¿CAMBIO O
MANIPULACIÓN CLIMATICA?
Las actuales y
anormales inclemencias climáticas que vemos alrededor del globo ¿Son naturales
o el producto de un arma climática?
Por Pepe Beru
Desde mediados de
los años noventa se comenzó a escuchar el término cambio climático como forma
de identificar una serie de anomalías atmosféricas que comenzaban a
multiplicarse tanto en EEUU como en otros lugares, acusando como principal
responsable a un fenómeno llamado “calentamiento global”.
Incluso vimos como
Hollywood realizó películas catastrofistas sobre la furia de los elementos que
en aquel entonces, parecían una renovación del género de ciencia ficción.
Sobre la base de
este supuesto fenómeno se comenzó a tejer un gran negocio y uno de sus
principales beneficiarios ha sido el ex presidente norteamericano Al Gore quien
realizando conferencias alrededor del globo, ha señalado que dicho fenómeno se
debe a los gases de las industrias y al combustible fósil emitidos por los
países industrializados pero sin hablar de la responsabilidad que le cabe a EEUU.
Más allá de las hipotesis y las contradicciones que desmienten a Gore, lo que
viene sucediendo alrededor del mundo sigue sin una lógica explicación.
Pero hoy vemos con
pavor como muchas de esas catástrofes cinematográficas son muy reales. El clima
pareciera haberse ensañado con los habitantes del globo y ya no parece
responder al reloj de la naturaleza: Lluvias torrenciales que causan súbitas
inundaciones, granizadas de cascotes de hielo con diámetros fuera de lo normal
y hasta nieve en desiertos, clima tropical y sequías en regiones de anterior
clima templado e incluso frío, incendios pavorosos que arrasan bosques y hasta
ciudades que no responden a un patrón lógico de inicio y/o de propagación ¿Qué
demonios esta sucediendo?
Hay una línea
científica que afirma que los cambios climáticos que se están viendo responden
a un ciclo natural que se da en periodos de tiempo. Pero hay otros quienes
sostenemos que si bien eso es así, se está manipulando este ciclo mediante
herramientas tecnológicas que aunque suenen a ciencia ficción, existen desde hace
décadas.
Las crónicas de
cómo sembrar lluvias para complicar las operaciones aéreas y los movimientos de
tropas vienen desde la segunda guerra mundial. También experimentos para
debilitar huracanes y disolverlos antes de tocar la costa habrían sido
utilizados para crearlos y potenciarlos como parte en la búsqueda de convertir
al clima en un arma. A pesar de que durante años las administraciones
estadounidenses lo han negado, ellos investigaron y desarrollaron programas
similares (y otros más complejos) como armas para ese fin e incluso las
implementaron en escenarios como Vietnam (Op. Popeye), Iraq, Afganistán y muy
posiblemente lo estén haciendo en el Oriente Medio (en especial sobre la franja
de Gaza con tormentas torrenciales) y Eurasia.
Desde que es
posible poner un satélite en órbita, la potencialidad de ensayar programas
similares (más sofisticados) sin la necesidad de aviones sin dudas que no iba a
ser desaprovechada por los militares del Pentágono.
Quienes tienen
especial involucramiento en estos asuntos es el Departamento de Defensa a
través de su rama de investigación DARPA y son los militares quienes los ponen
a prueba. Muchos se hallan bajo el absoluto secreto, pero otros han trascendido
al conocimiento público. Cuando se habla del HAARP (Programa de Investigación
Auroral Activa de Alta Frecuencia) que consiste en una gigantesca instalación
de antenas en Alaska y al cual se le han acusado ser parte (en el programa de
Armas No Letales) en la creación de aberraciones atmosféricas, las autoridades
estadounidenses al comienzo se burlaban de estas acusaciones pero con el paso
del tiempo y tras vincularlo con las “estelas químicas”, han tomado a quienes
tratan de averiguar su funcionamiento y esta relación con esos aviones sin
matricula, como una amenaza a la seguridad nacional.
Aunque desde Washington
se ha desmentido los efectos de HAARP e incluso ciertos fiscales de la verdad
que dicen “checkear” la información, no explican ¿Para qué lo creo el ejército
si es inofensivo? Si consideramos la operatividad de estas antenas y la red de
satélites de uso militar bajo el comando de NORAD, uniendo estos vértices
podríamos intuir finalidades nada pacíficas.
En lo que respecta
a las convenciones que prohíben este uso, sabemos bien que a Washington poco le
importa con lo cual sin dudas a estas manipulaciones atmosféricas deben estar
generando mediante programas ultrasecretos, otras aberraciones climáticas mucho
más amplias y destructivas.
Las oscilaciones
de temperaturas en un solo día en regiones que antes no presentaban semejantes
aberraciones o la aparición repentina de tormentas y vendavales, van más allá
de los ciclos naturales de la tierra. Es más, muchos de estos fenómenos
despiertan a la curiosidad e incluso por los efectos que producen (incendios,
sequias, inundaciones, migraciones etcetc) no son científicamente explicables.
Los incendios en
los Ángeles del mes pasado (donde se vieron extraños patrones de afectación),
los que se multiplican en varios puntos de Sudamérica, acompañados de la
aparición de violentas tormentas eléctricas que en muchos casos traen la
precipitación de abundante granizo de un tamaño poco usual que termina causando
daños no previstos, no tienen una explicación científica oficial.
Hasta el momento no hay explicaciones científicas que precisen muchos de estos fenómenos y mucho menos, se avengan a desmentir el posible uso de una nueva arma climática.
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