DIBUJANDO LA PAZ A
CONVENIENCIA
¿Cómo puede
negociarse la paz mientras los socios de Washington siguen alimentando la
guerra?
Por Charles H. Slim
Se puede decir que al día de hoy, hay una gran frustración en Donald Trump en referencia a sus esfuerzos por lograr un alto al fuego en Ucrania. Y no es para menos ya que con cada tropiezo que se produce en las negociaciones queda como un tonto. Los auspicios del príncipe saudita Ben Salman y del líder turco Erdogan ofreciendo sus países como terreno neutral de negociaciones entre Zelensky y Putin obviamente no están exentos de interés no tanto para con Washington sino más bien, para con Moscú.
Y es que no hay
dudas quien se ha impuesto en el terreno militar. Al mismo tiempo, tanto Riad
como Ankara están conscientes (además de la geopolítica) de la pugna interna en
los EEUU en la cual queda muy claro que la administración Trump no controla
todo. Entonces ¿Quiénes son sus rivales? Una parte de establecimiento que se
halla férreamente comprometido con la doctrina Rumsfeld-Cebrowski y el
intervencionismo exterior sin fin.
En este núcleo
oscuro de ese mismo establecimiento que puso a Trump en La Casa Blanca se
agrupan los neoconservadores, los sionistas revisionistas, la corporación
militar-industrial y la corporación de medios encargada de formatear la
realidad a conveniencia de este sector. Este es el mismo que comparte y difunde
la rusofobia y la islamofobia.
Este sector del
establecimiento fue el impulsor de la agitación política y del golpe de estado
de 2014 que tras una larga cadena de provocaciones terminaría con la obligada
intervención de Rusia.
Es sin dudas por
la influencia de este sector que Trump ve frustradas sus ambiciones de quedar
como el que terminó con la guerra en Ucrania y ¿Por qué se oponen a que esta
guerra finalice? Más allá de los grandes negocios que se frustrarían, está su
ideario internacionalista por recuperar y perpetuar la hegemonía estadounidense
total sobre Europa a través de la OTAN y para ello, hay que destruir a Rusia y
volver a ponerle un grillete a China.
No es que Trump
sea un agente ruso o idioteces similares a las que medios y presentadores de
las cadenas estadounidenses (y que los chupamedias argentinos repiten) suelen
deslizar para consumo de un sector de cabezas hueca de la población, él solo es
practico y nada más. El presidente estadounidense piensa con la cabeza de un
comerciante y en esa lógica, todos los que se ven involucrados en una
negociación deben ser convencidos, persuadidos antes que forzados con una
pistola.
Mientras CNN y el
resto de los monigotes de la corporación de medios acusan a Rusia de atacar
brutalmente a Ucrania en momentos que se intenta llegar a un alto al fuego,
ignoran y no dan cuenta de los ataques ucranianos con drones previos a estas
represalias. Incluso Vladimir Putin ha sido demasiado paciente y tolerante ante
estas arteras acciones que incluso están ocurriendo contra el territorio ruso y
objetivos civiles en los oblast de Belgorod y Kursk.
Incluso más. Putin
ha demostrado ser mucho más que tolerante con las provocativas actividades de
actores europeos alineados a los políticos internacionalistas estadounidenses
(representativos de aquel sector del establecimiento) quienes pretenden que la
guerra no termine (a costa de la vida de los incautos ucranianos), salvo bajo
sus propias condiciones. En este plan, los británicos con Sir Starmer a la
cabeza (representante del establecimiento británico) y el pequeño Macron con su
engendro “de los dispuestos” buscan conseguir ventajas estratégicas sabiendo
que Trump no estará siempre en La Casa Blanca y que en algún momento con el
recambio en Washington (de ser posible con un demócrata) la OTAN volverá a
estar bajo el comando estadounidense.
Pero aquello es
una expectativa lejana y es por ello que siguen con sus tácticas aisladas,
tanto en lo político como en lo militar para seguir manteniendo el conflicto y
a su vez, desacreditar a Trump. En ese plan y como una medida desesperada, las
afirmaciones del canciller alemán Friedrich Merz de estar dispuesto a
proporcionar a Kiev los misiles “Taurus” de alcance medio que llegarían a Moscú
solo siembran dudas más y gasta la poca confianza en las gestiones de Trump.
Dejemos de lado
las consecuencias que aquello acarrearía no solo para Alemania sino para todo
Europa y que en última instancia implica la paz global. Si Merz se atreviera a
semejante acto ni EEUU ni la OTAN tienen con qué detener una represalia de
misiles rusos hipersónicos “Oreshnik” ¿Estará informado de ello el señor
Friedrich? Si bien Putin y su gabinete atienden a estas bravuconadas como parte
de las provocaciones del establecimiento militarista en Washington y de
partidarios europeos como Friedrich ¿Pueden esperar resultados en las
negociaciones de paz?
Y es que hay
varios factores que fundan este escepticismo. El primero se sientan en las
acciones terroristas y los ataques (con drones FPV y misiles occidentales) que
los ucranianos siguieron y siguen llevando a cabo pese a las pausas impuestas
por Moscú en la pascua y en momentos que celebraba el Día de la Victoria. Los
últimos ataques terroristas tanto sobre los puentes ferroviarios en Kursk, Briansk,
como contra las bases de bombarderos
estratégicos en Siberia llevan la marca angloestadounidense, o al menos sus
autores se han preocupado porque así parezca. Estas acciones no podrían ser
ejecutadas sin la asistencia material y técnica (que implica inteligencia) de
los británicos y otros subalternos atlantistas, los mismos que tras participar
en la aventura en Kursk, fueron eliminados o terminaron huyendo mal heridos.
Como se puede
intuir, los amigos británicos parecen decididos a fregarle los objetivos a
Trump, aún a costa de una escalada nuclear pero no están solos en este plan,
sin dudas les prestan colaboración los enemigos internos en Washington.