lunes, 15 de enero de 2024

 

EL IMPERIALISMO CONTRAATACA

Los ataques contra Yemen ordenados por la administración demócrata de Joe Biden además de ilegales esconden objetivos estratégicos muy difíciles de explicar a la opinión publica

 

Por Ali Al Najafi

Entrada la madrugada del 11 de enero misiles crucero lanzados desde fragatas estadounidenses y británicos (justo el mismo día en que Sudáfrica formalizaba la denuncia por genocidio contra Israel) penetraban el cielo de Yemen para bombardear Saná y otros objetivos de la resistencia yemení de “Ansar Allah” en Dhamar y en la gobernación de Hodeida como respuesta a las exitosas operaciones de interdicción contra navíos israelíes y de otras banderas que llevaban mercancías a puertos de la Palestina ocupada.

En occidente la noticia fue tomada como un hecho sorpresivo y como “Breaking News” pero en realidad, la vigilancia de las fuerzas armadas yemenís como de los combatientes de la resistencia islámica estaban sobre aviso de un posible ataque. Mirado desde afuera, este golpe es un escarmiento de la “civilidad y la democracia de occidente” contra los atrevidos yemenís. Pero en realidad, es una reacción desesperada ante la progresiva e irremisible (para los neoconservadores) pérdida de la influencia geopolítica de los angloestadounidenses en el Medio Oriente.

La decisión fue tejida entre el Foreign Office británico y el Departamento de Estado norteamericano que se hizo visible con los comentarios del Secretario de Asuntos Exteriores británico David Cameron en los que trató de involucrar a Irán en las acciones de “Ansar Allah” y de esa forma buscar excusas para escalar en la región. En ese mismo sentido el presidente estadounidense Joe Biden se refirió al asunto diciendo que envió “un mensaje privado” a Teherán como advertencia pretendiendo involucrarlos en las acciones yemenís. A ello se sumó el argumento de la “defensa propia” algo que a estas alturas y por la acostumbrada inconsecuencia con la que se manejan las potencias anglosajonas no nos debería asombrar.

Al parecer los anglosajones además de responder por Israel, buscan con estas acciones intimidar a Yemen para que cesen en sus acciones contra los buques israelíes que pasan por el Mar Rojo ya que están causando pérdidas económicas considerables y problemáticos reclamos de los administradores del puerto de Eilat y empresarios a Tel Aviv. Pero lo que más atemoriza a estos socios del sionismo es la creciente adhesión global a la causa palestina y a las acciones de la resistencia.

En Occidente la opinión pública tal vez no lo recuerde, pero el pueblo yemení soportó ocho años de monstruosos bombardeos en una guerra contra el reino de Arabia Saudí de la que salió victoriosa pese a que éste fue apoyado tras bambalinas por EEUU e Israel.

Es por eso que no hay sorpresas para los yemenís en general y mucho menos para sus combatientes. Que los británicos vuelvan a sus aguas es volver a recordar a esos mismos colonialistas que cometieron incontables abusos y crímenes contra sus ancestros. Hoy regresan para traer la muerte como lo hicieron con los iraquíes. Sin dudas que los bombardeos del 11 de enero hayan destruido algún radar en la capital y algunas posiciones fortificadas de la resistencia no causa sorpresa y de seguro que la continuación en estas agresiones no amedrentará a los combatientes de “Ansar Allah” y mucho menos hará ningún rasguño a la moral del pueblo yemení.

Antes que nada, dejemos aclarado que los “Huties” como despectivamente se les denomina en occidente, no son una secta o una banda armada como suelen pintarla en los medios como CNN y la BBC. Ellos son parte de integral de la población del Yemen y pese a profesar una corriente del chiismo eso no les ha contrariado al momento de apoyar sus hermanos musulmanes palestinos suníes ¿Por qué? Por el simple hecho de que ese conflicto sectario tan difundido por los medios occidentales fue ingenierizado e infiltrado por las agencias de inteligencia anglosajonas.

Incluso no olvidemos que fueron los yemenís quienes, a diferencia de lo que sucedió en Libia o lo que vimos que hicieron en Siria e Iraq, lograron desmantelar y eliminar a las células del “ISIS” que -son una continuación de Al Qaeda- fueron implantadas por las agencias de inteligencia angloestadounidenses y sus socios de la Mukhabarat emiratíes, estando al día de hoy la península libre de ese embuste.

Tanto Washington como Londres y los países que secundaron estos ataques (entre ellos Australia) no fueron autorizados por ninguna resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con lo cual, volvemos a ver el lamentable papel de este foro y la violación sistemática del derecho internacional por parte de estos actores. El único argumento visible para esta agresión es su alianza con Israel y en ese sentido queda bien claro por qué estos gobiernos son cómplices de sus acciones haciendo la vista gorda (y trabando los pedidos de alto al fuego) ante las masacres que está cometiendo en Gaza.

Como esos argumentos no bastan para dar una explicación suficientemente convincente tanto los burócratas británicos como norteamericanos acudieron a su tan acostumbrada elástica y contradictoria argumentación. La alusión de “defender la libertad de navegación” además de la falacia que representa, es un argumento muy poco creíble ya que, como lo han documentado los propios yemenís, sus objetivos puntuales son navíos israelíes o de terceros países que transportan cargas con destino a Israel.

Para el gobierno de Yemen y la representación política de “Ansar Allah” esto forma parte de los riesgos de apoyar activamente al resiliente pueblo palestino y la lucha de su heroica resistencia armada que ya lleva más de 100 días en acción.

A diferencia de los agresores que sustentan su apoyo al estado de Israel por fuertes intereses meramente geopolíticos, estratégicos y económicos (como Bahrein), los yemenís han entablado esta política de apoyar al pueblo palestino (no a Mahmmud Abbas y su gobierno de papel) hasta las últimas consecuencias basados en la solidaridad reforzada por los valores comunes que les unen y a una obligación que surge de la relación étnico-religiosa que va más allá de la simple nacionalidad. La “Moqawama” contra los opresores no es una alternativa, es una obligación ineludible. Los palestinos son árabes y nativos del lugar, descendientes de la tribu de Shem y en su mayoría musulmanes que desde hace 76 años vienen siendo oprimidos por un ente sionista de raíz europea que se ha levantado a mitad del siglo XX a base de violencia sobre los territorios robados a sus verdaderos propietarios.

Ese mismo estado, fundado por sionistas europeos de origen askenazi, fueron quienes entre otras tropelías, hicieron desaparecer a unos 30.000 bebés judíos de origen yemení, siendo ese tema un doloroso y a la vez, sucio tabú ocultado durante décadas por el núcleo del poder sionista que participó en ese crimen pero que las familias yemenís no olvidan.

Por eso, si lo británicos y estadounidenses pretenden amenazar a los yemenís con estos bombardeos, al parecer no han se han educado lo suficiente en historia para aprender que todos los invasores y los colonialistas (especialmente los británicos) que pisaron la península más tarde o temprano fueron expulsados con éxito.

sábado, 13 de enero de 2024

 

JAQUE EN DOS MOVIMIENTOS

¿Por qué y quiénes se beneficiarán con el inminente colapso del régimen filonazi en Kiev? La próxima movida del Kremlin podría ser el Jaque Mate esperado

 

Por Charles H. Slim

A penas un año antes en Ucrania, por enero del 2023 los medios angloestadounidenses, organismos de la propaganda para la OTAN afirmaban que las tropas de Zelensky estaban pisoteando a los malvados rusos del “dictador” Putin y que los rumores sobre los avances rusos sobre “Soledar” y más tarde “Bakmut” (Arteomovsk) eran invenciones de la propaganda rusa.

Unos meses después la situación de ambas ciudades era imposible de ocultar. Ambas fueron tomadas por no por el ejército regular ruso sino por la empresa de seguridad privada “Wagner” dejando a ucranianos y a los atlantistas con la boca abierta.

De la posterior contraofensiva menos se habla. El fracaso colectivo de Kiev y sus patrocinadores de la OTAN especialmente de EEUU y Gran Bretaña los ha dejado cuando menos sin argumentos para explicar a sus ciudadanos lo que no pueden explicar y que se grafica en billones de dólares invertidos en un régimen ultraderechista liderado por cocainómanos para una derrota asegurada. Los mismos ucranianos que son sacrificados en esta empresa se preguntan ¿Dónde están los tanques Panter II, Abrams, los aviones F-16 y todo ese fabuloso combo de armas infalibles que la OTAN proveería a su ejército?

Hoy de todo eso ya no queda nada ¿Por qué? Porque fue metódicamente destruido en los campos de batalla o fue capturado sin magulladura alguna por las tropas rusas o también en algunos casos, vendidos en el mercado negro por los corruptos oficiales y funcionarios del régimen. Sumado  a esto ¿Quién o cómo se pagara la fabulosa deuda nacida de esta “ayuda”? Para acallar estas verdades y estos cuestionamientos el régimen no ha dudado en encarcelar o eliminar a quienes se atrevieran ventilarlas.

Pero Ucrania no es el único arruinado por participar en esta ambiciosa empresa diseñada en EEUU.

Washington y en particular la administración demócrata de Joe Biden y Cía no solo sumieron a Ucrania en la calamidad humanitaria, al mismo tiempo arruinaron las economías de países como Alemania, Francia o la misma Gran Bretaña del servil primer ministro Rishi Sunak, sino también a toda la Unión Europea que hoy se ve inmersa en una calamidad económico-financiera producto del capricho cesarista de un presidente senil como Biden obedecido por los irresponsables y obsecuentes mandatarios europeos ¿Dónde están ahora Josep Borrell o la belga Úrsula Der Von Leyen para explicar lo que sucederá de ahora en más?

Tal ha sido el fracaso en los planes trazados por Washington que incluso mediante sus sanciones comerciales draconianas y robar los activos rusos en los bancos de occidente, no logró arruinar la economía rusa. Al contrario, el efecto de esto fue como el del boomerang que golpeo no solo a EEUU sino a todos los implicados en seguirle el juego.

Al ver que esta estrategia de ahorcamiento económico que tan bien funcionó contra países pequeños como Iraq, Cuba o Siria no lograba sus objetivos, paso a implementar la táctica del terrorismo (entre otros objetivos) contra las fuentes de financiamiento del estado ruso, una de ellas los gasoductos Nord Stream I y II que cruzaban el Mar Báltico hoy cortados por un sabotaje, hecho que no puede ser investigado con la debida celeridad y garantías de imparcialidad por escandalosas interferencias de agentes atlantistas como se ha visto en Polonia ¿Acaso Varsovia se halla implicada en esto?

Sobre la finalidad última de este atentado ya les quedó claro -aunque tarde- a los europeos, especialmente a los alemanes. Con esta privación del gas ruso al polo industrial más importante de Europa, EEUU lo ha convertido en meros dependientes cortándoles al mismo tiempo, la posibilidad de crear un bloque geopolítico multipolar europeo que habría estado encabezado precisamente por Alemania y Francia. Pero la mano “democrática” conjuro esta posibilidad y obrando como lo harían un psicópata o un vendedor de drogas, Biden y su administración habría dicho “me aseguraré de que me necesites”.

Y así ha sido desde entonces, Washington los mantiene cautivos vendiéndoles GNL estadounidense a precios inflados.

Así de siniestros son los verdaderos planes de Washington y aunque ha fracasado en su pretensión de desmembrar a Rusia usando a Ucrania como carne de cañón, hoy todo se le ha vuelto en contra y son los mismos estadounidenses y los europeos de a pie los que están resintiendo la onda expansiva de estas malas movidas en el tablero geopolítico. Si hay algún país europeo que ha ganado algo de esto solo es Polonia que, por su odio visceral contra Rusia y ser tenido por Washington como “más confiable y obediente” que Alemania, podría reemplazar a este último país como polo industrial de Europa.

Por otra parte, a Polonia y en particular al gobierno de Varsovia poco le importa lo que suceda con Zelensky y su régimen filonazi ya que, si ha tenido que brindarle ayuda lo ha sido por cuestión de intereses superiores en favor de Polonia muy relacionados con su posicionamiento dentro de la OTAN y vinculados con los territorios litigiosos en el oeste de Ucrania.

Dentro de estas circunstancias, Polonia se ha vuelto el centro de interés estratégico para Washington y sus aliados occidentales desplazando claramente a los alemanes y franceses, grandes perdedores en toda esta aventura. Es por eso que a La Casa Blanca no le interesa -por el momento- exponer a Polonia en el actual escenario de conflicto y trata en cada momento medir las diatribas y los posicionamientos extremos de Varsovia con respecto a Rusia. En este sentido y reitero por el momento, no sería nada conveniente involucrar tropas polacas en territorio ucraniano ya que si los rusos constatan esa abierta participación podrían considerarlo como un casus belli y Rusia simplemente y desde la distancia (con sus misiles Hipersónicos) despedazaría en unas horas toda la infraestructura polaca necesaria para los planes de Washington.

A estas alturas ya queda bien claro quién es gran triunfador político. El presidente ruso Vladimir Putin es el acreedor de este premio y hoy tras todas las embestidas y maniobras sucias que el mundo anglosajón (especialmente sus medios) y sus socios en la Europa Oriental lanzaron contra la Federación Rusa puede preguntarles de frente mirándoles los ojos y sin rodeos a los mismos europeos e incluso a los mismos ucranianos ¿Quién realmente es vuestro enemigo? 

Como están las cosas esta muy claro que Joe Biden se irá de la Casa Blanca con la cabeza baja y dejando a su próximo sucesor un país en ruinas, con el recuerdo bochornoso de la huida de Afganistán comprometido con guerras externas que nunca debieron estallar y la seguridad de que toda esta infamia quedara reflejada en la historia.

jueves, 11 de enero de 2024

 

GEOPOLITICA LIBERTARIA

¿Cómo la actual administración del presidente Milei sumida en medio de una severa crisis económico-social podrá reconstruir las áreas estratégicas como es la defensa nacional sin costos siderales? Hacer frente a esta extendida desidia política o enfrentar las consecuencias

 

Por Javier B. Dal

A un mes de la asunción del presidente Milei, la situación socio-económica se presenta cuando menos grave, tal como la de un paciente en estado de letargo por un coma inducido con sobresaltos por espasmos cardíacos. La crisis no solo es macro-económica que afecta a la banca y a los empresarios nacionales. La crisis más peligrosa y la que no parece intuir el gobierno es la que está creciendo dentro de la micro economía de la sociedad y del día a día en la vida de los ciudadanos.

Dejemos de lado si el DNU y la Ley ómnibus son inconstitucionales o atienden a muchos temas que nada tienen de necesidad y urgencia.

En lo estrictamente político y que a su vez hace al posicionamiento geopolítico del estado, el presidente Javier Milei ha ingresado al país en una verdadera dimensión desconocida o, al menos, poco conocida por no haber sido investigada ¿Los motivos? Una absoluta y costumbrista inmadurez política y repetida estupidez de las dirigencias partidarias que fueron transcurriendo por el estado en estas últimas décadas y que Milei podría repetir.   

Una materia que durante cuarenta años fue denostada y desgajada por todas las administraciones políticas ha sido la defensa y hoy más que nunca, un país sin FFAA capaces de dar cuando menos cobertura logística en catástrofes naturales, se ve en un callejón sin salida entre la necesidad y la obligación de ceder los intereses estratégicos nacionales por unas cuantas monedas de oro.

Así de mal están las FFAA argentinas. En resumidas cuentas, al día de hoy es inexistente una Política de Defensa y por ende, un Sistema de Defensa Nacional eficaz y modernizado.

La postergación en financiar y desarrollar unas FFAA acorde a las dimensiones e intereses territoriales del país, hoy las presentan en un estado famélico, fuertemente limitadas y totalmente fuera de operatividad para cualquier clase de conflicto. Ello implica que si enviáramos a nuestros hombres a conjurar una amenaza fronteriza o (en el peor de los casos) secundar alguna aventura estadounidense en algún escenario internacional (en Ucrania, el Caribe, al Mar Rojo o incluso al Mar Meridional), las chances de sobrevida para ellos serían pocas ¿Por qué esta visión tan oscura? Simplemente por no contar con los materiales idóneos para la misión que se les encomiende.

Esto no ha sido descubierto hoy, ni siquiera en los últimos 20 años. Desde 1983 hasta esta parte la clase política fue la responsable de esta paulatina y deliberada degradación, una verdad que les molesta pero que es inocultable. Si las FFAA han sobrevivido ante este escarnio político-partidista durante los últimos 40 años ha sido por el espíritu y la voluntad de servicio de sus hombres y mujeres, nada más.

Como consecuencia de esta destrucción, Argentina ha perdido uno de los factores preponderantes para poder negociar diplomáticamente desde una postura sustancialmente fuerte y con algún grado de paridad, asuntos estratégicos como es el dominio efectivo -y no en el papel- sobre las aguas del atlántico sur (y eso involucra la pesca) y su paso a la Antártida y por supuesto vinculado a esto, la situación de ocupación militar británica (OTAN) de las islas Malvinas, Sandwiches y Georgias del sur.

La actual administración “libertaria” se presenta cuando menos contrapuesta a estos intereses estratégicos. Más allá de las voceadas simpatías del actual presidente argentino por la figura de Margaret Thatcher y todo lo que ella represento al establecimiento británico, ello no debería afectar su recto juicio sobre la administración de los intereses irrenunciables sobre Malvinas y todo el atlántico sur que -debiera no olvidar- nos llevó a una guerra en 1982 y que no se pueden resolver con un decreto.

Debería primar el pensamiento estratégico a largo plazo implicando en ello, la construcción de una defensa inteligente y munida de armas que no las provea el enemigo o sus aliados, la experiencia de 1982 debería ser un ejemplo a tomar en cuenta. Consecuente con esto, el estudio y adopción de tácticas eficaces y de bajo coste para la defensa naval podrían devenir de la adquisición de sistemas de misiles rusos altamente sofisticados y más baratos que los ofertados en occidente.

En este sentido, fragatas dotadas con sistemas de misiles navales “Kalibr” de fabricación rusa, los misiles chinos “DF 21” o incluso los “OTOMAT MK2” ante la preferencia de un sistema defensivo de intensidad, representarían una excelente adquisición y garantía de eficacia tecnológica a un costo mucho más razonable.

Queda claro que esta administración con notorios prejuicios con Oriente e inclinada a Londres deja afuera estas opciones. Pero existen otras alternativas mucho más baratas y viables como lo enseña la experiencia que han estado mostrando los yemenís en el Mar Rojo, que puede ayudar no solo a bajar gastos sino también, adoptar tácticas más eficaces sin necesidad de adquirir costosos misiles vendidos por la industria angloestadounidense.  Para esto, los prejuicios y los preconceptos no deberían tener lugar si realmente se busca eficacia a base de costos razonables.

La línea costera del país es amplísima y todos sabemos que el material que hoy dispone la Armada es insignificante para su custodia. A su vez, no hay que olvidar el huésped británico en el atlántico sur que tiene parte de su flota navegando en la región. Si a eso le agregamos que la Armada no tiene capacidad disuasoria para alejar una potencial amenaza naval, la conclusión es obvia.

Para salvar esto además del costo económico, es más importante la decisión política ya que para el primer ítem, siempre hay opciones de ahorro.

Un ejemplo de cómo ahorrar o incluso, invertir en el desarrollo autóctono de defensas costeras de bajo costo, solo conocidas por el estado argentino y altamente eficaces, veamos lo que sale construir un Dron para ataque o inteligencia en comparación con un misil o la provisión de viejos aviones estadounidenses. Un Dron casero como los que usan los yemenís (y han demostrado asombrosa eficacia) tiene un costo de 500 dólares la unidad mientras que un misil naval estadounidense “Harpoon Block II” cuesta 1.4 millones de dólares la unidad. O el misil “ESSM SAM” de corto alcance con un costo de la friolera suma de 1 millón de dólares y eso solo, sin contar adiestramiento, mantenimiento y otros gastos.

Si en verdad el gobierno de Milei busca que los gastos en el estado se reduzcan, se establezcan inversiones inteligentes y a la vez generen emprendimientos para el desarrollo privado ¿Por qué no comenzar a hacerlo en este campo? Suponiendo que adoptara este camino (algo que por su ideología es dudoso que haga), deberá luchar contra las presiones de Londres y Washington (intermediada por los empresarios locales) para que abandone esa idea y siga comprando basura de rezago.

La Argentina ha pasado por diferentes etapas en este tema y cada una peor que la otra. Desde la infantilidad política de Raúl Alfonsín que condujo a un ciclo de conflictos internos con el ejército, para desembocar en la improvisación obsecuente de un Menem para-estadounidense que entrego los desarrollos tecnológicos misilísticos  (Programas Cóndor I y II) y aeroespaciales a Washington sin beneficios reales, a la ridícula candidez “seudo-progresista-revolucionaria y setentista” de la era Kirchner-Fernández en la que virtualmente se desconectaron todos los cables del estado nacional con esta área para redireccionar miles de millones de pesos que pudieron mejorar la defensa, para solventar “el proyecto” que no era otro, que llenar los bolsillos de sus funcionarios y militantes K.  

Las actuales circunstancias urgen a desarrollos serios, continuados y comprometidos en el tiempo. La Argentina ya lleva 40 años de indefensión y eso no se justifica con argumentos simplones como son que “es país pacifista”, “que es neutral” o “que ya no tiene hipótesis de conflicto” (esto último falso) como se atrevieron a afirman incluso algunos de los responsables del área. Ese tipo de conclusiones son los que coayuvaron al incidente del submarino “ARA San Juan”.

Las nuevas formas de conflicto y los actuales escenarios de guerra así lo evidencian y Argentina no estará exenta de verse involucrada por las palabras mágicas de sus charlatanes públicos. Es tiempo de que se tome enserio este tema.   

miércoles, 10 de enero de 2024

 

EL AÑO DE

CAMBIOS GEOPOLITICOS

¿Cómo se desarrollaran en este 2024 los más influyentes acontecimientos políticos y militares que sacudieron el año pasado y cuáles pueden ser sus consecuencias?


Por Charles H. Slim

No hay que ser un adivino para afirmar que habrá cambios en el balance del poder global. Será un año de resoluciones de situaciones que han comenzado años antes y que determinarán un antes y un después en la pulseada geopolítica entre la decrepita hegemonía estadounidense y el multilateralismo que propone un bloque en ascenso como el BRICS.

Es muy posible una resolución definitiva para la guerra en Ucrania y un desenlace fatal para Volodymyr Zelensky y sus adláteres que sería propiciado por quienes lo han estado apoyando. La situación de Israel se complicará si Netanyahu no detiene las matanzas indiscriminadas contra la población palestina y sus planes de ampliar el mapa de conflicto a Siria y el Líbano. También hay un probable recrudecimiento de tensiones con China por roces en el Mar Meridional entre la Armada china y la que responde a los EEUU como último acto de gobierno de la administración Biden dejándole al sucesor un hierro candente.

Las expectativas de cambios profundos comenzaran en EEUU y sin dudas causaran sorpresas. Es un año de elecciones y ya se están asomando aterrorizantes fantasmas para la elite política y financiera de la Unión que pueden ver el regreso de su peor pesadilla. No es casual que por estos días se halla levantado la restricción informativa en torno al expediente judicial del proxeneta VIP Jeffry Epstein, convenientemente suicidado en la cárcel.

En ese expediente se ventila una lista interminable de nombres de famosos y millonarios entre los cuales se hallan -entre de otras nacionalidades- prominentes figuras de la política estadounidense.

Aunque sin dudas tratan de embarrar un poco más a la imagen de Donald Trump quien conocía a Epstein y de quienes hay varias fotografías, la maniobra ha sido más perjudicial para otros de los amigos de éste quienes también figuran a detalle en las constancias del expediente referidas a las fiestas pederastas que montaba en su mansión.

Trump a pesar de estar bajo las dagas judiciales de sus enemigos (acusado de 91 cargos) que buscan encarcelarlo y pese a esas esperanzas, hay muchas posibilidades de que pueda salir sobreseído de todos los cargos y regresar a la Casa Blanca. Esto cambiaría en 180 grados la política exterior de EEUU con pésimas consecuencias políticas y negociales para los maquinadores de las guerras y con ellos, toda la OTAN.

El inminente desmoronamiento del régimen de Kiev será sin dudas un golpe duro a los planes de estos sectores. Ya sin utilidad, Zelensky será descartado por sus patrocinadores atlantistas como el preservativo que siempre fue. Incluso es posible que Moscú reconstruya las relaciones con un nuevo gobierno de Kiev depurado de la ideología banderista y asuma un papel pacificador en Eurasia. Pero incluso la llegada al poder de Trump o un tipo como De Santis no hará desaparecer la conflictividad en Ucrania.  El principal factor de esto es por la influencia que mantienen los sectores neoconservadores con los extremistas ucranianos hoy claramente bajo el control de la CIA y el MI6, lo que significara pasar a la clandestinidad, replantear la estrategia y usar al terrorismo como táctica central.

En cuanto a lo que Israel está llevando a cabo contra la población palestina, ciertamente que (y hoy menos que nunca) no podemos hablar de un enfrentamiento simétrico. La excusa del “derecho de defensa” hace tiempo que cayó en la incredulidad general y los civiles asesinados podrían llegar a 30.000. Al mismo tiempo la resistencia palestina ha demostrado estar mucho más preparada que lo que la inteligencia israelí y sus socios angloestadounidenses hayan podido estimar y no dejarán que los israelíes se apoderen de la Franja sin pagar un altísimo precio. Recién y a tres meses de lucha, los israelíes han podido volar algunos túneles sin informar (por supuesto) cuantos hombres perdieron en el proceso. Las bajas y el descalabro moral que esto está causando entre los israelíes así lo demuestran. Todo esto que se suma a las extrañas circunstancias que propiciaron el accionar del 7 de octubre y que ligan a los organismos de seguridad e inteligencia (civiles y militares) y al mismo Netanyahu hacen que la confianza de sus ciudadanos desaparezca.

Al mismo tiempo, la resistencia palestina (que comprende a Hamas, Yihad Islámica, el FPLP y otras agrupaciones menores) ha logrado la adhesión y participación del eje de la resistencia islámica llevando a que hoy las agrupaciones iraquíes como “Kataib Hesbolá de Iraq”, “Nuyaba” y “Al Hashd Al Sha`abi”, el “Hesbolá” libanés y la resistencia yemení de “Ansar Allah” lleven a cabo y cada una por su lado, acciones directas contra los objetivos militares y de inteligencia de Israel y su aliado, EEUU. Sobre esto último, tanto Tel Aviv como los medios occidentales han estado ocultando el desplazamiento de más de 80.000 israelíes que huyeron de sus asentamientos en la frontera con el Líbano tras el incremento de las retaliaciones de “Hesbolá” por las masacres en Gaza.

Entre tanto, los estados árabes “pragmáticos” del Golfo, mucho más preocupados por no perder sus privilegios deberán decidir si el dinero lo invertirán en un plan de ayuda para definitivamente viabilizar un estado palestino o, seguirán volcándolo en los negocios con un estado que está perpetrando un genocidio con sus hermanos.

Por último y en lo que viene sucediendo en el Mar Meridional en la zona del Indo-pacífico, el curso de los acontecimientos que hemos visto a lo largo de todo el 2023 prevén la posibilidad de alguna escaramuza naval con consecuencias varias. La principal pauta para esto parte de la importancia estratégica que Taiwán tiene para EEUU y el interés en el resultado eleccionario del próximo 14 de enero.

Pese a que los candidatos buscan el acercamiento con Beijin en especial sobre la base de la interrelación por el estrecho y respetando el Consenso de 1992, siempre está presente esa interferencia angloestadounidense que bajo las monsergas de una supuesta preocupación por la “democracia”, “la seguridad nacional” y hasta un supuesto “riesgo global” trata de acomodar sus preferencias e intereses alterando la política interna de un país.

El interés principal sobre Taiwán radica en que se sitúa en el nodo de la ruta comercial principal en la cadena de islas que se extienden desde las Filipinas hasta el Japón. Si China por algún motivo decidiera cortar esa vía, las consecuencias económicas serían muy perjudiciales. El objetivo deducible de Washington es fortificar la isla para que esa ruta no caiga bajo el control de la China continental ya que con ello, EEUU perdería la supremacía sobre el Indo-Pacifico. 

Es por eso que Taiwán debe ser formalmente independiente ya que en ello van asuntos de importancia estratégica que no beneficiarían tanto a los taiwaneses sino a los EEUU. Biden y su círculo ha hecho todo lo posible para minar la confianza entre ambas partes teniendo como una de sus ambiciones el control del negocio de los semiconductores (que la isla produce globalmente en un 70%) y si es posible, trasladarlos (a las empresas y su mano de obra) desde la isla a EEUU y así monopolizar la producción mundial.

Otra pata importante de estas injerencias se para en la defensa, un fabuloso negocio que la administración demócrata ha estado usufructuando con mucho ahínco con la guerra contra Rusia para lo cual, mantener la desconfianza mutua en la región obligará al próximo gobierno taiwanes (mediante un presupuesto inflado) a reequipar y modernizar sus fuerzas armadas e incluso establecer convenios de ayuda militar que sin dudas irritarán a los chinos del continente y ¿Quiénes son los principales oferentes para ello?

Mantener la desconfianza hacia China es la estrategia sobre la que se apoya todo.

No sería de extrañar que ante la primera señal de que EEUU está vendiendo equipamiento y sistemas de armas a Taiwán, Beijin interprete esto como una amenaza y ahí se abra la puerta para posibles incidentes que podrían escalar peligrosamente y eso no le conviene a nadie.

 

sábado, 6 de enero de 2024

JUGANDO CON FUEGO

La noticia sobre tres sujetos de una supuesta célula terrorista detenidos en Argentina ¿Es real o un montaje de la contrainteligencia israelí?

 

Por Yossi Tevi

Hace unos días y en horas de la noche, la prensa del ministerio de seguridad del interior daba a conocer y los medios repetirían que se habían detenido a tres sospechosos de formar parte de una “célula terrorista”, obviamente de árabes-islámicos, que tras haber entrado a la capital federal por separado y en diversos vuelos se alojaron en un hotel que fue rápidamente allanado por la policía federal confiscándoles sus teléfonos y pertenencias.

Según estas informaciones, también participaron efectivos de la policía bonaerense ya que dos de los sospechados fueron detenidos en Avellaneda, jurisdicción de la provincia de Buenos Aires.

A primera vista las primeras motivaciones que movilizaron a la “Unidad de Investigación Antiterrorista de la Superintendencia de Investigaciones Federales fueron los perfiles y el origen étnico de los sospechosos: Sujetos provenientes de Colombia, árabes de ascendencia siria. Como se advierte y como lo señalamos antes de que este gobierno llegara al poder, empezaríamos a ver un retorno a las intrigas y las sospechas contra todo lo árabe-islámico vinculadas al “terrorismo”.  

No trascendió cuáles fueron las fuentes de las que se nutrió el ministerio a cargo de Patricia Bullrich para montar este operativo, pero es muy posible que hayan provenido de alguna agencia de inteligencia de un país que actualmente se halla en pleno involucrada en la catástrofe que está llevándose a cabo en la Franja de Gaza y Cizjordania.

El momento geopolítico en el que se difunde esto no es casual. Además de la guerra de balas y bombas que se desarrolla en la Franja de Gaza estamos en medio de una guerra psicológica-informativa del alcance global en la cual Israel trata de no perder.

Es sabida la influencia pro-israelí que existe en la ciudad Autónoma y ella no es solo de ahora. Cualquier critica contra Israel o denuncias sobre sus abominables crímenes son censuradas con premura. Tan potente es la influencia política de la militancia sionista y su dirigencia que hasta tuvieron la osadía de pretender correr a artistas como Roger Waters bajo el viejo y gastado batiburrillo de “antisemitismo” ¿Cuáles eran los fundamentos para esta acusación? Proclamar los derechos de la población palestina y denunciar los crímenes de los que son víctimas. Ah, también blandir la bandera palestina en cada uno de sus shows. Aunque no lograron impedir su concierto, ejerciendo su bien conocida influencia silenciosa trataron de que ningún hotel de la ciudad le diera albergue demostrando la malicia y el sigilo con el que se manejan.

Pero quienes más se ven perjudicados son los miembros de la comunidad árabe-islámica local a quienes con estas tácticas sucias se busca generalizar.

No sería la primera vez que desde los medios argentinos se montan bulos contra individuos de ascendencia árabe para sindicarlos como sospechosos de ser miembros de organizaciones o células terroristas. En Argentina hay una especial predilección estigmatizante contra los musulmanes y en particular individuos de ascendencia sirio-libanesa y no parece ser casual. La actual tendencia geopolítica del gobierno argentino lo explica y ello era esperable.

La noticia de tres hombres de origen árabe llegados al país dio paso a renovar estos aspavientos, pero ¿Es una casualidad?

Todo el esquema mediatizado se asemeja a un capítulo de una vieja serie de espías escrita obviamente por libretistas estadounidenses.

La historia tiene todos los elementos de la intriga y el complot que busca convencer al incauto ciudadano que se fía de las noticias que ve en la TV de que el malvado terrorismo islámico ha llegado y aquí están los buenos para cuidarles ¿Quiénes son esos buenos, los que hoy controlan la AFI? Tanta es la seguridad en las declaraciones del gobierno sobre este asunto, que el vocero Manuel Adorni habló de “sospechosos que planificaban acciones terroristas” sin aclarar que tipo de acciones serían esas.

Si no alcanzaba con el gastado argumento de los sospechosos sirio-libaneses y todo aquel que se vincule con el mundo árabe-islámico, ahora se agregó un elemento (árabe porsupuesto) muy conveniente como es el envío por correo de una encomienda desde…Yemen.

Sobre este último elemento y según señalan algunas fuentes, dicho envío tiene un peso de 35 kilogramos con lo cual, si se tratase de un envío de explosivos para un ataque no caben dudas de que los remitentes pecan de estúpidos o tenían el propósito de resaltar su procedencia. Hay muchos motivos para sospechar de la veracidad de todo esto y el principal motivo es el alineamiento que Buenos Aires ha realizado con el eje Washington-UE-Tel Aviv.

No estamos revelando nada nuevo cómo y quiénes pueden montar bulos y embustes de estas dimensiones que servirán para justificar ciertas planificaciones políticas. Estos son especialistas de la contrainteligencia y que en la actual situación de conflicto entre Israel y Yemen se hace muy suspicaz aquel envío. El actual gobierno imbuido de ese desenfadado y abierto sionismo cree que por dicho motivo estará exceptuado de las salpicaduras de sangre y maniobras de oportunidad que Tel Aviv ejecute en beneficio propio.

Reuniendo todos estos elementos y estando tan solo un poco informado de lo que ocurre en Medio Oriente ya podemos darnos cuenta de dónde salió todo esto ¿Recuerdan el deleznable incidente del avión venezolano con tripulación iraní de COMVIASA del cual la prensa capitalina pro-Israel hizo una gran fábula? Hablaron de armas, de espionaje y hasta planificación de atentados. En este caso el “gran peligro” era la identidad étnico-nacional (iraníes) de parte de su tripulación, dejando entrever el gran sesgo racista que se esconde detrás de quienes sembraron la histeria y el miedo en la población.

Si nos vamos más atrás no podemos dejar de recordar el caso de los jóvenes argentinos de ascendencia libanesa que, por dicho motivo, fueron gratuitamente acusados y maltratados por esta misma prensa pro-Israel sin que al final se comprobaran cargos reales en su contra. O aquella pareja de supuestos iraníes que habían ingresado al país para supuestamente esta misma prensa, llevar adelante un atentado terrorista. O la detención hace apenas un mes de un ciudadano iraquí que por pasar cerca de la embajada de Israel en Buenos Aires fue detenido bajo las mismas sospechas.

Esta clase de juegos siniestros, son parte de una política muy bien ejercitada por gobiernos y agencias que viven de la intriga, la guerra y la muerte. En estos momentos hay una situación muy critica en los territorios ocupados en Palestina y en especial en la invadida Gaza con lo cual, Tel Aviv y en especial su régimen askenazi encabezado por Benjamín Netanyahu trata de distraer la atención de su propia gente dentro y fuera del foco de situación tratando de aunar apoyo político ante las reveladas carnicerías que las FDI y sus brigadas especiales de asesinos están cometiendo contra civiles inocentes.

El problema con este tipo de situaciones es poder determinar cuando son verdaderas o son un montaje. Pero quizás el problema más delicado a determinar sea, si el gobierno argentino es tan incauto (por el largo período de inexistencia de una inteligencia) para no saberlo y participa cándidamente de estos bulos o, tiene a ciertos niveles la cooperación institucional necesaria que las agencias que montan estos engaños logren los efectos políticos esperados por sus propios gobiernos. Y la pregunta final sería ¿Qué tiene que ver Argentina en todo esto?