martes, 31 de marzo de 2020



“ESTADO DE INCERTIDUMBRE”
Cuáles serán a partir de ahora los lineamientos del gobierno y de toda la clase política argentina para sacar al país de la crítica situación socio-económica en la que se encuentra


Por Javier B. Dal
Buenos Aires vacía y bajo control policial
 El anuncio realizado por el presidente Alberto Fernández de extender la cuarentena por quince días más, ha puesto en discusión varios temás que exceden el interés general orientado a proteger la salud pública. Cabe señalar que en el gobierno nacional nadie aún sabe bien qué es lo que hay detrás de esta Pandemia aunque en realidad es seguro que nadie quiere averiguarlo.  Apelando a un tono calmado y con un lenguaje llano, el presidente argentino además de alegar una supuesta satisfacción por el éxito del aislamiento impuesto, trato de justificarlo con la mención de cifras de presuntos infectados, el castigo inferido a los trasgresores de la cuarentena impuesta y felicitando el esfuerzo de los funcionarios del estado.

Entre los “esfuerzos” de su gobierno –cabe mencionarlo- esta la gestión para la adquisición de equipos de respiradores y camas poniendo al frente de la empresa a nada menos que a su actual pareja Fabiola Yañez (quien esta al frente de la Fundación Banco de la Nación)  quien para tal fin, administraría un cuantioso fondo con el cual financiará estas compras pero habría que preguntarse  ¿Quién controlara lo que se recaude y lo que realmente se gaste?

Con el objetivo de planchar la curva de infectados y refiriendo al “modelo argentino” sobre las medidas de prevención adoptadas, Fernández  trató de justificar el estado de quietud productiva al que se ha sometido a un país económicamente arruinado y el cual una vez terminado el aislamiento, se verá inmerso en un mundo que además de haber cambiado superlativamente, ha entrado en recesión, tal como lo anunció la Directora del FMI Kristalina Georgieva.

En este sentido, las soluciones para tratar de paliar las necesidades económicas de cada uno de los ciudadanos que se hallan parados merecen  un cuestionamiento ¿Qué clase de solución habrá más allá de subvenciones dinerarias para un sector determinado de la población?  El otorgamiento de 10.000 pesos para un número no determinado de trabajadores informales de las categorías más bajas del tributo plantea al mismo tiempo varios interrogantes a saber: ¿Cómo se financiara esto y cómo se determinaran la realidad de las situaciones de cada uno de esos solicitantes y qué ocurrirá con los profesionales liberales quienes sometidos a la misma situación no pueden facturar? En el trasfondo de esta medida no hay más que pura demagogia y conveniencia política para evitar que explote una bomba social de los sectores más comprometidos del conourbano bonaerense.

A nivel nacional las demandas que circulan por las redes sociales (Twitter y Whatsupp) para que la clase política –en la que se incluye al mismo presidente- sacrifiquen parte de sus abultadas ganancias como lo hace el resto de la población han desatado serias preocupaciones en el gobierno donde hay funcionarios municipales que descaradamente llegan a ganar 500.000 pesos al mes.

Para muchos estas medidas de aislamiento además de exageradas e irrazonables son un ensayo de arresto domiciliario masivo que responde a los intereses globales que han creado este brote.

Si consideramos el dato planteado por la directora del FMI y le agregamos el anunciado impacto que generará en la Unión Europea al cual el economista danés Poul Thomsen[1] calificó como “muy severo” ¿Qué puede esperarle a la ya critica situación económica de Argentina?

Paralelo al discurso, la realidad demuestra la catastrófica situación adqusitiva de la población que además de verse sometida a este aislamiento que le impide obtener el sustento, se ve condicionada por la manipulación de los precios de los alimentos que inmediatamente después de los anuncios subieron más de un 10%. Así la carne y las verduras, alimentos de consumo básicos de la población han sufrido alzas que hacen más difícil la situación.

Más allá del descontracturado discurso de Fernández y de los mensajes velados enviados a los empresarios para que no despidan a sus trabajadores, su gobierno no ha podido convencer en cuanto hace a la capacidad de reactivación de la economía. En ningún momento se hablo de la suspensión del pago de los impuestos y obligaciones que deberán ser afrontados por todos los ciudadanos que no han estado percibiendo ganancias por la instauración de la cuarentena. Este punto ha sido un hueco negro en su discurso que no tiene una respuesta fácil.

Queda en claro que el estado argentino no funciona como debiera o si lo esta haciendo, lo hace en forma bastante reducida. Si el país ya venía con una extensa –y muy conocida- crisis de infraestructra  para atender en una situación de normalidad ¿Puede ser creíble que pueda controlar una situación extraordinaria como la que actualmente tiene que vivir el país? La respuesta no puede ser otra que una gran duda sobre esa posibilidad salvo que se estén utilizando recursos extraordinarios para sostener la situación pero, ¿De dónde el gobierno está sacando esos recursos? Este planteo surge y se ahonda entre otras cosas ante la imposibilidad de una gran parte de la población por pagar sus impuestos ¿Acaso el presidente hizo referencia este inconveniente?

¿Hasta cuando podrá el gobierno sostener esta situación sin consecuencias sociales y tal vez de estallidos insurrecionales?

Pese a los controles polciales, al terror infundido desde los medios que entre otras cuestiones creo una red de delatores sociales que ya lleva 30.000 ciudadanos entre procesados y detenidos por violar el aislamiento, ello no sería suficiente. Algunas fuentes han revelado que el gobierno estaría preparando un control masivo de todos sus ciudadanos mediante la implementación  de softwares informaticos de espionaje para rastrear la geolocalización de cada uno de los celulares operativos en CABA como en las principales ciudades del país. La viabilidad de esta medida es cierta ya que más allá de que Fernández comparta gobierno con una alianza “progresista” eso no afectará las actividades de este tipo. Aunque los medios locales plantean el asunto como una novedad que solo ha implementado el gobierno “totalitario de China”, esta tecnología invasiva ya venía siendo utilizada por EEUU e Israel.

Estos mismos medios y periodistas que difaman de continuo y hasta el escarnio a países como China, Rusia y obviamente a los gobiernos árabes-islamicos acusándoles de practicas autoritarias y otras falacias de la propaganda hollywoodense, últimamente están sugiriendo las ventajas y beneficios de un control semejante haciéndose los desentendidos del espionaje electrónico británico e israelí que durante años se ha llevado sobre las comunicaciones de todas las reparticiones estatales y sobre la población argentina que durante el gobierno de Macri, se asentaron cómodamente en el país.

Igualmente y más allá del control y el terror informativo que el gobierno necesita para demostrar que juega bien el juego ¿Hasta cuando cree que podrá mantener éste estado de incertidumbre?


[1] Sitio oficial del economista Poul Thomsen https://blogs.imf.org/bloggers/poul-m-thomsen/

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