lunes, 26 de agosto de 2024

 

EL DÍA DE LA RESPUESTA

Tras el atentado terrorista israelí sobre un edificio en Beirut donde se asesinó a uno de los altos comandantes de Hesbolá y a civiles inocentes, Hassan Nasrallah anunció oficialmente el escarmiento exitoso contra múltiples blancos sionistas incluso cerca de Tel Aviv

 

Por Ali Al Najafi

Tras el atentado terrorista israelí del 30 de julio pasado contra un edifico de Beirut en el cual mato al comandante de Hesbolá Fuad Shukr y a tres civiles libaneses que nada tenían que ver, la organización de resistencia chiita juró que en su momento y cuando lo viera propicio vengaría este crimen.

Mientras Israel y sus FDI bombardeaban cobardemente a la población palestina y causaban otra nueva masacre en Khan Yunis, los combatientes de Hesbolá lanzaban su operación de venganza prometida por el asesinato de Shukr.

Los múltiples ataques realizados el día 25 agosto que golpearon varios objetivos militares y de inteligencia dentro de Tel Aviv se enmarcaron en aquella promesa y que también se inscribe en el apoyo irreductible de la resistencia árabe-islámica de la cual es parte las brigadas y el movimiento popular iraquí a la causa palestina y el cese del fuego sobre la Franja de Gaza.

Apelando a una fecha especial para el Islam chiita y muy cara para los musulmanes de esta corriente, Hesbolá ejecuto la denominada “Operación Arbaín” (que se da 40 días después de “Ashura”) de desquite contra Israel en la fecha de conmemoración del martirio del Imán Hussein considerado como un ejemplo de la lucha por la justicia y el derecho contra la opresión.

A diferencia de lo que de acostumbradamente comete Israel, los ataques de castigo de Hesbolá se centraron sobre objetivos estrictamente militares y de alta sensibilidad para su infraestructura de inteligencia electrónica como son sus bases de la Unidad 8200.

Entre los objetivos puntuales que abarco esta represalia estuvieron las instalaciones del monte Merón, el bunker Neve Ziv, la base Ga´aton, el complejo de bunkeres Al Zaura, la base Al Sahl, los cuarteles Kela, Yoav, Nafah, la base Yarden en el Golán ocupado,  en el Golán ocupado, la base Glilot a pocos kilómetros de la frontera con el Líbano, la base Aim Shema a menos de 40 km de Tel Aviv y varios emplazamientos de sistemas “Cúpula de Hierro” todos los cuales fueron o destruidos o seriamente dañados.

Se advierte que los preparativos para llevar adelante esta operación fueron desde el ataque en Beirut, estudiando con información de inteligencia cuales eran los mejores puntos débiles del enemigo y cómo vulnerar sus flancos.

Según citan fuentes en el terreno, Hesbolá utilizó nuevos Drones de ataque y misiles pesados contra las instalaciones de inteligencia militar AMAN y de la Unidad 8200 causando pérdidas en sus infraestructuras valuadas en varios millones de dólares más, las pérdidas de personal que Tel Aviv está tratando de encubrir.

Uno de los puntos centrales en el éxito de esta operación fue que ninguno de los 340 misiles lanzados pudo ser interceptado por los sistemas israelíes, algo de lo cual también se ha estado desinformando en medios de occidente. Esto también pone de manifiesto un fracaso estratégico israelí al no haber podido anticipar el evento e incluso, no haber podido lidiar con simples cohetes Katiuska, que fueron empleados contra los objetivos más cercanos a Tel Aviv.

Según fuentes en Tel Aviv, en el gabinete de Netanyahu reinaba la más absoluta ira e incluso, ante los daños que iban reportando se vieron obligados a ordenar el cierre de todos los aeropuertos y poner en estado de alerta roja a toda la población abriendo los refugios de la ciudad. El pánico reinó en el primer minuto que los cohetes cayeron a pocos kilómetros de la capital y seguramente se mantendrá en el tiempo.

Netanyahu y su gabinete de supremacistas judíos pueden actuar como no alterados por el golpe ante sus ciudadanos pero, en lo más profundo de su ser no hay dudas que han comprendido que se acabaron los tiempos de la impunidad en la que confiados en el amparo de EEUU y de sus organizaciones internacionales (ONU, FMI, Banco Mundial, AIEA etcetc) totalmente cooptadas, podía derramar sangre árabe-islámica sin consecuencias.

Tal como lo dijo el mismo secretario general de Hesbolá Sayed Hassan Nasrallah en un pasaje de su mensaje a los libaneses tras la ejecución de este escarmiento, “el Líbano ya no es débil” en una clara alusión a los jerarcas en Tel Aviv quienes para tratar de ocultar la humillación sufrida por los sorpresivos ataques, anunciaron un bombardeo preventivo sobre el Líbano tratando de argumentar que estaban al tanto de las acciones de la resistencia libanesa que como quedo claro, no era verdad.

Por lo pronto algunos consideran que este escarmiento de Hesbolá contra Israel no ha terminado ya que, su compromiso con lograr el alto al fuego en la Franja de Gaza va ligado a su lucha por contener a un estado colonialista y expansionista.   

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