“COMPLICACIONES
DEMOCRATICAS”
Biden hizo gala de ser la renovación para la política
exterior estadounidense pero ¿Dónde están en la práctica las políticas que lo
demuestren?
Por Charles H.
Slim
Para los pobladores sirios del noreste en "Hasaka" y de
toda la zona fronteriza con Iraq, el cambio de presidente en la Casa Blanca no
ha significado nada. Tal como lo había hecho Donald Trump e incluso sus
predecesores, Joe Biden sigue jugando con la vida y los bienes de los sirios e
iraquíes con el continuo despliegue y accionar ilegal de sus tropas en la
región. Sumado a esto, la aplicación impiadosa de sanciones comerciales contra
Damasco solo está causando aflicción y miseria en la población como una forma
de crear la presión interior que termine por estallar contra su gobierno. En
este contexto y vistas las acostumbradas tácticas sucias de persuasión -del
cual participan el Stablishment financiero de Wall Street- ¿Dónde está la tan
proclamada democracia, las tan esgrimidas Resoluciones de Naciones Unidas y el
respeto por la libertad y los derechos humanos?
Pese a estas execrables prácticas que hacen sufrir y
matan a civiles sirios, el pueblo árabe no ha doblado la rodilla y sigue firme
sosteniendo a su gobierno. A cualquier sirio que camina por las calles de
Damasco le queda claro quiénes son los responsables de la desgracia que se ven
inmersos. Causa irritación el cinismo de Washington cuando se pavonean con
discursos sobre el respeto a los derechos humanos y por debajo, solapados por
la oscuridad, actúan con total indiscriminación y sin contemplaciones con los
civiles.
No es necesario tener que fundar estas nuevas
incongruencias ya que vimos como en febrero pasado los aviones norteamericanos
lanzaron un ataque sobre las milicias populares iraquíes que combaten a los
terroristas que son entrenados por aliados de Washington. Evidentemente los
comandantes estadounidenses no actuaron por su cuenta. El presidente Joe Biden
había firmado una orden ejecutiva unas horas antes que autorizaba la acción
¿Qué sucedió con los cambios de una nueva era? Desde la Casa Blanca y el Departamento de
Estado recurrentemente justifican estas agresiones contra la soberanía de Siria
e Iraq con lavadas excusas que ciertamente ya no engañan a nadie y es que no es
posible decirle al público que sus tropas están combatiendo al terrorismo ya
que, ello es una inconsecuencia terminológica que se refiere a una herramienta
de guerra y no a una entidad.
El Estado Islámico (ISIS) fue la excusa perfecta,
una entidad seudo-islamica que vino dar los fundamentos políticos y operativos
para instaurar ante la opinión pública el bulo rotulado como “lucha contra el
terrorismo” que dio a su vez, nacimiento a un fabuloso negocio de inversiones de
empresas y corporaciones privadas vinculadas a la Seguridad y Defensa. Fue así
como esta farsa armada por las agencias de inteligencia occidentales y sus
pares regionales (árabes, israelí y turca) pudieron apoderarse de las zonas
productivas de gas y petróleo para robarlo y tráficarlo por camiones cisterna
que pasaban con total impunidad a suelo turco y de allí a puertos en el
Mediterráneo como son Iskenderun, Ceyhan y Dortyol. Cuando -por la
intervención de la Fuerza Aeroespacial rusa- se descubrió este escándalo el
Departamento de Estado trato de tirar sus implicancias por la ventana y habló
de que con ello los “terroristas” financiaban sus operaciones; pero eso no se
lo trago nadie.
Vehículos blindados en Hasaka |
Pero no solo la financiación con la venta de
petróleo robado es importante para la operatividad de estas bandas de
mercenarios. Alimentar a sus combatientes es uno de los problemas a resolver en
toda campaña bélica y que aquí no iba a dejar de serlo. Es por eso que hace una
semana se reportaron movimientos de camiones repletos de granos escoltados por
vehículos acorazados estadounidenses que cruzaban al Kurdistán iraquí por el
puesto fronterizo de “Semalka”.
Hace tiempo que se reportaban movimientos similares.
Incluso de acciones arbitrarias de las tropas estadounidenses en la región que
profundiza el ya pre existente odio de los pobladores a su presencia.
Sin dudas una cara más de la escandalosa e ilegal injerencia
de Washington en Siria y el resto de la región. A la comprobada protección a
los remanentes del “Daesh” que aún controlan -por acuerdos entre
norteamericanos, turcos y kurdos- algunos pozos petroleros en el noroeste
de la región, se ha venido comprobando el zaqueo por parte de las tropas
estadounidenses y de sus bandas proxies de silos y depósitos de granos de
cereales de los pobladores para ser transportados a sitios desconocidos. Con ello,
los intrusos que solo encuentran límites ante la presencia de tropas rusas,
contribuyen con la crisis y la carestía que la guerra provoca y que lleva a que
la escasez de productos básicos sea otro factor de sufrimiento para la
población civil siria.
Dos semanas atrás fuentes locales en la aldea siria
“Al Talou” reportaban que una docena de camiones militares con chapa
identificatoria estadounidense, estaban vaciando los silos de los campos pese a
la oposición de sus propietarios. Se creyó que ese cargamento iba a ser llevado
a sus posiciones en “Hasaka”. El 26 de marzo pasado se reporto desde la
localidad “Al-Malikiyah”, que había pasado un convoy de unos 18 camiones
cargados con granos con rumbo a la frontera con Iraq. Más tarde se confirmó que
ese convoy atravezó la frontera con rumbo a la región autonómica del Kurdistán
iraquí.
Estos hechos que no son más que acciones vandalicas y
criminales llevadas adelante por unidades militares estadounidenses que con el
apoyo de grupos kurdos como el Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) -una
denominación meramente decorativa-, han sido acusadas entre otras
cuestiones de asesinar a pobladores que no se someten a sus ordenes e incluso
de secuestrar a muchos otros de los cuales al día de hoy en algunos casos no se
sabe su paradero. Los allanamientos sorpresivos de estas milicias contra los
hogares de familias árabes no distan en nada en las que realizaban los mismos estadounidenses
en Iraq en tiempos de la ocupación o las que llevaba adelante el “Daesh” o “Jabbat
Al Nusrah” cuando asaltaban las aldeas para llevarse a sus moradores para asesinarlos o
usarlos como conejillos en sus siniestras escenificaciones videograbadas colgadas
en “YouTube” de aparentes ataques químicos para posteriormente acusar al
gobierno de Damasco.
Sobre esto no se sabe tampoco si Naciones Unidas
tomara alguna intervención dado que es más que claro que hay una situación de
agresión constante y violación flagrante de la soberanía de un estado y de los
derechos humanos de sus habitantes.
Tampoco se ha conocido reacción alguna del
presidente Joe Biden quien ha sido presentado por el arco mediático occidental
como el “moderado” y restaurador de las libertades, aunque cierto hay que dejar
en claro, ello es solo una pantomima más a la que Washington tiene acostumbrado
al mundo. La geopolítica norteamericana para Oriente Medio no se verá alterada
-no mientras exista el interés sionista-, no a lo menos en lo que
refiere a Siria, por lo que habrá que seguir esperando más violencia e
inestabilidad que Washington usará para justificar su estancia.
Es sabido que las autoridades kurdas -además de
aliadas de Tel Aviv- colaboran (en un amplio espectro del término) con los estadounidenses
y ello mantiene tensas las relaciones con las milicias populares iraquíes
quienes además de luchar contra los remanentes del Daesh que siguen operando
gracias a la cooperación que reciben desde sectores que no son controlados por
Bagdad y Damasco, buscan expulsar a las tropas estadounidenses. Precisamente en
días pasados se dieron varios episodios contra las tropas estadounidenses que
dan testimonio de la voluntad de la resistencia iraquí que (como sucedió
durante la ocupación) esta siendo combatida por las autoridades
colaboracionistas de Bagdad.
El regreso de los ataques con IED (Dispositivos
Explosivos Improvisados) en las carreteras iraquíes que se suman a los ataques
con morteros y cohetes contra bases y puestos militares estadounidenses, es una
reacción a las continuas agresiones occidentales y de sus aliados israelíes,
pero también el preludio de malas cosas por venir. Los oficiales veteranos sin
dudas no olvidan como en los días de ocupación la resistencia les convirtió su
estancia en un infierno que terminó causando además de la muerte de muchos de
sus camaradas, muchísimos lisiados físicos y mentales que luego pasaron al
olvido de un estado que se considera democrático pero que en lo que hace a su
comportamiento, no es más que un totalitarismo imperialista con disfraz liberal.