“LA NECECIDAD DE UNA JUSTICIA GLOBAL”
La paz es el único camino para el entendimiento,
pero necesariamente se requiere de una justicia internacional imparcial y
coherente para lograrlo
Por Charles
H. Slim
Desde que el hombre es hombre y se asoció con su
prójimo, entenderse y zanjar las diferencias para lograr objetivos comunes ha
sido uno de los desafíos de su existencia. Pero como suele suceder, existen los
desacuerdos. En aquellas tempranas épocas todo se dirimía con la violencia y
quien más fuerza tenía era quien determinaba las reglas. La regla del más
fuerte predominaba. Eso lo seguimos viendo en el mundo animal pero se supone
que hace mucho tiempo que el hombre ha superado ese estadio y cuenta con la razón
para resolver los entuertos de este mundo.
La razón allano el
camino para resolver los conflictos y el uso de la fuerza quedo relegado a
formas y convenciones previas a un conflicto armado. La declaración formal de
guerra fue sin dudas la más destacada. Asimismo, cuando fallan los caminos de
la deliberación y la diplomacia se abre el sendero de la guerra y el cual no
tiene otro fin que el de imponer aquella posición que no se pudo obtener en la
conversación.
El paso de los años fue
cambiando las formas de hacer la guerra hasta llegar al siglo XX con la
elaboración de convenciones, protocolos y reglas para llevar adelante la guerra
dentro de ciertos parámetros. Pero fue en ese mismo siglo que se produjeron dos
atroces guerras mundiales con toda clase de atrocidades, de un bando y del
otro. Pero para sus finales, la guerra muto de forma dramática y aquellas
convenciones dirigidas a respetar los derechos de las poblaciones civiles y de
los mismos combatientes que son heridos o caen prisioneros de pronto se
volvieron obsoletas ¿Por qué? Claramente por no ser útiles a los objetivos militares
y políticos de uno de los bandos.
Pese a que dichas
convencionalidades deberían ser respetadas por todos los actores políticos internacionales,
los intereses políticos y los lobbies de algunos sectores escudados detrás de
organizaciones supranacionales y alianzas militares, han torcido su aplicación
igualitaria.
A razón de verdad, las
convenciones de La Haya (1907), Ginebra (1949) y las referidas al cuidado que
se debe tener para no afectar a los civiles fueron prontamente pasadas por
encima por los mismos que viven proclamando la democracia y la libertad. Pese a
la universalidad de su alcance, la discrecionalidad sigue primando. Durante la
segunda guerra mundial la aviación aliada no dudo en bombardear con todo tipo
de bombas (incluyendo las incendiarias) a las ciudades alemanas. El ejemplo más
sórdido e inhumano de este desprecio por las convencionalidades se vio en
agosto de 1945 con los premeditados[1]
e injustificados bombardeos nucleares de EEUU sobre Hiroshima y Nagasaki.
Otro de los episodios
de la historia que deliberadamente suele relegarse a un segundo plano fue sin
dudas la ocupación sionista de Palestina en 1948 que a diferencia de lo que
tratan de argumentar en occidente, fue violenta y muy cruenta para las
poblaciones civiles palestinas. Las violaciones cometidas por los grupos
armados sionistas (Pandilla Stern -Leji-, Haganá, Irgun entre otros)[2]
además de violatorios de todas las convenciones existentes, no serían sino el
inicio de una extensa campaña de limpieza étnica que aún continua sobre los
territorios árabes[3]
para anexarlos a su estado y entregarlos a judíos traídos desde otras latitudes
(Protocolos adicionales de 1977).
En 1950 cuando estalló
la guerra en la península coreana, una vez más los estadounidenses dirigidos
por el General Douglas Mc Arthur y bajo la máscara de Naciones Unidas no
tuvieron empacho en bombardear objetivos en medio de poblaciones causando miles
de bajas civiles[4].
Una década después y fabricando un Casus Belli (con el dudoso incidente
de Tonkin)[5],
los norteamericanos intervinieron en el Sudeste asiático con calamitosas
consecuencias sobre la población vietnamita. Fue tal vez el primer conflicto
televisado que por primera vez mostró algunas de las brutalidades que se
estaban cometiendo y fue por ello, que afectó de forma gravitante en el
desenlace de la guerra.
Ya para comienzos de la
década de los noventas la crisis y posterior guerra del Golfo Pérsico,
Washington y sus aliados tomaron todas las precauciones para censurar los
horrorosos pormenores de la “Tormenta del Desierto”. Bombardeos indiscriminados
sobre Bagdad, masacres injustificadas y graves violaciones a las convenciones
sobre el uso de armas prohibidas fue el marco de lo que vendría en adelante. En
ese plan, el conglomerado mediático estadounidense, en especial la CNN colaboro
trasmitiendo durante 24hs al día difundiendo meros informes ilustrados con
imágenes estáticas o las fotografías de sus corresponsales.
Pero sin dudas, fueron
las invasiones contra Afganistán en 2001 e Iraq en 2003 y sus ocupaciones fueron
los acontecimientos que más han influido en el nuevo paradigma de cómo (bajo la
excusa del 11/S) se desata una guerra y las consecuencias que producen sobre
las poblaciones. Como hemos visto -y más allá de la ilegalidad- en la
dinámica de todas estas contiendas, no se han respetado los derechos de los
civiles y con ello, miles y miles de casos han caído en el anonimato y el
olvido producto de la masividad de los crímenes que se han perpetuado.
Hoy la guerra en
Ucrania, algo que nadie esperaba, es el centro de atención mediático, pero eso
no significa que sea la única. Incluso no hay que perder de vista que desde
hace ocho años, el Donbass estaba sometida a continuos bombardeos obligando a sus
habitantes a vivir precariamente en sus sótanos. Además, antes de que esto se
desatara ya había otras guerras en desarrollo que aún continúan y en su gran
mayoría producto de la injerencia occidental (EEUU, Reino Unido y la UE). Como
se puede ver, algo anda mal con la aplicación de la ley internacional
humanitaria.
Las actuales
circunstancias y los enfrentamientos que se han visto entre los representantes
de EEUU y Rusia en Naciones Unidas implica la posibilidad de que, de un momento
a otro esto desemboque en una guerra nuclear que sin más rodeos significaría
una tercera guerra de literal alcance global.
Esto nos debería llevar
a cuestionar ¿Existen garantías y posibilidades para la aplicación de una
justicia internacional?, de ser posible ¿Están preparadas las instancias
internacionales como los Tribunales en el marco de la ONU y la Corte Penal
Internacional para escapar a las ineludibles influencias políticas del poder
anglosajón?
[1]
Esta premeditación surgió de la Conferencia de Potsdam llevada a cabo el 12 de
abril de 1945 entre Churchill y Truman.
[2] AA.com.tr,
Más de 100 años de terrorismo israelí en Palestina, https://www.aa.com.tr/es/an%C3%A1lisis/m%C3%A1s-de-100-a%C3%B1os-de-terrorismo-israel%C3%AD-en-palestina-/2246289
[3] France24.com,
Amnistía Internacional acusa a Israel de ejecutar un “apartheid” contra los
palestinos, publicado el 1 de febrero 2022, https://www.france24.com/es/medio-oriente/20220201-israel-palestinos-apartheid-amnistia-internacional
[4] ElPais.com,
Estados Unidos cometió una matanza de cientos de civiles en la guerra de Corea,
JAVIER VALENZUELA, Washington - 30 SEPT 1999, https://elpais.com/diario/1999/10/01/internacional/938728813_850215.html
[5] ElPais.com,
Abuso de poder, EMILIO MENÉNDEZ DEL
VALLE, 10 ENE 2006 - 20:00 ART, https://elpais.com/diario/2006/01/11/opinion/1136934005_850215.html
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