EN DEBATE
“PROPUESTAS ESTRATEGICAS”
Pese a que Argentina es un país con cíclicas crisis económicas y políticas que son parchadas momentáneamente, nuevamente vuelve a estar al borde del abismo pero hoy por hoy hay opciones que presentan alternativas para reestructurar un nuevo y fuerte estado ¿Son viables estas propuestas?
Por Charles H. Slim
Es un año eleccionario en Argentina y como siempre,
hay en cartelera muchos líderes con propuestas rimbombantes pero pocas ideas
concretas. Aquí pareciera que toda está por hacerse pero nunca se comienza con
el trabajo necesario para concretar las promesas que nutren las campañas partidarias
de sus exponentes. Como siempre, nada nuevo bajo el sol en las pampas del cono
sur.
Más allá de las continuas y sectoriales
reclamaciones de índole salarial y social de la población, siguen sin ser
tratadas ciertas cuestiones de orden estratégico del estado que desde hace
décadas y forma progresiva se ha vuelto en un mero ente de recaudación fiscal para
solventar solamente, los sueldos de
miles y miles de empleados y funcionarios públicos de los tres estratos
administrativos –municipios,
gobernaciones provinciales y estado nacional- que (muchos de ellos sin
méritos concursales y a la sombra de parientes y favores personales) esperan
llegar a la edad jubilatoria y vivir de sus jugosos retiros.
Fuera del arco de la comunidad política tradicional
que representan a un reciclado listado de nombres y sellos de goma presentes en
el aparato gubernamental y político de los últimos 36 años, han aparecido
algunas propuestas que se salen de la cancina batería de propuestas demagógicas
y populistas que apuntan a que el estado comience reformas inmediatas y
profundas en áreas estratégicas para recuperar su eficiencia y podríamos decir,
garantizar la sobrevivencia en los años por venir.
El tema de la defensa ha sido un tema Tabú para los
gobiernos que han pasado, en particular para los que se denominan
“progresistas”, algo que aún no tiene una definición concreta de qué es lo que
significa tal término.
Claramente
incapaces de abordar temas de la alta política con un poco de sentido común y
sin una agenda planificada para construir un estado moderno, estos sectores
junto a los trasnochados de la izquierda (aun con referencias político
económicas leninistas y maoístas) solo han demostrado una voluntad
inquebrantable para la queja y la ponzoña, pero nada más. En Argentina todo es una coctelera de
opiniones que aderezadas de rencillas y partidismos mezquinos, llevan a que
cualquiera sin la menor idea de lo que se habla desdeña abordar tan vital tema
para el estado. En la Argentina los únicos “Think Tanks” parecen ser los
programas de divertimento y opinión que en cada crisis, toman un papel central
para distraer a la opinión pública de los desastres y las inconsecuencias
gubernamentales que ocurren a su alrededor. Como siempre se ha señalado desde rincón del
pensamiento, la actual realidad mundial nos da muestra de muchos casos como
ejemplo de lo que puede ocurrirle a un país que no se halla preparado para
enfrentar amenazas virulentas a su soberanía e intereses. Para muchos de los
que se escudan detrás de los derechos humanos para argumentar la no necesidad
de formar Fuerzas Armadas optimas, son –consciente
o inconscientemente- funcionales a los intereses del Foreign Office en Londres.
Es por ello que estos sectores seudo pacifistas y de
un humanismo tuerto, poco pueden aportar a solucionar los temas estratégicos importantes
e impostergables para que su país recobre (en el contexto regional y global)
algo de su soberanía política. Uno de estos temas es el referido al estado material
y objetivo geoestratégico cierto de las Fuerzas Armadas, que bien acusando un
estado de deterioro que no debiera tolerar un estado que pretenda mantener y
proteger sus espacios territoriales. El episodio del submarino “ARA San Juan”
ha sido sin dudas un recordatorio de aquello[1].
Sabemos que los llamados “Kirchneristas”,
autodenominados del “campo nacional” no hicieron nada o aún peor, hicieron
mucho para destartalar aún más las desvencijadas Fuerzas Armadas argentinas
privándoles de presupuesto y material para su funcionamiento óptimo, claramente
inspirados en revanchismos inútiles y fuera de tiempo, sin meditar en la
necesidad estratégica que una defensa afilada y moderna significa para la
presencia del estado dentro de un complejo concierto internacional. Para quienes observan desde afuera, sin error
a equívocos diría que hicieron mucho más daño que los enemigos externos en una
guerra.
Sobre el actual gobierno de “Cambiemos” no se puede
decir algo diferente, aunque si es cierto, sus esfuerzos por revitalizar el
área han sido reales solo que, no tienen por fin establecer Fuerzas Armadas
modernas y autosuficientes para el desarrollo de tareas en pos de los intereses
nacionales sino, en que sean una pieza más de los despliegues operaciones de
las fuerzas estadounidenses y muy maquilladamente, beneficiando a los
británicos en el Atlántico sur. En este sentido hay que remarcar que dichas
relaciones (nutridas por contactos con asesores
militares y de inteligencia), pueden llegar a complicar al país en complots
y acciones agresivas contra otros estados soberanos como es el caso de
Venezuela[2]
que, más allá de las especulaciones políticas parciales y de personalizaciones
tendenciosas, se ha corroborado como Washington y sus aliados ha elaborado vías
para el uso de la fuerza militar contra el país caribeño y en los cuales Buenos
Aires colaboraría con agrado.
Contrario a esto, hay algunas interesantes y
novedosas propuestas en danza por fuera de estos sectores. En primer término
vemos a ciertos sectores del nacionalismo que proponen el desarrollo de nuevas
estructuras y planeamientos para la defensa que chocan contra el Status Quo que
desde hace tiempo condiciona al país a mantenerse inerme tras el final de la
guerra en 1982. Algo así como, abandonar el papel decorativo de las FFAA que
solo sirve de pantalla para que Argentina “parezca un estado soberano”. En este sentido las propuestas del “Partido
Segunda República” (PSR) conducido por el periodista Adrián Salbucci propone la
construcción de un estado a cargo de funciones indeclinables e indelegables de
un estado soberano. Dentro de los
pilares fundamentales que proponen para la creación de una “nueva república”,
se hallan la instauración de una moneda soberana y la construcción de Fuerzas
Armadas fuertes y modernas para respaldar las políticas del estado. Para ello y según sus propuestas, se debe
reestructurar al estado (tanto en su infraestructura como en su personal) para que deje de ser un “ente colonial” y
servil a intereses sectoriales y espurios, para pasar a ser un estado
verdaderamente independiente enfocado a erigirse en nuevos pilares
fundacionales de sustentación entre los cuales se halla, el estratégico de
crear Fuerzas Armadas, seguridad e inteligencia bajo el control nacional[3].
Otras visiones nacionalistas con verbas más crudas y
directas han lanzado algunas propuestas interesantes pero sin desarrollos
claros y argumentaciones elaborados que puedan ser tomados en serio. Una
facción del peronismo ligado al “Kirchnerismo” que conduce el periodista
Santiago Cúneo cuando se ha referido a las propuestas de soluciones para el
letárgico estado de indefensión y falta
de operacionalidad de las Fuerzas Armadas, acuerda con los sectores del
nacionalismo como el que representa el PSR en la imperiosa necesidad de
recobrar la independencia política para recrear modernas y verdaderamente
operativas fuerzas militares.
Otra de las opciones más pragmáticas y tal vez más
atractivas para los cautelosos ciudadanos argentinos, que se han presentado recientemente viene
siendo representada por un personaje nuevo dentro de la vida política nacional,
el economista José Luís Espert quien no hace mucho que se ha presentado ante la
opinión pública como otra alternativa por fuera de los partidos tradicionales
para la presidencia en las próximas elecciones. Con un pensamiento económico
claramente liberal y en apariencias, un pragmatismo político que asemeja a los
republicanos norteamericanos y con buenos contactos en los EEUU, Espert prevé
entre sus propuestas ha revelado que buscara cambiar la política con respecto a
las Fuerzas Armadas devolviendo el papel central dentro del estado, destinándolas a defender el interés nacional, que aunque
suena como una propuesta muy generalista ha sido un objetivo que estuvo ausente
en los últimos 36 años.
En este sentido Espert es un pragmático que podría
llegar a reconfigurar al estado argentino a niveles impensables y con consecuencias
mucho más telúricas e impopulares que las que cualquier partido y político del Establishment podría o estaría en sus
cabales soportar. Como dato cierto hay que decirlo, tiene buenas perspectivas
para los sectores financieros de Wall Street que solo quieren de Argentina, un
lugar pacífico y sin agitaciones que disturben sus inversiones.
Sea quien fuere el que tome las riendas de un estado
quebrado como el argentino, si realmente cuenta con decisión y una sustentabilidad
política autóctona que lo apoye (y obviamente el sustento de Wall Street y el
Departamento de Estado), podría llegar a reestructurar parcialmente el área,
solo hasta los límites de la permisibilidad que Washington se lo permita.
[1]
Pensamiento Estratégico y Político.Blogspot.com. “No encuentren el ARA San Juan”.
Publicado el 26 de diciembre de 2017. http://pensamientoestraegico.blogspot.com/2017/12/veteranos-de-ayer-no-encuentren-al-ara.html
[2]
RT.com. “Periodista revela una reunión secreta en EEUU sobre el uso de la
fuerza militar en Venezuela”. Publicado el 15 de abril de 2019. https://actualidad.rt.com/actualidad/311714-reunion-secreta-eeuu-uso-fuerza-militar-venezuela-figuras-clave
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