“SANIDAD
GLOBAL: ¿Quién la controla?”
La
aparición del SARS-COV2 que mañosamente trato de endilgarse a una supuesta
responsabilidad de origen chino sigue aún sin una explicación certera. Lo
cierto es que más allá de un confinamiento harto discutible y las vacunaciones masivas
los medios occidentales están hablando de otra variante en crecimiento en
Europa sin que quede claro quién es la autoridad sanitaria a cargo ¿Se está
investigando el origen real de todo esto?
Por Charles H. Slim
Las
consecuencias de la pandemia por la aparición del SARS-COV2 sin dudas han sido
devastadoras no solo para la salud física y psíquica de todos los seres humanos
sino también para el desarrollo de las actividades en todos los niveles de la
vida de cada uno de los estados a los que pertenecen. En este contexto ¿Qué han
hecho las organizaciones internacionales para elaborar contramedidas contra
este tipo contingencias?, ¿Se han indagado en rededor de las reales causas de
la aparición de este engendro?
Como dice la frase de Jesucristo “La verdad os hará
libres”, así sería la solución para terminar con los enjuagues
político-financieros que terminan en calamidades que terminan pagando el común
de los mortales. Pero lamentablemente, es una enseñanza tan vanamente balbuceada
entre los creyentes del occidente cristiano (en especial en Argentina) y para
nada acatada por sus gobernantes, debería ser el pilar para que los ciudadanos (ejerciendo
el tan mentado republicanismo esgrimido por charlatanes de oportunidad) demanden
que se les informen de manera veridicta, completa y comprometida cuales fueron las
reales causas de todo esto.
Pero como el rebaño de ovejas, son conducidas a golpe
de bastón por parte del pastor. Aquí en esta metáfora el pastor son los
gobiernos y el bastón son los medios quienes ponen a rodar la versión que mejor
se ajuste a las necesidades políticas de aquellos.
Han pasado dos años de paranoia total y del
establecimiento de un encierro global que no se veía desde la edad media.
Igualmente y pese a que se hizo del conteo diario de muertos e infectados, un
show mediático 24 horas al día y siete días a la semana, la gente tuvo su momento
para dudar de todo esto. Esto era como una gota que golpeaba los cráneos de los
temerosos habitantes del mundo, mientras que muchos otros no se dejaron dominar
por ese terror y siguieron pensando más allá del corral informativo y sanitario
que establecieron los serviles del poder.
Aún no se ha esclarecido cuál ha sido la causa de la
aparición de este “virus”, un factor importante para determinar su tratamiento.
Las explicaciones que los médicos e infectologos del sistema tratan de
articular acudiendo a las analogías con otras infecciones no alcanzan para dar
con la solución al caso concreto. Esto no tiene una explicación plausible si
atendemos a la veloz elaboración de “vacunas” para contrarestar los efectos que
causa aquel ¿Cómo pudieron determinar que lo que están inyectando contraresta
esa infección?
Si usted cree que es la OMS la rectora de todo este
programa, desde ya le aclaro que no es así. Incluso no debe olvidarse como de
manera escandalosa y sin que ningún medio convencional lo haya discutido, desde
el primer momento los expertos de esta organización entraron en una serie de
contradicciones no solo sobre el origen de este virus, sino también sobre su
alcance y grado de contagiosidad llegando a decir en algún momento que
prácticamente violar el aislamiento y respirar en la calle era desperdigar la
enfermedad.
Sumado a esto, se le dejo abierta la puerta a los
charlatanes y catastrofistas más delirantes que pudieran existir. Entre los más
destacados estuvieron los infectologos Neil Ferguson y sus colegas británicos
del Imperial College de Londres quienes junto a referentes estadounidenses como
Anthony Fauci (involucrado en los programas de armas biológicas de las
administraciones de Ronald Reagan y George H. Bush) y otra caterva de
estafadores sembraron el pánico entre las poblaciones de todo el orbe.
Sus formulas de confinamiento medieval poco aportaron
a detener la propagación de eso. Pero, aunque estaban muy seguros de la
efectividad de sus tesis no estuvieron y aún no saben (o más bien algunos de
ellos no quieren decirlo) cuál es el verdadero origen de este engendro y de ese
modo dar una explicación científica sobre las propiedades del “antídoto”
llámese ARN mensajero o lípidos y quien sabe que más sea lo que contienen estas
vacunas que en un sentido técnico no lo son.
Las implicancias financieras en todo esto parecen
estar expuestas. Una severa crisis económico-financiera está sacudiendo a todo
el hemisferio no solo por las consecuencias de las políticas infectologicas
sugeridas por aquellos cerebros sino también por una crisis del sistema de
producción y consumo que ya estaba en curso desde mucho antes. Casualmente,
esta se agravó durante la administración Trump con la declarada guerra
comercial contra China que viene extendiendo sin freno y con mucho éxito su
influencia comercial sobre todo el hemisferio occidental.
Curiosamente y tras la visita del representante chino Lie
He a la Casa Blanca en enero de 2019 se comenzarían a declarar los primeros
casos de Covid-19 en Wuhan dejando lugar a presuponer su origen estrictamente
chino. Lo que los medios estadounidenses no informaron fueron situaciones
previas (el brote en Fort Detrick en junio 2019 y el evento 21 en la Fundación Bill
& Melinda Gates en octubre de 2019) que tuvieron origen en EEUU poniendo en
duda aquellas aseveraciones maliciosas que hablaban del “virus chino” ¿Quién
fue primero, el huevo o la gallina?
Como sea que haya sucedido, lo cierto es que hay una
crisis económica descomunal que parece amenazar la existencia misma del actual
sistema financiero global. El SARS-COV2 parece haber potenciado esto y ello
conllevaría a beneficiar a ciertos personajes. La publicación del libro Covid19:
The Great Reseat escrito por encargo de Klaus Schwab presidente del Foro Económico
de Davos (que se ramifica en otras organizaciones con claros intereses como la “National
Endowment for Democracy” (NED) una de tantas pantallas de la CIA, demuestra un
intento por generar el pánico general refiriendo al final de todo lo conocido
(al menos en occidente). Ello sin dudas a su vez oculta el intento por
capitalizar en beneficio propio el cambio inevitable que se dará augurando un
mayor control de la población propiciado por la virtualidad administrada por una
Inteligencia Artificial en beneficio de las contadas familias megamillonarias
que hasta el momento controlan las economías en occidente.
Ciertamente, la declaración de la pandemia y el
confinamiento (pese a que sospechamos fue creada con ese propósito) no dañaron
a la economía de China que se apoya en otra política. Más bien se asemeja a un “disparo
en el pie” de sus autores intelectuales. Por el contrario, el sistema
capitalista liberal occidental con centro en Wall Street y la City londinense
se vieron arrasadas por aquellas situaciones, aunque aún sigue estando en pie
lo que ha impedido el tan mencionado “reseteo” propuesto por Schwab. La
pregunta que habría que hacernos es ¿Hasta cuándo?
Es decir, el SARS-COV2 no fue suficiente para sabotear
el progreso comercial chino y mucho menos para tumbar de forma anticipada a un
sistema financiero que de venirse abajo sin control, arrastraría a las fortunas
de los contados megamillonarios que dominan las agendas políticas en Washington
y Londres. En este marco y con las renovadas informaciones catastrofistas que los
medios empiezan a discurrir sobre un “Covid-Plus” ¿Quién o cuáles son los
organismos internacionales imparciales y comprometidos con el interés general que
están vigilando e investiguen de forma neutral el origen de estas
aseveraciones?, ¿la OMS?
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