucho marketing publicitario, la CIA usa a estos como puertas de
ingreso para lavar sus actividades ilegales.
No es ni más ni menos que una de las vías de consecución de los fines
encargados por el Departamento de Estado. Entonces ¿Acaso el vice Pence, el Secretario
de Estado y el presidente no saben nada de estas inconsecuencias? Por supuesto
que lo saben; no los detalles, pero si de la ejecución de ellas.