domingo, 15 de septiembre de 2024

 

ACKNOWLEDGING RECEIPT

In the face of the cynicism and double standards of the US policy that NATO is deploying in Ukraine, Russian President Vladimir Putin has been clear and very precise about what the consequences will be and on whom they will fall if cruise missiles fall on his territory


Por Sidney Hey

Following the agreement reached by the US and British governments to authorise Kiev to use Storm-Shadow and ATACMS long-range missiles against Russian territory, Russian President Vladimir Putin himself gave his point of view on the matter and clearly stated his country's reaction to an aggression with these weapons.

As the Russian president made very clear, he and his government are not worried about Ukraine attacking their country with drones as it has been doing until recently, the issue is that more sophisticated and long-range weaponry will be used for this purpose, which will not necessarily be operated by the Ukrainians. He made it clear that these long-range missiles, because of their technology and guidance systems, require satellite intelligence that the Ukrainians do not have, but NATO does, so the use of these weapons against Russian territory will be blamed on its Western partners.

Although Vladimir Putin's message was diplomatically direct and very clear in the recipients to whom it was addressed, as is customary in Washington they tried not to take it seriously until Moscow ratified the Putin government's decision to be serious. The message has been extremely clear and does not admit of double readings,’ said Kremlin spokesman Dmitry Peskov, adding that he was sure it had reached its intended recipients.

There is no doubt that Joe Biden and Keir Starmer understood very well what the consequences of launching long-range missile strikes on the territories of historic Russia would be and that this would involve a nuclear strike as one of the options. Putin has made it clear that no excuses or theatrics in which the Ukrainians are held responsible will be accepted. Only NATO operators, and especially the Americans and the British, are capable of using them.

In the Pentagon's top brass and in Brussels, concern is taking over the agenda. They are aware that the Russians do not lie and that even the distance of their countries from the theatre of operations would not guarantee them freedom from nuclear retaliation. Putin's warning has undoubtedly slowed the deployment of cruise missile systems aimed at Russia for the time being, but it should not be taken for granted, as the record amply demonstrates that Anglo-American politicians cannot be trusted.

In the light of public opinion, such measures are questionable and raise questions about their governments since, contrary to their claims, they only raise the spectre of nuclear war.

Precisely at this very moment, Washington is resenting the position adopted by President Vladimir Putin himself, which has gone viral around the world, making it clear who are those who are promoting the war against Russia. It is no coincidence that the head of the State Department himself, Anthony Blinken, launched a wild accusation against the Russian media, especially “RT”, considering it to be ‘part of Russian intelligence’ as a way of justifying the sanctions he has been launching against those who work for the network.

At a press conference, Blinken himself said that the network possessed cybernetic capabilities and was involved in covert operations for Russia, obviously without presenting evidence or explaining what these operations had consisted of. These statements are undoubtedly comical, to say the least, considering that the US media, and the Anglo-American media in general, have been seen to serve their Establishment.

Likewise, those responsible for the channel, and in particular its director Margarita Simonián, did not miss the opportunity to launch an irony as a way of showing to public opinion how unserious and ridiculous these accusations are. It has been the emergence of global alternative media such as “RT” that has prevented many arbitrary actions and especially crimes by certain states from being overlooked or artificially reinterpreted to justify them. That is why Vladimir Putin's warnings, which have reached the four corners of the globe, about who will be held responsible if Ukraine launches long-range missiles over the Russian Federation are so disturbing. That is undoubtedly the most unbearable pain and discomfort for the US Establishment and its partners in the West. Losing control of the ‘historical narrative’ and manipulating public opinion is a defeat that is very hard to swallow.

In addition to being an attack on freedom of expression, Blinken's accusations only reinforce the extensive US casuistry that demonstrates the low quality of its democratic system -so overrated - already called into question by its long record of human rights violations from 2001 to the present.

 

sábado, 14 de septiembre de 2024

 

PRIVATIZANDO LA POLITICA EXTERIOR DE EEUU

¿Cómo se puede calificar o qué puede significar el descarado llamamiento del CEO de una empresa de mercenarios estadounidense para atentar contra la integridad física y política de Venezuela? Naciones Unidas…OEA, llamando!!

 

Por Charles H. Slim

Durante el fin del siglo XIX y todo el XX, las revoluciones como fenómeno político-social surgido violentamente de las bases de un pueblo como parte de un proceso para remover regímenes intolerables, fue poco a poco siendo cooptado por ciertos estados occidentales para crear su propia industria y formato de revolución.

Los colonialistas europeos (en especial los británicos) sin dudas fueron los precursores de esta industria. Desestabilizar a un estado enemigo mediante la subversión es uno de los fines que se busca fomentando la intranquilidad, el descontento y contemporáneamente la inseguridad con fenómenos como el terrorismo. Como se ve, la democracia no tiene nada que ver aquí.   

A partir de la segunda mitad del siglo XX y hasta no hace mucho, EEUU ha sido la Meca de la conspiración para subvertir y derrocar gobiernos que le desagradan mediante la creación y promoción de procesos revolucionarios (de color en Europa del este) o contra revolucionarios (en Centroamérica y el mundo árabe-islámico). Para ello cuenta con un oscuro universo de agencias de inteligencia (incrementadas desde 2001) que financiadas con presupuestos negros, son parte del llamado “estado profundo” y que en los últimos treinta años han estado tercerizando muchas de sus operaciones sucias con actores privados. Es por ello que no debería sorprender a nadie que hoy se escuche que una corporación privada, nacida de una empresa estadounidense de matones y mercenarios como “Blackwater” y “Academi”, a plena luz del día y con total desparpajo esté ofertándose para derrocar al gobierno venezolano.

Las tácticas del golpe blando y del golpe de estado clásico ya hace tiempo que no funcionan. Ahora como nunca y descaradamente, el emprendimiento privado da un paso al frente y deja en evidencia su papel en los asuntos del Departamento de Estado norteamericano y particularmente en el asunto Venezuela. Pero ¿Lo sabe el gobierno federal en Washington? Por supuesto ya que estos tipos son viejos clientes del estado para prestar servicios que son financiados por la descontrolada impresión de billetes de la Reserva federal del Tesoro que es otros de los motivos por los cuales crece la deuda pública hasta el cielo.

Es una relación de conveniencia mutua en la que el gobierno federal (entiéndase el Pentágono, la CIA y la docena de agencias que la secundan) paga a matones privados para no mancharse las manos y evitar pagar costos políticos y mediáticos. Ahí es cuando aparecen tipos como Erik Prince, fundador de la infame “BlackWater” quien como contratista en la invasión a Iraq de 2003, sus mercenarios cumpliendo tareas tercerizadas por el Pentágono, cometieron toda clase de crímenes de guerra y aberraciones contra los iraquíes. Algunos ya han salido a comparar a “Constellis” con la empresa rusa “Wagner” y valga decir, que no hay comparación alguna dado que la diferencia entre una y otra se zanja por el profesionalismo y la disciplina en sus trabajos. Mientras los hombres de “Wagner” combaten y conquistan posiciones militares (especialmente demostrado en Ucrania), los chicos de Prince torturaban y asesinaban civiles iraquíes que hallaban a su paso. 

Pero y a pesar de los cuestionamientos que surgieron de aquello, este negocio sucio ha sido muy conveniente para el gobierno y a su vez, muy lucrativo para Prince quien convirtió a esa empresa de mercenarios en un emporio que actualmente cotiza en la bolsa.

La mención de Prince y su actual empresa “Constellis” vienen a cuento de su oferta de irrumpir en Venezuela, derrocar el gobierno y capturar al presidente Nicolás Maduro por la módica suma de 100 millones de dólares. Esto que no es otra cosa que una demostración de una instigación criminal que bordea el terrorismo y que de boca de otros hubiera sido motivo de extensos artículos condenatorios, pone sobre la mesa una nueva intentona de Washington contra la soberanía política de Venezuela.

Por fortuna y más allá de las declaraciones que intentan crear incertidumbre y temor en la población venezolana, las FFAA bolivarianas han demostrado estar preparadas para aventuras como la promocionada por Prince.

Ya en el pasado el mismo Hugo Chávez fue blanco de las operaciones clandestinas de la CIA y de sus agentes reclutados en Venezuela. Como siempre y de acuerdo a la lógica con la que se maneja la “agencia”, el dinero es la base para reclutar traidores, políticos oportunistas y criminales locales, aunque con la Revolución Bolivariana han fracasado todos sus intentos.

El episodio más cercano en el tiempo y en el cual, el Departamento de Estado tercerizo sus objetivos confiándolos en uno de sus reclutados como era Juan Guaidó quien la derecha y los liberales sudamericanos ponían en los atriles de un representante de la democracia y verdadero líder de la oposición, termino en una verdadera humillación para Washington.  Guaidó y sus seguidores (Sergio Vergara, Juan José Rendón) en 2020 firmaron un contrato con una empresa privada de mercenarios (con componentes estadounidenses) para ejecutar la “Operación Gedeon” contra la integridad física del presidente Nicolás Maduro Moros y la política de Venezuela que culminó en un fracaso total.

Más allá de la provocación que representa la campaña lanzada por el CEO de “Constellis” y de los nexos directos que tiene con los objetivos del gobierno federal, esto es una muestra de la severa crisis por la que pasa los EEUU y un síntoma de que la guerra es la única vía para tratar de distraer a su población y al mismo tiempo, reflotar su economía.

 

 

viernes, 13 de septiembre de 2024

CON EL PUÑAL BAJO LA MANGA

¿Cómo ve la resistencia árabe-islámica y el Líbano la señal de Washington para distender la situación en la región?

 

Por Ali Al Najafi 

En tanto Tel Aviv vacila una vez más para llegar a un alto al fuego con la resistencia palestina y trata de ganar tiempo para seguir expulsando a la población árabe-palestina de la franja, en el norte de la Palestina ocupada las cosas son muy diferentes y Netanyahu y Cía apelan a todos los recursos para tratar de contener la situación. Ganar tiempo, es la frase clave.

Como no era de extrañar, Washington sigue siendo la garantía para que Tel Aviv pueda (entre otras cuestiones) contener militarmente a Hamas y escapar a las consecuencias legales por el genocidio cometido hasta el momento en la Franja de Gaza y también en Cizjordania. Pero mientras trata de hallar el camino para eso, necesita enfriar la situación con el Líbano y en particular con Hesbolá que una vez más le ha demostrado a la comandancia de las FDI que sus fuerzas están más que preparadas para un enfrentamiento.

A su vez los israelíes se han dado cuenta que las épocas de golpear impunemente sin consecuencias, se acabaron. Si las FDI creen que podrán causar masacres contra los civiles libaneses como ya lo han hecho en épocas pasadas contra los libaneses o como las cometidas en la franja de Gaza en estos 11 meses, las últimas represalias de Hesbolá contra los asentamientos de colonos, bases militares y de inteligencia les informan con claridad a los israelíes que no será gratis.

Como dijimos, EEUU es el único garante de la impunidad israelí en la región, pero a estas alturas se le hace muy difícil incluso a Washington poder proporcionar esa cobertura. Tal vez uno de sus mejores intentos será el nuevo envío de su representante Amos Hochstein quien más que un mediador, es un negociador parcial siguiendo la agenda del Establecimiento estadounidense. Como acérrimo sionista, apoya con fervor la campaña que Israel está llevando contra los palestinos. Sus supuestas preocupaciones de que la situación se salga de control, no es un abogo por la paz o cosa parecida. Hochstein sabe que la situación con Hesbolá es francamente peligrosa para Israel y que un mal cálculo de Netanyahu y en especial de su carroñero ministro de defensa Yoav Gallant, podría poner en riesgo cierto la integridad del estado.

¿De dónde surgirían estas repentinas preocupaciones de La Casa Blanca? Porque es bien sabido que a Netanyahu solo le preocupa Netanyahu y si continua con esa lógica, con tal de salvar su carrera política de una investigación penal, podría llegar a encender un polvorín en la región con un costo que los EEUU no sabe a ciencia cierta si esta dispuesto a asumir. En este sentido, los ataques israelíes contra Siria son una evidente estratagema de Tel Aviv para tratar de incendiarlo todo y eso, beneficiaría a Netanyahu. Tal vez la repentina salida del grupo de tareas naval estadounidense de la zona responda a una señal de presión contra Netanyahu.

Las actuales circunstancias geopolíticas dan un marco adverso para que Israel pueda maniobrar como en el pasado ¿Por qué? Primero por el simple hecho de que ha escapado a los cuestionamientos judiciales internacionales y ha sobrevivido gracias y solo gracias a la ayuda de EEUU. Pero la potencialidad que le servía para cobijarse ya está en franca decadencia y la realidad actual lo pone en evidencia. Segundo y siguiendo con esto último, Washington no puede afrontar otra guerra en el Medio Oriente cuando está desgastándose (aún sin participar) en Eurasia y maniobrando con muchas dificultades en el Indo-pacífico.  

Por supuesto que en el Líbano y en el ámbito de la resistencia árabe-islámica se sabe muy bien de sus lealtades y de a quién responde el enviado estadounidense, con lo cual no esperan nada novedoso. La repentina retirada del portaaviones “USS -Theodore Roosevelt” supuestamente volviendo a casa tras ser enviado por la escalada con el Líbano debería tomarse con mucha precaución y hasta cierta incredulidad. Como se sabe este navío es una base aérea de ataque sobre el agua y con solo alejarse unas cuantas millas de las costas sin que sea visible desde tierra, puede operar como centro de mando para una operación ofensiva.

No perdamos de vista que Tel Aviv trato de usar toda clase de trucos para intentar golpear sorpresivamente al Líbano, incluso desplegando de forma secreta y con la cooperación británica aviones y equipos elite al lado griego de Chipre. Cuando Hesbolá puso en evidencia estos planes y advirtió de sus consecuencias en Washington entendieron de que no podían seguir jugando.

Obviamente que los esfuerzos diplomáticos siempre son bienvenidos y deberían ser la alternativa más útil para resolver los conflictos. Pero la historia contemporánea y en la que se ha construido desde la instauración del estado de Israel en Palestina, informa que la buena fe y el valor de la palabra escrita no ha sido respetada. Amos Hochstein no es la excepción a esta regla y los árabes, en particular los libaneses saben que como buen sionista no es de fiar.

Si y muy por el contrario saben que Hochstein solo tratara de hacerle ganar tiempo a Israel y especialmente a su amigo Netanyahu como parte de una estratagema con la cual trate hacerle bajar la guardia al Líbano. 

miércoles, 11 de septiembre de 2024

 

ESTUPEFACCION

Ante el avance ruso en toda la línea del frente en Donbass y el estancamiento de la situación en Kursk, el régimen de Zelensky y sus patrocinadores occidentales caen en cuentas de estar en un callejón sin salida ¿Negociarán la paz o apostarán por agravar la situación?

 

Por Dany Smith

No pude hallar una mejor palabra para describir como quedaron Zelensky y su junta de neonazis cuando en la semana que paso las Fuerzas Armadas de Rusia pulverizaron varios centros estratégicos de reunión de tropas y material atlantista en varias ciudades al mismo tiempo. Jarkov, Sumy e incluso Lviv han sido los blancos más destacados. Incluso sus patrocinadores en Washington y Bruselas no han salido de su asombro fallando una vez más en no haber podido advertir este ataque múltiple y simultaneo.

Mediante el empleo de misiles Iskander, las fuerzas armadas rusas causaron grandes pérdidas en sitios estratégicos del régimen de Kiev en los cuales había presencia de personal atlantista y una gran cantidad de material proveniente de occidente. De esta forma Moscú acudiendo al derecho de defensa que la UE y Washington usan para avalar los ataques terroristas en Rusia (que podrían incrementarse con misiles de largo alcance), responde a la incursión en Kursk y a los ataques indiscriminados que han llevado a cabo sobre Belgorod.

Un centro de entrenamiento de guerra electrónica en Poltava fue sin dudas uno de los golpes más dañinos causando según fuentes oficiales más de 200 muertos. Entre las bajas había varios instructores extranjeros (OTAN) representando una nueva humillación para Bruselas que no pudo dejarse pasar en los medios occidentales. También la ciudad de Lviv al occidente de Ucrania recibió varios ataques con drones “Geran-2” o “geranios” a sitios estratégicos donde se concentraba personal extranjero y equipamiento militar de la OTAN.

Fue así como un artículo de New York Times -vocero del Establecimiento- califico estos golpes como “desmoralizadores para Ucrania” justo en momentos que hay una retirada general y masiva en todo el frente del Donbas.

Pero además de la letalidad de estos ataques, Rusia pone en evidencia la temible tecnología hipersónica que ni EEUU y sus socios europeos han podido contra restar ni mucho menos desarrollar. Incluso, en estos últimos meses Washington ha tratado en vano de probar algunos de sus prototipos resultando en un rotundo y desalentador fracaso.

La junta neonazi de Volodymyr Zelensky ya comenzó a zozobrar y las señales de ello ya están a la vista de todos. En las calles de Kiev y otras ciudades, las escenas de jóvenes huyendo de los reclutadores o simplemente secuestrados a golpes, son la demostración de una situación desesperada. A las purgas internas ya se suman varias dimisiones en áreas estratégicas de su gobierno que están poniendo en evidencia una severa crisis interna que indica una profunda desesperación ante los duros reveces que han sufrido y siguen sufriendo las fuerzas armadas y sus grupos de mercenarios extranjeros esponsorizados por la OTAN.

Hoy la nueva plana de oficiales a órdenes del cómico infausto se ven muy complicados para tratar de resolver el desastre que reciben de sus (muchos de ellos) desaparecidos camaradas. Igualmente, no seamos ilusos: las decisiones estratégicas y de la mayoría de las operativas se toman en el Pentágono o en Avenue Leopold III, 1110 Brussel, Bélgica. Y esto, por el simple hecho de que se trata de una guerra de poder contra Rusia por delegación, nada más.

Esa estupefacción va más allá de Kiev y sus patrocinadores en Washington DC. La UE también está acusando la consternación que significa caer en cuentas de que por seguir como asnos a Washington, se hallan en medio de una crisis sin término que se está reflejando en extremos cambios políticos que los burócratas atlantistas no se habrían imaginado desde el fin de la segunda guerra mundial. Miremos sino lo que sucede en Alemania con la victoria de la izquierda antisistema de Alternative für Deutschland (AfD) que para peor por su posición en Ucrania, es acusada de ser pro-Rusia ¿Y por qué? Porque hace una crítica muy bien razonada en la cual le muestra a los alemanes quiénes realmente están hundiendo al país.

Miremos también a Francia y en especial a Emanuel Macron que pese a proferir declaraciones amenazantes contra Rusia al mejor estilo de los bocones, no ha logrado siquiera estabilizar la crítica situación político-económica de su propio país surgida en gran parte, del seguidismo a las políticas estadounidenses que han llevado a una crisis energética y de migración que aún no tiene visos de una solución. Las manifestaciones se siguen produciendo y no hay expectativas de que acaben.

Por su parte Zelensky y su junta neonazi están viendo que sus benefactores están demasiado apretados para seguir donándole su dinero. Para peor, la situación en el terreno va de mal en peor. Pokrovsk está siendo rodeado mientras los rusos capturan más localidades tanto en el frente de Lugansk con dirección a Novosadovoy como al norte de Krasnogorovka en Donetsk y en Kursk sus fuerzas ya acusan un estancamiento y grandes pérdidas.  

 

UNA ESTRATEGIA MAL PENSADA

¿Tiene pensado el gobierno argentino involucrar a sus FFAA en el Medio Oriente para apoyar los operativos que EEUU y sus socios han desplegado para cubrir a Israel en su campaña sobre la Franja de Gaza?


Por Javier B. Dal

Estamos llegando al año del comienzo de la crisis en la Franja de Gaza surgida de la operación “Inundación de Al Aqsa” lanzada el 7 de octubre del 2023 por la resistencia palestina mediante la cual se recuperaron por unas horas territorio palestino usurpado en 1967, capturando en el proceso a más de 230 prisioneros israelíes que se hallaban en kibutz y posiciones militares cercanos a la franja.

Dejando a un lado las muy sospechosas circunstancias y hechos de aquella mañana, lo que para muchos sionistas incluido Netanyahu era la oportunidad de oro para hacer desaparecer a todos los palestinos, se fue convirtiendo en una verdadera pesadilla. Si hubo una colusión secreta entre la inteligencia israelí y Hamas para beneficiar a Benjamín Netanyahu quien ya estaba acosado por su propia gente, solo lo dirá el tiempo. Lo cierto es que ni Netanyahu ni su núcleo extremista han podido resolver la situación y por el contrario, la han complicado aún más tratando de involucrar a Irán y a Siria con los arteros ataques hace 24 horas a la ciudad de Masyaf y Damasco.

Hoy ha quedado demostrado que sin el apoyo de EEUU y la OTAN, las FDI no podrían haber sobrevivido a una y aún posible ofensiva de la resistencia árabe-islámica en ayuda de la población palestina. Incluso con todo el apoyo que recibe Israel no ha logrado destruir a la resistencia palestina y mucho menos amedrentar a Hesbolá en el norte que ha obligado a una masiva migración de colonos israelíes.

Tampoco ha logrado darle seguridad a su comercio marítimo por el Mar Rojo hostigado por los yemeníes en solidaridad con la población palestina. Desde entonces se han tratado de proteger buques destinados a puertos israelíes mediante un operativo naval enviado por Washington y secundado por Gran Bretaña. Igualmente ello no ha servido para disuadir a la resistencia árabe islámica con lo cual toda la ayuda que se ofrezca será bienvenida. El actual gobierno argentino, subyugado ideológicamente (sin abordar las causas reales del conflicto) ya tiene partido.

Sobre esto hay rumores de que el gobierno argentino y en particular el ministro de defensa Luís Petri estaría estudiando junto a colegas estadounidenses e israelíes la posibilidad de hacer participar a las FFAA en las acciones bélicas que se llevan a cabo en torno a Palestina, siendo la Armada la candidata más viable.

Cuando Macri fue gobierno el intento de colgarse al eje Washington-Bruselas y Tel Aviv para bloquear al Yemen. Gracias a Dios quedo en la nada ya que las consecuencias pudieron haber sido calamitosas para una participación argentina (https://pensamientoestraegico.blogspot.com/2016/10/veteranosde-ayer-una-mala-idea-por-que.html)

Si hoy esto fuera posible y la Armada tuviera algún tipo de participación hay dos escenarios en los cuales podría participar: En el mediterráneo frente a las costas de la Franja de Gaza donde aún los combates y las masacres continúan o en el Mar Rojo, en especial el estrecho Bab Al Mandeb, del otro lado del mapa donde opera un grupo de tares angloestadounidense bajo la denominación “Operación Guardián de la Prosperidad”.

En la Casa Rosada deberían estar al tanto que las épocas del alineamiento automático y las relaciones carnales no dieron frutos.

Para quienes están al tanto de la situación de las FFAA argentinas en general y de la Armada en particular, una posible participación en semejante teatro es poco factible. La actual flota en servicio apenas llega a las doce unidades y solo una (la MEKO-360 “ARA Sarandí”) podría cruzar el atlántico para cumplir tareas en una zona de guerra. Así mismo habría que constatar que dicha unidad se halle en condiciones para dicha travesía y cuente con sus sistemas de armas en condiciones de uso.

Para un país con un litoral marítimo tan extenso ¿Dónde están las corbetas, destructores y los submarinos que la Armada supo tener incluso hasta después de la guerra de 1982? En su mayor parte hoy se remata como chatarra gracias al abandono y los recortes presupuestarios que aplicaron cada uno de los gobiernos que han pasado en los últimos cuarenta años bajo un -verdaderamente estúpido- claro sesgo político. Sobre el estado material de esta última deja muy claro que, salvo que le proporcionen buques o refaccione canibalizando a otros y modernice sus sistemas informáticos de los únicos que tiene en actividad, su presencia en las operaciones navales sería simplemente imposible.

Esto nos lleva a pensar que quizá lo que ha ofrecido el ministro sea personal embarcado y especializado (si es que aún queda una raza semejante) en ciertas áreas para que ocupen puestos en alguna dotación mixta de algún buque de la OTAN. Si no quedarán profesionales del mar como alguna vez supo tener la Armada, podría entregar una buena cantidad de burócratas y administrativos que es lo único que le queda a dicha fuerza. Traduciendo: Lo que el ministro Petri ofrecería en uno u otro sentido, sería “carne de cañón” para servir al estado de Israel.

Y esto no es una exageración tendenciosa. La situación que se presenta en aquella zona y en particular en el Mar Rojo está muy lejos de ser una “joda” (como se dice en Argentina). El grado de agresividad y destreza con los que los yemeníes operan sus misiles balísticos y drones contra la flota angloestadounidense han sobrepasado a los mismos estadounidenses. Los buques hundidos, dañados y capturados por “Ansar Allah” son prueba de aquello.

Si bien es cierto que los argentinos son de los pocos sino los únicos en Sudamérica con experiencia en combate (por la guerra en 1982 y la participación en la Coalición Aliada contra Iraq de 1991), las circunstancias actuales son mucho más complejas y peligrosas. Así, operar en el Mar Rojo o en el Mediterráneo no es lo mismo que atlántico sur. Tampoco es asimilable a la campaña del Golfo Pérsico en la que la Armada Argentina tuvo participación en sus dos etapas de crisis y guerra entre septiembre de 1990 y marzo de 1991 sin que al día presente les hayan reconocido sus méritos de veteranos.

El involucramiento que se pretendería pondría al país en una posición imposible de sostener y mucho menos, proteger ante la dinámica de una guerra que tiene alcance global.

Si los Milei y el ministro de defensa Petri creen que esta es la puerta para congraciarse con Washington y el universo atlantista, deberían ser más responsables y estudiar la historia contemporánea y recordar que George H. Bush y los republicanos que protagonizaron la guerra del golfo de 1991 no cumplieron con ninguna de las expectativas que Menem había proclamado para beneficio de la Argentina. No hubo asociación extra-OTAN, ni le dieron participación en la reconstrucción de Kuwait, ni mejoras en infraestructura para las FFAA ni la tan vendida ayuda económico-financiera que salvaría a la Argentina.