domingo, 6 de febrero de 2022

 

 

“DEFORMANDO LA HISTORIA”

¿Cómo tapar la historia a gusto y conveniencia del poder global? El arte de esconder las causas anteponiendo las consecuencias

 

Por Charles H. Slim

No hay mayor expectativa en los criminales que la de que no sean puestos en evidencia. Cuando se tratan de crímenes tan graves y aborrecibles como los cometidos por ciertos gobiernos y estados contra la humanidad, esa expectativa se incrementa a la máxima potencia ya que, está en juego sus reputaciones y un juicio histórico imposible de sortear.

El caso más evidente de ello lo vemos con los EEUU, que durante los últimos treinta años y en virtud de una agresiva política exterior, ha acumulado un extenso prontuario de acciones que han ido en detrimento de los derechos humanos de una importante franja poblacional del mundo. Esto viene a cuento de un informe del Pentágono que tras ser publicado a comienzos del año sobre “errores de inteligencia”, trata de explicar una masacre cometida por sus Drones contra civiles en Kabul, Afganistán.

Lo lamentable de esto, es que se presenta el informe como si se tratara de un “error excepcional” que no había ocurrido antes, cuando la historia contemporánea está plagada de hechos similares y otros mucho más aborrecibles cometidos contra la vida de civiles en Iraq, Yemen, Siria y por supuesto Afganistán.

Escuchar al jefe del Pentágono Lloyd Austin hablar de errores en la recopilación de inteligencia como excusa para justificar matanzas por el uso de esos Drones, simplemente es un insulto a la memoria de los miles de seres humanos asesinados de semejantes formas y claro también, un insulto a la inteligencia de la opinión pública en general.

Austin y sus empleadores solo tratan de tapar el sol con el dedo mientras algunos “expertos” apoyan estos argumentos con el despliegue de artificios e intoxicaciones para distraer a la opinión. Simplemente, insultante.

Pero también es insultante escuchar como desde La Casa Blanca y la Corporación de medios (con CNN a la cabeza) se imposta una supuesta preocupación por los derechos humanos de los musulmanes Uigur quienes supuestamente son oprimidos y masacrados por el gobierno chino. Simplemente esa preocupación no es creíble. Primero que todo, no olvidemos como Washington monto un monstruoso aparato de persecución y represión contra los musulmanes tras el montaje de la farsa del 11/S. Bajo aquello, EEUU persiguió, secuestró y ha asesinado a millones de musulmanes tan solo con la invasión y ocupación de Iraq y ningún mandatario norteamericano ni sus artificiosos medios de comunicación han pedido perdón por semejante crimen contra la humanidad.

Es por eso que cuando se empiezan a escuchar señalamientos que no concuerdan con la historia reciente, simplemente hace ruido. Esto en referencia a las alegorías que desde Washington se vienen lanzando sobre una supuesta opresión contra los musulmanes Uigures de China que están claramente están orientadas a tratar de boicotear los juegos olímpicos de invierno y nada más. Por el contrario, los norteamericanos que tanto gustan de estar señalando a otros, deberían cuestionarse ¿Qué hay de la viga en el ojo propio?

Durante las últimas tres décadas, Washington ha logrado escapar a los cuestionamientos de sus propios crímenes de guerra y lesa humanidad. Aprovechando las dificultades que había para poder denunciar estos hechos y por una confianza en sus burócratas en que a nadie le importaría la muerte de unos cuantos “don nadie”, siguieron con sus masacres catalogándolas como “colateral damage”. Así de inmisericorde y brutal ha sido y sigue siendo la política exterior de los EEUU sea con administraciones republicanas o con demócratas.

La puesta en marcha de la Corte Penal Internacional desde 2002 que opera bajo el Estatuto de Roma, ha traído nuevos aires y esperanzas para las familias de las víctimas de la violencia angloestadounidense pero la misma se ha visto entorpecida por las presiones y las amenazas del Departamento de Estado y de socios como son los israelíes.

Dentro de este marco de cosas, EEUU y pese a esta instancia judicial ha podido continuar con sus faenas sin problemas. En lo referente a la masacre ejecutada en agosto del 2021 de una familia de Kabul por un ataque con Drones solo es una anécdota más de tantas otras matanzas realizadas en Afganistán. Sus agencias de inteligencia como la CIA más que recopilar información y de torturar a quienes consideren una amenaza, se encargan (camufladas de ONG´s y sociedades de beneficencia) de orquestar atentados, operaciones de asesinato “selectivo” o “preventivo” por medio de las cuales (según su torcida concepción) defienden la libertad y la democracia.

Ataques similares son ejecutados de forma casi continua en todo el planeta solo que pasan desapercibidos por los medios, esto lleva a preguntar ¿Cómo puede EEUU tener este alcance?

Para que suceda esto se requiere de una extensa infraestructura militar y de inteligencia desplegada alrededor de todo el globo (con la cooperación de los gobiernos). Contradictoriamente, la autoproclamada democracia estadounidense tiene 700 bases militares y de operaciones de inteligencia desplegadas en todos los continentes y desde las cuales, se lanzan estas operaciones furtivas que terminan matando a muchos civiles inocentes que nada tienen que ver con los enemigos que en la mayoría de los casos eran viejos socios de asuntos sucios.

Cuando EEUU monto todo aquel alboroto en torno a la situación de Kuwait en 1990 y con el apoyo de Naciones Unidas lanzó en 1991 una guerra que mediante sus bombardeos “quirúrgicos” mató a más de 210.000 civiles iraquíes, ni los medios ni los funcionarios de Washington quisieron hacer comentarios. Trabado el embargo sobre Iraq que duró 13 años y que le costaría la vida a otro millón y un tercio de iraquíes por la falta de medicinas y alimentos, 500.000 mil de ellos eran niños y todos los responsables involucrados políticos y militares (incluyendo a Naciones Unidas con el negociado “Petróleo por Alimento”) cerraron sus bocas. 

Cuando EEUU bajo falsas pruebas (inventadas por la CIA y el MI6) invade Iraq en 2003, los iraquíes terminarían pagando otra dolorosa cuota de sangre que tras ocho años de una ocupación bestial, se llevó la vida de más de un millón y medio de iraquíes y el daño de por vida a otros cientos de miles lisiados. Allí, los Drones y aviones estadounidenses causaron un sin número de masacres similares a la de Kabul pero solo pudieron conocerse tras las filtraciones de “Wikileaks”. De este infierno fue que los mismos invasores montaron una infraestructura siniestra de contrainsurgencia y de la cual crearon varios grupos armados entre ellos “Al Qaeda-Iraq” y luego el “ISI” (más tarde el ISIS) a cargo de otro embuste llamado Abu Bakr Al Bagdadi con el cual perpetuaron su presencia en la región mesopotámica y que desde 2017 comenzaron a trasladar a Afganistán para montar el hoy conocido “ISIS-K”.

Es por ello que hoy día, escuchar a algunos supuestos analistas de política internacional que intoxican la información esquivando estos detalles de la historia para acomodarlos a la versión oficial de Washington no puede sino despertar el rechazo y la indignación que se suma a una justicia que por presiones políticas tarda pero que un día llegará.

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