jueves, 28 de octubre de 2021

 

“SANIDAD GLOBAL: ¿Quién la controla?”

La aparición del SARS-COV2 que mañosamente trato de endilgarse a una supuesta responsabilidad de origen chino sigue aún sin una explicación certera. Lo cierto es que más allá de un confinamiento harto discutible y las vacunaciones masivas los medios occidentales están hablando de otra variante en crecimiento en Europa sin que quede claro quién es la autoridad sanitaria a cargo ¿Se está investigando el origen real de todo esto? 

Por Charles H. Slim

Las consecuencias de la pandemia por la aparición del SARS-COV2 sin dudas han sido devastadoras no solo para la salud física y psíquica de todos los seres humanos sino también para el desarrollo de las actividades en todos los niveles de la vida de cada uno de los estados a los que pertenecen. En este contexto ¿Qué han hecho las organizaciones internacionales para elaborar contramedidas contra este tipo contingencias?, ¿Se han indagado en rededor de las reales causas de la aparición de este engendro?

Como dice la frase de Jesucristo “La verdad os hará libres”, así sería la solución para terminar con los enjuagues político-financieros que terminan en calamidades que terminan pagando el común de los mortales. Pero lamentablemente, es una enseñanza tan vanamente balbuceada entre los creyentes del occidente cristiano (en especial en Argentina) y para nada acatada por sus gobernantes, debería ser el pilar para que los ciudadanos (ejerciendo el tan mentado republicanismo esgrimido por charlatanes de oportunidad) demanden que se les informen de manera veridicta, completa y comprometida cuales fueron las reales causas de todo esto.

Pero como el rebaño de ovejas, son conducidas a golpe de bastón por parte del pastor. Aquí en esta metáfora el pastor son los gobiernos y el bastón son los medios quienes ponen a rodar la versión que mejor se ajuste a las necesidades políticas de aquellos.

Han pasado dos años de paranoia total y del establecimiento de un encierro global que no se veía desde la edad media. Igualmente y pese a que se hizo del conteo diario de muertos e infectados, un show mediático 24 horas al día y siete días a la semana, la gente tuvo su momento para dudar de todo esto. Esto era como una gota que golpeaba los cráneos de los temerosos habitantes del mundo, mientras que muchos otros no se dejaron dominar por ese terror y siguieron pensando más allá del corral informativo y sanitario que establecieron los serviles del poder.

Aún no se ha esclarecido cuál ha sido la causa de la aparición de este “virus”, un factor importante para determinar su tratamiento. Las explicaciones que los médicos e infectologos del sistema tratan de articular acudiendo a las analogías con otras infecciones no alcanzan para dar con la solución al caso concreto. Esto no tiene una explicación plausible si atendemos a la veloz elaboración de “vacunas” para contrarestar los efectos que causa aquel ¿Cómo pudieron determinar que lo que están inyectando contraresta esa infección?

Si usted cree que es la OMS la rectora de todo este programa, desde ya le aclaro que no es así. Incluso no debe olvidarse como de manera escandalosa y sin que ningún medio convencional lo haya discutido, desde el primer momento los expertos de esta organización entraron en una serie de contradicciones no solo sobre el origen de este virus, sino también sobre su alcance y grado de contagiosidad llegando a decir en algún momento que prácticamente violar el aislamiento y respirar en la calle era desperdigar la enfermedad.

Sumado a esto, se le dejo abierta la puerta a los charlatanes y catastrofistas más delirantes que pudieran existir. Entre los más destacados estuvieron los infectologos Neil Ferguson y sus colegas británicos del Imperial College de Londres quienes junto a referentes estadounidenses como Anthony Fauci (involucrado en los programas de armas biológicas de las administraciones de Ronald Reagan y George H. Bush) y otra caterva de estafadores sembraron el pánico entre las poblaciones de todo el orbe.

Sus formulas de confinamiento medieval poco aportaron a detener la propagación de eso. Pero, aunque estaban muy seguros de la efectividad de sus tesis no estuvieron y aún no saben (o más bien algunos de ellos no quieren decirlo) cuál es el verdadero origen de este engendro y de ese modo dar una explicación científica sobre las propiedades del “antídoto” llámese ARN mensajero o lípidos y quien sabe que más sea lo que contienen estas vacunas que en un sentido técnico no lo son.

Las implicancias financieras en todo esto parecen estar expuestas. Una severa crisis económico-financiera está sacudiendo a todo el hemisferio no solo por las consecuencias de las políticas infectologicas sugeridas por aquellos cerebros sino también por una crisis del sistema de producción y consumo que ya estaba en curso desde mucho antes. Casualmente, esta se agravó durante la administración Trump con la declarada guerra comercial contra China que viene extendiendo sin freno y con mucho éxito su influencia comercial sobre todo el hemisferio occidental.

Curiosamente y tras la visita del representante chino Lie He a la Casa Blanca en enero de 2019 se comenzarían a declarar los primeros casos de Covid-19 en Wuhan dejando lugar a presuponer su origen estrictamente chino. Lo que los medios estadounidenses no informaron fueron situaciones previas (el brote en Fort Detrick en junio 2019 y el evento 21 en la Fundación Bill & Melinda Gates en octubre de 2019) que tuvieron origen en EEUU poniendo en duda aquellas aseveraciones maliciosas que hablaban del “virus chino” ¿Quién fue primero, el huevo o la gallina?

Como sea que haya sucedido, lo cierto es que hay una crisis económica descomunal que parece amenazar la existencia misma del actual sistema financiero global. El SARS-COV2 parece haber potenciado esto y ello conllevaría a beneficiar a ciertos personajes. La publicación del libro Covid19: The Great Reseat escrito por encargo de Klaus Schwab presidente del Foro Económico de Davos (que se ramifica en otras organizaciones con claros intereses como la “National Endowment for Democracy” (NED) una de tantas pantallas de la CIA, demuestra un intento por generar el pánico general refiriendo al final de todo lo conocido (al menos en occidente). Ello sin dudas a su vez oculta el intento por capitalizar en beneficio propio el cambio inevitable que se dará augurando un mayor control de la población propiciado por la virtualidad administrada por una Inteligencia Artificial en beneficio de las contadas familias megamillonarias que hasta el momento controlan las economías en occidente.

Ciertamente, la declaración de la pandemia y el confinamiento (pese a que sospechamos fue creada con ese propósito) no dañaron a la economía de China que se apoya en otra política. Más bien se asemeja a un “disparo en el pie” de sus autores intelectuales. Por el contrario, el sistema capitalista liberal occidental con centro en Wall Street y la City londinense se vieron arrasadas por aquellas situaciones, aunque aún sigue estando en pie lo que ha impedido el tan mencionado “reseteo” propuesto por Schwab. La pregunta que habría que hacernos es ¿Hasta cuándo?

Es decir, el SARS-COV2 no fue suficiente para sabotear el progreso comercial chino y mucho menos para tumbar de forma anticipada a un sistema financiero que de venirse abajo sin control, arrastraría a las fortunas de los contados megamillonarios que dominan las agendas políticas en Washington y Londres. En este marco y con las renovadas informaciones catastrofistas que los medios empiezan a discurrir sobre un “Covid-Plus” ¿Quién o cuáles son los organismos internacionales imparciales y comprometidos con el interés general que están vigilando e investiguen de forma neutral el origen de estas aseveraciones?, ¿la OMS? 

 

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