jueves, 14 de noviembre de 2019



“¿NUEVA CONVULSION PARA IRAQ?”
La continuada situación de agitación social e inestabilidad política en Iraq parece estar conectada con la muerte del líder del Daesh Abu Bakr Al Bagdadi y la aparente reactivación de las actividades del Estado Islamico en el norte de Siria e Iraq ¿A quiénes les conviene esto?


Por Charles H. Slim
Cosas curiosas están pasando en Iraq desde el 26 de octubre de 2019 cuando Washington anuncio a los cuatro vientos la eliminación del supuesto jefe del “Daesh”, Abu Bakr Al Bagdadi. Las tropas de las fuerzas especiales estadounidenses que salieron de “Hasaka” en Siria se han reinstalado en el norte iraquí quienes pése a ser considerados por los lugareños como huéspedes indeseables,  reciben el apoyo de los Peshmerga kurdos.  Sin lugar a dudas este es otro capitulo negro dentro de la producción de las acciones clandestinas que se han venido tejiendo y ejecutando por el Pentagono en el marco de la doctrina “Rumsfeld/Cebrowski” que desde septiembre de 2001 y con la complicidad de aliados como Gran Bretaña e Israel se ha venido implementando (salvo para las monarquías del golfo) para todo el Medio Oriente.

Es en este confuso marco, los actores involucrados que participan en una muy compleja y oscura trama geoestratégica que enmarcada en la Gran Estrategia estadounidense, lejos esta de ser comprendida desde occidente. En este sentido, ni “Daesh” es lo que se ha mostrado al público, ni los kurdos son los buenos de la película y mucho menos los estadounidenses y los turcos son libertadores de algo o de alguien. Estos últimos son la cara visible de la ilegal intervención extranjera en Siria e Iraq y ciertamente que no ha sido para nada benéfica.

Todo lo que ha venido sucediendo desde 2003 en adelante, implica una sucesión de acciones sucias que bajo los rótulos de “Operaciones negras” y de “falsa bandera” han ido abriendo el camino para disgregar la cohesión étnica y confesional de toda la región. Obviamente que para ello, los autores de ello han recibido y siguen recibiendo –por dinero, conveniencias políticas o estratégicas- la cooperación de sectores insertos en estas sociedades.

Las connivencias entre el MIT turco y la CIA con la preparación del “Daesh” han dejado de ser un escandaloso secreto. Los documentos y las pistas que investigaciones han recopilado a lo largo de estos años, exponen con asombrosa crudeza las injerencias de estos actores con los “barbudos vestidos de negro” que inauguraron su carnicería allá por las primeras semanas de junio de 2014. Pero todo eso ha estado deliberadamente relegado de las editoriales occidentales y lo único que han estado cubriendo (y solo en parte)  es la situación tras la ofensiva turca lanzada el mes pasado.

Algunas fuentes de medios nórdicos (Nordic Monitor) dan cuenta que Ankara habría liberado desde 2016 a casi 12.000 combatientes del “Daesh”, numero que se ha incrementado tras los “erróneos” bombardeos a las cárceles y prisiones a cielo abierto donde se hallaban recluidos otros miles de combatientes del “ISIS”, sin que se haya explicado las razones para dicha acción.

Coches bomba detonados en Qamishli

En ese marco, muchos comandantes del “Daesh” han abandonado sus ropajes negros y afeitado sus barbas para pasar a formar parte de las nuevas milicias sustentadas por Ankara (y respaldadas por la CIA) para derrocar a la República Árabe Siria. Algunos de ellos han sido detectados en la localidad siria de “Afrin”, fronteriza con Turquía. Al mismo tiempo los ataques terroristas del “Daesh” contra poblados civiles en el norte sirio e iraquíes se han multiplicado sospechosamente desde la supuesta muerte de “Al Bagdadi”, despertando las especulaciones sobre una nueva oleada de desestabilización sobre Iraq.

Todo esto se da en un marco muy peculiar que los mass media occidentales se abstienen de ventilar ¿Por qué? Pues obviamente hay mucho que ocultar ya que algo –y nada bueno por cierto- se estaría preparando y es que el marco político y social que impera en el territorio iraquí no podría ser mejor para poner en marcha esos planes.

Desde hace un mes hasta hoy Bagdad se haya sumida en el caos y la violencia callejera producto de masivas protestas populares protagonizadas por jóvenes hartos de la corrupción gubernamental, la arbitrariedad y brutalidad de los cuerpos de seguridad “ISOF” (creados y entrenados por los EEUU) y la eterna crisis económica que –con su petróleo controlado por las empresas extranjeras- que mantiene al país en un estado comatoso no les posibilita crear un futuro para sus vidas.

Por supuesto que alguien esta explotando esta situación y a nadie le queda dudas de que son los mismos artífices de éste estado de cosas  instaurado por la invasión de 2003. Mientras en Bagdad reina el descontrol y las atrocidades de las fuerzas de seguridad se ocultan por una férrea censura informativa, en el norte del país los kurdos y sus aliados estadounidenses (y con ellos los israelíes) hacen y deshacen a su gusto. Sumado a ello, la persistente ocupación turca de una zona cercana a Mosul y la ofensiva que está llevando a cabo en el norte sirio pareciera estar contribuyendo a desestabilizar más aún a Iraq.

Desde que Donald Trump firmo la orden ejecutiva para que sus tropas salieran del norte de Siria, los estadounidenses se han quedado sin propósito en la región, o al menos eso es lo que se advierte en apariencia. Supuestamente el “Daesh” fue erradicado de la región aunque, muchas cosas inexplicables han venido sucediendo desde que Washington anunció la cinematográfica muerte del “Al Bagdadi”.

Hace unos días la base estadounidense ubicada en Taji al norte de Bagdad, fue atacada por una andanda de cohetes haciendo recordar a las acciones de la resistencia iraquí en plena ocupación. Desde Washington se informo sin detalles lo ocurrido tratando de sindicar como autores del ataque al “Daesh”. Sumado a ello, las protestas callejeras que se iniciaron el 25 de octubre algunos testigos señalaron que estuvieron infiltradas por células armadas que dispararon tanto a los manifestantes como a las fuerzas policiales. Para algunos puede ser parte de actos ejecutados por las células de la Mutkhabarat controlada por los estadounidenses que durante la ocupación ponían bombas en mezquitas y mercados atestados de gente. La finalidad aparente es desatar una guerra civil que debilite aún más al país y justifique la interferencia masiva anglosajona.

Un ataque con proyectiles de mortero ejecutado el 30 de octubre último sobre Jadra en la “Zona Verde” causo la muerte de un marine, hecho que no recibió comentarios por parte del Pentágono. Todo esto en un marco convulsionado de creciente agitación popular.

El domingo 11 de noviembre en la localidad de “Qamishli” fronteriza con Turquía, tres coches bomba estallaron causando varios heridos y daños materiales. “Daesh” reclamo los ataques por su cuenta de “Telegram”. Casi al mismo tiempo en la ruta de Hasaka y Deir Ezzor tres sacerdotes caldeos que viajaban en un automóvil son abordados por hombres enmascarados que tras detenerles los golpearon con sus fusiles "Kalashnikov" hasta matarlos ¿Pero que está sucediendo?

Pues esta claro que la reactivación del plan “Estado Islámico” parece haberse puesto en marcha ¿Pero quiénes están detrás de esto? Cuando hace unos días un contingente de milicianos del “YPG” kurdos pidieron permiso a las fuerzas árabes sirias para ir en auxilio de los kurdos del noroeste, al permitirles el paso los militares sirios pudieron identificar positivamente entre aquellos, a varios jefes del “Daesh” que se hallaban fugitivos de las autoridades sirias ¿Cómo se explica semejante contradicción?

Esto revela una realidad completamente desconocida por la opinión publica occidental y deja al descubierto que las infantiles divisiones que Washington y los medios occidentales han argumentado para explicar lo que sucede en la región, son tan falaces y mal intensionadas como alejadas de la realidad política que allí se mueven.

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