sábado, 4 de enero de 2020



“LINEA ROTA”
Qué diferencia hay entre asesinar con armas sofisticadas o con explosivos rudimentarios. Asesinar a un alto funcionario iraní bajo argumentos carentes de pruebas ¿Debe ser tolerado por la ley internacional? El dilema que tratan de eludir los sustentadores de las políticas de Washington y Tel Aviv refiere a si estas acciones pueden tener algún sostén legal ¿Es terrorismo o no lo es?

Por Chrales H. Slim
En la tarde del jueves Bagdad se volvía a sacudir. Varias y potentes  explosiones se escucharon en las inmediaciones del Aeropuerto detonando las alarmas de los complejos cercanos. Los bagdadíes acostumbrados a la guerra no se sorprendían y muchos aseguraban con impavidez la injerencia de los “amerikí” en esto. Y no se equivocaron. Varios cohetes que supuestamente habían sido disparados por manos anónimas resultaron ser un ataque puntual y bien planificado de misiles guiados lanzados desde un Dron de la CIA contra un alto e influyente funcionario iraní.

Se trato de un ataque terrorista, sofisticado, pero terrorista al fin que asesino al general Iraní Qassem Soleimani de 62 años de edad y a ocho personas que lo acompañaban cuando salían del aeropuerto a bordo de dos automóviles. A la vista de la ley internacional, un crimen más en un país convertido por los mismos estadounidenses en tierra de nadie. Pero yendo a su ejecución material de este ehcho habría que preguntarse ¿Cómo sabían con tanta precisión donde estaría Soleimani? Pues la respuesta es muy clara. Iraq es un país cooptado por los estadounidenses y los alcahuetes de la CIA pululan por doquier.  

Soleimani no era cualquier general. Su reputación lo precede y obviamente, sus éxitos militares y políticos en Siria e Iraq fueron aborrecidos por los estadounidenses y en especial por los israelíes. La disposición de los asesores de las milicias “Al Quds” y el entrenamiento de combatientes iraquíes para derrotar a los “ISIS” y demás grupos mercenarios –plantados por los EEUU- fue central en la derrota del embuste del “Estado Islámico”. Su lucidez estratégica lo hizo famoso y temible para los enemigos de Irán. Hombre callado y contemplativo, Soleimani solía estar más atento a escuchar que a charlar. Fue uno de los artífices de la derrota definitiva del “ISIS” en Mosul y de la erradicación de los grupos mercenarios seudo-yihadistas que habían ocupado la provincia de “Quneitra” en Siria  que estaban siendo apoyados por Israel.

Fue el estratega y creador de las milicias populares iraquíes “Hashad Al Shaabi” que junto a las “Brigadas Kataib Hesbolla” se unieron para combatir a la sofisticada maquinaria de “ISIS” que –contaba con armamento provisto por Arabia Saudita y EEUU- ciertamente, no podía ser enfrentado por el gobierno títere de Bagdad. Esto destruye el mito de que fue “EEUU quien derroto al ISIS”, afirmación que Trump realizo en algún momento para justificar la retirada parcial de Siria. Los medios y en particular los periodistas de alquiler en Occidente no tardaron en hablar cuantas sandeces se les cruzó por la mente, sin haberse puesto en contexto y sin hablar la realidad de lo que viene sucediendo en la región desde 2003. Soleimani fue otra víctima en la larga lista de asesinatos por acciones terroristas de gobiernos occidentales y de sus aliados regionales, en especial de Israel.

Los supuestos argumentos con lo que sustentan este ataque, son bastante discutibles y endebles. Las premisas para justificar este asesinato nunca fueron probadas y ellas se basan en las acusaciones sobre los sabotajes a los buques petroleros llevados a cabo unos meses antes en el Golfo Pérsico. Si bien los medios corporativos justifican esto con todo tipo de falacias y acudiendo al maniqueísmo del “malo y el bueno”, dentro de EEUU son muchos quienes critican este arrebato demencial y ello ha propiciado a que la oposición demócrata reclame en forma oficial las pruebas tangibles y documentadas con las que se basó la Casa Blanca para autorizar esta acción.
EEUU uso la misma táctica que viene usando para matar civiles inocentes en Afganistán, Yemen, Pakistán e Iraq desde que comenzó en 2001 con su parodia de la “Lucha contra el terror”. No hay otra denominación para calificar estos actos que los de terror, aunque ello desagrade al Departamento de Estado y a la cada vez menos influyente Corporación de Medios encargada de maquillar la información.

Pero si bien Donald Trump salio inmediatamente –mediante sus acostumbradas bravuconadas- a reivindicar esta patética  acción, no hay dudas de que otros son los instigadores los que están detrás de su ejecución. 

Uno de los Twitts del presidente norteamericano decía:

"Donald J. Trump
@realDonaldTrump
General Qassem Soleimani has killed or badly wounded thousands of Americans over an extended period of time, and was plotting to kill many more...but got caught! He was directly and indirectly responsible for the death of millions of people, including the recent large number....
126 mil
10:54 - 3 ene. 2020."

Sin dudas, esto también ha sido parte de una estrategia para amortiguar las consecuencias del Impeachment que tiene en puerta.

A estas alturas a nadie le quedan dudas a quiénes beneficia esta muerte y cuál es el propósito real de ella. Dentro de la misma comunidad de inteligencia advierten que Israel y Benjamin Netanyahu en particular, se ven muy beneficiados con este golpe que no es otra cosa que “arrojar combustible a las llamas del Medio Oriente. Tel Aviv viene desde hace dos años impulsando una frenética y brutal campaña de usurpaciones y anexiones de territorios palestinos para concretar varios emprendimientos inmobiliarios en los cuales se construirán asentamientos para colonos judíos, algo que trata de ocultarse a la opinión pública mundial.

Que Trump lo haya ordenado no significa que tenga la menor idea de a quién le sirve en último sentido esto ni las consecuencias que ello traerá.

Neosionistas de Graham junto a Trump

Para Netanyahu y toda el ala sionista de dentro y fuera de Israel, la muerte de Soleimani es una magnifica noticia que hay que festejar. Coligados a estos, se hallan las iglesias evangelicas estadounidenses –aliados neosionistas- las cuales salieron a apoyar al presidente Trump, en particular el ministerio de la nieta de Billy Graham, Cissie Graham Lynch en Miami quien en una de sus misas afirmo junto a Donald Trump  que “Dios esta de nuestro lado”, revelando el mismo mesianismo psicópata de su predecesor el alcohólico George W. Bush. Sus comunicadores tratan de argumentar todas las justificaciones posibles acudiendo a la demonización, la misma que George W. Bush uso contra todos los musulmanes y que inmediatamente después uso contra Saddam Hussein y todo Iraq. No hay que olvidar que éste país árabe fue convertido en el caos actual, gracias a la invasión y ocupación que ellos mismos llevaron a cabo. 

Para estos sectores con clara orientación ideológica pro-sionista, los antecedentes de Israel en todo esto son pasados por alto. En los meses de julio agosto pasado, los aviones furtivos israelíes “F-35” invadieron el espacio aéreo de varios países para atacar objetivos iraníes en Siria e Iraq tratando de hacerlos parecer, como “misteriosas explosiones”. Incluso los mismos iraquíes saben que células de la inteligencia judía opera con la cooperación de los kurdos iraquíes y que entre otras acciones, están las de asesinar a los altos cargos de las agrupaciones chiitas.

Pero pese a que  estos periodistas y medios tratan de silenciar esto, los mismos han salido a la luz para pesar de los sionistas. Aquellos ataques y muchos otros que son ejecutados en forma discreta y silenciosamente revelan la naturaleza de estas acciones. Ello además fue una abierta violación al derecho internacional, una más en la larga lista de Tel Aviv. Incluso ante el uso de esta ventaja tecnológica ¿No sería posible que muchos de los ataques a bases estadounidenses ocurridos recientemente hayan sido ejecutados por estos aviones furtivos?

Con ello claramente pretende por un lado, amenazar a Iraq para que suspenda sus multiples relaciones con su vecino chiita y al mismo tiempo intimidar a Teherán para que salga de Siria y deje de apoyar a la causa palestina que, pese a las divisiones que actualmente hay dentro del mundo árabe –especialmente de las petromonarquías- sigue siendo una causa irrenunciable.

Más allá de la muerte, los daños causados y las consecuencias que ello traerá, la advertencia que ha surgido del bombardeo con estos Drones furtivos, ha llamado a muchos a cuestionarse  si en realidad esto no fue un plan pacientemente preparado llevando a que muchos sospechen ¿Han sido también aquellos misteriosos ataques previos contra las bases y emplazamientos petroliferos, operaciones de la CIA?

martes, 31 de diciembre de 2019




“ESCANDALO EN LA OPAQ”
Cómo las organizaciones internacionales pueden y son manipuladas desde adentro para concretar objetivos geopolíticos de las potencias globales?


Por Charles H. Slim
La legalidad mundial está en jaque y eso no es algo nuevo. Esta es una afirmación que puede verse ante los continuos ejemplos que desde 2001 vienen saliendo a la luz, referidos a políticas para manipular situaciones y hechos para presentarlos ante la opinión pública completamente diferentes a como realmente sucedieron.  En Siria desde las primeras horas de la agresión a su soberanía, la información de lo que estaba ocurriendo fue manipulada desde los medios informativos de los centros del poder global.

Desde marzo de 2011, los hechos que fueron ocurriendo en Siria, al ser informados por los medios occidentales –especialmente los anglosajones y franceses- estuvieron tiznados con una pátina de distorsión y ocultamiento que pretendía escenificar una revolución que en realidad nunca se produjo. Trastocar la realidad fue su más claro objetivo con la finalidad última de encubrir un intento por derrocar al legítimo gobierno de Damasco, algo que no pudo lograrse gracias a que en parte, no pudieron perpetuar el engaño.

Parte de este engaño se dio con la fabricación de los ataques químicos en las localidades de “Al Gouta”  en 2013 y “Duma” en 2018, ejecutados por grupos “Wahabistas” –de orientación saudita- que contando con el  apoyo secreto de agencias de inteligencia foráneas que entre otras cosas, le proveían de los precursores químicos para elaborar  agentes venenosos tales como el “Sarín” y “Cloro”, pretendían endilgárselo a Damasco.

Las pruebas de esto fueron extensamente recopiladas en bunkers y zulos de armas escondidos en ciudades y sitios que tras haber estado bajo el control de estas bandas, al ser recapturadas por el ejército árabe sirio pudieron hallar dentro de aquellos, toneladas de esos elementos muchos de los cuales traían impreso el logo de laboratorios turcos y saudíes. Obviamente esto representaba un duro revez a sus planes y una situación imposible de explicar ante la opinión pública occidental que comenzaba a cuestionarse ¿Acaso no estábamos luchando contra el terrorismo?

Borrar las pruebas, eliminar a testigos y de ser posible destruir a una nación como lo hicieron con Iraq y Libia, era fundamental para fabricar una historia a molde de las expectativas políticas de los sectores de la elite neconoservadora y sionista de Washington, principales impulsores de los planes por destruir a Siria.  Mire usted lo que ocurre en Libia, un país fracturado por las luchas internas que instaló deliberadamente el Departamento de Estado con Hillary Clinton a la cabeza y que la Francia de Zarcosi y la Gran Bretaña de Cameron, con ambiciones de recuperar sus glorias colonialistas,  apoyaron con entusiasmo. No pierda el hilo de la historia sino quiere que lo engañen.

Es cierto que fue la OTAN  la que proporcionó la cobertura aérea y militar para las operaciones de intervención bajo la resolución 1973 de Naciones Unidas, pero más cierto es que para lograrlo, trabajaron codo a codo con bandas criminales como “Al Qaeda” y grupos especiales financiados y armados por los petrodólares de las monarquías del Golfo que festejaron junto Tel Aviv el asesinato de un tipo tan molesto e incomodo como Gadafi.  Como se puede ver, no hubo nada de moralidad  en estas políticas.

Lo mismo habían esperado para Bashar Al Assad en Siria, pero fracasaron.  
Pese a que creyeron que las mismas tácticas funcionarian sin necesidad de mayores esfuerzos y complejidades, la preparación de las autoridades sirias para contra restar operaciones terroristas de agencias como el “Mossad” dentro de Damasco y la intervención paulatina de Rusia, lograron frenar el plan por consolidar un caos similar al que aún persistía en Bagdad.

White Helmets & Yihadists

Ante aquello, los conspiradores pasaron a profundizar la fase de desinformación y propaganda para demonizar a Siria y a su gobierno, fabricando todo tipo de tretas discursivas basadas tanto la falsificación de la realidad como la construcción de hechos brutales con los cuales crear un argumento sólido contra el gobierno “Baasista” de Al Assad. Nada mejor que elaborar ataques de Falsa bandera con agentes químicos con victimas reales. Los planificadores buscaban crear con ello, una condena mundial contra Damasco y al mismo tiempo y por intermedio de agencias internacionales como la OPAQ obligarlo a deshacerse de su arsenal de armas químicas, único factor de contra peso estratégico contra el arsenal de armas nucleares y químicas que posee Israel.

Tras el desarrollo de investigaciones independientes en el lugar donde –según los británicos y los franceses- se habría producido un ataque químico por la aviación siria, especialistas rusos determinaron que el mismo había sido falsificado y que nunca hubo tal ataque aéreo. Ante las evidencias la OPAQ no pudo sino más que cotejar con su personal conducido por el inspector Ian Henderson, el terreno y el informe ruso llegando a la misma conclusión.

Quedo claro que no sería fácil engañar al gobierno sirio y mucho menos a sus aliados en particular a Rusia que con la voluntad política de Vladimir Putin por cortar el progreso del terrorismo –que buscaría refugio en el Cáucaso-, proveería de todo el apoyo necesario a su colega árabe. Igualmente y confiando que podrían prosperar, los mecenas de los grupos “Yihadistas” llevaron adelante sus acciones clandestinas confiando que el impacto mediático haría el resto.  Pero pese a la presión mediática que secundó la versión de occidente, los planes no fructificaron.

Y más aún. Pese de las presiones de Washington y de la OTAN sobre la organización para el control de armas químicas, no pudieron alterar sus conclusiones o al menos, así lo hicieron parecer.

Las indagaciones de investigadores independientes, lograron descubrir que el informe que presento la OPAQ, había sido falseado.  Como lo revelan artículos de reconocidos investigadores[1], detrás de este supuesto ataque, acusado por la banda armada “Jaysh Al Islam” se ocultaban las incumbencias de agencias de inteligencia occidentales que operando bajo la máscara de organizaciones de ayuda humanitaria –como White Helmets dirigida por el MI-6-, buscaban dar sustancia a los argumentos políticos de sus gobiernos. Esto a su vez, justifico el ataque conjuto realizado por EEUU, Francia y Gran Bretaña sobre territorio sirio entre el 13 y 14 de abril de 2018 que a pesar de su masividad, tuvo un resultado magro gracias, a la implementación de un sofisticado sistema de defensa electrónica a cargo de las Fuerzas Aeroespaciales rusas.

Inmediatamente, Rusia presento ante la sede de la OPAQ en “La Haya” 17 testigos oculares que desmentían la versión presentada por el grupo yihadista y las potencias occidentales que acusaron sin más pruebas que su propaganda mediática al gobierno sirio. Pese a la importancia de ésta prueba, la ONU y también la OPAQ se negó a producirla gracias a la presión ejercida por las representaciones Francia, Gran Bretaña y EEUU. 
Fue entonces que muchos se cuestionaron ¿No es algo demasiado curioso que dichos organismos se negaran a escuchar estos testimonios? ¿Qué querían esconder los promotores de este ocultamiento?

Hace poco “Wikileaks” volvió a publicar una serie de documentos confidenciales que revelan detalles inquietantes en rededor a este tema[2] y explican el por qué de aquella negativa. Según estos, se determinó que el diplomático francés Sebastián Braha insertado en la OPAQ tres meses después del incidente del 7 de abril 2018 en “Duma”, tenía la misión específica de controlar el resultado de las investigaciones. Documentos internos de la organización revelaron que Braha ordeno a Henderson la destrucción de evidencia que se había recopilado en las inspecciones.

Sin más rodeos, el diplomático francés le ordeno al inspector Ian Henderson eliminar sus correos electrónicos donde se adjuntaban el informe de “Duma” y los rastros que hubiera dejado. Esta directiva surgió de uno de los documentos digitales internos de la OPAQ en el cual se lee: «Sírvase retirar ese documento de los archivos […]. Y sírvase eliminar todo rastro, ‎si existe, de su entrega/conservación/lo que sea que haya en los archivos». El motivo para esta extraña orden era, que Henderson había comprobado que los restos de los cilindros hallados en el lugar del presunto ataque aéreo, evidenciaban que habían sido plantados en el terreno y detonados el lugar.

Esta revelación no puede hacer otra cosa, que llamar la atención a la opinión pública para estar alerta y no ser manipulada pero también a las instancias judiciales internacionales como la Corte Penal Internacional que en algún momento y cuando se logren vencer las presiones que obstaculizan sus funciones, deberá presentar un caso por crímenes de guerra y lesa humanidad contra los verdaderos cerebros y ejecutores de estas abominaciones.


[1] RED VOLTAIRE.org. “Informe sobre “ataque químico” en Siria ‎fue falsificado en la OPAQ”. https://www.voltairenet.org/article208428.html

jueves, 26 de diciembre de 2019




“TRUMP NO MORE?”
¿Ha llegado el momento de una salida oprobiosa de Trump o de pactar un arreglo que no permita que la sangre llegue al río?

Por Charles H. Slim
Al parecer pocos en Washington son quienes toleran un día más del gobierno de Donald Trump. 

Sus excentricidades, su desparpajo ante los medios, su neopotismo que se ve con la participación de su familia dentro de áreas sensibles de la administración, le han dado más argumentos a la oposición demócrata que ya venía insistiendo con  los ya previamente planteados sobre las supuestas conexiones con el Kremlin y su despreciable misoginia.

Y aunque aquel “Russia-Gate” haya sido una novela de espías y misterio tejida por la resentida senadora Hillary Clinton y su equipo de asesores, lo cierto es que Trump ha hecho mucho para que su impopularidad, tanto dentro como fuera de los EEUU haya crecido ha niveles impensados. Si bien varias de sus políticas son del agrado y simpatía del Establishment (como el bloqueo a Venezuela), otras parecieran apuntar a crear corrosivas controversias en estos círculos poniendo en tela de juicio los frentes bélicos que aún persisten y sabotenado con ello la industria de la muerte de la cual desde casi dos décadas han venido sacando multimillonarias ganancias.

Su política inmigratoria de Apartheid  calificando y tratando a los inmigrantes como “animales”, “criminales” y “mala gente” que se materializaron en las inhumanas condiciones de persecución y detención, ayudo a ensuciar aún más la percudida imagen de EEUU. Para colmo, su arrebatada personalidad ha confundido la amistad que lo une con Benjamín Nentayahu con las políticas de un estado de Israel cada día más inviable. 

Ello ha causado controversias y rechazos dentro del espectro de la influyente comunidad judía estadounidense que se siente políticamente  representada por AIPAC (acusada de haber pagado a funcionarios para apoyar a Israel) y sus políticos cabilderos, que por las inconsecuencias de Trump los ha separado entre sionistas de derecha y de izquierda. Mientras que para algunos Trump es “la figura del Cristo” (para los neosionistas), para otros sionistas es “el Rey de Israel” demostrando con ello, el grado de mesianismo y locura que afecta a la política norteamericana.
Igualmente ello no significaría un fracaso en las elecciones presidenciales 2020, y ello por el hecho de que él es el menos peor entre los demás candidatos.

En lo referente a sus políticas exteriores, Trump ha sido tan sorpresivo como contradictorio. Pese a reforzar los lazos de EEUU con Israel concediéndole un reconocimiento ilegal sobre Jerusalen, al mismo tiempo, tras ordenar la retirada parcial de las fuerzas especiales de Siria –retirando su apoyo a los kurdos sionistas-, ha cortado las expectativas de los necon y sus aliados sionistas en el Congreso por extender sus incumbencias sobre  Iraq, de cara a proseguir con los planes por lanzar una campaña belica a mediano plazo sobre Irán.  
Misil tactico Chino de última generación

Al  mismo tiempo, la repentina salida del tratado de misiles estratégicos de alcance medio “START”, retrogrado la relación con Rusia a épocas pretéritas desatando el miedo a una nueva carrera armamentística. Sumado a ello, su empecinamiento por desatar una guerra comercial con China que pone en riesgo al mundo de una profunda recesión, se le agrega el crecimiento y modernización que Beijin viene teniendo en el área estratégica militar.

Asimismo, ha roto varias lanzas con sus aliados europeos y en especial con la OTAN a la que sigue considerando como un “gasto innecesario” que EEUU no debe solventar.

Pero a pesar de estas cuestiones, el actual desarrollo del Impeachment contra su investidura, no ha estado excento de contra marchas, contrariedades y peleas entre sus opositores.  Pareciera que la aversión que estos tienen por Trump los lleva a competir para ver quien puede desbancarlo antes que el otro. Las discusiones que se ven entre la presidente de la Cámara de representantes Nancy Pelosi y el líder de la minoría demócrata Chuck Schumer han puesto en tela de juicio la capacidad de la oposición por presentar un caso sólido y coordinado contra el presidente.

Pero los desacuerdos y las contradicciones sobre la personalidad y las controversias del presidente afectan también a los republicanos causando discusiones y controversias que asemeja a los debates  políticos dentro de la Cámara y los recintos de los bloques que refleja una verdadera “torre de Babel”.

En este sentido el presidente de la mayoría republicana el senador por Kentuky Mitch McConnel ha dejado entrever sus objeciones en cuanto al llamado a testificar de los asesores de Trump tan insistentemente pedido por los demócratas en especial, por la presidente de la Cámara de Representantes a quien Trump le dedico no hace mucho una dura reprimenda verbal en medio de una charla en el Salón Oval de la Casa Blanca.

Para McConnell hay en muchos de los senadores democratas que buscan entablar un juicio político duro y profundo, un calculado interés político claro en especial en varios de ellos como Bernie Sanders y Elisabeth Warren quienes-cada uno por su lado-  aspiran a la candidatura presidencial 2020. 
Tan claro fue en su señalamiento McConnel que llamo a sus pares en el senado y en particular a estos dos a “terminar la farsa”.

Igualmente y desde otra perspectiva, puede advertirse que las trabas existentes y los rodeos en poner a rodar un proceso irrestricto, existen miedos de los demócratas a que muchos de sus asuntos sucios, particularmente aquellos que involucran a los Clinton y Obama, queden aún más al descubierto perjudicando con ello no solo al partido, sino al mismo sistema que ya viene acusando u
n severo cuestionamiento desde la opinión pública estadounidense.
Nancy Pelosi antes de anunciar el Impeachment

¿Pero como se ve esta realidad desde Argentina? Pues directamente ni se advierte. Y es que por estos lados los problemas que tiene el país, supera cualquier interés por saber como le va a lo que alguna vez fue la potencia política más influyente de la región. Lo que si es cierto es que sea Trump o sea quien fuere el ocupante de la Casa Blanca, la elite política y financiera argenta estará incondicional con lo que Washington “guste mandar”.

Con respecto a la Argentina, Trump no ha hecho nada trascendente salvo, el ayudar a Mauricio Macri y su gobierno a que el FMI le otorgara aquel escandaloso e impagable préstamo que ha hipotecado a la nación para los próximos cien años. Lo que Macri y su gente vieron como un auspicioso apoyo, no fue sino más que un eslabon más de la cadena que sujeta a la Argentina a la dependencia externa. Incluso a Trump nunca le intereso Argentina en sí, caso contrario con Brasil –y más allá de sus simpatías por Bolsonaro- con el cual vio –como sus predecesores- un interés estratégico para la inversión en diversas áreas de la producción.

Tanto Macri como Bolsonaro –y más allá de las obsecuencias de cada uno de ellos- advirtieron cada uno por su lado y en diverso grado, que Donald Trump era y sigue siendo bastante reticente a insertar sus economías nacionales –o incluso la del bloque MERCOSUR- como socios participes de la ya de por sí cerrada y proteccionista economía estadounidense. La imposición de aranceles a varios productos y la discriminación de otros provenientes desde ambos países han reafirmado esa política.

Esto se ve enmarcado en una guerra comercial abierta con China que ya lleva varias batallas y que amenaza con causar más pérdidas económicas a los socios europeos y por supuesto, a todos aquellos países que se hallan de alguna manera sujetos a la economía y las finanzas que digita Washington. Esto ha propiciado que tanto la UE como muchos países latinoamericanos estén mirando a Rusia y China para establecer acuerdos en varias áreas especialmente, para la provisión de gas.

Pero sin lugar a dudas, lo que permitió a la oposición demócrata y dio lugar al juicio político fue la arrogancia de un empresario acostumbrado a sus caprichos y mañas en el mundo de los negocios, quien creyéndose invencible tras salir airoso de las investigaciones del fiscal Mueller por el asunto “Russian-Gate”, metio la pata con el “asunto ucraniano” al realizar gestiones impertinentes e ilegales con el gobierno de Kiev no solo por pedir que investiguen a un rival político como Biden sino porque esto, al ser descubierto y puesto a la vista de la opinión pública compromete la tan invocada “Seguridad Nacional” y atenta contra la Constitución.

Es por ello que Donald Trump es un dolor de cabeza, un inconveniente para el sistema político bipartidista norteamericano que debe ser erradicado tan pronto como sea posible si la elite en Washington quiere proteger sus negocios e intereses.

martes, 24 de diciembre de 2019



“TERRORISMO S.A.”
Quiénes son los verdaderos propulsores y cuáles son las finalidades que persiguen al desarrollar este supuesto fenómeno internacional


Por Charles H. Slim

Muchos temas adquieren comprensión al verlos a la distancia del tiempo y uno de ellos es el llamado fenómeno del terrorismo, que durante décadas se lo vinculo de manera maliciosa y direccionada al mundo árabe y tan pronto como pudieron al Islam. Como bien lo señalan algunos investigadores, este no es un fenómeno ni mucho menos una ideología imbricada a una religión en particular (como ciertos sectores han tratado de argumentar a lo largo de estos años), se trata de una táctica de guerra que busca solo eso, el terror.

En las últimas décadas, esta táctica ha pasado a ser una de las armas más desarrolladas no por organizaciones irregulares o extremistas, grupos guerrilleros o bandas criminales ligadas al narcotráfico como se vió en la década de los sesentas y setentas en Europa, Medio Oriente y América Latina; sino por el contrario, por las agencias de inteligencia gubernamentales occidentales, en especial la CIA, el MI-6 y sus maestros en esto, el Mossad israelí. Sobre esto último, uno de los embustes últimamente detectados en Palestina es, el uso por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y de la “Shin Bet” de comandos disfrazados como combatientes de “Hamas” que tras infiltrarse por las bardas alambradas de Gaza y a fin de justificar brutales operaciones de bombardeos y confiscación de territorios árabes, lanzan ataques con cohetes y morteros sobre los asentamientos israelíes del sur de Israel.

En el mismo plan, los intentos de Tel Aviv por establecer la supuesta presencia y alianza del “ISIS” con “Hamas” en Palestina busco ahondar las operaciones de represión contra la población palestina.

En las operaciones exteriores, sus colegas civiles del Mossad no son menos cruentas y aprensivos en la ejecución de sus acciones. Una larga lista de crímenes –especialmente contra científicos árabes y musulmanes- investigados por algunos periodistas israelíes[1], así lo remarca.

Desarrollada incluso con el reclutamiento y la cooperación de varios elementos de organizaciones irregulares, las agencias de inteligencia comenzaron a usar con discreción esta táctica con finalidades políticas para ir poco pero progresivamente, a usarla para incumbencias negociales para satisfacer objetivos puramente corporativos y empresariales. Que los medios occidentales y en particular los obsecuentes títeres latinoamericanos (en especial los argentinos), no se atrevan a hablar del tema y mucho menos profundizarlo, no significa que ello no suceda o sea real.

El engaño es el telón de fondo para desplegar esta táctica. La escenificación de una agresión o una amenaza mediante “operaciones negras” o las llamadas “banderas falsas”, es crucial para fabricar legislación y políticas de estado que justifiquen el estado de excepción, la instalación del miedo colectivo que a la postre, justificara desatar operaciones hostiles y hasta guerras abiertas contra otros países. El secretismo de estado y argumentos como la llamada “seguridad nacional” que Washington ha desplegado para sus políticas externas, ha sido un elemento fundamental para mover estas maquinaciones. Ahora bien,  usted podría preguntarse ¿Por qué nadie dijo nada o se desarrollaron investigaciones de la justicia que pesquisaran esto? Simplemente, porque el mismo estado era (y sigue siendo) parte de esto y de haberlo ventilado algún investigador en los setentas, en los años ochentas e incluso en los noventas hubiera significado la cárcel o su discreta eliminación física.

El 11 de septiembre de 2001 sin dudas fue la apoteosis de éste tipo de engaños destinado –entre otras cuestiones- a desarrollar una política con alcance global que aparentara combatir un supuesto “fenómeno” que en realidad había sido alimentado por décadas por sus propias agencias federales a la saga de políticas de estado y más precisamente por funcionarios insignes y sectores oscurantistas desde dentro del Departamento de Estado norteamericano. Quien puede olvidarse de los siniestros hermanos Dulles, del Secretario de Estado Henry Kissinger y de su colega el diabólico asesor de Seguridad Nacional Bgniew Brzeznki o de tipos como John Negroponte y Elliot Abrams que como funcionarios estadounidenses sembraron la muerte y el terror con sus escuadrones de la muerte en Centroamérica y luego en Iraq.

Una bomba israelí borra un edificio con sus moradores en Gaza, 2019

Precisamente la ocupación de Iraq desde 2003 significo la oportunidad y el escenario ideal para ensayar nuevas tácticas de terror sobre una población y en el despliegue de las cuales (aprovechando el caos existente) fueron detectados en el ejercicio de este tipo de hechos tanto los militares angloestadounidenses, grupos de tareas privados (contratistas) como a grupos especiales dirigidos por la CIA y el Mossad. A partir de aquí, se irá desarrollando un embuste más elaborado que desplazara al programa de insurgencia  “Al Qaeda” (liderado por el agente Osama B.L.) y que hoy conocemos como el “Estado Islámico”.

Hay en el despliegue de estas tácticas, un notorio desprecio por el otro, por el prójimo. El extraño, el desconocido (países, pueblos y culturas) al ser ajeno a su realidad, su sufrimiento y dolor no cuentan. Es la misma mentalidad discriminatoria decimonónica que blandía la falsa dicotomía entre barbarie y la civilización que se arrogaban los colonialistas británicos y europeos en general para masacrar a los pueblos asiáticos y africanos. Es el mismo concepto que por aquellas épocas, adoptaron algunos intelectuales del Río de la Plata. Esto sin dudas demuestra una dinámica mental de ideologías racistas, Chauvinistas y xenófobas que justifican sus crímenes y atrocidades más abominables con justificaciones supremacistas de la más variada índole. Sus maquiavélicos cerebros elaboran justificaciones con las cuales trataran de escapar a la justicia y los juicios de la historia y para ello, deben controlar el relato político que exponen los corporativos Mass Media y sus periodistas a sueldo.

La “Primavera Árabe”, un rótulo creado por intelectuales sionistas como el sociólogo y multimillonario francés Bernard Henry Levy, es un ejemplo de aquello. Fue levantado y usado por los editorialistas de los medios occidentales más influyentes para basamentar y argumentar la brutal intervención de Francia y la OTAN sobre Libia y derrocar al legitimo gobierno de Gadafi en 2010[2]. En esas jornadas y camuflados detrás de supuestas protestas callejeras, se detectaron e incluso detuvieron a francotiradores de origen extranjero que disparaban deliberada y alternadamente sobre ciudadanos y policías libios. Por supuesto que estos hechos nunca saliron a la luz en los subalternos medios de la región. La misma táctica se vio inmediatamente en Siria unos meses después, cuando el 17 de marzo de 2011 se produjeron violentas manifestaciones en la localidad de “Daraa” donde cuatro manifestantes y siete policías murieron –según las líneas editoriales occidentales e israelíes- por “enfrentamientos”[3]. En realidad lo que sucedió fue que, parapetados en los tejados y ventanas de algunas casas, se agazapaban francotiradores quienes muy bien coordinados y junto a grupos de agitadores profesionales que se entremezclaban con los manifestantes, azusaron la violencia contra el gobierno sirio.

Agentes Shin bet disfrazados como palestinos secuestran a un activista

Otro ejemplo de como operan y hasta donde pueden llegar estas tácticas, fueron los reiterados intentos de acusar al gobierno sirio de haber usado armas químicas sobre la población civil en “Al Gouta” y “Duma” allá por 2013, un embuste que tras investigaciones independientes[4], fue desmantelado gracias a la intervención política y diplomática rusa. Lo peor de todo es que estos “grupos de tareas” dirigidos por agencias de inteligencia (MIT, MI-6 y Mutkahabart qatarí), secuestraron a niños y mujeres para envenenarlos y mediante un montaje fílmico bien escenificado, lo subieron a las redes sociales para hacerlos parecer que habían sido envenenados por ojivas militares de las fuerzas gubernamentales.

Los medios occidentales nunca denunciaron esto y por el contrario, colaboraron con el ocultamiento gubernamental de estos hechos. La ventaja que explotaron las diferencias culturales como el desconocimiento del lenguaje árabe y la falta de conocimiento –o más bien la ignorancia- de la sociedad occidental sobre la realidad política y la cultura del mundo árabe, facilitaba esto ante el desconocimiento de una realidad que llegaba caricaturizada desde los medios anglosajones.

Cuando por finales del 2013[5] comenzaron a verse sorpresivas movilizaciones callejeras en Kiev, Ucrania, era el signo de que algo más grande estaba por ocurrir. Y fue así. Para comienzos de 2014 las manifestaciones en la Plaza de Maidan fueron presentadas por la Corporación de medios occidental –con EEUU y la UE a la cabeza- como una legitima reacción popular ante las políticas de hambre de un gobierno pro-ruso del presidente Vicktor Yanucovich. La mano de la CIA y elementos locales –neonazis- era inocultable[6]. También aquí participaron equipos con francotiradores –reclutados y coordinados por la misma agencia- que dispararon alternadamente sobre manifestantes y policías. El plan de hacer creer que el gobierno pro-ruso de Yanucovich había reprimido brutalmente a los manifestantes, funciono. Pero algo salió mal y pronto se conoció –gracias a la inteligencia rusa- que la embajada estadounidense en Kiev y el Departamento de Estado estaban, junto a la representación de la Unión Europea personalizada por Geoffry Pyatt, involucrados en la coordinación de los acontecimientos. El escándalo fue tan grande que la embajadora Victoria Nuland[7] fue llamada a dar explicaciones ante el Congreso aunque ello, cabe remarcarlo, solo fue una mera formalidad para calmar a la opinión pública.

En síntesis. Queda claro que el Terrorismo como tal, no es lo que Washington, la UE, la OTAN ni la ONU han tratado de argumentar por años y es tiempo de que los organismos internacionales de justicia como la Corte Penal Internacional comiencen a estudiar con detenimiento y profundidad los casos en los que el ejercicio del terror puede llegar a encubrir otros negocios y personajes muy diferentes al relato que la Corporación de medios pretende endilgar.




[1] HISPAN.TV. “Periodista israelí revela asesinato de miles de personas por Mossad”. Publicado el 20 de enero de 2018. https://www.hispantv.com/noticias/oriente-medio/366127/israel-mossad-asesina-tortura-libro-ronen-bergman
[2] RED VOLTAIRE.org. “Ideologo sionista francés abucheado en Tunez”. Publicado en 2 de noviembre de 2014. www.voltairenet.org/article185786.html
[3] GLOBALRESEARCH.org. “The US-NATO-Israel Sponsored Al Qaeda Insurgency in Syria. Who Was Behind the 2011 “Protest Movement”?, By. Prof. Michel Chossudovsky, https://www.globalresearch.ca/syria-who-is-behind-the-protest-movement-fabricating-a-pretext-for-a-us-nato-humanitarian-intervention/24591  
[4] RT. Falsos videos de ataque químico. https://www.youtube.com/watch?v=3zlcMeBFiSY
[5] THE GUARDIAN.UK. “Manifestantes ucranianos inundan Kiev después de que el presidente se retirara del acuerdo con la UE”. 24 de Noviembre de 2013. https://www.theguardian.com/world/2013/nov/24/ukraine-protesters-yanukovych-aborts-eu-deal-russia
[6] SHADOWPROOF.com. “LA INTERVENCIÓN DE LA CIA EN UCRANIA HA TENIDO LUGAR DURANTE DÉCADAS”, https://shadowproof.com/2014/08/09/cia-intervention-in-ukraine-has-been-taking-place-for-decades/