viernes, 14 de julio de 2023

 

PROGROMO

PALESTINO

¿Cuánta tolerancia internacional puede haber con un estado de arbitrariedad?

 

Por Charles H. Slim

La pequeña Ninawa de solo 6 años busca sollozando a su mascota bajo los escombros de su casa en Jenin, destruida por los colonos israelíes con la esperanza de poder hallarla. Su madre y sus hermanos juntan lo que puedan salvar para huir de una turba inmisericorde que apalea a quienes se encuentran a su paso e incendian los automóviles palestinos. En medio de los gritos y la agitación se oyen palabras inteligibles que salen de las bocas de los agresores sionistas y que solo son bramidos para los pequeños palestinos.

¿Por qué la vida de los árabes palestinos no vale igual que la vida de otro ser humano? Es lo que cualquier ciudadano de cualquier país se cuestiona. Escenas como estas que se repiten sin fin desde hace setenta años demuestran que no son considerados como humanos ¿A quiénes recuerda estas aborrecibles prácticas?

Bienvenidos a los PROGROMOS palestinos que sin un mínimo de vergüenza ni memoria llevan adelante los israelíes ¿Qué es un progromo? Son saqueos, palizas y matanzas contra pobladores indefensos eso es. Cizjordania es la muestra más clara de este repugnante y desvergonzado Apartheid que oprime a la población palestina hasta hundirles en la miseria mientras al mismo tiempo crecen los ampulosos y caros asentamientos judíos. 

Allí es donde se produce uno de los más odiosos y contradictorios microclimas de corrupción y entuerto entre la ANP de Abbas que debería proteger a sus ciudadanos y el régimen sionista de Tel Aviv. Con estos continuos ataques que llevan a cabo los colonos de los asentamientos que están disimuladamente coordinados por agentes del Shin Bet y ante vista pasiva de la policía israelí y la inmovilidad de las fuerzas de ABBAS Israel va cumpliendo con sus objetivos de lanzar a más familias palestinas de sus tierras para entregárselas a judíos importados de América y Europa.

Los palestinos detrás del muro de Cizjordania están atrapados por controles, cercas y corredores que los hace parecer ganado siendo llevados a un matadero. Sumado a esto, las constantes, gratuitas y diarias agresiones de los colonos judíos (que muchos de ellos no nacieron allí) contra sus propiedades, contra sus bienes y sus vidas hace invivible la cotidianidad de los palestinos.

Durante décadas los aviones, helicópteros y obuses israelíes han bombardeado de forma indiscriminada zonas urbanas sin importarles las escuelas, los hospitales y menos aún las familias. Quienes no morían por las explosiones sobrevivían a una dura realidad marcada por la tragedia de ver morir a sus familiares, quedar ellos mismos lesionados física y/o mentalmente por el trauma que significa ser sometido a bombardeos infernales y terminar en campamentos de refugiados donde campa toda clase de inseguridades.

La universalidad de los derechos humanos implica un respeto sin consideraciones de etnias, religión ni nacionalidad, tampoco de géneros ni condiciones sociales o ideologías. Pero eso en Israel no importa y sus lobbies que operan principalmente tampoco en EEUU, salvo que sean sus ciudadanos de ascendencia judía o con domicilio de radicación en dicho estado.

El acostumbrado argumento de los jerarcas políticos radica en señalar su derecho a defenderse y a la subsistencia, acusando a los palestinos de ser una amenaza a su vida. En ese razonamiento maniqueo los palestinos no tienen ese derecho y al parecer, deben tolerar que se les robe, les torture, secuestren y asesinen sin esperar reaccionar ¿Puede tener esto algún justificativo?

Así como los derechos humanos tienen ese alcance universal, también lo es el derecho a resistir a las agresiones y la amenazas contra los derechos de los pueblos y de sus ciudadanos. Es una cuestión de lógica. Si los palestinos son seres humanos, tienen el mismo derecho a defenderse de un enemigo que pretende arrancarlos de sus tierras. Y esto no es ninguna guerra religiosa como le conviene argumentar a la elite sionista y a sus medios de comunicación que pretenden encumbrarse en una superioridad moral que se cae al piso con todo lo antedicho. Esto no es más que una causa política con fin claros y bien definidos de un ente que pretende hacerse con territorios ajenos sin importar los medios para conseguirlo. Si como se ha harto comprobado que a las autoridades políticas y militares israelíes no les interesa en lo más mínimo los derechos de los árabes palestinos y que desde ya hace un tiempo hasta el presente deben soportar los progromos de los colonos ultraderechistas ¿Por qué los árabes palestinos deberían cruzarse de brazos mientras son avasallados de semejante manera?

No estamos en el siglo XX cuando bajo el amparo de la noche y por el encubrimiento de los medios occidentales, los israelíes podían desplazar miles de palestinos como si fueran asnos.

Hoy Netanyahu y su gabinete de extrema derecha religiosa supremacista están llevando las cosas más lejos y valiéndose de los colonos como fuerzas de choque tal como los hicieron los fascistas italianos o los nazis en Alemania de la década de los treintas, atacan, asaltan y atropellan a los palestinos sabiendo que nadie los defenderá ya que Abbas y la banda de 100.000 pistoleros están comprados por el dinero israelí. Es por ello que Washington y los rastreros de la UE aman a la ANP.

Todos los límites de la tolerancia han sido sobrepasados y de ello dan cuenta no solo las condenas del mundo árabe-islámico, los informes de organismos internacionales de derechos humanos, las estériles resoluciones de Naciones Unidas o de la insípida y revuelta Liga Árabe ¿Qué ha hecho el Papa Francisco con los atropellos que se han cometido y que se cometen contra las instituciones cristianas en Jerusalen? Tan alevoso es lo que Israel está llevando adelante que hay fuertes presiones provenientes del mismo EEUU ¿Qué ha hecho la denominada instancia judicial internacional con las denuncias de crímenes de lesa humanidad impetrados contra este estado impune?

Israel sobrevive no porque una divinidad le ampare. La explicación es más terrenal y no tiene nada de celestial. Estar bajo el ala del poder anglosajón es el ticket de una impunidad lacerante para miles de familias palestinas que han sido víctimas en uno u otro sentido de las vilezas de una ocupación con pretensiones expansionistas. Su elite política gobernante y de extremistas religiosos no por casualidad están interrelacionados con la banca internacional y logran con ello obtener las ventajas de poder direccionar sabotajes financieros y económicos contra los países árabes-islámicos que no renuncian a seguir apoyando la causa palestina e incluso también contra países que denuncian sus atropellos.

Un cambio de paradigma geopolítico sería promisorio para terminar con este triángulo de impunidad del que goza un estado brutal y colonial.

 

 

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