LAS GEOPOLITICAS EN ARGENTINA
En momentos en el que el mundo profundiza su polarización entre los
atlantistas y el sur global, los argentinos siguen hundiéndose en penas y quejas
Por
Pepe Beru
Parece algo confuso el título de este artículo,
pero no lo es. Solo es una brevísima descripción del desquiciado fraccionamiento
ideológico y político que existe en la realidad del pensamiento entre los
argentinos.
Si bien hasta el momento el país sigue manteniendo (formalmente) su
unidad en torno a un estado-nación, con un gobierno representativo y
distribución del poder federal (o eso dice la Constitución), lo que dicen los
políticos hace ya mucho que no es creíble y/o aceptado por una buena parte de
los habitantes y al mismo tiempo, entre ellos también existe una atomización en
lo que entienden por geopolítica y puntualmente, una geopolítica para el país.
Hoy el país esta prácticamente descalabrado. Entre patéticos ejemplos
de la realidad que ponen en evidencia la pudrición del sistema y sus
instituciones, los argentinos son distraídos (por los medios y sus editorialistas)
con los affairs del ex presidente Alberto Fernández, sus putas y las obscenas
sumas de dinero que habría desfalcado con maniobras de seguros que muy
convenientemente sirven para tapar una realidad socio-económica nada halagüeña
y que (pese a la prensa chupaculista de turno) va a contramano de las supuestas
buenas nuevas de una inflación en aparente baja.
Al ciudadano argentino solo le importa mejorar su situación personal y
eso se traduce en una gran parte, llenar sus bolsillos con dinero. Parece
razonable ¿No? Ello en algunos casos, sin importar de donde provenga. Pero si
trasladamos este pensamiento a los empresarios y los dueños de los recursos del
país la lógica es la misma, solo que estos ya tienen resuelto sus problemas
dinerarios básicos y sus familias pueden gozar de los beneficios de ello.
Así mientras el “don nadie” que hoy abarca a los de la llamada clase
media debe soportar una recesión que deshace la economía, tritura sus magros
ingresos y se los come por los descomunales aumentos de servicios públicos (que
encima son de pésima calidad), aquellos pocos de altos ingresos -entre los
que se cuentan los Milei y toda la clase política- pueden alimentarse con
calidad, pagar la enseñanza privada a sus hijos, disponer de medios propios
para trasladarse y viajar a Miami o a Europa para su deleite.
Según el gobierno de los Milei, Argentina debe volver al mundo sin explicar
que significaría eso y que implicancia tendrá ello.
Hoy el mundo se halla polarizado entre el occidente colectivo de los
atlantistas (OTAN) y un sur global conformado de países emergentes agrupados en
el bloque BRICS+ que buscan zafarse de la dependencia extorsiva del mundo
angloestadounidense que vale remarcarlo, no es ejemplo de nada y menos aún en
lo económico (como los Milei y Cía venden) visto los vaivenes en los que la
economía norteamericana se halla.
Solo los sectores que están informados de como marcha el mundo y las
posibles consecuencias de ello, conocen las diferencias entre uno y otro. Yendo
más en profundidad sobre esta dicotomía sobre la cual a los argentinos de a pie
les importa muy poco, poner a la Argentina en el radar del mundo también
significa entablar relaciones y cooperar con un estado como Israel que ya ha
asesinado a más de 40.000 civiles inocentes y lisiado a más de 90.000 en su
carrera por apoderarse de la Franja de Gaza y dar -en un sentido literal- una
solución final al asunto palestino. En esta línea los Milei (y en particular
Javier Milei) tienen un muy claro compromiso con criminales como Netanyahu y
los sionistas revisionistas que llevan a cuesta un extenso y sangriento
prontuario de crímenes.
Pero los Milei no han advertido que esto es algo que ha dividido no
solo al judaísmo del hemisferio y en el mundo en general sino (y lo más
importante) dentro del poder político en EEUU (fuertemente influenciado por
grupos de presión pro-israelies), que ha visto como -por el doble rasero de
La Casa Blanca- se desmorona su poder blando alrededor del globo por
sustentar sin límites y cínicamente las ambiciones de Netanyahu y esta gavilla
de criminales racistas. Las divergencias son profundas y van más allá de los
levantamientos universitarios que escandalosamente el gobierno federal reprimió
en muchos casos con una brutalidad inusitada.
La otra opción que se presenta con los BRICS+ con China y Rusia como
las locomotoras del bloque, son la temida y odiosa alternativa para los
anglófilos y sionistas argentinos que usan los medios como usinas para
demonizarla. Pero pese a ello, es una alternativa que va en aumento por el
interés que reviste y puede ser una vía alternativa que debiera abordarse con
seriedad para terminar con la eterna dependencia de los arreglos
político-financieros que hacen estos pequeños grupos de privilegiados (del círculo
rojo) a costa del resto de ignotos ciudadanos del llano.
Si los argentinos quieren terminar de vivir penando por los males que
ellos mismos refrendan por su abúlico seguidismo, deberían comenzar a salir de
sus pequeñas vidas y ver el panorama completo para darse cuenta que hay salidas
posibles.
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