ESTUPEFACCION
Ante el avance ruso en toda la línea del frente en Donbass y el
estancamiento de la situación en Kursk, el régimen de Zelensky y sus
patrocinadores occidentales caen en cuentas de estar en un callejón sin salida
¿Negociarán la paz o apostarán por agravar la situación?
Por
Dany Smith
No pude hallar una mejor palabra para describir como quedaron Zelensky y su junta de neonazis cuando en la semana que paso las Fuerzas Armadas de Rusia pulverizaron varios centros estratégicos de reunión de tropas y material atlantista en varias ciudades al mismo tiempo. Jarkov, Sumy e incluso Lviv han sido los blancos más destacados. Incluso sus patrocinadores en Washington y Bruselas no han salido de su asombro fallando una vez más en no haber podido advertir este ataque múltiple y simultaneo.
Mediante el empleo de misiles Iskander, las fuerzas armadas rusas
causaron grandes pérdidas en sitios estratégicos del régimen de Kiev en los
cuales había presencia de personal atlantista y una gran cantidad de material
proveniente de occidente. De esta forma Moscú acudiendo al derecho de defensa
que la UE y Washington usan para avalar los ataques terroristas en Rusia (que
podrían incrementarse con misiles de largo alcance), responde a la incursión en
Kursk y a los ataques indiscriminados que han llevado a cabo sobre Belgorod.
Un centro de entrenamiento de guerra electrónica en Poltava fue sin
dudas uno de los golpes más dañinos causando según fuentes oficiales más de 200
muertos. Entre las bajas había varios instructores extranjeros (OTAN)
representando una nueva humillación para Bruselas que no pudo dejarse pasar en
los medios occidentales. También la ciudad de Lviv al occidente de Ucrania
recibió varios ataques con drones “Geran-2” o “geranios” a sitios estratégicos
donde se concentraba personal extranjero y equipamiento militar de la OTAN.
Fue así como un artículo de New York Times -vocero del
Establecimiento- califico estos golpes como “desmoralizadores para Ucrania”
justo en momentos que hay una retirada general y masiva en todo el frente del
Donbas.
Pero además de la letalidad de estos ataques, Rusia pone en evidencia
la temible tecnología hipersónica que ni EEUU y sus socios europeos han podido
contra restar ni mucho menos desarrollar. Incluso, en estos últimos meses
Washington ha tratado en vano de probar algunos de sus prototipos resultando en
un rotundo y desalentador fracaso.
La junta neonazi de Volodymyr Zelensky ya comenzó a zozobrar y las
señales de ello ya están a la vista de todos. En las calles de Kiev y otras
ciudades, las escenas de jóvenes huyendo de los reclutadores o simplemente
secuestrados a golpes, son la demostración de una situación desesperada. A las
purgas internas ya se suman varias dimisiones en áreas estratégicas de su gobierno
que están poniendo en evidencia una severa crisis interna que indica una
profunda desesperación ante los duros reveces que han sufrido y siguen
sufriendo las fuerzas armadas y sus grupos de mercenarios extranjeros
esponsorizados por la OTAN.
Hoy la nueva plana de oficiales a órdenes del cómico infausto se ven
muy complicados para tratar de resolver el desastre que reciben de sus (muchos
de ellos) desaparecidos camaradas. Igualmente, no seamos ilusos: las decisiones
estratégicas y de la mayoría de las operativas se toman en el Pentágono o en Avenue
Leopold III, 1110 Brussel, Bélgica. Y esto, por el simple hecho de que se trata
de una guerra de poder contra Rusia por delegación, nada más.
Esa estupefacción va más allá de Kiev y sus patrocinadores en Washington
DC. La UE también está acusando la consternación que significa caer en cuentas
de que por seguir como asnos a Washington, se hallan en medio de una crisis sin
término que se está reflejando en extremos cambios políticos que los burócratas
atlantistas no se habrían imaginado desde el fin de la segunda guerra mundial. Miremos
sino lo que sucede en Alemania con la victoria de la izquierda antisistema de Alternative
für Deutschland (AfD) que para peor por su posición en Ucrania, es acusada de
ser pro-Rusia ¿Y por qué? Porque hace una crítica muy bien razonada en la cual
le muestra a los alemanes quiénes realmente están hundiendo al país.
Miremos también a Francia y en especial a Emanuel Macron que pese a
proferir declaraciones amenazantes contra Rusia al mejor estilo de los bocones,
no ha logrado siquiera estabilizar la crítica situación político-económica de
su propio país surgida en gran parte, del seguidismo a las políticas
estadounidenses que han llevado a una crisis energética y de migración que aún
no tiene visos de una solución. Las manifestaciones se siguen produciendo y no
hay expectativas de que acaben.
Por su parte Zelensky y su junta neonazi están viendo que sus
benefactores están demasiado apretados para seguir donándole su dinero. Para
peor, la situación en el terreno va de mal en peor. Pokrovsk está siendo
rodeado mientras los rusos capturan más localidades tanto en el frente de
Lugansk con dirección a Novosadovoy como al norte de Krasnogorovka en Donetsk y
en Kursk sus fuerzas ya acusan un estancamiento y grandes pérdidas.
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