sábado, 7 de septiembre de 2024

 

LIBERTARIO PERO NO TAN LIBRE

¿Por qué la base ideológica que sostiene al gobierno de los Milei no es libertaria?

 

Por Chales H. Slim

Al contrario de lo que muchos siguen pensando, Argentina sigue siendo un mero espectador o en el peor de los casos, un obsecuente seguidor de los planes políticos y económicos del decadente mundo angloestadounidense. Con el actual gobierno “libertario” ese seguidismo pretende ir mucho más lejos de lo que fueron en la era menemista y de Mauricio Macri con lo cual los argentinos tendrán que irse acostumbrando a ver y posiblemente sufrir cosas que solo se veían en otras latitudes.  

Más allá de los anuncios del propio presidente hablando de sus logros en reducir la inflación y bajar el gasto público a niveles antes impensados, la realidad de la calle mide otra tendencia y no precisamente en beneficio de su gobierno. Estos resultados de macroeconomía no están siendo consecuentes con la economía doméstica. Pero más allá de todo esto, en los cambios que los Milei están implementando dentro del estado, algunos de ellos son bastante discutibles ya que tocan nada menos que las bases mismas de la república sin que hasta el momento sus habitantes hallan considerado que tan peligrosos son para sus derechos.

Los alineamientos de su gobierno con potencias extranjeras y sus políticas no deben sorprender y van de la mano de estas formas de proceder. En eso los Milei son obscenamente explícitos para mostrar a quienes le están reglando el país. Esto es en parte, el quid de los desacuerdos y peleas con la vicepresidente Victoria Villarruel quien es la cara saliente de un nacionalismo que ha estado pisado desde 1982 y que sin empacho les refriega a los anglófilos y alcahuetes pro-atlantistas que rodean al presidente. Lo curioso de esto es que la oposición no dice nada de estas peligrosas relaciones que en el actual marco de una guerra entre el atlantismo-sionista al que los Milei adscriben y un mundo multipolar liderado por los BRICS+, tendrá de un momento a otro una definición que obligará a Buenos Aires a optar por uno u otro.

Si bien se puede adivinar que los Milei son obsecuentes pro-estadounidenses y pro-Israel ello no basta para que desde esos lugares le extiendan cheques en blanco por esa obsecuencia. No hay dudas que esto cae muy bien en las elites de estos estados, pero con ello no alcanza. La practicidad y el pragmatismo son una religión para los angloestadounidenses y los sionistas con lo cual seguramente se preguntan sobre Milei ¿Hasta dónde está dispuesto hacer para que nosotros hagamos algo por él?

Pero en EEUU la situación política no es tan llana y monolítica como Milei y los suyos creen. La lucha interna entre la elite de cleptócratas globalistas al servicio del Establecimiento que hoy transitoriamente lidera Kamala Harris y una creciente corriente anti sistémica liderada por un descolorido Trump, tienen en vilo y en constante tensión a la sociedad estadounidense que podría eclosionar en una guerra civil. Siguiendo con esto ya vimos como en alguna medida Milei metió la pata acercándose a su ídolo Donald Trump quien además de ser un neoconservador disfrazado de “populista”, esta liado con el Establecimiento que hoy no lo ve conveniente.

Pero estas inconsecuencias que son producto de un total desconocimiento de la política interna norteamericana y su agenda geopolítica no son exclusivas de los Milei. La oposición que aún sigue usando ropajes de muertos como Juan Domingo Perón y Raúl Alfonsín, ha dejado con extensas pruebas a la vista que tampoco son consecuentes con sus ideales y lejos de las enseñanzas de aquellos occisos, han sido mansos serviles de Washington y Londres.

Solo para que quede claro este punto, el menemismo se regalo con Washington sin obtener nada y luego casi 20 años de un peronismo “progresista” con la comparsa de los Kirchner, se terminó por desarmar al país dejándolo completamente inerme, con sus intereses estratégicos planchados y sin peso para negociar nada.

Pero los Milei y su secta no son nada diferentes a estos dinosaurios impresentables de la política nacional. Su única diferencia es que no maquillan sus intenciones y eso lo vemos con el reforzamiento militar británico en Malvinas, la presencia de los “US marines” controlando el tránsito del Río Paraná, la concesión de Fabricaciones Militares para abastecer de municiones al régimen neonazi de Ucrania y el supremacista de Israel y el desembolso de 100 millones de dólares para la reestructuración (o más bien su construcción) de una inteligencia al servicio de la OTAN.

Detrás de ese estrambótico rotulo de “libertario” y de las supuestas valoraciones que encierra esta palabra, se oculta el peor de los conservadurismos y lo peor es que no tiene raíz nacional. Así mientras Milei importa los principios ideológicos de los neoconservadores estadounidenses y el sionismo revisionista que hoy representa Benjamín Netanyahu, el país se dirige hacia una nebulosa que pocos quieren discutir.

Siguiendo a su ídolo de barro Trump, a “pate de foie” Macron y la mentirosa señora presidente de la Comisión de la UE Úrsula Van Der Leyen y obviamente a Netanyahu, Milei ya comenzó a implementar restricciones al acceso a la información que no por casualidad vienen en estos momentos a ponerse en vigencia. Pese a lo grave de esto, pocos y muy tibios han sido los periodistas que han dicho algo. Como dice un amigo mío “huele a cagazo” porque esto tiene que ver con las reformas o más bien, la implantación de una estructura de inteligencia (en especial de Ciberseguridad) al servicio de la OTAN y que entre otras cuestiones, trae aceitadas prácticas para eliminar a quienes molesten.

Con este panorama hay pocas esperanzas que los “editorialistas” que ofician de periodistas se atrevan a preguntar sobre la materia y contenido de los memorandos de entendimiento firmados con Washington, Tel Aviv y Bruselas.

Y con mucha razón estos empleados de medios chupa culo del poder de turno, deben temer ya que el tan aclamado “occidente libre” en lo que va solo de este siglo, acumula un record inigualable de violaciones a los derechos humanos pero particularmente en lo que hace a la libertad de expresión, de información y en algunos casos la vvida. Y si no recuerden ¿Dijeron algo estos pusilánimes de los más de 160 periodistas asesinados por Israel en Gaza y en el Líbano? Claro que no, ellos tienen el culo vendido. Tampoco en su momento a estos editorialistas de la realidad poco les importo la suerte de tipos como Julian Assange, del empresario Mac Afee, del periodista francés Pavlovsky y ni hablar del dueño de Telegram Pavel Durov detenido apenas una semana en Francia bajo cargos inventados.

Como se ve, las cosas no son como parecen y los libertarios no lo serían tanto.

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