miércoles, 2 de abril de 2025

 

EL ETERNO 2 DE ABRIL

¿Por qué más que nunca la gesta por la recuperación de las islas Malvinas y demás islas del atlántico sur en 1982 es un faro para el futuro de una nueva Argentina?

 

Por Charles H. Slim

En un nuevo aniversario de la gesta más importante y trascendente no solo para la Argentina sino para toda Sudamérica, los argentinos como siempre tironeados por las emociones momentáneas y la coyuntura, no se han detenido a valorar la importancia de esta fecha, aun cuando debieron capitular por cuestiones políticas.

Dejando de lado las actuales circunstancias políticas que conducen a la Argentina, rememorar una fecha tan cara tiene una doble importancia para los argentinos: En la construcción de una nueva sociedad y en la construcción de un nuevo estado con una mirada a recobrar el ejercicio de sus altos intereses geopolíticos.  

En aquella oportunidad y a pesar de las cuestiones materiales, imprescindibles en una guerra, el componente humano de los combatientes argentinos sin distinción de armas y escalafones fue altamente destacado y hasta inesperado para los informes del Foreign Office, su Estado mayor y de la inteligencia. Precisamente allí, en ese componente donde los propios argentinos no han reparado en valorar y de volver a recrear.

También dejemos de lado la campaña de operación psicológica que el MI6 vino difundiendo desde apenas termino la guerra, que con la colaboración de varios sectores de la política y de los medios capitalinos, han manipulado el sentimentalismo hablando de “chicos” para referirse a los combatientes y usando la identificación de los caídos enterrados en Darwin como argucia para presentar a los británicos como benevolentes. A fin de cuentas, esos soldados caídos fueron abatidos por los enemigos británicos ¿Entonces?

De un tiempo a esta parte sabemos que en todos los ejércitos (incluido el británico) la conscripción toma a los hombres jóvenes y vitales, una costumbre basada en la biología y no en el sentimentalismo. Sin ir más lejos en el lado británico hay reportes de efectivos de 16 y 17 años participando en la guerra que por su porte físico pasaron desapercibidos.

De cualquier modo, esos mismos hombres que fueron escondidos y vilipendiados por la política de su propio país, con el paso de los años han ido recuperando su valía aunque, aún no pareciera haber tomado consciencia de la importancia de sus experiencias para una refundación de su nación.

Su experiencia les da con creces más autoridad que la que cualquier charlatán que ocupan bancas en el Congreso o circunstancialmente la Casa Rosada, para saber qué es el rigor y la fuerza de carácter para conducir a un país. Y no se trata de volver a tomar los fusiles para recobrar las islas. Hay caminos mucho más ingeniosos e inteligentes que complementan aquella lucha y que la clase política toda, la renunciado de manera vergonzosa.

El problema de los argentinos es no reconocer que el dolor es inevitable y el sufrimiento es una opción que ellos, como nación pueden sortear. Pero como hemos visto, además de la manipulación psicológica de sus enemigos (propiciada por sus agentes desde adentro), los oportunistas de la política y la partidocracia han hecho del dolor un negocio y del sufrimiento una institución que prácticamente ha paralizado su avance.   

Los ejemplos individuales de hombres y grupos que combatieron en aquellas jornadas, son tantos y contundentes que es una torpeza de la misma clase política no visualizarlos para que sean una enseñanza para las nuevas generaciones. En realidad, esta clase política que, si bien no esta compuesta por gerontocracia que hizo mucho por hundir en el oprobio el orgullo de sus combatientes, la mayoría han salido de los mismos caucus mezquinos y en los que lo único que importa es el partido.

Esto también le cabe al actual gobierno y quizá mucho más por su confesada predilección a seguir las reglas y políticas del enemigo, que si bien hoy no hay guerra, sigue siendo “el enemigo” quien como tal, no esta interesado en que el país se levante y recobre su potencialidad. Lo que hoy los Milei impulsan como una posible fórmula para rescatar al país de la continuada estafa histórica de todos los actores políticos y sus consecuencias, son tan solo migajas para un futuro incierto y bajo una total dominación.

Pese a que los políticos y sus periodistas rentados siguen la ruta del dinero que mejor les convenga para contar el relato oficial y que casualmente lo provee esos mismos intereses que como sus líneas editoriales de la Corporación de medios, con sus asientos en Nueva York y Londres, hoy la verdad esta a luz de los argentinos y solo tienen que aceptarla con todos los matices que ella trae.

 

 

 

 

 

ESTADO

EN DESCOMPOSICION

¿Por qué el Líbano corre serio peligro de una implosión?

 

Por Javier B. Dal 

Tras el descabezamiento político de la organización de la resistencia islámica Hesbolá y la consiguiente desorganización de su rama militar, el Líbano ha quedado prácticamente a merced de Israel. La convivencia multiconfesional que caracteriza al Líbano se halla seriamente amenazada y eso es algo que los libaneses saben.  Ello además ha despertado las mezquinas ambiciones de poder de aquellos sectores pro-estadounidenses que recelaban del estatus político de la organización chiita y que veían obstaculizados sus intereses. Ahora y desde que Washington intervino en los asuntos políticos internos en Beirut, el proceso de descomposición político-social y económico se acelera a medida que Israel aumenta sus agresiones sobre el sur.

Hesbolá y Amal en una muestra de dignidad inigualable, sacrificaron sus estructuras, a sus líderes e incluso sus intereses políticos por respaldar a los palestinos en su lucha por sacudirse de la ocupación israelí y del genocidio que vienen llevando en la franja de Gaza y que ya se ha cobrado la vida de unos 50.000 palestinos inocentes (ni combatientes, ni partidarios o de la inteligencia).  

La resistencia islámica libanesa dio la batalla y no escatimo en recursos para ello, prueba de ello son los mártires ofrendados y su compromiso de continuar la lucha.

A pesar de que se condiciono el al cese al fuego poniendo al ejército libanés como fuerza de interposición en la frontera, ello no ha impedido a que las FDI hagan lo que quieran en el sur. Lo que se esta viendo en Adaissej es un ejemplo de esa incapacidad. Simplemente, las fuerzas libanesas no tienen capacidad militar de frenar a los israelíes por el simple motivo de carecer de material y armamento a la altura del enemigo. Ello y el control que tiene el Pentágono sobre el ejército libanés, es lo que permite que los tanques israelíes entren sin ningún obstáculo y tomen terrenos y destruyan la infraestructura de los pueblos del sur.

No hay dudas que poner al ejército regular como condición del alto al fuego fue una estratagema para que Tel Aviv haga lo que quiera.

Otro factor que ha posibilitado que Israel tenga vía libre para continuar con sus agresiones es la desarticulación de Siria que, como sabemos, está bajo el control (no gobierno) de una confederación de facciones criminales que fueron creadas por las agencias de inteligencia occidentales y que obviamente sirven a los propósitos de Tel Aviv. Esta aberración que se disfraza de yihadismo, lejos ha estado de ponerle límites y mucho menos combatir a las incursiones israelíes, por el contrario, el régimen de Hayat Tahrir Al Sham (HTS) viene contribuyendo a debilitar militarmente a Siria y a darle problemas a Hesbolá.

Bajo este panorama, la incertidumbre y el porvenir de los libaneses no podría ser más oscuro. Igualmente son ellos quienes tienen la solución que vendrá dando el primer paso y ese es, la aceptación de la situación en la que se hallan. Hoy la república Islámica de Irán, un aliado potencial de la resistencia islámica esta lejos y ante la expectativa de problemas en ciernes con los EEUU solo le queda observar. Hesbolá ha dado ese primer paso ni bien los israelíes asesinaron al secretario general Hassan Nasrallah y a todo el bureau del partido y eso se tradujo en el mantenimiento de la organización y operatividad que aún mantienen sus cuadros de combate.  

No hay dudas que esta permanencia es la que ha disuadido -hasta el momento- a Israel de ir directamente a tomar Beirut. Si Donald Trump no hubiera decidido intervenir con sus enviados y presionar al gobierno libanés para aceptar las condiciones de un alto al fuego, Netanyahu y sus socios Talmúdicos no se habrían atrevido a lo que hoy están haciendo. También y en cierta medida, los políticos libaneses son grandes responsables de esta intrusión que tal como ya se está comprobando, no traerá nada bueno para el común de los libaneses sean estos chiitas, cristianos, sunitas o drusos.

Cómo árabes, los libaneses tendrían que detenerse un instante y ver que ha significado la presencia de los estadounidenses en la región, nada bueno ¿Cierto? Ahora bien. Si esperan que la administración Trump o sus mandaderos franceses les van a solucionar los problemas están muy equivocados y aún bajo un sopor inducido. En realidad no es que los libaneses estén dormidos o no vean lo que se oculta detrás de estos actores. Hay una gran desorganización que por el momento es funcional para Tel Aviv ya que con ella, sus redes de alcahuetes locales pueden moverse fácilmente dentro del país.

Al mismo tiempo, alentar el descontento, la anarquía y el descuido al bien común entre los libaneses es fundamental para Israel. Tampoco perdamos de vista que en esto se halla involucrado Washington y más puntualmente la administración de Donald Trump.

La dinámica de la situación en el terreno esta revelando que Tel Aviv está tratando de aplastar la resolución 1701 de Naciones Unidas y buscará apoderarse del sur de Líbano e incluso realizar una incursión terrestre hasta Beirut, tal como lo evidencian los descarados ataques aéreos y de artillería.

Pese a que el gobierno ha clamado en protesta por las continuas violaciones israelíes al alto al fuego establecido en noviembre de 2024 y a ellas se han unido el presidente de Líbano, Joseph Aoun y el primer ministro Nawaf Salam, los israelíes no detendrán sus acciones ya que Netanyahu cuenta con el apoyo político de La Casa Blanca y lo más importante…la ininterrumpida llegada de armas, bombas y explosivos para las FDI.

Ello pone de manifiesto un desequilibrio geoestratégico que está más allá del Líbano y que podría compensarse con la intervención de un tercer actor con peso suficiente para lograr balancear la situación. Aún no es tarde, pero debe haber un esfuerzo coordinado. Los gobernantes en Beirut deberían dejar lugar a una mayor injerencia de Rusia y China dado que ambos actores, también tienen sus intereses en la región que se verán afectados si el Líbano colapsa.

 

 

lunes, 31 de marzo de 2025

 

THE WAR ON TERROR CHARADE

Why was the current Director of National Intelligence's criticism only a face-washing performance for her new employer in The White House?

 

By Dany Smith

We have seen what the appointment of former Lt. Col. Tulsi Gabbard as Director of National Intelligence (DNI) meant and the details aired before her confirmation hearing before the Senate Intelligence Committee when she questioned the Obama-Biden administration's secret policy of supporting terrorist groups like Al Qaeda, ISIS and all their branches with the aim of overthrowing the Syrian government of Bashar Al Assad.

Gabbard seemed to portray herself as the truth-teller and the calling card of an administration that will not do the same led by Donald Trump.

Although that seemed to shock the dinosaurs on the Committee and exposed the blatant political contradiction to public opinion, it was only a performance that only showed a tiny part of the truth about the Deep State's involvement in the so-called “war on terror”.

From a distance Obama was a great hoax, a disappointment to Americans and to his own voters but even more so, to the promises he made in Egypt to harmonize relations between the US and the Arab-Islamic world. It was not necessary for Gabbard to tell us that the CIA at the command of John Brennan and the Pentagon generals gave support to gangs like Al Qaeda, Al Nusra and others planted in Syria and to the magical emergence of “Daesh” (ISIS) in Iraq. You only had to stand on one of the main streets of Samarra and Tikrit in July 2014 to see these strange guys dressed in black parading around in all sorts of armored vehicles and U.S. weaponry that had been delivered by the Saudis.

Gabbard missed the inaugural and momentous chapter, the genesis of the creation of these “pseudo-Islamist” monsters and I don't think she missed it. Rather, she said only the part that suited her and nothing more and that does not mean that she has tried to save the memory of bastards like George W. Bush, Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz and all the neoconservatives who concocted this evil strategy, she has only performed a performance to impost a transparency to the incoming administration that in reality, there is nothing transparent about it.

Gabbard knows very well that going back to the beginning of all this garbage, he should talk about many ugly things, very ugly things that have sunk the USA in the deserved disrepute it has today within the international concert. And if not, how do you accommodate democracy and values such as freedom and human rights with aggressions against other countries, military interventions and occupations, secret CIA prisons, tortures, executions and disappearances of thousands of human beings?

The subject is far from being forgotten. We have seen how several of these elements moving in the shadows have also been present advising with their unpleasant knowledge the neo-Nazi regime of Mr. Volodymyr Zelensky who has been the best and the most daring collaborator of NATO's plans by pretending to raze the Ukrainians of Donbass for the simple fact of being Russian-speaking. In that plan, Washington and its European partners encouraged Kiev to violate the Minsk agreements while silently arming the AFU.

But going back to the genesis of Al Qaeda's “Islamist terrorism” and its alleged connections with secular Arab governments such as Saddam Hussein's Iraqi government, we saw how that argument, besides being false, was, in the eyes of the most experienced analysts, an impossible relationship to conceive and even, in some cases, stupid.

Gabbard served in the invasion of Iraq from 2004 to 2005 and it does not seem credible that her memory has been erased. Although she was in a medical unit, it is possible that she was covertly serving in intelligence and it is therefore not credible that she would not have been aware, even if it was a rumor, of the dirty work being done by the military intelligence guys in Abu-Graib or Bucca.

Just as she does not close her personal story at the time, much less her biased view of the spontaneous flowering of terrorism supported from Washington to overthrow Syria. She only talks about what we all already know. You either see it all, or you see nothing.

In reality, Gabbard doesn't get to the post of Director of National Intelligence because of her beauty or her apparent outburst of brutal sincerity to the system she serves. She is more astute than many of her detractors give her credit for, and this performance before the committee proves it.

If she had been really upset about this alliance of the US government with the enemies of the country and with the knowledge she must have about the dark and dirty underbelly of the intelligence community, she would have had to talk about George W. Bush himself and his sinister partner Dick Cheney, creators of the mega business of the “fight against terrorism”, as the minimum references to the whole hoax that meant orchestrating the invasions of the Middle East and Central Asia by means of falsifications and lies. 

Perhaps she was not even born or was just a child when the initial mastermind George H. Bush, in his years as head of the CIA, already knew what the “Al Qaeda” program was all about, the Saudi connections (which went beyond Osama Bin Laden and his family) and the Afghan mujahideen who were prepared by the Pakistani ISI under the Agency's direction. But it was ripe enough to know what senior intelligence officers and especially General David Petraeus were deploying in Iraq and that was nothing more than recruiting assassins and mercenaries trained in camps in Jordan, to form groups like “Al Qaeda-Iraq” under the leadership of a disposable puppet (an Agency asset) named Abu Muzab Al Zarqawi and who was conveniently eliminated to enhance Bush's bid for re-election.

Undoubtedly, the “war on terror”, besides being a dialectical inconsistency in its meaning, was a screen to cover the big business of the arms industry and whose benefits reach the political elite. Thus, without the Bushes, Cheney and the neocon war mongers, there would have been no Osama´s, Al Baghdadi, Petraeus or Zarqawi´s and without them, they would not have been able to invent such a sinister elaboration.

We should not sleep and all the more so with Trump's foreign policy. Gabbard may be planning a far worse farce than his predecessors and it will be too late when you realize it.  

domingo, 30 de marzo de 2025

 

FALSEANDO EL ORIGEN

¿Cómo los fundadores del actual estado de Israel y sus partidarios académicos e intelectuales en occidente han tratado de crear argumentos históricos para sostener los actuales crímenes contra la población palestina?

 

Por Yossi Tevi

Tal vez hoy como nunca, sea la ocasión de exponer a los farsantes que se escudan detrás del victimismo y la violencia. La verdad cuando es expuesta es mucho más fuerte que una bomba nuclear y eso lo saben los sionistas que con el genocidio que hoy cometen en Palestina, han expuesto a la luz pública su torva fas.

Desde el 18 de marzo y con asentimiento del presidente Donald Trump, las FDI rompieron abiertamente la tregua acordada mediante bestiales bombardeos sobre la población palestina en los precarios campamentos y refugios de UNICEF en la franja de Gaza matando y mutilando horriblemente a cientos de mujeres y niños. Naciones Unidas, como siempre mirando sin hacer nada[1].

Queda muy claro que a Netanyahu y su corte de supremacistas teológicos les importa nada cumplir con el acuerdo arribado en enero con Hamas y aprovechando la buena sintonía con Washington están dispuestos a exterminar a toda la población palestina a como dé lugar.

Pero ¿Cuáles son las razones por las cuales los sionistas (no los judíos en general) se creen superiores para robarle las tierras, sus bienes y la vida a los palestinos o a cualquiera que les apoye?

Ante todo, no existe ninguna superioridad o justificación teológica. El asunto radica en una disputa meramente política que los sionistas han tratado mediante el relato, de convertirlo en religioso que como hemos venido viendo, se les ha vuelto en su contra. En el planteo lógico de quien fue primero “el huevo o la gallina”, los sionistas han elucubrado montañas de supuestos históricos, etnográficos, semióticos y (por supuesto) teológicos que con la ayuda de los medios estadounidenses, han intentado presentar ese monolítico “pueblo elegido”…pero…No son solamente los “goyin” o gentiles quienes han advertido y denuncian este engaño, sino también los verdaderos judíos (verdaderos creyentes) son quienes les han desenmascarado.

No hacía falta que eruditos o grandes pensadores para desentrañar esto. Si el sentido común tuviera prensa o cotizara en las bolsas de Wall Street y la City hace tiempo sería un capital precioso en el pensamiento occidental. Pero como en este hemisferio así funcionan las cosas, la palabra de reconocidos intelectuales son quienes – y bajo presión- pueden visualizar sus elaboraciones.

Shlomo Sand[2] es uno de ellos y su trabajo reflejado en sus obras “La invención del pueblo judío” y “La invención de la tierra de Israel” pone sobre la mesa un análisis crítico y puntilloso sobre lo que la política del sionismo como una organización de alcance internacional, ha tratado de imponer a base engaños, subterfugios y que hoy vemos mediante la fuerza bestial.

En una resumida idea, los sionistas se auto perciben como “puros” pero no dentro del judaísmo sino, de la humanidad toda (esbozada por Arthur Ruppin[3]) dejando en evidencia una crasa falacia científico-discursiva ya que solo hay una raza, y esa es la humana[4]. En su discurso solemos escuchar el cliché del “pueblo elegido” que los apartan del resto de los demás mortales como si fueran algo superior y que los evangelistas neosionistas en occidente usan en sus predicas para sustentar y justificar las aberraciones que comete el estado de Israel. 

En la antigüedad Israel como entidad política monolítica jamás tuvo existencia. Tampoco existió como influencia globalizadora en la que todos hablaran hebrero o “yidish”[5] (esta última lengua proveniente de Europa Oriental). Los que si había en el territorio de la Palestina pre-cristiana eran tribus hebreas (que a su vez se hallaban enfrentadas) que convivían con otros pueblos semíticos como los, arameos, cananitas de Canaán, fenicios, filisteos, samaritanos y otros pueblos nómadas del Levante (el actual Iraq, Siria y el Líbano).

Como vemos, un verdadero caldero de pueblos semíticos entre los que había practicantes judíos en varias interpretaciones, otros eran politeístas pero a todos les unían un elemento en común, su tronco semita.

Con la llegada del Cristianismo se produjo un profundo cambio espiritual en la población judía que como la de Judea -por convicción y otros por conveniencia- se convirtió mayoritariamente a esta nueva fe reflejando un fenómeno que se verá más tarde por el siglo VIII en Europa oriental en Jazária[6] (en la actual Ucrania), donde en medio de la lucha entre cristianos y musulmanes sus habitantes, los jázaros (compuestos por tribus turkicas y hunos), optaron por convertirse al judaísmo como una medida política de conveniencia que los aislará momentáneamente de esa lucha hasta que más tarde los Bizantinos los diezmaron. Ante esto ¿Por qué Theodor Herzl[7], fundador del sionismo no planteó a Jazária como la tierra prometida?

Si razonamos la intención de este cambio confesional podríamos ir desde motivos de profunda convicción espiritual en algunos hasta una maniobra meramente política y de conveniencia para sobrevivir.

Pero volviendo a la conversión en Judea, veremos que con la llegada de los árabes de la península arábiga en el siglo VII, esa misma población que era cristiana en una buena parte se convirtió al Islam (construyendo la Mezquita de “Al Aqsa”[8] en Jerusalén) y que desde ese entonces terminó siendo la masa poblacional palestina mayoritariamente musulmana y de lengua árabe que habita Palestina y que desde 1948 los sionistas (judíos askenazis europeos) han estado en constante arrebatándole sus tierras.

Como hemos visto, lo que hubo en la Palestina histórica fue un gran y sucesivo proceso de conversiones religiosas pero no de recambios étnicos.

Con este repaso muy por arriba de mostrar cómo nunca existió el mentado estado de Israel en la antigüedad, vemos la falsedad del argumento de una supuesta trasplantación de árabes para justificar la foraneidad de los palestinos y que en realidad lo que ha venido sucediendo en los pueblos de la región es un cambio de religiones y la adopción del árabe como su lengua hablante.    

 

 

 

viernes, 28 de marzo de 2025

 

LIVE THE HOMELAND!

Ante el 43ª aniversario de la recuperación argentina de las islas Malvinas, Sandwich y Georgias del sur, nadie espera nada del gobierno pro-angloestadounidense en Buenos Aires pero ¿Cómo expresarán los argentinos su orgullo por esta gesta?

 

Por Charles H. Slim

La historia de un pueblo se forja con hechos, no con relatos. El 2 de abril es uno de esos hechos, un hito crucial en la historia de la Argentina aún, cuando lamentablemente algunos historiadores y los medios que venden sus espacios al mejor postor sigan desdeñando su trascendente importancia para la refundación del país.

Más allá de la guerra en sí y de lo que dejó a los argentinos, estos tendrían qué reconocer que es lo que aún queda por explotar como enseñanza aquella traumática experiencia, digna de los pueblos que luchan por conservar y proteger el legado de sus ancestros. 

Hoy el país se halla en una nueva etapa de entrega y sometimiento, una repetición de un ciclo kármico interminable que hoy se reedita con un gobierno adepto a lo peor de las influencias geopolíticas contemporáneas, enemigas de las raíces nativas y comprobadamente nocivas para la paz.

Este nuevo aniversario de la gesta halla a un país bajo un nuevo capítulo del colonialismo económico-financiero angloestadounidense que los Milei buscan profundizar con uno de carácter cultural en el cual el sionismo es su elemento nuclear. Este último aspecto además de buscar controlar las instituciones (en especial de seguridad y defensa), tratarán de cooptar el sentimiento nacional y sus gestas escudándose (con las solapadas injerencias de Tel Aviv y sus FDI[1]) detrás del necesario y merecido reconocimiento de reconstruir a las FFAA, sistemáticamente vilipendiadas y materialmente destruidas por todos los procesos políticos posteriores a 1982.

No hace falta resaltar la anglofilia y la predilección atlantista del actual gobierno, lo peor es ver lo que se esta dejando hacer a los británicos en las islas y las aguas del atlántico sur y la ruta a la Antártida. Mientras el gobierno y los medios distraen a la ciudadanía con sus trucos de magia financiera, los movimientos navales de la Royal Navy en el atlántico sur son incesantes ¿Qué es lo que esta sucediendo? Eso no solo es un despropósito para los caídos y todos aquellos que llevaron adelante la recuperación de un archipiélago indiscutiblemente argentino, sino un problema que heredaran las próximas generaciones.

Es cierto que la situación socio-económica del país distrae al gobierno (como desde hace 40 años) de los asuntos de la alta política y de la geopolítica, eso al menos en lo que hace a los intereses nacionales. Somos testigos como los Milei deja de lado un compromiso tan caro e importante como es fortalecer la posición argentina por la soberanía de las islas, por un seguidismo odioso a geopolíticas y entuertos bélicos, notoriamente ajenos al interés nacional (caso Ucrania con un régimen neonazi y de Israel que comete un genocidio atroz contra la población palestina).

La causa Malvinas también además de ser la piedra angular de una tan postergada unidad nacional, en cada aniversario es el reflejo que visualiza el divorcio que existe entre el interior y la capital que se evidencia con la intensidad que aún mantiene el recuerdo y homenaje que suele ser tratado muy por encima y con los acostumbrados reparos, en los medios capitalinos.

Con el actual gobierno y el ideario al que responde, esperar que trabaje en políticas pro-activas por la causa Malvinas, es como pedirle peras al olmo. Es cierto que las circunstancias geopolíticas no son las más propicias aunque, de haber voluntad y una decisión de dirigirla con determinación e inteligencia ello solo sería un obstáculo salvable. Tal vez, la famosa motosierra con la cual Milei prometía recortar sectores inútiles de la administración del estado, debería ser usada con el Ministerio de Relaciones Exteriores y dejar tan solo una pequeña oficina con un cartel que diga “Administración de Intereses Exteriores”.

Es posible que todo esto sea solo un proceso pasajero y en algún momento una nueva generación postrera, se ponga los pantalones y trabaje por la refundación de la nación y con ello, de una nueva estructura estatal basada sobre el verdadero trabajo por los intereses nacionales.

La guerra por las islas Malvinas, Sandwich y Georgias del sur no fueron una loca aventura de una junta militar como suelen plantearla los anglófilos y sus ignaros repetidores. Más allá de los gobernantes de aquel entonces, fue la razón de vivir y morir para quienes fueron a recuperarlas y a pelear por retenerlas de una potencia neocolonial sustentada estratégicamente por una organización (La OTAN[2]) que hoy esta en boca de todos.

Más allá de los discursos y de los merecidos homenajes que éste 2 de abril los argentinos volverán a escuchar, hay en la sustancia de aquellas frías jornadas en el TOAS[3] y también porque no, en todo el país (que iba a ser el blanco de bombardeos si la gesta prosperaba), una enseñanza que aún no han aplicado, empezando por los representantes políticos y que de hacerlo cambiaría la suerte de su país.

Ante la superioridad de medios, armas, inteligencia (y un grado de suerte) de los británicos y la cobertura diplomática ante Naciones Unidas prestada desde Washington y Bruselas (CEE[4]), estuvo el carácter, la determinación y persistencia de los combatientes argentinos quienes hasta el último momento y sin miramientos empujaron a una de las flotas más poderosas del mundo a tener que poner en consideración una retirada inmediata.

El mejor documento que reflejó y sintetizo esta situación vino de la boca de quien estuvo a cargo del Comando del Grupo de batalla naval británico (Navy Task Force) el Almirante John Woodward quien tras ser testigo de los daños sufridos y las pérdidas en la flota que conducía, dijo “De haber resistido los argentinos una semana más, habríamos perdido”. Si los propios argentinos no develan el poderoso mensaje en esta declaración histórica ¿Quiénes lo harán?



[1] Fuerzas de Defensa de Israel

[2] Organización del Tratado del Atlántico Norte

[3] Teatro de Operaciones Atlántico Sur

[4] Comunidad Económica Europea