AMERICANIZANDO A LA ARGENTINA
Detrás de la cíclica crisis que los argentinos sufren por la corrupción
política venía gestándose un cambio de paradigma con una clara orientación angloestadounidense.
Ese cambio ha comenzado a ponerse en marcha y en breve veremos las primeras
consecuencias ¿Quiénes buscan beneficiarse con este cambio?
Por
Charles H. Slim
Es una cuestión real que la Argentina se halla en medio de una crisis que es necesario abordar y resolver, pero ¿Cómo y a qué precio? La publicación y anuncio por parte del presidente Javier Milei del “mega” decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en el que se plantean más de trescientas reformas legislativas en variadas áreas de la vida económica, financiera y administrativa del estado suena coherente y razonable, pero hay detrás de ellas otros interesados que no son los simples ciudadanos argentinos.
Inmediatamente
al anuncio, no faltaron las protestas de los gatafloristas y hasta los
posicionamientos de los “republicanos” de cartón que ven en esto una afrenta al
“sistema” que digámoslo claramente, está podrido.
Pero más
allá de las discusiones sobre su constitucionalidad, varios puntos de ese
decreto son una invitación a que corporaciones trasnacionales de áreas como son
la salud, bioquímicas y farmacéuticas entren sin ningún control estatal
conllevando con ello peligros que el gobierno está saltando en nombre de la
urgencia monetaria. En cierta medida se puede decir que desregula sectores
estratégicos del estado nacional.
Para
algunos esto es parte de una “revolución cultural” que busca cambiar de raíz
una estructura política que ha hecho del estado y la función pública una caja
de recaudación para los vivos y los mafiosos. Para otros, el regreso a los
noventas y para otros, un sacrificio ineludible. Pero para algunos, esto nos
parece una gran trampa para Milei. Dentro de esta posición también sostienen
que los que rodean al presidente lo están empujando (de forma deliberada) a que
sea sacrificado para beneficiar al poder real. Y la pregunta surge inevitable
¿Quiénes representan a ese poder real?
Suena
cansina la respuesta de que el responsable es “Macri”. Pero en realidad y en
este particular caso no estaría nada desacertada, aunque él solo es otro peón
en este juego de poder global. Pero el ex presidente no se halla dentro del
actual gobierno e incluso muchos pueden argumentar que en realidad si lo está
mediante funcionarios como el actual ministro de economía Luís Caputo y la
misma ministra de seguridad de la nación Patricia Bullrich.
En
realidad, estos también son meros monigotes que se mueven al son de la misma
agenda de quienes digitan el poder real. Como tales son importantes fichas en
este tablero, pero también son tan sacrificables como el mismo Milei o Macri.
Si podemos
identificar un elemento que es parte de ese poder interesado en que Milei haga
el trabajo sucio, ese es el embajador estadounidense Marc R. Stanley, extensión
local del brazo del Departamento de Estado norteamericano y encargado de velar
porque se tomen las decisiones apropiadas. Claro cualquier argentino se
preguntará ¿Qué trabajo sucio? Aquel que se requiere para que la Argentina sea
un campo fértil para instaurar y generar los negocios que se buscan fructificar
con el instigado “reseteo” financiero que deberá producirse tras una muy
posible caída de las bolsas alrededor del mundo causando un colapso general.
En algunos
escenarios, imponer estas agendas requieren estrategias sucias y cruentas como
son las “falsas banderas” con las cuales justificar “intervenciones”, las
invasiones, incitar golpes de estado o las “revoluciones de color”. Pero en
Argentina por el momento, basta con la persuasión.
El ensayo
de esto lo vimos el miércoles 20 de diciembre cuando su gobierno logró imponer
el protocolo de seguridad que obligo a los manifestantes de las organizaciones
sociales a no poder ganarse las calles. Por fortuna la masa de manifestantes no
fue lo suficientemente crítica para crear enfrentamientos con la policía. Esto
se logró por una planificación y coordinación de medidas aplicadas por las
fuerzas de seguridad que impidieron la llegada de miles de ellos lo cual podría
haber causado enfrentamientos. Si así hubiera sido, el presidente Milei estaba
en el momento y el lugar equivocados ¿Cómo? Así es. Alguien le sugirió al
presidente que debía estar presente en la Sala de Operaciones de la Jefatura de
la Policía Federal desde donde se monitoreaban los movimientos de la calle sin
(en apariencias) meritar que de haber habido choques violentos con muertos,
habría quedado expuesto a las consecuencias políticas.
Algunas
fuentes sugieren que fue la misma ministra Patricia Bullrich quien le sugirió
al mandatario estar presente. De ser cierto ello ¿Lo hizo deliberadamente o no
previó esta situación?, ¿Quiénes a su vez aconsejan a la ministra de
seguridad?, ¿Quizá algún asesor de la CIA de la embajada o por qué no, algún
especialista en contrainteligencia del “Shin Bet” con su sede en la embajada de
Israel? La estrategia de estrangulación cortando los accesos a la ciudad tiene
una notable semejanza con el método israelí.
Esto recién
comienza. El anuncio de los cambios que Milei pretende lograr con ese mega
decreto contiene una serie de puntos que sin dudas benefician puntualmente a intereses
de ese poder real y que por todos los medios, buscarán que se concreten.
Mas allá de
las tempranas protestas y conclusiones de inconstitucionalidad que ya se han
manifestado contra esa pieza ejecutiva y que los medios en una presuntuosa pose
de “guardianes de la constitución” han hecho suya, el riesgo para los
argentinos se encuentra entreverado en dos puntos principales: La libertad para
el ingreso de laboratorios extranjeros (para la producción de medicamentos, ley
27.113) y el ingreso de la internet satelital STARLINK de Elon Mask.
En el
primer caso la población corre el riesgo de que laboratorios privados como Pfizer
y otros que (con la connivencia del Pentágono) experimentan y ensayan con
programas gubernamentales de agentes químicos y biológicos (como el SarS-Cov)
instalen en secreto una infraestructura similar a la que se descubrió en todo
el este de Ucrania.
Sobre el
ingreso de STARLINK al mercado argentino, significará la instalación de una red
de internet que más allá de las ventajas técnicas para el usuario, sería a su
vez una herramienta estratégica para recopilación y canalización de información
para la OTAN.
Más allá
del preciosismo formalista de los críticos de este DNU, de los demócratas de la
boca para afuera y los cuales, no ven -o que no les importe- este
trasfondo geopolítico, se puede intuir que este es solo el comienzo para ir
imponiendo un sistema desregulado que, si bien algunas suenan razonables, otras
(como las que hemos señalado) son muy sensibles para la seguridad nacional en
beneficio de intereses geopolíticos bien identificados.