domingo, 7 de agosto de 2016

INTERNACIONAL




“MAS INESTABLE QUE NUNCA”

A pocos meses de que Obama abandone la Casa Blanca, pocas son las cosas que han cambiado en la política exterior estadounidense y sus consecuencias se ven claramente en Aganistán




Por Charles H. Slim
A medida que se acercan las elecciones en los Estados Unidos, las cosas se van poniendo más feas en aquellos lugares donde las tropas estacionadas, tratan de cooptar de una vez por todas a las sociedades orientales que han invadido. Nos referimos en este caso a lo que viene sucediendo en Afganistán, lugar que fue invadido en 2001 por orden del entonces presidente George W. Bush que bajo la excusa de los ataques del “11/S”, trataron de eliminar a sus antiguos socios, nada menos que los “Talibán”.

Oh sí, así es; el talibán pudo nacer gracias a la participación de la CIA y de sus colegas del Pentágono en proporcionar todos los elementos necesarios para poder operar contra la Unión Soviética allá por finales de la década de los setentas y que continuo con todo furor hasta casi mediados de los ochentas, perdiéndose el rastro de lo que había pasado con aquel programa de insurgencia que llamaron “La Base” en árabe “Al Qaeda”.  De esas colaboraciones, se destacaron los sauditas quienes además de proporcionar las rutas de dinero y los asesores religiosos para formar a los “Yajid” al estilo “Wahabi”  para los muyajedin en los campamentos de entrenamiento dirigidos por la CIA en Pakistán, quienes luego pasarían a operar en Afganistán. Fue en estas colaboraciones donde saldría el joven Osama bin Ladem, un aventurero y multimillonario hijo de una poderosa familia petrolera saudita que a su vez, era socia de la familia Bush y que en las jornadas del 11 de septiembre del 2001, pudieron  salir de Estados Unidos cuando regia una prohibición de vuelos.

Lo que los medios estadounidenses como “The Washington Post”, “The New York Times” entre otros presentaron allá por mediados de los ochentas al Talibán como los “luchadores por la libertad contra la invasión soviética” desde el 2001 no solo se olvidaron de sus propias editoriales sino que incluso, tratan de reescribir la historia con supuestas posiciones políticas que en realidad jamás tuvieron. 
Talibanes en la Casa Blanca

Pero en la política estadounidense, las cosas son así. Un día los necesitas y al otro los tiras a la basura y eso fue lo que Washington trato de hacer con el Talibán –como en realidad acostumbra hacer con cualquiera con los que se asocia- al tratar de arrebatarles el control de las cuencas vírgenes de gas y carbón que existen a lo largo del territorio afgano, con un plus muy lucrativo para financiar la “caja negra” de la CIA como es la industria de la heroína que surge de los extensos campos de cultivos del Opio. Sobre esto, ya no existe el más mínimo escrúpulo por parte de los norteamericanos por negar estas intensiones.

Pero volviendo a lo que pasa hoy por hoy, a casi quince años de aquella invasión, Afganistán sigue estando tan miserable como lo estaba antes nada más que, con la ocupación estadounidense,  las necesidades y la pobreza se maquillan con mucha escenografía colorida, tráfico de drogas, prostitución y pederastia manejada por mafias ligadas al gobierno corrupto por la que los “salvadores de la OTAN” pagan muy buenas sumas de dinero.

A pesar de los decorados y de las coloridas marquesinas occidentaloides que lucen en algunas zonas de Kabul, la inseguridad y los ataques sorpresa del Talibán no dan tregua a los invasores y a las fuerzas colaboracionistas que son sorprendidas en pleno centro de la capital.  ¿Qué ha mejorado la irrupción y presencia de las ISAF en la región? A la vista de los años de ocupación y de un gobierno archi-corrupto colocado por Washington, se puede asegurar que nada.

Uno de los últimos episodios de la realidad que azota al país asiático, fue el osado ataque de un comando Talibán a un complejo de trabajadores extranjeros en Kabul que causó una verdadera conmoción que llegó hasta el salón Oval en  La Casa Blanca. El complejo NorthGate, ubicado al sureste de la capital, fue sorprendido por la detonación de una camioneta cargada de explosivos que no llego a dañar la infraestructura del complejo y sus atacantes lograron ser eliminados por las fuerzas de seguridad pero el mensaje era alto y claro: “La lucha no ha terminado”.

El Talibán ha venido golpeando objetivos norteamericanos y de británicos en plena capital, reivindicando sin tapujos cada uno de ellos. En medio de estos actos, se han colado supuestos ataques del ISIS, quienes desde hace un año hicieron su “mágica” aparición en el escenario afgano para atacar al Talibán y matar a civiles inocentes, algo que no concuerda con las tácticas de la resistencia afgana. Según fuentes de inteligencia del Talibán y de agencias orientales, detrás de la franquicia del ISIS están nada más ni nada menos que las manos de la CIA, que ha venido fracasando en sus intentos por crear un escenario similar al creado en Irak, donde mediante la inyección de elementos de “Al Qaeda”, trataron de desgarrar la cohesión de la resistencia iraquí mediante supuestos enfrentamientos dentro de su seno y bestiales crímenes contra civiles.

Desde el 2010 y bajo la egida del secretario de estado Hillary Clinton,  los programas secretos de mercenarios islamistas abrieron un nuevo capítulo en el desarrollo de un actor que superaría a “Al Qaeda”  que tendría base en una Libia destruida.  Pero incluso mucho antes, según la revelación de miles de correos electrónicos por el odiado Julian Assange que exponen los contactos con grupos irregulares y sus planes para operar contra el gobierno de Gadafi       ( v  http://www.democracynow.org/2016/7/25/assange_why_i_created_wikileaks_searchable ) Hillary Clinton tuvo allá por comienzos de la década de los noventas, una participación indirecta con empresas como la constructora “Lafarge” que trabajaban con la CIA para financiar a los grupos extremistas como ISIS.

Las últimas filtraciones sobre las actividades de Clinton en sus funciones, han llevado a que pese a que la justicia le “borró” desvergonzadamente su record criminal,  los electores demócratas norteamericanos ya le hayan bajado el pulgar y no están dispuestos a tolerarla como una posible presidente. Si esta corrupta funcionaria llega al poder, el país deberá prepararse para más guerra y más inestabilidad, tal como ya se advierte en Libia, Siria y Afganistán.

La dinámica parece repetirse en forma calcada y los afganos ya se han dado cuenta de ello. A pesar de que estas células del ISIS han logrado asesinar algunos lugartenientes Talibán,  esta organización ha pensado rápido y no ha caído en los engaños que dichas tácticas pretenden lograr.   

Observando lo que sucede en Siria actualmente, se han podido hallar patrones semejantes que llevan a señalar con meridiana claridad, la sospechada complicidad de EEUU en la supervivencia del “ISIS” en los campos de batalla e incluso, de cubrir sus retiradas cuando no les ha quedado más opción ante los avances de las fuerzas árabes sirias que con el apoyo aéreo ruso les significaba la segura aniquilación.  Tal como lo señalan enjundiosos análisis de expertos internacionales, EEUU se ha abstenido sistemáticamente de atacar a las organizaciones como “Al Nusra”-filial siria de Al Qaeda-  y el “ISIS” por el simple hecho de que, son funcionales a sus planes que se vinculan con destruir al gobierno sirio laico y nacionalista. (v. http://www.globalresearch.ca/allying-with-political-islam-washingtons-tactical-alliances-with-al-qaeda-and-isis-in-syria/5536306 )

En este sentido el desenmascaramiento sobre el involucramiento de la CIA y otras agencias de inteligencia en apoyar a las diversas células de “Al Qaeda” que mediáticamente se disfrazan con eufemismos tales como “rebeldes”  o los llamados “desertores” que conforman el “Ejército Libre Sirio” , ha puesto en una encrucijada sin perspectivas para una solución a medida de los intereses norteamericanos.  Ha sido por ello que se han venido viendo acciones desesperadas ( y evidentes) por  abrirles paso a sus “rebeldes” para que puedan sobreponerse a las aplastantes ofensivas que encabezan los rusos.

De esta manera, Washington ha ido continuadamente contra la ley internacional e incluso contra las mismas resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas  que llaman a redoblar esfuerzos para reprimir y combatir las acciones de las agrupaciones terroristas que operan en la región. Igualmente y con una total impunidad, se ha ido viendo como además de no cumplir con nada de ello, ha tratado traspolar esa dinámica del “Daesh” a los escenarios afganos donde aparentemente se han topado con una realidad muy diferente a la que existe en los escenarios árabes de la Mesopotamia, lo que ha entorpecido en su principal objetivo que es, el de crear la confusión entre las filas Talibán.


En el operar de estas células del ISIS, se puede detectar aquella misma esquiva tendencia a no atacar a los norteamericanos y centrar sus acciones sobre civiles y de ser posible, contra musulmanes chiitas. Tal como lo han advertido en Libia, Iraq y Siria, esta supuesta organización islámica es un gran embuste elaborado por cerebros que nada tienen que ver con los árabes y menos aún con el Islam. Sin lugar a dudas, los engaños de los maestros del caos que están detrás de esto, no han surtido efecto sobre los simples combatientes de sandalias y Chapán que no buscan mejor recompensa que –voluntad de Alá mediante- lanzar a los invasores de sus tierras.  

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