EN DEBATE
“EL VALLE DE LOS ESPEJOS ROTOS”
Cuáles serán las consecuencias de la orden ejecutiva firmada por Trump ordenando el retiro de la CIA en los asuntos internos de Siria? La realidad que se evidencia en la región es tan confusa como distorsionada, tal como la imagen en un espejo roto.
Por
Dany Smith
Cuando se hizo
oficial que la CIA terminaba con su cooperación secreta con las bandas armadas
en Siria, muchos cayeron de bruces al no poder dar crédito a lo que estaban
oyendo; y es que era simplemente irreal dar a conocer a la opinión pública que
la agencia norteamericana había sido la artífice de lo que durante cinco años
los medios corporativos anglosajones trataron de vender como “revolución
popular” o “manifestaciones espontáneas” de la población siria contra el
gobierno de Al Assad. Atrás quedan miles
de muertos por bombas, secuestros y asesinatos en los que la CIA tuvo que ver y
de los cuales algún día debería responder.
Apenas
había sido derrocado Mohammar Al Gadafi en Libia, los franceses y sus colegas
qataríes –sin esperar a que los norteamericanos dieran su visto bueno- se
apresuraron a dar su propio golpe en Siria, pero fracasaron estrepitosamente y
por ello Nicolás Zarcozi pago su precio (Red Voltaire.org. “En Siria, Sarcozy
repite los errores de Chirac”. http://www.voltairenet.org/article169935.html ).
La
lenta y progresiva operación de agitación de baja intensidad que comenzaron a
desarrollar pequeños grupos de infiltrados en movilizaciones populares
organizadas en centros urbanos como Daraa y Latakia, fueron los primeros pasos
para ir escalando en grado de violencia que debía ser endilgada al “régimen de Bashar”.
Todo estuvo bien planeado para que así pareciera. Provocar al gobierno
asesinando a sus funcionarios para que la policía secreta del partido Baas,
caracterizada por su impiedad, reaccionara en forma desaforada, fue una de esas
tácticas. Para ello, los medios occidentales y especialmente los anglosajones
jugarían un papel crucial. Los muertos y los heridos debían ser endilgados al
gobierno, sin importar que ello fuera o no cierto.
Mientras
matones y criminales soltados de cárceles sauditas y elementos de la cofradía
de los “Saidris” se encargaban de asesinatos de policías y el saqueo de
comisarías y colocar bombas en lugares públicos, la CIA ya estaba en contacto
con oficiales del ejército sirio que por unos dólares estaban listos para pasar
a la clandestinidad y formar parte de los planes para derrocar al gobierno
nacionalista por uno adepto a Washington.
Desde
mediados del 2012, la CIA desde sus campamentos en Jordania ya preparaba todo
el programa que se llamó “Ejército Libre Sirio” (ELS), el cual intentaría crear
una atmosfera insurreccional dentro de las fuerzas armadas y lograr la caída
del gobierno en a lo menos un par de meses. Pero a su vez y al mismo tiempo,
también preparaba grupos armados seudo-yihadistas en el sur de Turquía desde
donde y con el apoyo del MIT
(Inteligencia turca), darían cobertura a grupos como “Jabbat Al Nusra” y
al mismo “Estado Islámico”, éste último reagrupado y reforzado en campamentos
secretos en el oeste de Iraq.
Cabe
recordar que por aquel entonces, Washington negaba cualquier injerencia en el
tema sirio y bombardeaba mediáticamente con las supuestas violaciones a los
derechos humanos por parte del “régimen” e incluso llegaría a justificar las
actividades de estos grupos irregulares de los cuales no hacía discriminación
entre “moderados” y “no moderados” como pretenden seguir argumentando algunas
editoriales del neocon y socios sionistas (Foreing Affairs. https://www.foreignaffairs.com/articles/syria/2017-08-02/end-cia-program-syria?cid=int-lea&pgtype=hpg )
Y
allí no terminaban las incumbencias de la agencia. También ha sido ya algo que
paso a ser un secreto a voces, ver como la CIA, el MI-6 y el Mossad israelí
ponían todas sus fichas para ganarse a los kurdos sirios usando obviamente, a
los kurdos iraquíes quienes a su vez y en la intimidad desprecian a sus
vecinos. Sobornos mediante y la entrega de incontables cargamentos de armas, compraron
momentáneamente a las milicias kurdas del YPG y a su vez se formaron las SDF que sin lugar a dudas –cuando
a los norteamericanos no les sirvan más- también terminaran siendo abandonadas
una vez que Raqqa sea controlada por el gobierno sirio.
Un
dato a tener en cuenta es que, cuando Turquía comenzó nuevamente a masacrar a
los kurdos turcos, las YPG abandonaron la alianza con los norteamericanos y
volvieron a luchar del lado de las fuerzas árabes sirias.
EEUU
estuvo jugando todo el tiempo a dos bandas. Por un lado y clandestinamente armo
y alimento a grupos indistintamente de esa maniquea calificación entre
“moderados y no moderados”, mientras que por el otro, decía ayudar a sus
“socios” iraquíes asolados por ese monstruo llamado “ISIS” que había sido rearmado
y puesto en operaciones por la misma CIA. Es por ello que en este último caso
cuando los políticos en Washington hablan de “socios”, los iraquíes poco menos
que escupen al suelo.
Incluso
sobre esto último, se espera que en las próximas “elecciones” que se
desarrollen en Iraq, pese mucho la ira y el descontento de los iraquíes que sin
dudas entre sunitas, chiitas y cristianos, saben que aquello del “Daesh” ha
sido una jugarreta de los estadounidenses y sus socios israelíes.
De
esta manera, ese juego sucio que tan descaradamente se desplegó para intentar
derrocar al legítimo gobierno sirio, ya es historia. Y aunque ello importaba
poco a los funcionarios de las administraciones anteriores, para la actual las
cosas se estaban poniendo muy oscuras por lo cual la Casa Blanca y más
precisamente el presidente Donald Trump, decidió que si no se podían morigerar estos
escándalos, no pagaría por todos aquellos.
Pero
las cosas se complicaron demasiado, tanto que era mucho más importante dejar
por escrito y reconocer ante la opinión pública que la CIA sí había venido
siendo parte de todo lo que allí ocurría, que pagar un precio más alto por una
fracasada planificación nacida de los “Think Tank” neocon y sus colegas
sionistas que alineados tras la doctrina “Wolfowitz” trataron de establecer el
caos controlado en Siria.
Sin
dudas que con esto, todos aquellos que colaboraron y trabajaron efectivamente
para la desestabilización en Siria e Iraq, han quedado abandonados y muchos
otros eliminados (asesinados) para evitar que se revelen mayores datos sobre el
alcance de las operaciones de la CIA. En síntesis, ello causo un descalabro en
las redes que durante años, operaron en la región y que en estas circunstancias
desde el 2011 se habían avocado a Siria. En medio del desastre creado, muchos
de estos alcahuetes eliminados de la nómina de pago, serán un muerto más entre
todos los existentes.
Está
claro que con esto Trump fastidió a muchos sectores, especialmente a los que se
agrupan en la llamada “comunidad de inteligencia”, en la cual la CIA es un
miembro más, y que en EEUU, es uno de
los tentáculos que sostienen el poder político y hasta financiero del
Stablishment estadounidense.