“PEON CAIDO”
Tras el inicio
de la ofensiva turca sobre el norte de Siria Washington ha ordenado la retirada
de sus tropas, entonces ¿Han dejado de ser útiles los kurdos?
Por Charles H. Slim
Si ha habido un enconado colaborador con los complots
sionistas dentro el mundo árabe islámico ese sin dudas es el pueblo kurdo. Pero
debemos ser justos y no extender esta oprobiosa situación a todo un pueblo o
etnia como si lo hacen los gobiernos y medios occidentales con los musulmanes.
Repartidos
dentro de cuatro estados, insistentemente han sido tentados por aquellos actores
para fabricar estructuras nacionales tendientes a crear disrupciones en los
estados que albergan. No todos han flaqueado a estas tentaciones y su mayoría los
kurdos conviven pacíficamente con los habitantes de países como Irán y hasta
antes de 2012 en Siria. Han sido y siguen siendo sus dirigentes políticos
quienes llevan adelante acuerdos oscuros con Washington y Tel Aviv que ante
todo, les dan ganancias a ellos mismos y a sus clanes para recién después
argumentar o permear algún beneficio para sus poblaciones.
Occidente (EEUU, Francia y Gran Bretaña) y en
particular Israel han sabido explotar las costumbres, las necesidades y las
arbitrariedades a las que históricamente los kurdos se han visto expuestos. Un pueblo nómada y disperso en esta región
estratégica de Asia Occidental se volvió de interés para quienes buscaban
penetrar en la Mesopotamia. Las continuas luchas con los árabes y en particular
con los iraquíes y los sirios, los hicieron de interés para concretar los
objetivos estratégicos de Tel Aviv aplicándose a esta situación el dicho de los
sionistas que reza “el enemigo de mi
enemigo es mi amigo”. Fue así como el “Mossad” israelí comenzó por mediados
de los años cincuenta a establecer contactos con el Clan Barzani con quienes concretaron
todo tipo de negocios y contrabandos para comprarse su lealtad y de ese modo
usarlos como elementos clave para desestabilizar Iraq.
Por otra parte, la relación de las potencias coloniales
occidentales con los kurdos comenzó a comienzos del siglo XX cuando británicos
y franceses llegaron a la región para repartirse el Medio Oriente con la finalidad
de acaparar los recursos petrolíferos.
Precisamente en los territorios donde se asentaban
las aldeas kurdas había grandes yacimientos de petróleo y gas de los cuales obviamente
no tendrían derecho a obtener las ganancias de su explotación. Igualmente
quienes si obtenían ganancias por su colaboración eran los jefes del Clan
quienes garantizaban la sumisión y el orden de sus pobladores a las empresas
extranjeras.
Con el pasar de las décadas la importancia de los
kurdos fue en altibajos. Cuando EEUU ingreso a la región en 1991, necesito de
ellos para crear caos dentro del norte de Iraq pero abandonándoles al poco
tiempo por el fracaso en la insurrección contra el gobierno de Saddam Hussein.
Y aunque la CIA alentaba y apoyaba las
actividades subversivas contra Bagdad aquellos las hacían extensivas contra
Ankara, algo que complicaba las relaciones con Washington.
Desde entonces los kurdos han sido un elemento
estratégico en el desarrollo de los planes norteamericanos para reorganizar el
Medio Oriente lo que sin lugar a dudas es aprovechado por Israel.
Los principales involucrados en estos planes son los
partidos kurdos iraquíes que se aglutinan en torno a clanes, un factor organizacional
que ha sido un freno para el desarrollo de revoluciones internas lo que a su
vez propició el encumbramiento (incluso mediante la fuerza) de unos por sobre
los otros. El caso del Clan Barzani es puntual aquí ya que, con asiento en el norte
de Iraq, éste grupo creo una estructura feudal sostenida por un linaje e
influencia de la familia Barzani que proviene del primer líder independentista
el General Mustafa Barzani quien en 1946 trato de repeler a los iraníes en sus
intentos de expulsarlos de su territorio.
Los principales enemigos del nacionalismo árabe y más
tarde de la revolución islámica de Irán (1979) vieron en los kurdos el elemento
fundamental para penetrar en la región y horadar desde dentro a las sociedades
de los países señalados como objetivo. Pero había un gran obstáculo en medio y
ese era Turquía. Allí los kurdos como etnia, era y sigue siendo una entidad oprimida
a tal modo que se persigue su “turquización” tratando de anular sus costumbres,
idioma y por supuesto, sus ideales políticos de independencia. Hoy la pelea
continúa y se agrava por estas horas.
kurdos flamenando bandera israelí el Kurdistán |
Pero los eventos de 2012 trajeron a la luz la cara
más torva de los kurdos demostrando que estaban dispuestos a traicionar a
quienes, al contrario de los turcos, les habían concedido beneficios políticos
por una bolsa más grande de dinero. Cuando el plan occidental para derrocar a
la república árabe siria se puso en marcha (con el embuste de “ISIS” incluido),
las agencias de inteligencia (entre ellas el Mossad) comenzaron a gestionar la
ayuda y cooperación de los grupos de autodefensa “YPG” kurdos para alinearse a
la farsa de la “revolución” que se había montado. Ineludible sería la gestión
de agentes iraquíes del “PDK” que responde al Clan Barzani buscando convencerles
(con transacciones monetarias y promesas territoriales) de aprovechar el
momento para levantarse contra Damasco, tal como lo habían hecho ellos contra
Bagdad tras la invasión de 2003.
En junio de 2014 representantes del Clan Barzani
participaron en una reunión secreta llevada a cabo en una locación de Aman,
Jordania, donde junto a representantes de la CIA –con la participación de algún agente del Mossad-, del MIT (Milli
Isthibarat Teskilati) turco y delegados de grupos de la resistencia iraquí (en
especial el Ejército Nakshaibandi) acordaron el ingreso y despliegue del
“Estado Islámico” en Iraq, un embuste que tendría como único objetivo montar
una base territorial de apoyo para las operaciones contra Siria.
La situación de Kobani en 2015 fue aprovechada por los
medios occidentales para elaborar una “novela épica” destinada a convencer a la
opinión pública sobre la necesidad de intervenir en favor de los kurdos y al
mismo tiempo y bajo cuerda, convencer a los partidos kurdos sirios para darle
la espalda a Damasco y aprovechar la situación existente para crear la “Rojava”
(Federación de Norte de Siria). La
oferta era tentadora y para respaldarla se ofrecía el aval del apoyo
estadounidense quienes inmediatamente crearon y financiaron las “FDS”, otro
embuste operacional con fines propagandísticos. Pero esto solo podía darse con
el acuerdo tácito de Turquía algo que los kurdos más escépticos (incluyendo a
los del “PKK”) se dieron cuenta de inmediato no aceptando este acuerdo. La
promesa de “democracia y la libertad” fueron el anzuelo para tentar a los
kurdos sirios de traicionar a la república Siria, pero también el poder gozar
de los beneficios de los campos petrolíferos de Deir Ezzor, apropiados por los
estadounidenses con su complicidad.
Pero las agrupaciones del “YPG” se convirtieron en
los peones de los “FDS” quienes a su vez hasta hace una semana servían con
entusiasmo (y la cobertura aérea estadounidense) a las estrategias de
Washington, creyendo que ello les proporcionaría un estado a costa del
territorio sirio que los protegería de Ankara. Para conseguir esto, se les
convenció que ayudando a destruir a la nación siria podrían erigir su “Rojava”.
Pero esto ha cambiado radicalmente hace tan solo una
semana cuando Trump, sabiendo de la ofensiva turca, ordeno la retirada de las
fuerzas especiales de la zona. Tras el inicio de los bombardeos turcos, algunas
posiciones estadounidenses fueron alcanzadas y sin ordenes de repeler la agresión, sin oponer resistencia abrieron
paso a los blindados turcos que cruzaban la frontera. Ahora los kurdos de las “FDS”
y sus serviles de la “YPG” están solos y saben que ha llegado la hora de
ajustar cuentas por su traición. La farsa del “ISIS” (respaldada en su momento por
Tiyip Erdogan y su gobierno) fue prácticamente desactivada por el ejército
sirio y las tropas rusas quienes realmente combatieron y desmantelaron a las
bandas armadas. Ahora ante la desgracia,
varios de los jefes de las “YPG” que bajo las promesas de los “FDS” se habían
plegado a los estadounidenses e incluso causaron la muerte de muchos árabes
sirios ruegan por un acuerdo con Damasco pero, como suceden en el ajedrez “la
reina no negocia con un peón”.