viernes, 9 de diciembre de 2016

                                                                         

EN DEBATE



“A RÍO REVUELTO GANANCIA PARA TEL AVIV”

Los últimos ataques aéreos israelíes sobre Damasco nos llevan a preguntar ¿Cuánto tiene que ver Israel en la guerra que destroza a Siria?




Por Charles H. Slim
Ataque a Mezzeh, Damasco
Esta más que claro que tras la irrupción inesperada de Rusia a mediados del 2015 en Siria, llevo a que Washington y su principal aliado, Israel, hayan visto frustrados en manera consecutiva y desesperante todos los intentos por derrocar al gobierno legitimo de Bashar Al Assad que lejos de las informaciones distorsionadas sobre su impopularidad que discurren los medios anglosajones como CNN, FOXNEWS y BBC –entre la amplia constelación de la corporación mediática- , aquél ha demostrado tener un apoyo masivo de su población que ha logrado cohesionar al pueblo sirio contra las intensiones de disgregarlo.

Hasta dicha intervención, las actividades de EEUU y de sus aliados –incluyendo a Israel- se habían mantenido en un razonable silencio ya que, hasta allí podían controlar con su propio aparato desinformativo y de contra propaganda a cualquiera de sus operaciones encubiertas que tras causar masacres o el asesinato de algún alto funcionario del gobierno sirio, los medios endilgarían a las acciones de los “rebeldes sirios” o a las fuerzas del gobierno.

Para ello, el aparato de desinformación e intoxicación de la realidad fue fundamental ya que, no alcanza para doblegar al enemigo con balas y ocupaciones sangrientas. Con la valiosa cooperación de la inteligencia militar electrónica de los EEUU desplegada por el CENTCOM con la cual se podían interceptar todas las comunicaciones dentro, desde y hacia Siria, estos tenían las manos libres para desplegar con mucha comodidad falsas noticias y montajes como pare de una guerra psicológica que en pocos meses podría haber propiciado el descontento social contra el gobierno de Al Assad y su inevitable derrocamiento.

Al mismo tiempo, mientras duro esa situación y en el marco de ese escenario fue relativamente fácil para la CIA y el Mossad colarse en el bajo mundo de Damasco y establecer bases de operaciones clandestinas para coordinar y dirigir varios de los atentados más cruentos que sacudirían a la capital. Su objetivo principal, hacer creer que los “Alawitas” –rama del Chiismo- estaban persiguiendo a los sunitas y estos a su vez, vengándose por sus arbitrariedades.

Entre tanto, desde el Kremlin se continuó con una política persuasiva de acercamientos y apoyo político a Damasco, que se tradujo en ingentes viajes de parlamentarios, políticos y periodistas rusos al país árabe donde no hay que olvidar, existe una base naval rusa en “Tartus”, que viene de las épocas de la guerra fría. Con esta política pasiva pero persistente Vladimir Putin quiso dejar en claro que no comulgaba con lo que Washington, Francia  y sus socios estaban tramando para Siria y que lo causado en Libia en 2010 no pasaría otra vez.

Para ello Moscú comenzó con sus gestiones bilaterales y acercamientos de trabajado para respaldar al gobierno sirio en su combate contra ese “súbito brote” de grupos armados que estaban sembrando el terror en todo el país. Fruto de estas negociaciones y comprometidos a no dejar prosperar lo que meticulosamente se preparaba contra Siria, Rusia y China vetaban por tercera vez en julio del 2012 una propuesta de resolución elaborada por EEUU, Francia y sus aliados  ante el Consejo de Seguridad de la ONU (v. Misiónverdad.com. http://misionverdad.com/trama-global/victoria-diplomatica-de-rusia-y-siria ) para imponer sanciones al gobierno sirio que apuntaban a propiciar una intervención militar occidental.

Las gestiones diplomáticas y políticas rusas haciendo valer el derecho internacional fueron un éxito aplastante y Washington se había quedado con las manos vacías para echar mano a elementos con los cuales elaborar  una estafa como la impulsada contra Iraq en 2003 y Libia en 2010.

La respuesta a las exitosas gestiones de los representantes rusos consistieron en actos intimidatorios e incluso en ataques “terroristas” contra sus vehículos cuando transitaban por Siria y en repetidas ocasiones contra la sede de la embajada en Damasco que obviamente se disfrazaban como acciones de “células” de los pretendidos insurgentes (v. RT.com. https://actualidad.rt.com/actualidad/186508-embajada-rusia-siria-atacada-milicianos ). Pero el mismo Putin (ex KGB) y sus servicios de inteligencia como el FSB y el GRU no se dejaron engañar por estas tácticas que son las mismas que los estadounidenses, británicos y sus colegas israelíes venían usando en Iraq desde el 2003 al presente.

Cuando la inteligencia rusa comenzó a intervenir con mayor amplitud en la protección de sus ciudadanos en Damasco, ahondaron sus conocimientos con sus colegas sirios logrando ampliar el despliegue de sus operaciones de espionaje para prevenir y  desarticular ataques, sabotajes y planes de asesinatos que montaban células de mercenarios infiltradas en Damasco, las cuales  estaban en última instancia al servicio de la CIA. Pese a ello, lograron concretar algunos cruentos crímenes en universidades, comisarías y lugares públicos de la capital pero sin dudas, los daños causados fueron mucho menores a los que tenían planeados.

Quebrar la paz social entre las diversas confesiones que conviven en Siria era el objetivo primordial de estos siniestros planes. Sus mentores buscaban reeditar el caos creado en Iraq pero a diferencia de esta experiencia, el gobierno nacional sirio estaba –y sigue aún- intacto y peor aún, contaban con el auxilio externo de aliados como Teherán y Moscú a quienes se uniría más tarde China.
Netanyahu y sus comandantes

A todo ello las fuerzas de seguridad lograron desbaratar varios intentos de ataques en plena capital y entre los sujetos capturados pudieron hallar rastros concretos del involucramiento de Tel Aviv quien, por intermedio del “Mossad” buscaban causar las mayor cantidad de muertes entre ciudadanos alawitas y sunitas, simulando actos de venganza mutua. Ello no sorprende a los habitantes de la región ya que es muy conocido para los árabes, como operan los israelíes y sobre  cuánto es el  descarnado odio que los sionistas profesan hacia los que ellos consideran “negros” que se trasluce en sus encargos a grupos de asesinos a sueldo planten bombas o asesinen a cualquiera por unos cuantos miles de dólares. Incluso, los buzos tácticos israelíes podían operar con tal impunidad que llegaban a colocar en las costas de Latakia, ingenios electrónicos de escucha camuflados de rocas que se confundían con la rocosidad del paisaje. Con la llegada de los militares rusos y de sus elementos de inteligencia, éste tipo de operaciones sucias se cortaron y sin dudas fue por el accionar de una eficiente labor de contrainteligencia de los servicios rusos quienes fastidiaron definitivamente cualquier posibilidad de incursionar como habían hecho hasta ese momento.

Cuando esto paso, desde el 2012 Israel oso lanzar algunos ataques aéreos sobre Damasco en momentos que las bandas armadas lanzaban sus ofensivas en las inmediaciones de la capital, levantando serias sospechas de una coordinación entre los cabecillas de estas agrupaciones y Tel Aviv. Amparándose en el silencio, Tel Aviv no acuso recibo a las condenas internacionales y prosiguió con sus operaciones bajo cuerda, tratando de establecer mejores conexiones con las organizaciones más dañinas para Siria.

Pero como es de conocimiento público, Israel no escucha a nadie y solo atiende señales concretas. Cuando la aviación rusa llegó a Siria para instalarse en la base aérea de “Jmeymin”, Tel Aviv mostro un poco de cautela y se limitó a realizar incursiones furtivas y rápidas sobre zonas limítrofes de Siria especialmente en “Quneitra” y “Zabani” sectores en los que “Hesbolla” logró expulsar a facciones de “Al Nusra”.  A partir de ese momento la vigilancia aérea del Comando de la Fuerza Aeroespacial rusa comenzó a  tomar cartas en el asunto y comenzó a establecer un control efectivo de los cielos sirios.

Igualmente y con regularidad, la aviación israelí enviaba misiones de diferente tipo para invadir el espacio aéreo sirio. De este modo cazas solitarios, aviones de reconocimiento y Drones solían entrar en espacio aéreo para salir rápidamente, tal vez para probar la determinación de los nuevos huéspedes recién llegados.
S-300 alistados en Siria

Moscú estaba al tanto de esto y como sabía que Tel Aviv aprovechaba una situación concreta como era la vetusta infraestructura antiaérea de Siria, Vladimir Putin para reforzar y proteger a sus aviones por posibles agresiones –especialmente después del incidente con Turquía- autorizó a finales del 2015 y concreto a comienzos del año que se va, el envío de los sistemas antiaéreos S-300 y S-400 para proteger a las tropas sirias y a sus propios hombres de otros ataques como los registrados.

Desde ese entonces Tel Aviv ha cambiado sus tácticas pero no sus intensiones y últimamente ha realizado nuevos ataques aéreos contra diversos objetivos en la misma capital, Damasco. Tal como lo demuestra la historia en la región y renovando sus mañas, Tel Aviv usando varias argucias que incluso hacen involuntariamente responsable a un tercero que no puede controlar sus acciones –Líbano- se da el lujo de atacar a Siria sin entrar en su espacio aéreo. El 30 de noviembre último, fueron detectados como una flotilla de aviones israelíes lanzaron desde el espacio aéreo libanes misiles aire-tierra contra estructuras en Damasco. El 7 de diciembre y en plena madrugada, nuevamente aviones israelíes realizaron un nuevo ataque  desde el espacio aéreo libanes contra la base aérea siria de Mezzeh al sur de Damasco causando daños materiales (https://actualidad.rt.com/actualidad/225484-ataque-israel-aeropuerto-militar )


Por lo pronto los responsables en Tel Aviv no hacen comentarios, pero los intelectuales sionistas alrededor del mundo y sus costosos medios de información afilan sus lápices para argumentar sobre este nuevo atropello contra la ley internacional pintándolo con algún tipo de excusa que trate de explicar lo inexplicable creyendo erróneamente que los “Goyin” –como les llaman a los no judíos- son unos imbéciles a quienes no vale tomar en cuenta. 

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