miércoles, 27 de enero de 2016

EN DEBATE


“¿QUIÉNES APOYAN EL PLAN DE SEGURIDAD DEL GOBIERNO DE MACRI?”

Cómo el remedio puede ser peor que la enfermedad: Washington y Tel Aviv asesoran a Macri sobre “inseguridad”



Por Charles H. Slim

Como lo habíamos comentado anteriormente, el decreto de emergencia promulgado por el gobierno del presidente Mauricio Macri tiene ciertas aristas que son bastantes imprecisas y ello despertaría varios cuestionamientos que no han esperado hacerse oír. Los pronunciamientos contra éste, han venido especialmente por una pléyade de figuras que van desde el periodismo, la vida académica, de la política y de varias ONGs involucradas en temas sobre derechos civiles y humanos.

En algunos casos se puede intuir que la oposición es por la oposición misma y nada más. Pero en una declaración pública de la Asociación “Pensamiento Penal (v. http://www.pensamientopenal.org.ar/ongs-y-personalidades-frente-a-la-declaracion-de-emergencia-en-seguridad/) sobre los argumentos que se esgrimen en el documento sobre la posible eficacia de éste plan que el gobierno presenta como, la vía para combatir al narcotráfico como una amenaza nacional,  no atiende a combatir a los altos círculos financieros que lavan el dinero y además, tiene un cierto aroma a “doctrina de seguridad nacional” de sello estadounidense y es por ello, que debemos ver, a dónde apuntara todo este plan.

Según  algunas fuentes reservadas, los asesores de la ministra Patricia Bullrich se han venido reuniendo muy discretamente con asesores del Pentágono y del Departamento de Estado que estarían coordinando y orientando al ministerio de seguridad nacional, para que adopten el camino que debe tomar para estructurar una doctrina de seguridad, que sea compatible con la política que Washington tiene delineada en su lucha contra el terrorismo.

No olvidemos que la hoy “ministra Bullrich” tiene una particular historia de nexos con la CIA y de una no explicada relación con el fallecido Alberto Nisman.

Pero siguiendo con el tema, junto a estos asesores, también estarían  en las mismas tratativas especialistas del Shint Bet  y de la inteligencia militar israelí, que  ofrecerían sus programas de entrenamiento de lucha contraterrorista y asesoramiento en el uso de nuevas armas tácticas. En resumen, las tratativas que estaría llevando Buenos Aires con el gobierno con Washington y Tel Aviv, involucrarían  la adopción de una doctrina policial y militar basada en una estrecha  relación operativa, política y doctrinal, que podría llevar a la Argentina a terrenos pantanosos.

Es que los antecedentes de ambos estados, son tan extensos como oscuros.  Con solo dar un vistazo a la historia contemporánea, hablar de fuerzas armadas y policiales norteamericanas e israelíes nos lleva a imágenes horrorosas de abusos, arbitrariedades, torturas, muertes y desapariciones, que dejan pálido a los crímenes más detestables de la historia.  Palestina, Líbano, Iraq, Libia  y hoy Siria son la muestra acabada del largo prontuario criminal de estos cuerpos armados dedicados en los últimos veinticinco años a misiones ofensivas y de ocupación de  países.
padre iraquí con su hijo detenido por los EEUU

En lo que hace a los Estados Unidos y solo como un dato de lo causado tras la guerra contra Iraq en 1991  del embargo que se le impuso y que extendió por trece años,  miles de ciudadanos iraquíes sin distinciones entre sunitas, chiitas, cristianos o lo que fuere, murieron directamente o a causa de las heridas de los ataques aéreos y con misiles crucero “Tom Hawk” que impunemente caían contra ciudades como Bagdad, Karbala o Basora entre otras.  También debiera tenerse en cuenta el gobierno argentino, que los asesores que pretenden “asesorar” a sus fuerzas policiales y militares, son los que entre otras cosas, causaron la muerte de 500.000 niños iraquíes por desnutrición y falta de medicamentos.

Incluso para no ir tan lejos y vinculado con nuestra propia historia, hay que recordar la actuación de Washington y más precisamente del Pentágono durante la guerra de Malvinas en 1982, fue sin dudas detestable. Entre otras cuestiones, presto colaboración en las áreas de inteligencia, logística y dio otros datos sensibles al Reino Unido contra la Argentina.  Una de las tantas ayudas que los estadounidenses dieron  a sus aliados de la OTAN, fue el pormenorizado detalle, mediante fotos satelitales,  de las principales bases navales y de los movimientos de las fuerzas militares sobre el Atlántico sur.   Pero tal vez, la más temible colaboración prestada por Washington en la década de los setentas fue la intervención de la CIA en el asesoramiento para instaurar gobiernos militares y de ese modo deshacerse de posibles movimientos izquierdistas que se alinearan con la entonces URSS. Una vez instalados, prepararon, entrenaron y coordinaron los llamados “grupos de tareas” para operar paralela y clandestinamente a las acciones militares.

Precisamente y con la brutalidad elevada a la milésima potencia, similares “grupos de tareas” creados intelectualmente por sujetos como el ex embajador en Iraq  John Negroponte y el criminal de guerra general y ex jefe de la CIA David Petraeus –entre otros- fueron montados por la CIA y la “inteligencia militar” en El Salvador, Honduras y más cerca en el tiempo en Afganistán, Iraq, Libia y muy seguramente continúan con sus “operaciones sucias” en Siria. Es demasiada sangre para pasar por alto y el gobierno del presidente Macri debería considerar semejantes precedentes.

En lo que hace al respeto a los derechos humanos, EEUU cuenta desde el 2001 con el campo de 
Concentración para musulmanes en “Guantánamo”, Cuba, símbolo de la bestialidad sistematizada, donde se practicaron y se siguen practicando todo tipo de aberraciones contra la integridad psico-física de los detenidos que dicho sea de paso, la mayoría fueron secuestrados sin órdenes judiciales.

Otros que tienen un amplio record de impunidad criminal son las llamadas “Fuerzas de Defensa de Israel”, una denominación ciertamente discutible.  En la historia contemporánea, sus tropas han causado todo tipo de masacres contra poblaciones civiles palestinas y libanesas que se hallan harto documentadas en los archivos de Naciones Unidas.  Tan solo para dar cuenta de algunas de las más cercanas, tenemos los bombardeos sobre Gaza en 2014 que entre otras armas prohibidas, Israel lanzó sobre centros urbanizados bombas con fosforo blanco, municiones con uranio y Napalm causando –además de la evidente destrucción- el espectáculo de sufrimiento más dantesco de lo que va del nuevo siglo. Ha sido un continuo agresor contra la soberanía del Líbano aunque, pese a los intentos por capturarle territorios en el sur –invasiones de 1978 y 1982-  ha sido frustrado continuamente por la resistencia chiita Hesbolla algo por lo cual, el sionismo intelectual desde sus diversas posiciones, hace una profusa y virulenta contrapropaganda para pintar al partido libanés –Hizb´allah- como una “organización terrorista” cuando en realidad jamás realizó un ataque en el exterior.
niños palestinos asesinados por un bombardeo israeli

En lo que hace a las actividades de sus “servicios de inteligencia”, tanto a nivel interno como el externo, han demostrado cada uno por su parte, su amplia capacidad para poder matar en silencio y discreción.  El Shint Bet que es la policía secreta israelí y que actúa dentro de las fronteras del estado judío, tiene una catarata de casos en los que la violencia, detenciones arbitrarias, palizas y torturas especialmente dirigidas contra hombres, mujeres o incluso niños palestinos,  es  que debería ser tomado en cuenta por el gobierno de Macri ya que, si son estos tipos los que “adoctrinaran y entrenaran” a las fuerzas policiales argentinas, los argentinos de a pie pueden considerarse en serios problemas.

En lo que respecta a sus colegas del “Mossad”, obviamente sus actividades tienen otros objetivos y actúa estrictamente fuera de las fronteras del estado judío. Esta agencia no solo es un servicio de inteligencia, es también la ejecutora de operaciones de ataque en las que el sabotaje, tráficos variados, atentados y los asesinatos selectivos son algunas de sus más corrientes actividades institucionalizadas.  Con el argumento de que “tienen el derecho a defenderse”, los sucesivos gobiernos de Tel Aviv no han dudado en ordenar los más variados asesinatos sin respetar fronteras. Las operaciones para matar a una persona son tan sofisticadas que incluso, según algunos expertos, logran que pasen por supuestos suicidios tal como habría sucedido con el Dr. Nisman (v. http://www.perfil.com/politica/Es-un-asesinato-tipico-del-Mossad-efectuado-por-espias-argentinos-20150307-0011.html ). Estas acciones que no tienen nada de legales, se denominan “acciones ejecutivas” y han sido justificadas entre otros, por personajes como el ex funcionario de la CIA como William Casey quien se desempeño durante la administración republicana de Ronald Reagan, como director de la agencia entre 1981  y 1987.

Fueron años en los que la CIA tenía al Mossad como el principal aliado contra su principal rival en l campo de la inteligencia, la KGB soviética.

Pero volviendo a la naturaleza de la agencia israelí, en este sentido, es bueno aclarar que esta agencia no trabaja para la justicia o es parte de una estructura policial israelí y menos aún internacional –como les  gusta  identificar a algunos desinformadores-; sintéticamente, es el brazo de la ejecución de decisiones políticas que toma el estado de Israel.

Tal como es de público conocimiento,  el Mossad y la CIA tienen estrecha colaboración en algunos objetivos, especialmente a uno que han involucrado a la Argentina mediante las acusaciones contra Irán  –atentados y la muerte de Nisman- y es por ello, que el gobierno de Macri ante el rediseño y la reorientación de los objetivos de la AFI no debería dejarse guiar por sus simpatías y tendencias políticas pro-israelíes que ya se han podido ver con el derribado memorando de entendimiento con Irán.   

Pero para ser equilibrados y honestos, el gobierno actual no estaría dejando entrar a la CIA y al Mossad; ambas agencias ya estaban desde hace décadas dentro de la estructura estatal de inteligencia argentina aún cuando el área se denominaba SIDE.Y no necesitaron infiltrarse y andar a hurtadillas para que no los descubran. Ambas agencias tienen como una de sus mejores armas para lograr operar con total discreción dentro de un país objetivo, el dinero, con el cual compran la voluntad de funcionarios –políticos, militares, policiales y de inteligencia- y de elementos deshonestos y criminales dentro de la sociedad que suelen ser muy útiles para sus trabajos sucios.

Lo que Macri estaría haciendo es ampliar la presencia de ambas agencias y extender sus operaciones a un ámbito oficial, ésta vez y a la luz de la opinión pública, dándoles el papel de asesores en las áreas que conocen muy bien, mostrándolas como “aliadas” contra la inseguridad y el narcotráfico cuando en realidad como lo han testimoniado varios analistas y ex agentes de ambas agencias, sus funciones son en pro de esos temas.


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