jueves, 22 de junio de 2023

 

ENCRUCIJADA

La tan promocionada por los medios angloestadounidenses contraofensiva ucraniana ha costado un altísimo precio sin los resultados esperados ¿Cuál será la estrategia de la Casa Blanca y de la OTAN para no perder el control de más territorio?

 

Por Charles H. Slim

Los intentos ucranianos por realizar una contra ofensiva han fracasado y eso es un hecho incontrastable. Las pérdidas materiales y humanas de Ucrania son desmoralizantes y esto -más allá del régimen de Kiev y del mismo Zelensky- es una preocupación para la OTAN que no esperaba que el fracaso fuese tan rápido.

El relato épico de la propaganda de los medios del “occidente colectivo” sobre una contra ofensiva inminente y aplastante hoy se ha desinflado y para desviar la atención se enfocan en misteriosas desapariciones de submarinos con millonarios abordo.

Las fuerzas ucranianas prácticamente han quedado desarmadas. A las pérdidas y abandonos de vehículos occidentales en las primeras acciones, hay que sumar la destrucción de tres grandes depósitos con importantes lotes de armas y municiones de la OTAN que merma el aprovisionamiento a las tropas. Como se puede ver, nunca pudo ser más oscuro el horizonte para los planes de Washington y Bruselas.

Otro hecho que se ha visto y documentado por los rusos son las deserciones entre las tropas ucranianas que tras ser entrevistadas por sus captores han testimoniado la falta de idoneidad y capacidad en sus mandos.

Los únicos logros tácticos han sido la captura y en muchos casos temporal, de pequeñas villas y pueblos que se sitúan en una zona gris antes de llegar a la primera línea de fortificaciones rusas. Son en esas ocasiones que se han montado escenificaciones de combatientes ucranianos presentadas como victorias en los medios angloestadounidenses, cuando en realidad no hay resultados reales o avances sustanciales sobre las líneas rusas. Uno de los puntos más sangrientos se está dando en el poblado de “Piatijatky” donde los choques son espeluznantes. Este poblado ha cambiado de manos en varias oportunidades quedando en las últimas horas en manos rusas.

“Zaporiya” es otro de los puntos de alta intensidad y donde los intentos de avance ucranianos han terminado con grandes pérdidas materiales y humanas. En este sector es donde se halla la planta nuclear más grande de Europa y que los saboteadores ucranianos han estado tratando de volarla por los aires ¿Qué objeto puede perseguir semejante acto demencial?  Se trata a todas luces de acciones desesperadas y que las autoridades de la Organización de Energía Atómica (OIEA) hacen la vista gorda de manera descarada, evidenciando (como si ello fuera una novedad) a quienes responden. Si a Zelensky y a sus lugartenientes le preguntasen que necesitan para tratar de sacar adelante esta situación su respuesta sería sin dudas “cualquier cosa” y es ahí donde el terrorismo y las “falsas banderas” son opciones válidas para echar mano.

Pero ¿Por qué se ha producido esto? Hay una combinación de factores que explicarían este desastre.  Antes aclaremos que esto involucra directamente a Washington y la OTAN como principales instigadores para que la guerra y las penurias de los ucranianos continúe. Esto quedo probado tras la visita a Moscú de los representantes africanos promotores de un plan de paz quienes en la entrevista con el presidente Vladimir Putin fueron puestos en autos sobre la negativa del régimen de Kiev -instigada desde Washington- a una paz consensuada (Cancelando el acuerdo “confidencial” firmado entre Kiev y Moscú en 2022).

Continuando con los factores que convergieron para este fracaso, el primero es la falta de personal entrenado y reclutas sin la formación suficiente para manejar los tanques occidentales que nada tienen que ver con los tanques T-64 y 72 de la era soviética. Durante las primeras incursiones del 4 al 9 de junio las pérdidas de vehículos acorazados “Bradley”, “Challenger” y los exaltados “Leopards” dejaron evidente que algo salió muy mal con el entrenamiento.

Pero ese no era el único factor. Fuentes dentro de las mismas fuerzas ucranianas refieren a fallas mecánicas y en el instrumental de los tanques y vehículos acorazados de origen estadounidense que en algunos casos, revelan problemas con las armas montadas. En síntesis, se habla de chatarra.

Sumado a esto, un número de bajas considerable que quedaron desperdigados en los campos junto con sus armas, equipos, municiones provistos por la OTAN. Como ya se advierte en la opinión pública occidental, los medios mantienen un sospechoso mutismo sobre o que ocurre en Ucrania y los motivos están muy claros: Nada va bien allí.

Las pérdidas en las primeras horas del 4 de junio alcanzaron a unos 1000 hombres y eso no tiene otra conclusión que “desastre”. Estos se suman a las 200.000 bajas que se estiman en su mayoría, como los mejores hombres y con experiencia. Los que han sido enviados a esta promocionada contraofensiva son reclutas con poca voluntad y muchos otros sin experiencia en combate. No olvidemos que la leva impuesta por Kiev va desde los 16 hasta los 60 años. A pesar de que los medios occidentales y en especial los controlados por el pensamiento neoconservador, invierten esta realidad hablando de que son los rusos los que han perdido esa cifra, y muchos nos preguntamos ¿Enserio? Si tomamos enserio estos números dibujados es lógico entonces que, de acuerdo a esa arbitraria proporcionalidad deberíamos suponer que las perdidas ucranianas son el doble.

Como se puede ver, las cosas están muy mal para Kiev y por extensión, para La Casa Blanca. La desesperación es mucho más advertible en los atlantistas que entre los resignados reclutas ucranianos quienes son conscientes que van directo a un matadero (picadora de carne) con muy pocas chances de regresar.

Al parecer los neoconservadores están presionando a Biden para que empuje a los gobiernos de Polonia, Bulgaria y Rumania a poner hombres en Ucrania como una medida desesperada para remontar las operaciones. Pero más allá de la aversión contra Rusia que sienten algunos de estos mandatarios, son ante todo realistas y tienen los pies en la tierra entendiendo muy bien que quemarse por los intereses angloestadounidenses no les redundara más beneficios que los de mantener una relación tensa, acotada y pragmática con Moscú.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario