lunes, 7 de agosto de 2023

 

REDEFINIENDO ESTRATEGIAS

La confesada idea de establecer un estado tapón al estilo “Israel” en el medio de Europa del este como forma de perpetuar la inestabilidad sobre la Federación Rusa podría estar en marcha mediante una peligrosa y siniestra estrategia. Más que nunca ha llegado la hora de establecer la cordura

 

Por Yossi Tevi

Los reveces en los frentes de Zaporiya y Donetsk no han podido ser ocultados a la opinión pública y si tomamos en cuenta los esfuerzos mediáticos por desviar la atención de estos fracasos con los ataques con drones aéreos y acuáticos a blancos civiles en territorio ruso, a Kiev no le quedaría otra opción que cambiar su estrategia en el campo de batalla.

Desde el inicio de la contraofensiva en junio y su declinación en apenas un par de semanas, las fuerzas ucranianas pese al constante abasto de municiones, armamento e inteligencia provista por miembros de la OTAN, no fue posible remontar la situación en el terreno convencional. Decenas de miles de hombres murieron sin sentido y los hechos así lo demuestra. Algunas fuentes conservadoras hablan de 400.000 hombres ucranianos muertos desde el inicio de la Operación Militar Especial.

No hay dudas de que lo que ocurre no es precisamente “un problema de avance” como tratan de argumentar en los medios estadounidenses. Ir de frente es un suicidio y un desgaste injustificado. Es por ello que el régimen de Zelensky estaría orientando su estrategia a usar tácticas asimétricas que golpeen en lo profundo de Rusia y para ello necesita otra clase de apoyo.

En ese plan, los recursos de inteligencia del SBU y sus escuadrones de la muerte compuestos por fanáticos neonazis del “Pradvi Sekor” y “Azov” están siendo reorganizados y desplegados sobre el territorio ruso bajo la dirección de asesores de inteligencia estadounidenses, británicos y muy posiblemente israelíes tendiente a llevar a delante una guerra encubierta que trate de horadar a mediano plazo la estabilidad de la Federación Rusa. Al mismo tiempo todo el aparato informativo y medios de occidente ya fabrica argumentos justificantes para alivianar las consecuencias que los ataques terroristas causaran sobre los civiles.

A la par, Kiev busca ganar tiempo con las supuestas intensiones de iniciar rondas de conversaciones, aunque eso estaría por verse. En ese sentido lo que si ha iniciado son conversaciones con EEUU para establecer la forma de establecer una cooperación bilateral como parte de una estratagema tendiente a no involucrar a la OTAN y así seguir sosteniendo al régimen.

Esto se replicará con Gran Bretaña, Polonia y así con cada uno de los otros miembros de la alianza atlántica bajo el pretexto de establecer garantías de seguridad para Ucrania.

Esto supondría al mismo tiempo la ejecución por parte de Ucrania de mayores operaciones terroristas orientadas a desgastar económica y psicológicamente a la población rusa tratando de hacer colapsar al gobierno de Vladimir Putin. Si esto se confirma implicara un involucramiento más amplio de las agencias de inteligencia angloestadounidenses como directores y coordinadores de las operaciones a cargo de células del SBU y de terceras agencias como son las nórdicas.

En realidad no hay nada nuevo. Con lo que va de la guerra las evidencias recopiladas en el terreno ya informan de este involucramiento.

Los ataques terroristas contra objetivos civiles continúan y los medios occidentales cierran la boca. En sus últimos actos de este tipo, las células bajo dirección de ex SAS británicos han atacado a buques comerciales y petroleros en el Mar Negro, lo que de por sí está demostrando el interés de la OTAN por buscar brechas en las defensas navales rusas. Esto último además revela la falta de escrúpulos de Kiev (y por supuesto de sus patrocinadores) al no considerar las consecuencias ambientales que el derrame de petróleo hubiera causado de haberse hundido.

Los patrocinadores de Zelensky sabían que las fuerzas ucranianas no tenían el equipamiento y el entrenamiento suficiente para lograr quebrar las defensas rusas. Lo sabían, pero igual usaron a los ucranianos como carne de cañón para promocionar esa supuesta portentosa contraofensiva. Ante el trazado de esta nueva estrategia cabe preguntarse ¿Volverán a cometer el mismo error con este juego sucio?

Este es un terreno resbaladizo amigos. Los norteamericanos más que nadie debería saberlo. Durante los años de la guerra fría, la lucha secreta entre agencias fue sin dudas cruenta, pero no como puede llegar a serlo si la OTAN continua con estos planes.

No hay que olvidar que por aquellos años, especialmente entre los setentas y ochentas, habían protocolos de acción tanto para la CIA como en la KGB que limitaban las acciones y reducían las consecuencias ante posibles e indeseables implicancias para cada uno de sus gobiernos. Incluso en escenarios como Europa, donde se convirtió en campo de batalla de otras agencias, especialmente sangrienta entre árabes e israelíes, su presencia de algún modo (pese a los nexos que tenían de uno y otro lado) significaba una especie de control. Eso ya no existe.

Tras las últimas guerras en el Medio Oriente quedo muy claro que eso es historia. A pesar de que la KGB ya no existía ni tampoco una agencia con similar peso, la CIA y sus incontables recursos humanos desplegados como tela de araña por todo el mundo no podía (y en otros casos no quiso) saber lo que estaban haciendo y mucho menos controlarlos. Para mantener semejante estructura se requiere de una inagotable fuente de financiación y no saldrá del presupuesto anual gubernamental ni tampoco de donaciones de los usureros de Wall Street.

No, no. Todo esto ha sido siempre un secreto a voces y ningún gobierno puede negarlo. Es el dinero sucio de actividades criminales y en especial del tráfico de drogas es lo que financia las actividades de estas agencias de inteligencia que sirven a la democracia.

Así vimos aparecer los monstruos como “Al Qaeda”, “ISIS” y sus respectivas franquicias en donde a Washington le convenía. Sobre esto y en particular con el “Daesh” también hay que decirlo, a Israel le era muy conveniente tanto que la inteligencia militar trato de fabricar una franquicia palestina que no cuajó. Pero todos estos jueguitos sucios no son gratuitos ¿Cómo se financió eso?, ¿Quiénes lo diseñaron y empujaron?, ¿De dónde salió el dinero para financiarlo? Y quizás otra pregunta que es muy difícil de responder es ¿Dónde están todos esos tipos enmascarados que hicieron de las masacres de civiles, un activo político para Washington?

En resumen de cuentas, lo que estarían planificando es organizar de forma masiva, un gran ejército multi celular de componentes extremistas para ataques dentro de la Federación Rusa y muy posiblemente, contra objetivos rusos en otras latitudes.

Si esto es lo que los cerebros de la OTAN están tratando de recrear, lo que veremos es mucho más peligroso y amenazante para los habitantes no solo de toda Eurasia sino, de todo el globo ya que, hagámonos esta pregunta ¿Quién controlara a estos perros cuando los suelten?

 

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