domingo, 27 de septiembre de 2020

 

 

“WIKITRICKS

De dónde salieron las fuentes informativas de WikiLeaks, cuáles son sus propósitos y a quiénes sirve realmente ¿Ha sido manipulado Assange?

 

Por Charles H. Slim & Yossi Tevi

Existen muchos hechos e incluso largos procesos de la historia que han sido manipulados a gusto de los vencedores,  una consecuencia subsidiaria y hasta entendible por mucho tiempo de esa posición dominante. Pero, el avance de las tecnologías y la aparición del internet al alcance de los ciudadanos, proporciono una herramienta de intercambio de información que cambio radicalmente este esquema que había estado monopolizado por las empresas de medios y los gobiernos.

Desde entonces, los historiadores ya no narran la versión del vencedor con relatos intachables y hasta ridículamente sobrehumanos. Ello es imposible dado que esos mismos hechos que antes quedaban ocultos a la vista del profano e interpretados a discreción de “renombrados” autores, comenzaron a ser captados de forma cruda y en tiempo real por simples testigos anónimos sin importar donde se producía el evento. 

La aparición de los móviles con cámara y maquinas fotográfica con memorias digital, fueron el comienzo del fin para ese acostumbrado secretismo gubernamental.

El 2001 casualmente es sin dudas el punto de partida de esta nueva era ¿Casualidad? Tal vez esta pregunta lo descoloque, pero es central para entender por qué y cómo comenzaron las filtraciones informativas.

Al comienzo todo parecía obra de la torpeza de las administraciones estadounidenses  que no podían guardar bien sus informes clasificados ni mantener oculto muchos de sus secretos más delicados. En algunos casos trataron de acallarlos con viejos y cruentos métodos como fue el asesinato del inspector de armas para Naciones Unidas (UNSCOM y UNMOVIC) Dr. David Kelly quien expuso ante la opinión pública mundial la farsa de las supuestas armas químicas iraquíes que el Primer Ministro Blair, secundado a su colega estadounidense, vendió al público británico. Pero la muerte de Kelly desato más cuestionamientos sobre el gobierno por lo que algunos sospecharon sobre la intervención de una tercera mano con la intensión de crear esta controversia.

Así con muchos de los más execrables hechos que se irían produciendo a lo largo de una década oscura marcada por las intervenciones bélicas y crímenes brutales por una supuesta lucha contra el terrorismo, Washington y Londres caerían en el escándalo.

Quedo claro que ya no se podía engañar a la opinión pública y ello quedo reflejado con las variadas y certeras impugnaciones (que testigos e investigaores le han hecho) a la versión oficial de los hechos del 11/S[1]. Ante ello ¿Qué pasos podría llevar adelante un gobierno fuertemente cuestionado como el de George W. Bush? Lo que muchos previeron y ello fue la impulsión de programas secretos de intoxicación informativa no solo para crear confusión sino también, para manipular a la opinión pública y a la propia Casa Blanca en momentos clave.

A pesar de los cuestionamientos el gobierno federal pudo silenciarlos apelando a sus conspicuos aliados de la Corporación de medios que se encargaron de refrendar –entre otros engaños- las mentiras sobre las armas de destrucción masiva de Iraq. Pero aquellos irían aumentando a medida que EEUU se involucraba en guerras inútiles y falsas como sin dudas ha sido la llamada “guerra contra el terrorismo” (como fue descubierto y ventilado apenas se invadió Iraq en 2003); pero ¿Para quiénes servía está política intrusiva?

Desde el mismo día en que las torres Gemelas de New York cayeron y el Pentágono fue golpeado por un avión que nunca existió, las palabras “Israel”, “Netanyahu” y  “Mossad” resonaron entre muchos ciudadanos de a pie y de muchos miembros de la Comunidad de inteligencia. Incluso una temprana pista orientada a esos actores fue rápidamente ocultada de los grandes medios y sus involucrados  (los cinco jóvenes israelíes en New Jersey que festejaron la caída de las torres)[2] fueron expatriados inmediatamente.

Quienes estaban detrás de esto se dieron cuenta que las masas no eran tan ignorantes y manipulables como antes y habían sujetos listos entre aquellas que estaban haciendo peligrar el éxito de sus operaciones. Había que ocupar el lugar de estos potenciales conscientizadores y para ello crearon sus propias “fuentes de una verdad a medida” y a sus difusores. Ahí aparecerían los filtradores de embarazosos cables y reportes gubernamentales que en algunos casos dejaban en ridículo a la seguridad nacional estadounidense y muchos otros la indignación causando variadas reacciones en la percepción de la opinión pública (Como sucedió con las documentadas violaciones a los derechos humanos en Abu-Graib de 2004 y Guantánamo).

Así fue que para mediados del 2005 un desconocido personaje de origen australiano llamado Julian Assange le estaba dando forma a una plataforma cibernética desde la cual lanzaría información clasificada de todos los gobiernos (especialmente de EEUU –y nada sustancial de Israel-) que echaría luz sobre los asuntos más oscuros satisfaciendo la sed informativa de la gente.

Así en 2006 lanza el sitio “Wikileaks.org”, una supuesta cruzada por la transparencia informativa en línea que contrariamente, ayudaría a intoxicar aún más, el espectro informativo alternativo que estaba en danza.

El momento era particularmente agitado. Elecciones en EEUU, el desmanejo de la crisis por el huracán Katrina, el hastío y la impopularidad de la guerra en Iraq amenazaba sacar a Bush de la Casa Blanca (en ese contexto se deshicieron de Abu Muzab Al Zarqawi)[3]. En Israel tras el catastrófico fracaso militar de las FDI ante “Hesbolla”, la comprobación de ataques deliberados contra la población civil libanesa y la formación de la “Comisión Winograd”[4] significó la muerte política para Ehud Olmert y su gabinete. Sin dudas había que hacer algo para sacar de la escena informativa estos desaguizados.

Pero ¿De dónde salió toda esa maraña de cables diplomáticos y falsos informes que nutrirían las filtraciones de WikiLeaks?  Según algunos investigadores estadounidenses, la creación de este bulo estuvo en manos de la CIA y el Mossad israelí como parte de una táctica de contrainteligencia inversa que serviría al mismo tiempo, para marcar la agenda de política exterior de la Casa Blanca con Israel como el único beneficiado.

En una entrevista exclusiva realizada en 2010 por PBS al ex asesor de Seguridad Nacional Zbigniew Brzezinski quien más allá de las controversias y rechazos que despierta en muchos, al referirse a las “filtraciones” de WikiLeaks dejo entrever varias facetas que cuestionaban la veracidad de aquellas dejando al televidente preguntas en el aire tales como “¿Son filtraciones realmente, o hay un direccionamiento de una agencia?”, “¿A quiénes les beneficiaba estas filtraciones? Y ¿Por qué no decían nada relevante de Israel?

A pesar del cuidado que tuvo el entrevistador y los posteriores analistas de esa nota por no involucrar a Israel o a sus agentes en EEUU, todo hablaba de aquél. Aunque oficialmente Tel Aviv recurrentemente ha negado intervenir en los asuntos de Washington, los hechos hasta no hace mucho han dicho lo contrario[5].

Allí dejo claro que mucha de la información que WikiLeaks “filtraba” era pura basura intrascendente (chismes sobre los mandatarios) y que tenía muy bien marcado un sesgo contra la administración norteamericana.  Entre los libretistas de estos falsos informes con direccionamientos preferenciales contra los árabes y musulmanes (recordando el caso de las “armas de destrucción masiva de Iraq”) estaban miembros de AIPAC[6], una organización que se vió  implicada en actividades de espionaje interno y que gracias a Barack Obama fueron salvados del procesamiento de la justicia Federal ¿Por qué?

En 2016 WikiLeaks publica una serie de correos electrónicos de la entonces candidata presidencial Hillary Clinton que sin dudas, ayudo a enterrar sus esperanzas y la de su entorno (que culminó con la detensión de Anthony Weiner)[7].

Obviamente Trump fue beneficiado por esto –no precisamente por Rusia-, pero ¿Quiénes estuvieron detrás?

Quienes proporcionaron los cables y esos falsos informes, no solo estaban tratando de engañar al público sino también, desviar la vista de asuntos muy sucios que estaban molestando a Netanyahu en particular y manchando a Israel con su política expansionista de asentamientos ilegales y las continuas violaciones a los derechos humanos de los palestinos volcados en el “Informe Goldstone”[8]. Algunos entonces, torciendo las narices se preguntaron ¿Por qué no había una sola página de ese escandaloso documento en WikiLeaks?

La invasión y ocupación de Iraq fue otra pulseada por manipular la realidad de lo que ocurría para presentar una que satisfaciera a la opinión pública occidental. Las filtraciones de WikiLeaks sobre esta situación también fueron muy polémicas. Aquí también publicaba cables y supuestos informes de inteligencia militar estadounidense en los cuales se afirmaba que “los insurgentes estaban usando agentes químicos en sus ataques”, lo que tangencialmente ratificaba la versión de que “Saddam tenía armas químicas” tratando de mostrar que Bush no había mentido, muy extraño ¿No lo cree usted?

También esos “reportes”, hacían incapie que la base de la resistencia se apoyaba en “Al Qaeda”, una falsedad que los mismos iraquíes han desmentido constantemente.

Pero a la par de esto, los mismos iraquíes se habían preparado para resistir la ocupación mucho antes de que se produjera la invasión en marzo de 2003. El partido B´aath sabía que no solo armas y hombres se requerían para la tarea sino también, poseer una o varias plataformas informativas que mantuvieran un flujo informativo de ser posbile en tiempo real que mostrara lo que los invasores estaban haciendo. Por algún tiempo lo lograron hasta que la inteligencia ocupante desbarato los principales sitios de difusión por internet.

Cuando los estadounidenses y sus colegas británicos se instalaron en Bagdad, se deshicieron de los periodistas y cerraron las cadenas oficiales iraquíes colocando una (Al Hurra)[9] que informaría un relato acorde a “los beneficios de la liberación”. Pero los hechos en el terreno superaban ese relato y para 2009 los rumores de una retirada de tropas crecía en los pasillos del Pentágono y eso no era bueno para Tel Aviv. Había que inflar la ira de los iraquíes y movilizarlos a recrudecer sus ataques contra la ocupación y de ese modo forzar a Washington a permanecer con especial interés sobre Irán. En ese contexto “Wikileaks” ventilaba en 2010 la masacre de Bagdad ejecutada en julio de 2007 por un helicóptero de combate. La indignación repunto y la violencia también forzando a Obama a retrasar la salida de las tropas.

Al parecer los expertos de la NSA y sus colegas de la CIA y los batallones de inteligencia militar no estaban muy convencidos de las capacidades iraquíes en este aspecto pero, si parece ser cierto que “alguien” potenció sus esfuerzos a niveles que posibilitaron que por años la red informativa de la resistencia pudiera difundir gráficos informes de como iba la guerra y sus consecuencias para los invasores. Curiosamente esto se cortaría en 2006 acusando las sospechas de que se estaban intoxicando los reportes de la resistencia. En este sentido, WikiLeaks nunca “filtro” reportes de la resistencia iraquí que vale recordarlo, eran graficos y muy directos en sus contenidos.

A la vista de esto y más allá del circo de la aparatosa detención en la embajada de Ecuador en Londres, podría ser muy evidente que Julian Assange fuera un impostor y sus filtraciones una estafa. La versión que corre por los pasillos de la Casa Blanca de que podría ser indultado por Donald Trump corroboraría esto.Aunque también es muy posible, que halla sido manipulado en su buena fe por alguna de estas agencias o ambas a la vez.



[1] Producido por la Comisión Nacional obre los Ataque Terroristas conducida por la administración federal. Una de las principales impugnaciones surgen de la imposibilidad física de que los impactos hubieran podido derribar ambas torres y el inexplicable colapso de la Torre 7.

[2] Cinco jóvenes de origen israelí que festejaban el evento, fueron detenidos por la policía hallándose en el lugar con un camión de “Urban Moving” y tras intervenir el FBI, se requisaron las oficinas de esta empresa (pantalla) en New Jersey incautándose cajas con documentos y las CPU. El dueño de la empresa se desvaneció y los detenidos fueron expatriados con premura.

[3] Presentado en los medios anglosajones como líder de “Al Qaeda-Iraq” fue un agente utilizado por la CIA para justificar nexos con Iraq. Fue eliminado en junio de 2006 dando un golpe de efecto positivo a la imagen de gestión de Bush.

[4] Esta se formo el 11 de septiembre de 2006 y llevó el nombre del juez Eliyahu Winograd que investigo y determino las responsabilidades políticas del gobierno de Olmert en ésta guerra pero no toco para nada las atrocidades cometidas sobre la población civil libanesa. Sobre esto último AMNESTY.org se expreso en 2008: https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/la-comision-winograd-hace-caso-omiso-de-los-crimenes-de-guerra-israelies/

[5] POLITICO.com. “Israel accused of planting mysterious spy devices near the White House”, Published in 09/12/2019, https://www.politico.com/story/2019/09/12/israel-white-house-spying-devices-1491351

[6] La Asociación estadounidense del influyente lobbie pro-israeli (http://irmep.org/ila/economy/)estuvo involucrada en actividades que tras filtrar información clasificada violaron la Seguridad Nacional; https://www.prnewswire.com/news-releases/new-fbi-files-alleging-aipac-theft-of-government-property-and-israeli-espionage-released-87230727.html 

[7]VANITYFAIR.COM. “ANTHONY WEINER, THE LAST OF THE CLINTON SCANDAL MINI-MES, IS GOING TO PRISON”, https://www.vanityfair.com/news/2017/09/anthony-weiner-the-last-of-the-clinton-scandal-mini-mes-is-going-to-prison

[8] Se trata de un documento elaborado por el jurista sudafricano Richard J. Goldstone que da cuenta de las aberraciones humanitarias comprobadas contra la población civil en la Franja de Gaza tras la indiscriminada campaña militar israelí de 2009. https://oldwebsite.palestine-studies.org/sites/default/files/jps-articles/jps.2010.XXXIX_.2.60.pdf

[9] La cadena AL HURRA es un medio que fue impuesto por los norteamericanos tras la invasión de 2003 que depende de la Agencia de Medios Globales de EEUU.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

 

“PINTANDOLO DE NEGRO”

Cómo la oposición busca minar las ambiciones de Donald Trump a una posible reelección

 

Por Dany Smith

Las elecciones presidenciales en EEUU están próximas y allí se respira un aire pesado y tóxico que plantea una situación poco esperanzadora para los destinos de la nación y tal vez, para la paz del mundo.

A este descontento generalizado por una crisis económica y social en ascenso se agrega la existencia de una pandemia que según algunos, podría llegar a ser usada por Trump para suspender las elecciones. Con ello, los opositores de la elite política suman un argumento más contra el detestable “outsider”.

Pero las disidencias y la oposición contra el presidente han permeado filas adentro de su gestión. Trump es consciente de esto y no ha dudado en señalar que existe una conspiración en su contra. Como era de esperar, ello fue motivo de burlas y comentarios ligeros pero, no se halla errado.  Hay en los estamentos norteamericanos una gran fractura que atraviesa todas las Secretarías del estado, Agencias federales y de las Fuerzas Armadas. El motivo de esa fractura pasa por la corrosiva personalidad del presidente Trump quien ya desde antes de ingresar a la Casa Blanca fue motivo de una intensa y agresiva campaña de desprestigio especialmente dirigida por el Clan Clinton.

Las motivaciones no solo son ideológicas (por considerarle un “populista de derechas”) o de un evidente prejuicio por su origen por no formar parte de la constelación política que hace a la elite en Washington. Trump al no ser parte del circulo de la familia política (demócratas y republicanos) además de no pertenecer a ésta casta tan exclusiva, no estaba empapado de los acuerdos tácitos, los negocios y los manejos que esos sectores desde hace décadas han pactado no tocar.

Trump fue visto desde el principio como un “indigno” para llegar a donde solo tienen sitio, solamente aquellos con apellido y pedrigri político que por generaciones han tejido sus fortunas a la sombra de los negocios electorales a costa de los impuestos de sus ciudadanos y prosupuesto, de las aventuras exteriores que beneficiaron a varias trasnacionales entre las cuales se hallan varios ex funcionarios gubernamentales. En éste contexto imagínense lo que debieron pensar y exclamar los puritanos de la política norteamericana al ver consagrado como presidente a semejante personaje que ha hecho de su vida personal, un escándalo televisado.

Mucha agua ha pasado bajo el puente y la gestión de Trump ha desatado mucha controversia. No se puede negar que malo o bueno, el presidente ha despertado las pasiones en una población que había estado por décadas hundida en la desconfianza y la falta de interés por los temas políticos de su país. Están quienes siguen apoyando sus políticas proteccionistas que en apariencias persigue reencauzar a los EEUU por el camino de una nación más dentro del concierto internacional. Por otra parte, están aquellos (demócratas y republicanos) quienes completamente desairados y hasta furiosos por estas políticas, han visto como el presidente ha dejado de lado los objetivos estratégicos de continuar con el proyecto imperialista de un EEUU gobernante del mundo.

Entre estos últimos están ciertos sectores de la Defensa y de las Fuerzas Armadas quienes apoyándose en encuestas[1] acusan la caída de la imagen de los EEUU en todo el mundo, a la pésima gestión del presidente Trump a quien se le achaca la caída en la confianza de los habitantes de otros países en el liderazgo norteamericano.

Ciertamente, esto pareciera una broma. Y sino bastaría con ir a Iraq, Siria, Libia o Afganistán y preguntarle a los miles de huérfanos y familiares de víctimas que han muerto o desaparecido por los bombardeos, las invasiones y las deleznables prácticas de torturas ejecutadas por sus colaboracionistas locales ¿Qué te parece los EEUU?

Pero no nos engañemos. Hay una parte importante del electorado norteamericano que es partidario de que su país se meta en los asuntos de otros países (sin importar los medios y sus consecuencias), mucho más cuando ello servirá para llenarse los bolsillos y financiar su estilo de vida ¿O de dónde cree que proviene la opulencia financiera de éste país?

Igualmente, aquellos sectores se empecinan en poner un velo a ese pasado horrendo focalizándolo engañosamente sobre Trump fomentando con ello y justificando de algún modo la posibilidad de que sectores de la inteligencia y las Fuerzas Armadas puedan llevar adelante una insurrección armada para sacarlo de la Casa Blanca[2].  

Pero los argumentos que presentan estos sectores, son falaces y como lo hemos dicho anteriormente, tratan de convertir al “outsider” Trump en el chivo expiatorio de todas las calamidades que el país ha causado alrededor del globo en las últimas tres décadas, lo que representa una injusticia ¿No lo cree así?

Incluso han llegado a expresar que “el mundo tiene más confianza en Vladimir Putin y Xi Jinping” como una manera de irritar aún más a los sectores que detestan con todo su corazón a estos lideres. En este sentido los "Think tanks" conservadores que sustentan estas posiciones, alegan que entre las amenazas que EEUU debe afrontar está “el ascenso de China”.

Resulta risible ver como éstos sectores anti Trump y el Conglomerado de medios (que contemplan a sus subordinados en Latinoamerica), hacen un esfuerzo denodado por borrar todas las catastróficas decisiones de los antecesores de la Casa Blanca para tirárselas por la cabeza a quien podría llegar a renovar su periodo en noviembre próximo. Queda claro que el intento representa una medida desesperada por tratar de deshacerse de Trump.

Pero las alternativas que la oposición ha puesto sobre la mesa, no parecen ser las mejores para hacer cambiar a los electores. Como ya ha quedado claro, Hillary Clinton (una de las rusofobas más reconocidas) no cuenta con las mejores expectativas dentro del circulo de los demócratas (especialmente el Comité Nacional Democrata) y el único candidato potable para poder enfrentar a Trump y a los republicanos es Joe Biden, algo que para muchos es reconocer una victoria segura del actual mandatario.



[1]Encuesta realizada por los analistas y expertos del Consejo de Asuntos Globales de Chicago: https://www.thechicagocouncil.org/sites/default/files/report_2020ccs_americadivided.pdf

[2] Surge de los datos recopilados y expuestos en un artículo de Terry Meyssan: https://www.voltairenet.org/IMG/pdf/Do_We_Risk_A_Military_Coup_08_27_20.pdf

sábado, 19 de septiembre de 2020

 “EL FALSO PROCESO”

Cuando una extorsión trata de hacerse pasar por un plan de paz

 

Por Charles H. Slim

Desde que un grupo de judíos europeos congregados alrededor del sionismo decidió apoderarse de los territorios de Palestina, la oscuridad se cernió sobre aquella región. Para ello pusieron a rodar sus silentes y cruentas operaciones contra el Protectorado británico que allí se había instalado en 1920 y sus habitantes árabes, iniciando así una tragedia para quienes durante milenios vivieron sin disturbios ni conflictos entre comunidades. La empresa de instalar un estado sobre los territorios árabes imbuido de aquel nacionalismo judío ideado por  el periodista austro-hungaro Theodor Herzl, fue el comienzo de una injusticia histórica que aún queda por resolver.

Aquel proceso que se consolidó a la fuerza en mayo de 1948 costo mucha sangre y lo peor de todo es que ello nunca termino. Los sionistas creyeron que podían hacerle sufrir a los palestinos por las impiedades que los judíos europeos habían sufrido a manos de las políticas de limpieza étnica nazi y por la persecución que aún mantenía el “camarada” Stalin en la URSS. A nadie le interesarían esos “negros del desierto” que los británicos no pudieron domesticar. Esa era la lógica en el pensamiento de los grupos sionistas compuestos en general por judíos polacos y alemanes, quienes con sus procederes –como fue la desaparición de miles de bebes judíos de origen yemení- demostraron ser tan racistas y despiadados como sus otroras perseguidores.

Para ello hubo un apoyo material y financiero inestimable de Gran Bretaña, EEUU y de algunos países de Europa del este (que proporcionaron armas y municiones a granel) que posibilito la imposición de un estado artificial.

Antes de 1948 las organizaciones sionistas hicieron todo lo que estuvo a su alcance para ganar terrenos árabes. Desde comienzos del siglo XX las compras de terrenos usando artificios financiados por la Fundación “Schumann-Rothschild” hasta el uso del terrorismo para deshacerse de los palestinos y de funcionarios británicos que se oponían a esas intensiones, fueron los prolegómenos  de todo esto. En esos momentos aún no se había producido la tragedia de los Campos de exterminio, entonces ¿Cuál era la excusa blandida para ese proceder? Simplemente, la de cualquiera de los grupos nacionalistas que por cualquier medio y sin el menor escrúpulo, se apoderaría de un territorio ajeno. Fue así que la paz se hizo imposible y solo hablaron las armas.

El año para concretar este plan no fue casual. Tras el fin de la gran guerra mundial, los vencedores occidentales, EEUU y sus aliados europeos necesitaban tomar el control de una región estratégica que podía caer en manos de la Unión Soviética y la instauración de un estado occidentalizado sería sin dudas un movimiento audaz.

Hoy las cosas están muy claras y la opinión pública cuenta –pese a los esfuerzos por borrarla- con la información con la cual contrastar la cruda realidad sobre el terreno y ella es, la de un estado expansionista y colonialista.  Los mitos y la propaganda mediática que sustentaron esta arbitrariedad histórica se han caído y puede verse la torva faz de un invasor inclemente que al día de hoy sigue apoderándose de territorios para –fabulosos negocios inmobiliarios entre israelíes y empresas estadounidenses- construir asentamientos para colonos judíos importados desde varios países.

Sin dudas que la existencia y supervivencia del estado de Israel a la sombra de las atrocidades que se han cometido y que aún se cometen en sitios como la Franja de Gaza, solo se debe a un solo factor y ese es “el apoyo de EEUU” que ha llegado a límites impensables. Sin el, la viabilidad de aquel estado hubiera sido imposible de prever.

Pero a pesar de esa lealtad política (que muchos confunden con religiosidad), Tel Aviv ha mordido la mano de su benefactor en más de una oportunidad y quienes terminaron pagando esa perfidia fueron los mismos norteamericanos (Ataque artero al “USS Liberty”, espionaje y robo de tecnología y las guerras afrontadas para salvaguardar a Israel entre otras cuestiones oscuras).

Desde que Donald Trump entro en 2017 a la Casa Blanca, ha tratado de congraciarse con Tel Aviv a cualquier costo, incluso a costa de ladear su promesa de America first en las que trata de enfocar las políticas y los recursos en los asuntos propiamente estadounidenses. Reiteradamente hemos escuchado a Trump hablar de que los hombres y mujeres de las Fuerzas armadas deben volver a casa en una clara oposición a las aventuras intervencionistas que han sido impulsadas por sus predecesores neoconservadores que conforman los sectores del proyecto imperial. En éste último sentido, el tan hablado retiro de tropas en el Medio Oriente tiene la excepción de no hacerlo de sitios estratégicos y de puntual interés para Israel. Siria es el epicentro de este interés y por ello es que aún tropas especiales y asesores de inteligencia (que trabajan con Jihadistas y kurdos) siguen operando en el norte sirio y en una base de adiestramiento para estos grupos armados en “Al Tanf” a sureste de Siria.

Como podrá advertirse sobre este ultimo punto, Trump en cierto grado continua con la táctica política de justificar despliegues militares mediante el argumento de la “lucha contra el terrorismo”, apoyando de manera más limitada a los grupos proxies que nacieron al amparo de la administración Obama (entre ellos ISIS) fomentando –con la colaboración de Israel y de las monarquías árabes- el caos dentro países como Siria, Iraq y Afganistán.

Pero el objetivo central y estratégico que tanto Tel Aviv como Washington persiguen es tratar de aislar a a la república Islámica de Irán y restar su influencia en la región (especialmente en Yemen e Iraq), punto de vista que es compartido por las opulentas monarquías del Golfo Pérsico –salvo Qatar- que demuestran con su apoyo a este tipo de políticas, una completa desconexión con el sentir popular de sus pueblos.

Por otra parte, la ilegitima e ilegal concesión hecha por Trump a Netanyahu de reconocer a Jerusalen como capital del estado judío fue sin dudas la primera señal de un compromiso sectario que incluso ha perjudicado a los cristianos y sus santuarios en esa ciudad milenaria. Más allá de que Washington presionó a todos los países hemisféricos (incluido Argentina) para reconocer esta situación de facto, ciertamente no ha logrado el alineamiento esperado. Aunque algunos gobiernos hayan cedido a estas presiones e incluso otros hayan mostrado ciertas dudas en asentir, sus pueblos en gran parte no comparten la decisión y se han manifestado en referencia a ello.

Menos aún ha obtenido consenso el llamado “Acuerdo del siglo” que pretendía sin más rodeos estafar a los palestinos con un nuevo ardid (con un suculento incentivo de 500.000 millones dólares en cuotas) elaborado por los partidarios de Netanyahu y los cerebros sionistas de los Lobbies estadounidenses como AIPAC y que sería presentado como un acuerdo de paz final y sin precedentes auspiciado por la Casa Blanca e intermediado por el yerno de Donald Trump, Jared Kushner. 

Si la Autoridad Nacional Palestina aceptaba esta verdadera trampa, todas las reivindicaciones por los territorios usurpados, las muertes y los daños ocasionados por Israel a lo largo de su instauración debían ser abandonados. La euforia de los sionistas era tal que el mismo Benjamin Netanyahu emocionado, exclamo en un momento “Es un gran plan para Israel. Israel nunca ha tenido un amigo mejor en la Casa Blanca”. Para los palestinos era francamente inaceptable. Tan inequitativo y abusivo era la propuesta que a la vista de la comunidad internacional –y en particular la árabe islámica- resultó imposible de concebir y mucho menos de tolerar.

Es en este contexto que el anuncio conocido en esta última semana de que Emiratos Árabes Unidos y Bahrein normalizaban las relaciones con Israel –con intrincados intereses financieros y de seguridad- solo es otro eslabón en la cadena de infortunios y estafas para los intereses palestinos. Tampoco representa una novedad dado que estos regímenes árabes durante la última década han estado colaborando secretamente con Israel proveyéndoles entre otras (sucias) cuestiones, inteligencia contra sus hermanos iraquíes, sirios y por supuesto los “apostatas” chiitas iraníes.

Como señalan varios analistas árabes y palestinos como el politólogo y académico de la Universidad de Cizjordania Ghasab Khatib, los “emiraties estaban muy contentos con la política de Trump sobre Irán y descontentos con la de Obama. Así que harán cualquier cosa para contribuir a la reelección de Trump”. Con ello se evidencia un cálculo político -con trasfondos financieros y comerciales- de las monarquías que pretenden apoyar a Trump en sus intensiones de permanecer en la Casa Blanca, aún sacrificando la causa palestina.

Para coronar todo esto, la posible candidatura de Donald Trump para recibir el premio Nobel de la Paz vuelve a poner en evidencia la frivolidad y hasta tendencialidad que se esconden detrás de estas nominaciones. 

Sin dudas, Tel Aviv pretende reforzar y ampliar sus apropiaciones ilegales  enterrando al mismo tiempo las reivindicaciones políticas de la población palestina.  Al mismo tiempo Netanyahu busca salvar su situación personal y la de su familia signada por la corrupción financiera que podría llevarlo a la cárcel. Pero también trata de cerrar las investigaciones de la Corte Penal Internacional (CPI) por los crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos por funcionarios israelíes. Más allá de las divisiones internas dentro de la comunidad política palestina (que es explotada por Israel), nadie aplaude este presumido plan de paz ya que la única paz que los israelíes persiguen es la paz de los cementerios.

Por otro lado, esto está tratando de ser mostrado como una victoria diplomática de Donald Trump y una oportunidad para la paz defintiva, aunque ello no ha detenido las brutales agresiones y los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, una zona que se halla sitiada desde hace años sin que Naciones Unidas halla hecho algo por condenar y castigar de forma efectiva (Cfr. el Capitulo VII de la Carta de Naciones Unidas) la brutalidad israelí.

 

sábado, 12 de septiembre de 2020

 

“EL UNILATERALISMO HA MUERTO”

¿Cuáles son las causas y consecuencias de la decadencia geopolítica anglosajona?


Por Charles H. Slim

Coincidiendo con las conclusiones del filosofo y politólogo ruso Leonid Savin, “el multilateralismo es el futuro en las relaciones internacionales” y con ello, el fin de la odiosa y fatídica hegemonía anglosajona que se hemos conocido desde hace tiempo como la “Pax Americana”. El curso de los acontecimientos parece informar con claridad esto, teniendo como epicentro a un Estados Unidos de Norteamerica completamente revuelto en su interior y teñido de intrigas palaciegas puertas adentro de la Casa Blanca.

La catarata de errores en su política exterior ha propiciado esta situación. Y queda claro que no todos –y sin dudas los más graves-pueden serle achacados a Donald Trump. No caben dudas de que invadir Afganistán en 2001 y peor aun, invadir Iraq en 2003 bajo aquella montaña de patrañas a la sombra de los sospechosos eventos del 11 de Septiembre, fue el comienzo del fin para las expectativas de extender su unilateralismo argumentando buscar la “libertad” y la “democracia” de los pueblos a golpe de bombas y torturas.

De aquellas negras jornadas en las que los neoconservadores y sus aliados sionistas del Congreso (representados por los Lobbies pro-Israel) impulsaron una tendenciosa y engañosa “guerra contra el terrorismo” que además de falaz no tiene fin, aún se siguen replicando sus consecuencias humanitarias sobre las poblaciones de vastas regiones del planeta. Y aunque el Establishment trato de moderar estos daños colaterales colocando a un presidente demócrata de color, solo hubo un cambio cosmético en la direccionalidad de la agenda pero nada más. La agresividad y voracidad de las administraciones republicanas pasaron a ser reemplazada por la ambigüedad disfrazada de buenas intensiones y supuesta moderación de administraciones demócratas que en realidad escondían tácticas más refinadas y solapadas para continuar con su agenda geopolítica de expansión y contención.

Al parecer Washington no ha aprendido de sus errores y como un “elefante dentro de un bazar”, cada movimiento que hace causa destrozos.  Las consecuencias de esta política brutal, torpe y ajena a la legalidad internacional (Doctrina Rumsfeld-Cebrowsky) pueden verse con creces materializadas en el actual orden mundial que se desmorona. El dique de contención contra las potencias euroasiaticas se ha roto y ello es imposible de ocultar. China resurge de la crisis pandémica del COVID-19 y Rusia anuncia para el asombro de un mundo en pánico la posible solución para este virus; sin lugar a dudas, una pesadilla hecha realidad para los auto proclamados “lideres del mundo libre”.

Los historiadores y relatores estadounidenses ya están tratando de volcar las culpas de esos errores en la persona de tipos como George W. Bush y tal vez en su compañero Dick Cheney, como una forma pueril de expiación de los pecados gubernamentales estadounidenses. Pero eso es un engaño que no prosperara y ellos lo saben. Descalificando a  estos dos mandatarios republicanos e incluso sacrificándoles ante el escarnio de la opinión pública, el Establishment, el bajo fondo que maneja los asuntos externos de EEUU trata de lavarse la sangre con la que ha manchado la imagen política del país.

A pesar de esto y del recambio político en el estilo de gobierno de un “outsider” como Trump, los errores históricos se siguen acumulando y con ellos, la degradación de la ya muy discutida política exterior estadounidense.  Pese a que su estilo no se parece a ninguno de sus predecesores, Trump también parece haber incurrido en varias falencias que replican y hasta superan a las de aquellos. Y digo pareciera, porque es muy probable que ni siquiera estuviera al tanto de lo que algunos de los estamentos imperialistas estaban por ejecutar.

Uno de los últimos tropiezos fue el asesinato del general iraní Qassem Soleimani y del jefe de las milicias chiitas iraquíes “Al Hashd Al Shaabi” allá por comienzos del año. Mala jugada que alimento aun más la ya de por si, desconfianza entre los iraquíes y una pésima señal para Teherán quien fue el socio crucial para derrotar el monstruo del “ISIS” implantado por sus propias agencias de inteligencia (parte del plan Jihadista financiado por Fondos de inversión KKR). Esto demostró la continuidad de la influencia que Tel Aviv y sus grupos de presión como AIPAC sobre las decisiones de la Casa Blanca.

Igualmente esto no le obsta a que continue con su agenda global  y hoy por hoy, junto a la OTAN se hallen empeñados en acumular más tropas y vehículos blindados en las puertas de Eurasia. Lituania y Estonia son los principales peones de estas jugadas que pueden salir muy mal. Pero allí no termina todo. Tras el anuncio de hace unas semanas de haberse elaborado en los laboratorios rusos una vacuna contra el COVID-19 los medios occidentales reaccionaron de forma extravagante y sobreactuada, tratando de menospreciar el anuncio pero, ello solo reforzó las sospechas de que las trasnacionales farmacéuticas occidentales (Big Pharma) habían sufrido un duro golpe contra sus expectativas de monopolizar un fabuloso negocio.

Pero esto también fue considerado un golpe geopolítico y en ese sentido reacionaron desde la Casa Blanca. Washington y sus aliados (especialmente Londres) claramente sorprendidos, intentando desacreditar el anuncio formalizado por el presidente Vladimir Putin dieron rienda suelta a su furia y en algún punto podríamos hablar de envidia trabando sanciones comerciales contra los laboratorios estatales rusos que participaron en la elaboración de la vacuna “SPUTNIK-V”. A simple vista, un golpe bajo y canallesco –uno más- que demuestra que al gobierno de los EEUU no le interesa el bienestar general de sus propios ciudadanos y mucho menos el del resto de los habitantes del mundo.

Por otra parte, esa reacción demuestra que los estamentos gubernamentales en Washington sienten pavor y una gran preocupación por el notable avance en los conocimientos científicos que los especialistas rusos han logrado desde la caída de la Unión Soviética demostrando también, la vanguardia académica del sistema educativo de la Federación caracterizado por su rigor académico en sus “Kóledzh” (tanto públicos como privados) basados en la especialidad y experiencia de campo.

En el siglo pasado esto habría sido tapado por años e incluso quizá ni nos hubiéramos enterado del desarrollo de una vacuna rusa. Pero gracias al revisionismo y a la velocidad y variedad de las fuentes informativas que hoy existen, ello no es posible de hacer. Esto ha demostrado ser tan peligroso para Washington y sus aliados que todas estas fuentes en el universo del internet son monitoreadas por “Salas de Ciberguerra y espionaje” de alcance global, tratando de  interferirlas e intoxicar sus contenidos.

Asimismo y como otra pestaña de esta tenaza, estas fuentes tratan de ser controladas por regulaciones arbitrarias desde que difusores como Julian Assange y Eduard Snowden expusieron a luz pública la suciedad oculta bajo la alfombra de los poderes de occidente, es que no hay lugar para secretismos. Sumado a ello, aquella obsesión proveniente de la guerra fría o más bien podemos llamarla “rusofobia”, sigue latente en el “Establishment” angloestadounidense, verdadero artífice de las políticas hegemonistas que ha venido desplegando desde la mitad del siglo pasado mediante ese sector oscurantista y despiadado (compuesto por demócratas, republicanos e independientes) que muchos denominan con muy buen tino como el “partido de la guerra”.

Esto también revela que el Orden mundial ha cambiado, mal que le pese a Washington. Sin dudas que aquel apotegma de George H. Bush enunciado frente al Congreso el 11 de Septiembre de 1991 asegurando que  se inauguraba ese “Nuevo Orden Mundial” guiado por el uniltaeralismo norteamericano, que se corono con aquella catastrófica guerra contra Iraq, hoy es un cadáver perfumado.  Es más, podríamos asegurar que apenas hizo esa declaración, ese orden de cosas comenzó a mermar de forma paulatina y sin freno hasta llegar al 2001 con la administración de su hijo George W. Bush donde tuvo su definitivo quiebre.

Hoy a la luz de las actuales circunstancias y de los grandes cambios que se han producido en los principales escenarios de la lucha por extender esa hegemonía (en especial en el Medio Oriente), podemos asegurar que el unilateralismo estadounidense ha muerto y con el, las esperanzas de imponer una visión a la zaga de valores y principios que como ha quedado demostrado en Iraq, Libia y Siria, nunca respetaron.

miércoles, 9 de septiembre de 2020

 

“EL TRIANGULO DE LOS LOBOS”

La Patagonia Argentina ¿Un escenario para un nuevo conflicto geopolitico?

 

Por Charles H. Slim

Si usted mira a la Argentina en un mapa cualquiera verá que tiene la apariencia de un triangulo. Obsérvelo, verá que es así. Si refinamos nuestra mirada y solo tomamos en cuenta su Patagonia que se extiende desde el Río Colorado hasta su extremo sur en Ushuahia podrá notarse que ese triángulo se hace más patente. Un extenso territorio aún virgen y con una riqueza incalculable, no sólo por las que se hallan en el subsuelo y en la de sus glaciares con las últimas reservas mundiales de agua dulce pura y cristalina. No, desde hace décadas que es una joya ambicionada por varios actores foráneos que ven en esas vastas extensiones, un capital inmobiliario de inapreciable valor que los gobiernos de Buenos Aires nunca quisieron o no supieron proteger.

Es un territorio paradisiaco, donde las variedades en la fauna y la flora permiten idealizar una vida renovada no solo para aquellos individuos que buscan alejarse del manicomio que significa vivir en la intoxicación de las grandes ciudades y que tiene un alcance global, sino para grupos étnicos y sus respectivos gobiernos que asfixiados por sus propias fechorías, quieren escapar de realidades y regiones devastadas.

Lo cierto es que, antes no existían los lobos en la Patagonia pero desde hace quince años hasta esta parte, especialmente en los últimos tres años y tras los últimos acontecimientos en "Villa Mascardi" a las afueras de Bariloche, parece confirmar que una extraña y exótica especie de esos “lobos”  han pasado a ser parte del paisaje de la región.

Las ambiciones sobre este territorio se extienden a ambos lados de la extensa frontera entre Chile y Argentina.  Pero hay diferencias entre ambos países. En el país trasandino las causas y las consecuencias del activismo etnonacionalista de los “Mapuches” contra el poder político “huinca” en Santiago se vienen arrastrando desde hace décadas. Se trata de una lucha originaria de ese país ya que, esta tribu indígena no tuvo presencia en lo que hoy es la Argentina. Por el contrario, en épocas pasadas los “mapuches” fueron una entidad agresora y depredadora contra las tribus que vivían en paz en lo que hoy es la Patagonia Argentina.

En Chile la organización de estos mapuches se identifican con la C.A.M. “Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco Malleco”  que surge a finales de la década de los noventas y que paulatinamente van adoptando una organización de tipo para-militar. Socios en sus acciones están miembros del grupo setentista MIR y grupos anarquistas chilenos y argentinos.

La realidad de ese conflicto en Chile es sin dudas ajena a la Argentina, no solo por la historia sino también por que los “mapuches” no formaron parte de los pueblos indígenas originarios de la región patagónica argentina. Obviamente que existe un componente de oportunidad estratégica para estas organizaciones, de ampliar el teatro de operaciones a un territorio más extenso y de ese modo escapar del alcance de las fuerzas de seguridad chilenas, mucho más determinadas y duras para combatirles.

El paso de los años ha ido mostrando una escalada progresiva en la violencia de estos grupos que entre otras cuestiones, puso de manifiesto, la introducción de elementos novedosos que no tienen relación alguna con los indígenas. Ciertamente que la situación se está enturbiando cada día más y la clase dirigente argentina no encuentra formulas para afrontarla.

Incluso, a tal grado llega ésta confrontación que se han detectado elementos foráneos que no tienen nada que ver con los Mapuches ni con indígena alguno. En el lado chileno hace tiempo que se han detectado el tráfico de armas de guerra y explosivos para pertrechar a estos grupos. No solo están operando estos “mapuches”, sino también grupos que responderían a intereses privados ligados a la seguridad de algunos de los más prominentes terratenientes de la Patagonia.

Por otra parte, también se han detectado velados contactos entre estos grupos y gobiernos europeos, en particular con el Foreign Office británico que como de costumbre, operan tercerizadamente bajo máscaras de organizaciones humanitarias y de defensa de los derechos humanos. El ejemplo contemporáneo de esta táctica la vemos en Siria con los “White Helmets”, una fachada de la inteligencia británica que mientras escenifica prestar ayuda a los sirios, se haya coligada a las acciones de grupos “seudo jihadistas” como “Jabbat Al Nusra” entre otras subsidiarias.

En este marco se inscribe la “The Mapuche Nation”  una organización de carácter político que desde 1976 tiene su asiento administrativo y político en la localidad de Bristol, Gran Bretaña. A la postre de esta sede central comenzaron a operar en el Cono sur por finales de la década de los noventas grupos como el “Coordinadora Arauco Malleco” (C.A.M.) en Chile, para luego florecer en suelo argentino con el “Movimiento Autónomo Del Puel Mapu” (MAPU) que a su vez fue la inspiración ideológica de la organización “Resistencia Ancestral Mapuche” (R.A.M.), que desde 2016 actúa como un brazo operativo de aquella.

No hay dudas que existen otros “amigos” de la causa que junto a los británicos, están llevando adelante sus propias agendas para ubicarse en la región en búsqueda de sacar ventajas propias de lo que ya parece una realidad imposible de detener. Más allá de que los representantes políticos en Gran Bretaña niegan que Londres presta apoyo financiero y político a las actividades de estas organizaciones “indigenistas”, ello es una verdad a medias. Si bien podría ponerse en duda de que “oficialmente” el gobierno británico presta un apoyo semejante, cierto es que se hace necesario un caudal financiero para que estos grupos puedan operar trasnacionalmente y por tal motivo es que dirigen sus actividades desde Gran Bretaña, quedando revelado en algún sentido la anuencia de Londres.

Y que nadie se engañe. Londres mientras mantiene sus lazos estratégicos con el estado chileno, bajo cuerda y de forma encubierta trabaja codo a codo con estas agrupaciones irregulares (enemigas de ese mismo estado) con la evidente intensión de proyectarse a territorio argentino ¿A dónde hemos visto o estamos viendo esto?

Los británicos al igual que sus socios geopolíticos se valieron de engaños y el ocultamiento para ir avanzando en sus campañas de dominación. La hegemonía política y cultural fue imprescindible para ello. Incluso en la mayor parte del siglo XX, Londres y Washington contaron con un amplio control del relato geopolítico que pudieron ejercitar gracias al inestimable apoyo de la Corporación de Medios y la industria del entretenimiento cinematográfico y televisivo. Fue por ello, que en este particular tema y los movimientos que se estaban dando de forma aislada pero sin pausa en un lugar tan recóndito como la Araucania chilena, fueron silenciados a la opinión pública.

Durante esas décadas la Argentina pudo contener la penetración de este conflicto gracias, a su mayor organización y control que ejercía sobre las fronteras australes que comenzaron a debilitarse tras el final de la guerra en 1982 situación que se fue agravando por la ineptitud y el desinteres de los gobiernos “democráticos” en Buenos Aires que olvidaron por completo (salvo para hacer negociados) la soberanía de este territorio.

Actualmente esta región presenta un escenario tan complejo como interesante. Con una base de inteligencia aeroespacial de la República Popular China en la provincia del Neuquén y una base estadounidense en cercanías de “Vaca Muerta” en la misma provincia, deja a las claras que hay intereses cruzados en pugna que cada potencia trata de preservar y hacer prevalecer sin esperar que el gobierno argentino les de permiso.

Asimismo, estos no son los únicos elementos extraños que distorsionan la realidad política de esta región. Otros actores foráneos como ser los grupos de seguridad privada de los grandes terratenientes como Lewis y las exploraciones israelíes disfrazadas como ONG, tal el caso de la denominada “Mochileros sin fronteras”, evidencia una zona de intensa actividad que Buenos Aires ha tratado de esconder a la opinión publica.

La dinámica que presenta este conflicto es preocupante y Buenos Aires debiera tomar conciencia de ello. El problema central que presenta la actual situación argentina es la carencia de un sistema de defensa que pueda responder a este problema. A tal grado se halla la indefensión y ausencia de autoridad que estos grupos han asaltado y ocupado predios del ejército en una de las márgenes del “Río Azul” en la provincia de Río Negro. Aunque sin dudas ya es tarde para cortar de raíz el problema, (lejos de rehuir) el estado federal debe tomar medidas de orden estratégico urgentes que detenga el avance de lo que puede llegar ser el foco de una fractura territorial y política con consecuencias fatales para la sobrevivencia del país.

Pero, la realidad política se impone y como se ven las cosas, el gobierno de Alberto Fernández no parece ser el más idóneo y mucho menos determinado para encarar una empresa tan compleja como esta. Ante esto ¿Cuál será el futuro de este país?