miércoles, 22 de febrero de 2023

“UNA SERPIENTE EN EL JARDIN”

El incremento de la violencia en Israel parece ir de la mano de las políticas mesiánicas de un régimen ultranacionalista religioso, esto ¿Puede causar la implosión del estado?

Por Yossi Tevi

Hace ya mucho tiempo que Israel dejó de ser una tierra de promisión para los judíos dispersos en la diáspora. No solo por la violencia intermitente y cíclica que sacude como movimientos telúricos a toda la Palestina histórica sino, porque muchos judíos de las nuevas generaciones han visto con vergüenza ajena como en su nombre y justificación una secta política como son los sionistas derrama sangre árabe, roba sus propiedades propiciando al mismo tiempo la violencia contra ellos mismos bajo eslóganes bíblicos.

Hay muchas cosas malas que ocurren y se hacen en la guerra, pero cuando esas cosas se vuelven parte de un sistema que es utilizado por el estado, eso ya pasa a ser inhumano y enferma tu cabeza. Podría citar a decenas de veteranos del FDI y también a retirados de la inteligencia que están asqueados por las aberraciones y constantes atropellos de las que fueron parte o testigos de crímenes que se cometen a diario contra la población palestina. Quienes peinamos canas tenemos el cuero duro y sabemos que deberemos vivir con ello en nuestras consciencias, no podemos ignorar la realidad.

Pero los nuevos reclutas y muchos cuadros de la inteligencia actual simplemente no lo soportan. Muchos llegan con la cabeza repleta de mierda que le adoctrinan los sionistas en el colegio, en las Sinagogas de los países de donde provienen o incluso en algunos batallones durante el servicio en las FDI. Para algunos de estos bastardos matar a un árabe es una hazaña, pero para otros que se ven obligados por sus superiores es un trauma que incluso les lleva a la locura personal, la destrucción de sus relaciones, sus familias o incluso al suicidio. Apretado el gatillo, la bala disparada ya no regresara y la vida que arrancó ya no es recuperable.

Asesinar a niños y mujeres no entra en la doctrina militar. Antes (y salvando casos patológicos puntuales) podía ser la consecuencia no querida de una escaramuza con grupos palestinos en algún campamento de refugiados o también el actuar deliberado de algún mesiánico usando el arma reglamentaria. Pero desde hace unas décadas hasta hoy, la ejecución de ese tipo de crímenes parece haberse convertido en la regla y motivo de festejo para los extremistas “religiosos” del sionismo que para peor, hoy tienen las riendas del poder.

El asesinato del joven palestino Mahmoud Majed Ayed de tan solo 17 años de edad por un francotirador de una unidad especial israelí en el campamento de “Al Faraa” al norte de Cizjordania es un ejemplo más de este cáncer que se suma a los otros nueve asesinados hace un mes y que le siguió a la matanza en Jerusalem. Al parecer desde que “Bibi” y sus socios de la ultraderecha religiosa tomaron el poder le dieron carta blanca a las acciones encubiertas y los asesinatos indiscriminados contra cualquier palestino que estorbe al proyecto de continuar apropiando territorios en beneficio de los colonos importados. Y si no es así ¿Por qué ingreso al campamento ese grupo encubierto con un automóvil con chapa de la ANP?, ¿Colaboraron las fuerzas de seguridad de Abbas?

Para los tipos como Ben Gvir mientras más muertes haya mejor para sus planes políticos y uno de esos es ampliar las apropiaciones en Cizjordania. Es por eso que lo dicho por Yehsh Atid Ram Ben Barak ante la Knesset no es ningún desatino más allá de Netanyahu y sus gentes se rasguen las vestiduras. Los dirigentes políticos y jefes de inteligencia más antiguos ven que esto no puede tener ningún resultado positivo para Israel. Incluso algunos que apoyaron a la extrema derecha para hacer de los asentamientos una estrategia demográfica contra los palestinos ya se dieron cuenta de los negocios que se esconden y la peligrosidad para la existencia del mismo estado.

En cuanto a los negocios que se esconden detrás de los asentamientos ya hemos visto como las constructoras e inmobiliarias con sus cabeceras en EEUU y Europa hacen fortunas con las apropiaciones. También intervienen en esta sangrienta estafa las agencias de turismo Airbnb, Booking.com, Expedia y TripAdvisor que promocionan el negocio turístico construido sobre lugares donde se expulsó e incluso asesino a muchos de sus propietarios palestinos.

A pesar que por años los israelíes con la complicidad de Washington y la Unión Europea han tapado las iniquidades y estos despojos, los actuales turistas están más informados de esta realidad y cualquier curiosidad que los desvíe del itinerario que el estado haya aprobado, traerá consecuencias para el curioso.

Creo que uno de los factores que más ha complicado la actual situación es la injerencia de los sionistas estadounidenses, tanto organizaciones como personajes puntuales en especial de los más influyentes quienes creen que hay una especie de derecho bíblico para matar y robar. No es algo nuevo y es solo la demostración de la ignorancia en algunos casos de cómo evolucionaron las cosas. Sin el oro que se estuvo desfalcando y acopiando desde antes del Crack del 29, con el cual se financio el apoyo de los sectores de la política, los medios y el empresariado estadounidense la empresa de Ben Gurión y las bandas armadas que conducía (y que no estaban integradas por religiosos), el proyecto del estado no hubiera llegado a ningún lado. Pero el mismo “viejo” sabía que estaban robándoles a los palestinos sus territorios y fue por eso que preparo a su gente para que se hicieran a la idea de mantenerse en una perpetua lucha.

Al “Haganá”, a los pistoleros de “Stern” y a las “Palmach” no les bajaron las armas y municiones del cielo como el maná bíblico. Desde EEUU, pasando por Gran Bretaña hasta Checoslovaquia e incluso la URSS de Stalin enviaron toneladas de armas para la empresa sionista. Si todo eso otro habría sido el cantar.

Las argumentaciones filosóficas y religiosas solo son una pantalla proveniente de la intelectualidad y del mundo del entretenimiento angloestadounidense desde donde se fabricó una teología fantástica destinada a crear un marco histórico que justificara la limpieza que se comenzaría a realizar. Las iglesias evangélicas electrónicas y los ministerios cristianos sionistas son los principales impulsores de esta prédica. Son muchos los sectores del judaísmo practicante alrededor del mundo que rechazan esa tóxica teología que al amparo de caprichosas y hasta torcidas interpretaciones de la Torá solo son un panfleto político sionista.

Es por eso que no asombra que tipos como el ex Secretario de Estado Mike Pompeo, un sionista no judío de primera línea niegue la realidad de lo que sucede con puntos de vista que solo surgen de su ciego convencimiento ideológico y de esa teología Hollywoodense que sigue machacando con el acartonado y supuesto derecho divino. Algunos creen que con esto ayudan al pueblo judío o a la paz pero en realidad lo que están logrando es justificar las predicas extremistas del mundo islámico.

Creo que sigue habiendo una mirada corta y prejuiciosa sobre la situación y eso esta llevando a la sociedad israelí a un abismo existencial. Ignorar el sufrimiento de los palestinos y solo reaccionar cuando reciben una respuesta por las brutalidades del estado es la demostración de una ceguera que se agrava con las políticas coloniales nutridas de estos “colonos importados” que ya comienzan a ser una amenaza para los mismos israelíes.

Para peor, como estamos viendo con los últimos acontecimientos, la agresividad de este régimen mesiánico se esta extendiendo a toda la región con sus operaciones encubiertas sobre Iraq e Irán y que se han ampliado a los últimos ataques aéreos contra Damasco matando a 15 civiles sin que Naciones Unidas emitiera una sola advertencia.

 

 

 

sábado, 18 de febrero de 2023

 

“REACTIVANDO EL EMBUSTE”

¿Por qué la inteligencia rusa hace bien en preocuparse por la posible incursión del terrorismo yihadista del ISIS dentro de las fronteras de la Federación?

 

Por Dany Smith

Como ya ha quedado bien claro, EEUU y sus aliados de la OTAN no tienen ningún prurito en echar manos a las tácticas más sucias para tratar de dañar a Rusia y una de ellas es el terrorismo. Y es que este no es una entelequia política o religiosa como durante toda la década pasada el Departamento de Estado, la CIA y cada administración que ha pasado por la Casa Blanca han intentado (por vía de los medios) hacerle creer a la opinión mundial.

El terrorismo ha sido y sigue siendo un activo más en los arsenales de las agencias de inteligencia angloestadounidenses y eso quedo bien evidenciado con el asesinato de Daria Dugina en Moscú, los atentados explosivos contra el puente sobre el estrecho de Kerch y los edificios dentro de territorio ruso y obviamente, la voladura de los gasoductos de Nord Stream I y II.

La opacidad de la “democracia” angloestadounidense no puede explicar semejantes hechos que, dicho sea de paso, son los que han podido ser ventilados -pese a la censura que Biden y Blinken trataron de mantener sobre los medios rusos- a la luz de la opinión pública. Al parecer algunas fuentes están advirtiendo que el ejército de los EEUU está tratando de reforzar sus redes dañinas para extender está táctica reclutando a ex miembros del ISIS, los mismos que hicieron una carnicería con los iraquíes y los sirios. Los mismos que tras ser evacuados de Mosul en 2017 y trasladados pretendieron reiterar el engaño en Afganistán con la franquicia “ISIS-Korasán” donde fueron duramente golpeados por el Talibán. 

Tras la huida de los estadounidenses en septiembre 2021, los ataques contra mezquitas y lugares públicos se han vuelto más osados y brutales tratando de crear el enfrentamiento entre chiitas y sunitas. Como bien ya lo saben todos en la UMMA, esos tipos no son musulmanes ¿Quiénes creen que pueden ser?

El fenómeno del yihadismo presentado como el producto de un Islam radicalizado y anti occidental en realidad ha sido una gran charada de las agencias de inteligencia de este lado del mundo con la complicidad de sus colegas (Mukhabarat) de las petromonarquías. Este embuste que se corporizo con entelequias como “Al Qaeda” y el último producto de un falso “Estado Islámico” insertado en 2014 en el norte de Iraq a cargo de Abu Bakr Al Bagdadi un personaje creado por las agencias estadounidenses e israelíes, ha sido el causante de miles de muertes de civiles inocentes con el develado propósito de servir a los intereses de Washington.

No fue la inteligencia de las milicias populares chiitas “Hash Al Shaabi” y mucho menos las administraciones títere en Bagdad las que denunciaron que Al Bagdadi era el producto de aquellas agencias de inteligencia, socias en la difusión y perpetuación del caos en el mundo árabe-islámico. Incluso antes de la invasión de 2003 “Al Qaeda” no existía en Iraq y tras la ocupación floreció por arte de magia una franquicia (AQI) siendo combatida por la resistencia sunita como una pata de la contrainteligencia de los invasores.

Las implicancias que Washington tuvo en la creación por finales de los setentas de “La Base” o “Al Qaeda” en árabe y que seguiría siendo utilizada como un activo “árabe-islámico” en Asia para impulsar sus aspiraciones geopolíticas durante toda la década de los ochentas y noventas y que tuvo su climax durante la administración neoconservadora de Bush & Cheney con los ataques del 11 de septiembre de 2001, sería motivo suficiente para sospechar sobre sus intenciones.

A eso, no hay que olvidar la continuidad que tuvo este juego siniestro con la llegada en 2009 de la administración demócrata con Barak Obama a la cabeza, desde donde y con la gestión de Hillary Clinton en el Departamento de Estado se redireccionaron esos activos al norte de África y en particular contra Libia con los consiguientes y catastróficos resultados que aún persisten.

El intento de Hillary Clinton por recrear la misma estrategia en Siria termino en un rotundo fracaso en el cual y por la intervención en 2015 de las Fuerzas Aeroespaciales rusas, se puso en evidencia las inconfesables connivencias que existían entre ISIS, el gobierno turco de Erdogan y la aviación angloestadounidense (en especial en el robo y tráfico del petróleo iraquí y sirio).  Tan pronto sucedió eso comenzaron las rencillas internas y en julio de 2016 la CIA intenta dar un golpe contra Tiyip Erdogan y desde entonces todo lo relacionado con el ISIS comenzó a desmoronarse y para 2017 esta franquicia dejo tener sustento turco. Cuando se hizo insostenible la farsa, ambos embustes fueron rápidamente sacados de escena y desde entonces los medios occidentales no hablan del tema.

Pero y más allá que la Corporación de medios en occidente acompaño el engaño mediante la desinformación que secundaba la farsa de la llamada “lucha contra el terrorismo”, Moscú no perdió la pista a este peligroso asunto ya que tras la disolución de la URSS y durante toda la década de los noventas debió hacer frente al terrorismo de los independentistas chechenos y del “Ichkeria” quienes eran apoyados por el MI6 británico y el Mukhabarat saudita. Así las migajas de estas oscuras complicidades como vimos se irán extendiendo con el paso de los años en acciones como fueron la invasión y ocupación de Iraq, Afganistán, la intervención y destrucción de Libia, la agresión a Siria, Yemen y allí donde sea necesario y de interés instaurar el caos.

Hoy en las actuales circunstancias, el SVR ruso parece haber estado recabando información sobre el reclutamiento y adiestramiento de ex militantes de ISIS quienes bajo la dirección de militares y agentes estadounidenses serian usados para lanzar una campaña de terror sistemático dentro de la Federación rusa. La posibilidad no es descabellada. Se sabe que además de sus variadas tácticas para difundir el terror, están dotados de una poderosa droga como el Captagon que usan quienes son seleccionados para inmolarse con vehículos cargados de explosivos.

Dentro de los confesados objetivos de Washington es hacer colapsar al gobierno del presidente Vladimir Putin y para ello han estado saboteando mediante sanciones ilegales a la economía rusa. Desde antes de que se diera inicio a la Operación Especial rusa se previó que entre las tácticas de una guerra hibrida desplegada por Washington y sus socios, el terrorismo sería una de las más utilizadas pero limitada a las zonas de combate en Ucrania. La voladura de un tramo del puente de Kerch fue la muestra de ello. Como hemos visto los estadounidenses y sus colegas ya han cruzado todas las líneas rojas con sus acciones dentro de territorio ruso pero la implicancia de estos ex miembros de ISIS potencia aún más el peligro para la seguridad de toda Rusia.

 

 

jueves, 16 de febrero de 2023

 

“ESPERANDO A LA CABALLERIA”

¿Qué hay detrás del anuncio del envío de tanques estadounidenses Abrams y Leopard alemanes? Pese al anuncio hay una inquietud que nadie en Washington ni Bruselas quiere responder ¿Llegaran a tiempo?

 

Por Charles H. Slim

El gran anuncio de La Casa Blanca del envío de los tanques Abrams al campo de batalla en Ucrania sin dudas fue solo eso, un gran anuncio. Y es que recién podrían llegar a finales de agosto. Como los laderos del presidente Joe Biden sabían que semejante medida no llegaría a cubrir las urgentes necesidades de unas fuerzas ucranianas que están siendo echas picadillo, los apretadores profesionales bajo las órdenes de Anthony Blinken y Victoria Nuland arrinconaron a la “salchicha de hígado” Scholz (tal como lo llamaron sus socios de la OTAN) para enviar inmediatamente a sus tanques Leopard.

Como ha sucedido desde que EEUU tomo la cúspide del poder hemisférico allá por las épocas de la guerra fría (tras el final de la segunda guerra mundial), otros son los que derramaran su sangre para cumplir con sus planes estratégicos y geopolíticos. Hoy Alemania debe seguir pagando por los pecados del “Tercer Reich” aún si los alemanes de hoy nada tienen que ver con aquellos. La culpa sigue siendo un activo muy explotado por Washington y sus socios.

Pero los políticos alemanes como Scholz ya están bien domesticados y como no lo estarían tras haber sido sus padres aplastados y sojuzgados por una ocupación brutal tanto de occidente como de la entonces URSS que convirtieron a su país en una mera mancha en el mapa. Hoy Washington y sus aliados siguen exprimiendo estas culpas y ponen como ariete de sus planes a los alemanes para que, si todo sale mal será Alemania la que pague por los platos rotos.

Pero a pesar de la inundación de armas occidentales (varias altamente sofisticadas) al régimen ultranacionalista de Kiev, la situación de Ucrania está peor cada día. Cuando el Pentágono calculo que la infantería ucraniana podría balancear el campo de batalla con misiles anti tanque “Jabalina” y manpads de última generación contra los aviones y los helicópteros rusos, creyó que enfrentarían una oleada de carros como lo ejercitaba el viejo ejército soviético. A pesar de que durante años la OTAN recogió información de inteligencia de cada uno de los ejercicios del actual ejército ruso, al parecer no les sirvió para contra restar las tácticas que vienen desplegando en el terreno.  Mucho antes de que esos misiles “Jabalina” lograsen destruir el número de tanques que los ucranianos presumen, o fueron destruidos antes de llegar al frente, o fueron destruidos por sus operadores en batalla o simplemente han caído en manos de las tropas rusas y de las milicias de las RPD y RPL.

Pero también hay otro factor para este fracaso y es de la corrupción existente dentro del régimen de Zelensky. No es un secreto que el mismo Volodymyr Zelensky, además de ser la cara de las relaciones públicas de la OTAN ante los medios tradicionales, es un consumado vicioso y un corrupto que está acaparando millones de dólares de todo el dinero que se gira desde occidente. Se sabe que muchos cargamentos de armas y municiones -los que han llegado a Polonia y Rumania- han sido desviados desde la aduana o han sido vendidos por elementos de las FSU en el mercado negro o incluso a los mismos rusos.

Al parecer el enemigo más peligroso y nocivo que azota a los ciudadanos ucranianos son sus propios funcionarios quienes se han estado beneficiando de todo el material que debiera ponerse a disposición de los combatientes en el frente.

Es en ese sentido que el reclamo de Zelensky de tanques para frenar a los rusos, responde a todo aquello. Pero es posible que muchos de esos tanques no lleguen siquiera a rodar para bajar de los vagones que los transporten o incluso los que si lo hagan sean destruidos por cazas fortunas que esperan agazapados detrás de las líneas enemigas. Sin dudas que en el Pentágono y en Langley (CIA) están muy bien al tanto de esta realidad y como lo han hecho en el pasado, valiéndose de cualquier matón y lumpen político de oportunidad al que pudieran manejar a su antojo, se contentan con saber que Zelensky es un maldito hijo de puta, muy necesario para los planes de la OTAN pero para justificarse entre ellos dirán “es nuestro hijo de puta”.

En ese papel y como forma de preservar los objetivos de Washington y que no son otros que la de extender la OTAN sobre toda Eurasia, solo cuidaran de este personaje haciendo a todo el staff que lo rodea, dispensables y reemplazables. Como hemos estado viendo en el último mes, los angloestadounidenses han venido “limpiando” los cuadros de altos funcionarios del régimen en Kiev, una medida adoptada por lo la pérdida de control y disciplina que gotea dinero para beneficio personal.

Como sucede en la mafia, “el padrino” no deja que sus subalternos le roben y para ello debe dar castigos ejemplificadores. Aquí no hay ninguna relación democrática o cosa por el estilo.

Esta realidad que los medios angloestadounidenses tapan de forma grosera y descarada, es algo que los mismos ciudadanos ucranianos de a pie ya no se tragan. En las calles de Kiev el descontento y el terror merodean abrazados entre sus habitantes. A las carencias de energía y agua potable por los portentosos golpes de los misiles rusos contra la infraestructura crítica hay que agregar las razzias de los “patriotas” quienes tras allanar un domicilio o detenerles en las calles se llevan a la fuerza quienes no quieren enlistarse mientras otras redadas a cargo de los equipos de enmascarados de “Azov” bajo la dirección encubierta de agencias occidentales, suelen incursionar sobre casas y departamentos llevándose a sus moradores ¿Por qué? Nadie se atreve a preguntar en esta democracia filonazi.

Mientras tanto, la picadora de carne del frente sigue haciendo de la infantería ucraniana y también de los grupos mercenarios estadounidenses y británicos que operan en conjunto una pesadilla sin termino.

El envío de estos tanques alemanes se centra en la finalidad de que la guerra se extienda y con ello, la influencia de la OTAN sobre toda la UE y los negocios para la industria armamentística estadounidense. Si llegaran o no eso lo dirá el tiempo. Pero quizá lo más importante de todo esto sea, que Washington logre de la UE una dependencia total, absoluta y extendida en el tiempo que haga que cualquier política tendiente a abandonar a la OTAN naufrague antes de poder exponerse.

 

martes, 14 de febrero de 2023

 

“LAS MADRES DE RUSIA”

El escándalo de la retención indebida de seis mujeres embarazadas de origen ruso en el aeropuerto de Ezeiza por supuestas irregularidades en su visado, parece haber sido una opereta montada por intereses foráneos y ello nos obliga a preguntarnos ¿Quiénes instigaron a tomar estas medidas ilegales e inhumanas?

Por Javier B. Dal

No, no se trata de un error de redacción. El tema no se refiere a “La madre Rusia” como lema patriótico de las épocas de la multiétnica Unión Soviética, aunque en cierto sentido sí. En la última semana salto a la luz una situación que ya se venía dando y que tienen como principales protagonistas a jóvenes mujeres rusas embarazadas que llegan al país para parir a sus hijos. Al parecer a alguien eso le ha parecido muy sospechoso y puso a rodar un supuesto complot de espionaje internacional…eso pasa cuando 007 está de vacaciones en Buenos Aires.

Desde el punto de vista constitucional esto no debería ser un problema ya que nuestros artículos 14 y 20 de la Carta magna consagra la libertad para todas las personas de buena voluntad de cualquier parte del mundo poder entrar, transitar, permanecer y salir del país cuando quieran siempre y cuando no sea para cometer ilícitos.

La noticia de que seis mujeres embarazadas de origen ruso estaban detenidas en Ezeiza y que por privarles salir del aeropuerto estaban durmiendo en el piso, desato la indignación y al mismo tiempo disparó las alarmas sobre las reales causas de este trato discriminatorio e inhumano. Esto tenía que ver con algo muy opaco y que va más allá de la propaganda atlantista que ciertos medios capitalinos están difundiendo.

Durante décadas miles y miles de mujeres y familias de los países fronterizos se han beneficiado del servicio de salud pública argentino sin que les costase un peso. Incluso se ha comprobado (y para desilusión de muchos) como esos mismos países no son recíprocos cuando un connacional necesita ser atendido por un médico. Los turs de salud desde Bolivia, Paraguay e incluso Chile era algo que no conmovió jamás a los burócratas de Migraciones y mucho menos a los flexibles medios de la ciudad autónoma.

Estuvo claro que algo más que la simple irregularidad administrativa en los papeles de las ingresantes rusas había motivado esta medida. Alguien estaba tomando nota de los movimientos de estas mujeres rusas que llegaban al país y no precisamente eran funcionarios del gobierno argentino. Sin dudas estos les soplaron seguramente una historia sobre una imaginaria infiltración de espías rusos y fue así que los atolondrados funcionarios picaron y cometieron una torpeza que -deliberadamente prevista- se hizo mediática. De alguna manera debían justificar semejante accionar pero ¿Cuál era la causal para detener a estas mujeres? La única imputación que rumiaron algunos fue la calificación de “falsas turistas” y de “aprovecharse de los beneficios documentales que otorga el país” ¿Dónde estaba el delito? Desde el punto de vista legal no existen estas calificaciones como tipos penales en nuestro código penal.  El olor a la rusofobia que Washington ha estado difuminando mediante su propaganda informativa y toda clase de medidas restrictivas parece apestar en este caso.

Al parecer alguien dentro del gobierno federal se puso legalista con el cumplimiento de los visados y el control para la entrada de ciertas personas al país. Sin dudas algo muy raro. En este caso puntal no se puede dejar pasar el origen de las demoradas por lo cual torna muy sospechoso todo este movimiento que bien podría haber sido instigado por alguna influencia salida de los edificios en Avenida Colombia al 4000 y/o Luis Agote al 2000.

No es la primera vez que EEUU influye dentro de las decisiones de otros gobiernos y el argentino no va a ser la excepción. Ya hemos visto lo que ocurre con los que realmente se resisten.

El planteo de una supuesta ilegalidad en la llegada al país de éstas mujeres denota ese sesgado y prejuicioso punto de vista que EEUU y Gran Bretaña han instalado en el relato mediático de lo que hoy sucede en Ucrania. La demonización como parte de la propaganda y la guerra psicológica es un arte continuamente empleado por Washington y sus laderos. Bajo esta premisa tóxica y maliciosa todo lo ruso y los rusos en particular, son sospechosos por su nacionalidad ¿Acaso olvidan las censuras y las prohibiciones de ingreso a ciertos países europeos sobre jugadores, deportistas e intelectuales por el solo hecho de ser rusos? Nada nuevo en el proceder de los gobiernos y medios occidentales cuando de los estereotipos hacen todo un relato.

Tampoco nos debe sorprender que los medios argentinos y sus adláteres, descarados partidarios del relato atlantista se estén haciendo su agosto a costa de esta situación. Su forma de operar es la misma que la creada en torno al avión venezolano, un gran bulo que escondía los intereses geopolíticos de un estado determinado. Los musulmanes quienes desde 2001 fueron blanco de todo tipo de acusaciones y sospechas, muchos de ellos enviados a campos de concentración como Guantánamo, Abu Graib, Bucca, Bagram y otra veintena de cárceles secretas alrededor del globo de la “democracia” estadounidense, debieron pasar por ese mismo calvario estigmatizante nacido de una propaganda islamófoba y tendenciosa a justificar objetivos geopolíticos de EEUU e Israel en todo el Medio Oriente. 

No hay que olvidar el contexto geopolítico y las draconianas medidas estadounidenses para sancionar el contacto con todo lo ruso. Se sabe muy bien que en la Argentina hay una buena parte de la sociedad que no tiene ningún problema con Rusia ni los rusos, pese al ponzoñoso y constante radiar de la diatriba rusofoba de ciertos sectores y personajes políticos casualmente anglófilos y de medios capitalinos que sintonizan con ese pensamiento tóxico.

Como una forma de tapar semejante injerencia y disfrazar las presiones que seguramente recibe, el gobierno nacional salió a la palestra a intentar justificar estas retenciones y las medidas judiciales puestas en marcha bajo la supuesta existencia de una mafia que se aprovecha de las ventajas del país. Pese a la estridencia de las acusaciones de la responsable de Migraciones ello hasta el momento -y en las dimensiones pretendidas- no se ha comprobado.  

La intervención de la jueza federal Servini cerró el moño de esta demostración de un actuar estigmatizante y discriminatorio que más que investigar la existencia de una supuesta red de contrabando de personas (que bien podría existir en algún caso puntual), más bien y en el fondo responde a una política externa a Buenos Aires.  

Por lo pronto y más allá de que hoy por hoy y de sobremanera les preocupe a los sectores rusofobos de la política y los medios argentinos, que no es otra cosa que la preocupación de sus mentores en el Departamento de Estado y en el Foreign Office, las mujeres rusas que vienen al país para obtener una atención médica por la cual pagan (como no sucede en los otros casos mencionados) no entra en ninguna irregularidad administrativa y mucho menos legal salvo las que la CIA y el MI6 puedan estar fabricando.

Es por eso que los argentinos en este asunto tienen que atender al dicho que reza “que la rama no les tape el bosque”.   

 

 

sábado, 11 de febrero de 2023

 

“THE TRUTH THAT WASN'T A LIE”

Why did journalist Seymour Hersh's article on the attacks on the Nord Stream I and II gas pipelines annoy the US Establishment?

 

By Sidney Hey

The first light of the morning of 26 September 2022 would reveal that in the middle of the Baltic Sea, a few kilometres from the Finnish coast and the European continent, the water showed a gigantic bubbling of pressurised bubbles rising from the depths, which was none other than the gas leaking from the Nord Stream I and II pipelines coming from Russia.

Thus, the gas stopped reaching the German distribution platforms and thus all German citizens (including Merkel and Scholz) and the rest of Europeans. Even with one's eyes closed one could guess what had happened.

The situation was immediately clear: sabotage on each of these pipelines forced the Russian company GAZPROM to turn off the gas supply to Europe.  The White House was quick to point the finger at Russia as the culprit even though it made no sense at all. Why would the Russians destroy one of their most important economic sources, for an energy war against Europe? Unsurprisingly, Washington's European political cronies - especially those in Downing Street - were ratifying this version. The truth was that this deprived all European citizens of this resource, unleashing a chain of unprecedented social, economic and productive consequences.

Although European governments and especially European Union officials immediately lined up behind Washington's headless hypothesis and the Western media (as always) amplified it, ordinary citizens realised almost immediately who had really been behind the attack.

Within hours of the publication by renowned researcher Seymour Hersh pointing the finger at the US and the Norwegians as responsible for blowing up these pipelines, Washington was in a frenzy from the president's office in the White House to the Pentagon and the State Department. Confidential sources within hours of the release noted that the angry, distorted faces of Biden and Blinken (the main instigators of the bombing) said it all. Similarly, Deputy Secretary of State Victoria Nuland and Machiavellian national security adviser Jake Sullivan, both of whom were notoriously upset, jumped into their cars and fled contact with the press. As had happened in the past, Hersh did it again and got the federal government in trouble.

But in the current circumstances not even the much-lauded journalist and investigator is safe from government manipulation.

Despite this, the first thing you should do is not to believe this supposed dismay of the US government because it is also quite possible that Hersh's source is not as transparent and good as it appears to be. Even if the media does not show it, the internal bickering and clashes are fierce. The tensions between the Biden administration and the Republican Party to stop the war have poisoned the domestic political environment so it is not unreasonable that Hersh is being used as a means to operate. On top of this, there is a tug of war within the US deep state over what is happening in Ukraine.

No one doubts that it was the Americans who benefited (especially commercially) from this sabotage. They had the opportunity during the joint naval exercises in the Baltic Sea in June 2022, where tactical divers were operating. Nor that the US is conducting a hybrid war against the Russian Federation that has reached dangerous extremes. The precedent that further incriminates their involvement came from the mouth of Joe Biden himself a few months before this event when he assured that the US would eliminate the pipelines. This was a move aimed more at reprimanding the Germans (because of their pragmatism) who were more hesitant to play Washington's game than to harm Russia. The novelty of this open secret is undoubtedly the mention of Norway as a party involved. If this is indeed the case, the Nordic country's involvement could encompass other very delicate situations that some sources have described as enigmatic.

At the time of the explosions inside Russia, some sources said they were Ukrainian saboteurs who had been able to infiltrate across the borders. Others that they were CIA sleeper agents who had entered in 2014 in the midst of the crisis that followed the coup in Kiev, or even Russian rogue elements recruited for good pay for the job, and others that they were cells of a mysterious CIA-allied intelligence agency that possessed the up-to-date knowledge and manpower to go unnoticed in Russian society. The appearance of this piece of information in Hersh's source could be the element that unravels that mystery.

From a political point of view, the attack executed in international waters but deliberately affecting foreign interests, including those of its EU partners and friends, the Norwegian involvement demonstrates a commitment and determination that would be useful for more daring actions within the borders of the Federation. In this sense, those in Washington and Brussels must have wondered what Oslo could not fail to do for us?

Norway is one of NATO's strategic members and as such one of the most interested in curbing Russia's influence in the Arctic. This, of course, is what was thought and discussed inside the Norwegian government, as they have little interest in provoking Russia with direct involvement in the Pentagon's hybrid war in Ukraine.

When the pipeline incident was discovered, the Norwegian government expressed surprise and even increased naval patrols over its port infrastructure, casting doubt on the nature of the attack. In the latter sense, what the Norwegians intended to point out was that Russia had been the cause of the attack (self-inflicted attack) by reporting that counter-intelligence had arrested a possible Russian undercover agent and other Russian nationals for flying drones that crossed into Norwegian airspace.

But despite these actions and attempts to mislead, the truth was impossible to cover up and was probably already known to the Russian SVR. The placement of the explosives by the Americans in the first stage and the remote detonation by the Norwegians put an end to the mysteries and speculation that the Western media tried to install. 

It is therefore not surprising that the Norwegian Intelligence Service (NIS) is the CIA's ace up its sleeve in the terrorist attacks within the Federation, although this would only be news to Western public opinion. The Kremlin was already aware of Norway's active involvement in the situation in Ukraine, especially in the Arctic, and began clandestine operations to disrupt espionage networks within their respective nations.

There is no doubt that Seymour Hersh's article is the ratification of a truth intuited by the global collective, and what most reinforces the credibility of what has been exposed is the attacks and the wave of discredit that the traditional Western media - servants of power - have received for it.