viernes, 21 de enero de 2022

 

“DESPLEGANDO EL ENGAÑO”

Lejos de distenderse la situación en torno a las fronteras de la Federación rusa, una escalada parecería inminente ¿Cuáles son las alternativas para frenarla?

 

Por Dany Smith

Mientras los medios de occidente distraen a la opinión pública con nuevos capítulos del Covid, en lo profundo de Europa del este la alianza atlantista (OTAN) está tramando una intervención militar que tendrá consecuencias mucho más graves que lo causado por la liberación de este agente biológico de laboratorio.

Al parecer y según algunas fuentes confiables, la OTAN bajo la dirección de los EEUU está desplegando una batería de engaños y tácticas distractivas que tratan de mostrar a los ojos de las poblaciones de la región una inminente invasión de Rusia teniendo como punto de ingreso a Ucrania. Parte de esta estrategia fue lo provocado en Kazajistán donde para disgusto de Washington, la situación fue estabilizada demasiado rápido por la OTSC.

Mientras se crean estos escenarios, la operación mediática para mostrar supuestos aprestos rusos para una invasión siguen sin pausa. Entre los activos participes de esta charada se cuentan Suecia (quien se había mantenido relativamente al margen) y los países bálticos quienes han desplegado tropas en sus fronteras este alegando que temen una invasión de Rusia.

Por lo pronto Moscú anunció que llevará adelante maniobras navales entre enero y febrero en aguas de la federación y del Mar Mediterráneo como forma de responder a las evidentes amenazas a su integridad territorial. Esto sin dudas es la forma de responder al proceder de EEUU quien por estas horas y en la persona del Secretario de Estado Anthony Blinken se halla en una gira maratónica por Europa tratando de convencer a sus socios de embarcarse en una posible aventura bélica.

Como ya bien sabemos, las conversaciones entre Rusia y EEUU (en el marco de la OSCE en Viena) que culminaron el 13 de enero pasado no arribaron a ninguna solución y solo dejaron una batería de advertencias cruzadas. No pasaron tan solo unas horas tras esta fracasada reunión que los británicos comenzaron a enviar armamento a Ucrania demostrando con ello, que poco o nada importaban las tratativas diplomáticas. Lo cierto es que Washington y sus socios parecen decididos a ir por más y en ese propósito redoblan su apuesta para que Ucrania cumpla el papel de ser la trampa de oso para Rusia.

Por su parte los rusos están bien al tanto de lo que Washington pretende en este escenario. Primero que todo, que sus tropas caigan en las provocaciones y con ello, justificar la ocupación atlantista de Ucrania para “defenderlos” de Rusia. Sobre esto último señalemos que, como denunció el portavoz presidencial ruso Dimitri Pezkov más que una invasión rusa lo que está sucediendo es “una invasión gradual de la OTAN en el territorio ucraniano”.

Por el contrario, Moscú no esta dispuesto a caer en ese juego y sin dudas apelara ante las instancias internacionales para que se detenga esta peligrosa planificación. En ningún momento las fuerzas rusas han cruzado a territorio fuera de sus fronteras; por el contrario, los norteamericanos y tropas de la alianza atlántica además de estar muy lejos de su casa, han estado maniobrando de forma provocativa en torno a sus fronteras (exhibiendo sus armamentos) con preparativos que justifican de cara a la opinión pública bajo el argumento de ser acciones de defensa.

“EEUU sabe que con Rusia no puede maniobrar con la facilidad que lo hizo con pequeños países sin capacidad para defenderse en un enfrentamiento convencional. Rusia a su vez, tiene con que golpear si llegara a ser agredida y para ello cuenta con los sistemas de misiles hipersónicos AVANGARD que ni Washington ni la OTAN podrían detener”.

Pero esto es lo que se ve a la luz del día. Lo peligroso son los movimientos clandestinos que la CIA y otras agencias socias estarían preparando para que de manera estridente, pública y masiva se presente a Rusia como el agresor que tanto desde Washington y Bruselas se viene difundiendo. Una vez más, los medios occidentales y más particularmente los anglosajones juegan un papel central en la manipulación psicológica de toda la población para presentar un posible evento agresivo (Operación de Bandera Falsa) y así justificar una conflagración. Los antecedentes de estos montajes son categóricos y pudieron verse claramente en las acciones montadas contra Iraq, Libia y Ucrania.

Al mismo tiempo el gobierno de Zelensky pareciera creer que prestándose a esta situación podría beneficiar a su país. Al parecer el presidente ucraniano estuvo ausente de las clases de historia contemporánea y no advierte aún como suele actuar EEUU. Según se sabe, los planificadores de la OTAN pretenden atraer a las tropas rusas al territorio ucraniano, más precisamente a los enclaves urbanos donde ya han montado dispositivos anti tanque y personal entrenado para combates de guerrilla. De esta forma, los norteamericanos que aprendieron estas tácticas de la resistencia iraquí en la defensa de Faluya en 2004, ahora la están impartiendo a grupos de combate irregulares en franca previsión de un desbande las Fuerzas armadas ucranianas. 

Dentro de este esquema seguramente hay instructores del “ISIS” que no hay que olvidar, es un embuste (como Al Qaeda) creado por las agencias de inteligencia de occidente (con implicancias sauditas y turcas) para apoyar las operaciones contra Siria y que hoy se hallan operando en Afganistán.

Rusia no baja la guardia y ante la continuada llegada de tropas y armamento de la OTAN a Ucrania, se mantiene a sus tropas en estado de alerta como las que vemos estacionadas en Kymovo a pocos kilómetros de la frontera con Ucrania.”


Meses antes de que se llegara a esta situación, EEUU había estado enviando a Ucrania unos 30 sistemas de misiles y con ellos unos 180 misiles anti tanque FGM-148 “Javelin” que podrían causar muchas perdidas de unidades blindadas rusas.  

Otras señales que demuestran este esperado escenario es la llegada de unos 200 hombres de grupos especiales de Canadá quienes bajo la excusa de proteger a la embajada en Kiev, serían parte del esquema para generar el escenario de caos y confusión como el que se generó en Iraq con la inseguridad cotidiana y el terrorismo descontrolado.

Rusia tiene todos los argumentos en su favor para concluir que se haya bajo una amenaza similar a la de 1960 por la “crisis de los misiles” en plena Guerra fría y es por ello, que de no encontrar garantías palpables y creíbles de que EEUU y la OTAN no van a distender la situación en torno a sus fronteras, podrán llevar adelante una política de reciprocidad con el despliegue de sus sistemas de misiles hipersónicos a Cuba y Venezuela ¿Creen que no es posible? Esto no solo es posible sino que sería un proceso que ya esta en marcha por lo cual Biden y su Staff por estas horas deberían preguntarse ¿Debemos seguir con la agenda de los neoconservadores o, retomar el camino de la cordura y comenzar a respetar los compromisos acordados y los preceptos de la Carta de Naciones Unidas?

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