“A VIEW OF
MACRI”
El actual
gobierno de Alberto Fernández parece estar buscando todo tipo elementos para
desacreditar a la oposición y parece haberlos hallado ¿Será el fin de la
carrera política de Macri?
Por Dany Smith
El martes por a mañana se conoció la noticia sobre la
presentación electrónica de una denuncia por espionaje realizado por la
administración de Mauricio Macri sobre unas cien personas vinculadas a la dirigencia
política (opositora y propia), el sindicalismo, periodismo, dirigentes sociales
y policías de alto rango. Lo peculiar de esto no era en sí esta práctica tan
acostumbrada en la vida política del país, sino que esta habría sido encargada
por el entonces presidente Mauricio Macri al jefe de la Agencia Federal de
Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas.
Esto ha dado lugar a un gran escándalo que tiene
profundas consecuencias legales dado que esta red de espionaje electrónico que
consistía en la intrusión de mails y comunicaciones telefónicas privadas no
estaba autorizada por un juez federal. Pese a que muchos creyeron que no
pasaría nada, en las últimas horas se ha sabido que el fiscal federal Jorge Di
Lello decidió impulsar una investigación penal al ex presidente Mauricio Macri,
a Gustavo Arribas y a la señora Silvia Cristina Majdalani[1]
como directores de la AFI. Pero tal vez, lo más importante sean sus
consecuencias políticas a mediano plazo y con ello, el aprovechamiento que hará
el gobierno de Alberto Fernández para desquitarse y deshacerse de sus
opositores.
Algunas señales de que el gobierno macrista estaba
usando inteligencia ilegal se advirtieron en 2019. Pero ¿Acaso esto era algo
inusitado dentro de la vida política de éste país? Para nada. Desde que se
tiene noción de la vida política en el Río de La Plata, el alcahuete y el
buchón han sido una de las condiciones sine
quanon para ascender dentro de la sacrificada militancia partidaria.
Asimismo tampoco debería despertar ninguna sorpresa
esta noticia, dado que Macri durante su administración como jefe de gobierno de
la Ciudad Autónoma, fue quien –pasando
por encima de la legislatura porteña, el mismo Congreso y de las leyes de la
nación- formó una red paraestatal de espionaje telefónico que estuvo
dirigida por un ex policía federal y abogado de nombre Ciro James, un personaje
del mundo del espionaje y la intriga local, para lo cual requirió la
colaboración de nada menos que “expertos” de
la CIA y el Mossad israelí siendo ello un escándalo mudo en los medios.
Incluso la proyección, creación y preparación de la
actual policía metropolitana de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) fue
estructurada bajo parámetros y el asesoramiento de especialistas estadounidenses e israelíes, lo que ya marca
de por sí, la falta de independencia y la debilidad del estado en el campo de
la seguridad interior.
Al frente de esta nueva y sofisticada fuerza
policial fue puesto Jorge “El Fino” Palacios, un comisario jefe de la División
Delitos Complejos de la Federal quien fue recomendado por la embajada de los
EEUU en Buenos Aires y sospechado de haber estado involucrado en la oscura trama
que rodeo las complicadas y entorpecidas investigaciones del atentado de la
AMIA de 1994 durante la década menemista, una época en la que las empresas
privadas de seguridad ligadas a ex agentes de la CIA como “EXXEL Group” y
“HOLDER ASSOCIATES” –dirigida por Frank
Holder con vínculos en la Justicia Federal -, cayeron en el país para abrir
sus propios emprendimientos. Un dato a tener en cuenta, es que esta última empresa fue la que muy
convenientemente –y tras el asesinato del
periodista Cabezas- se quedo con las empresas de AlfredoYabran.
Majdalani y Arribas |
En realidad este episodio de la historia argentina
no hace más que recordar cual fue el grado de penetración y control que ejercen
las agencias de inteligencia anglo estadounidenses (MI-6, CIA) y sus colegas
israelíes (Mossad) sobre las fuerzas de seguridad argentinas y también dentro
de los círculos de la justicia federal (Como se pudo ver con el fiscal Alberto Nisman).
Si bien la infiltración de agencias
británicas como el MI-6 databa de otras épocas –Según la lista publicada por el ex agente Richard Tomlinson[2]-, con la
presidencia de Carlos Menem (desde 1989
a 1999) se abrieron las puertas de par en par a sus socios estadounidenses e
israelíes quienes, además de sus objetivos trazados por la Casa Blanca,
trajeron consigo sus metodologías y asuntos sucios. Desde entonces la seguridad
y la inteligencia argentina demostraron estar altamente comprometidas y al
servicio de otros intereses.
Obviamente nada de esto fue publicado o incluso
sutilmente sugerido por los sagaces periodistas de los medios argentinos
quienes desde entonces, prefieren mantener silencio.
Cuando Macri y su gente ganaron las elecciones en
2015 muchos auguraron con acierto que ello propiciaría la ampliación de
aquellas incumbencias con la cooptación total de las fuerzas de seguridad, de
inteligencia y de las FFAA. Esto fue lo que sucedió con el jefe de la Policía de la provincia de Buenos Aires, Pablo Bressi quien –en plena era Kirchnerista- fue “elegido” en 2009 por sugerencia de
la embajada de los Estados Unidos. Sin dudas esto fue una prueba más de la
profundización de la injerencia externa en los asuntos internos del país.
Con un sector claramente sionista y
pro-estadounidense dentro de CAMBIEMOS (destacado por Ronald Lauder)[3] y muy
decidido a estrechar estos lazos más allá de lo meramente cultural, se pudo
saber que tanto en la provincia de Buenos Aires y a nivel nación la
intervención de las embajadas de sendos países tuvieron un papel central para
elegir a funcionarios, oficiales y jefes de las policías locales.
En igual forma, era de esperar que tanto la CIA como
el Mossad se avocaran a formatear a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) a
gusto y de acuerdo a sus propios intereses. El momento no podía ser más
propicio. La principal excusa para que estas agencias puedan operar con tal
desparpajo son las tan mediatizadas amenazas del terrorismo “islámico” que argumentan por los ataques de 1992 y 1994
responsabilizando sin pruebas concretas a Irán y a “Hesbolá”.
Con una infraestructura derruida (que imposibilita
de recopilar y procesar información) y sin objetivos estratégicos ciertos esta
área sensible de cualquier estado soberano, en Argentina la estructura de
inteligencia solo era y sigue siendo un pozo sin fondo para los recursos
reservados que –a medias con el poder
político- terminan alimentando a una mafia que sirve al mejor postor.
Richard Tomlinson ex MI-6 |
Las consecuencias de esto pudieron advertirse
rápidamente con la asunción de Macri. A la inmediata subordinación a los
intereses geopolíticos de Tel Aviv y Washington, se dieron pasos en concreto en
ese sentido. El bochornoso incidente con “Marcelo D´Alessio” un agente
inorgánico tanto de Tel Aviv como de Washington vinculado a la ministra de
seguridad Patricia Bulrich (y algunos periodistas), fue una prueba de que había
una estructura de inteligencia paralela que no respondía al estado. Pero claro,
este fue otro episodio que fue guardado
bajo el cajón de los medios.
Al mismo tiempo, la Casa Rosada auspiciaba el
ingreso de equipos y personal militar y de inteligencia de ambos países, permitiendo
la instalación de nuevos y sofisticados sistemas de intervención de las
comunicaciones electrónicas con softwares como “Pegasus” (provisto por NSO
Group)[4] por medio del cual las agencias de
inteligencia de Israel espía ilegalmente y sin control alguno las actividades
de periodistas, políticos y gobiernos de todo Latino América.
A esta empresa y otras del mismo rubro se las
involucra con la provisión de estos sistemas a gobiernos con historiales
aberrantes sobre la violación a los derechos humanos algo que a los israelíes
poco les importa cuando se trata de negocios. Gracias a este sistema, las
agencias de inteligencia pueden seguir, conocer dónde y con quién esta una
persona que en varios casos son marcados para ser eliminados demostrando lo
democrático de sus métodos.
Bajo la excusa de la seguridad, el combate al narcotráfico y el terrorismo, el
ministerio de seguridad bajo la dirección de Patricia Bulrich Pueyrredon (ex
montonera)[5]
permitió este tipo de injerencias vulnerando de forma inconsulta e ilegal la
intimidad y las libertades de todos los habitantes del país.
La instalación de este Sofware presupone que el país
se halla dentro del circuito de vigilancia de los cuarteles de Ciberguerra
israelíes (en Israel) desde los cuales, mediante operadores en salas además de
“escuchar y grabar” las conversaciones de las redes, se llevan adelante todo tipo de acciones
intrusivas sobre telefonía celular, correos electrónicos, cuentas de redes
sociales y redes de los habitantes de un país objetivo.
Macri y su gobierno entregaron lo poco que le
quedaba de secreto a su estructura de inteligencia y la volvió definitivamente
en una subsidiria regional de aquellas agencias foráneas. Así como la anterior
SIDE era un “colador” con insondables fondos reservados que se avocaba al
espionaje con finalidades extorsivas por encargo político de turno, la actual
AFI al parecer sigue cumpliendo las mismas funciones con el agregado de que se
extienden más allá de las fronteras del país.
Como quedo claro, Macri no venía a dar aires de
renovación a la “vieja política” ya que al parecer usó los mismos trucos sucios
y prácticas que ya se venían utilizando desde antaño tanto él mismo como la
vieja estructura política, incluyendo al gobierno Kirchnerista.
Cuando a finales de 2019 asumió el actual gobierno
de Alberto Fernández, puso a cargo de la inteligencia a la diputada Graciela
Camaño como interventora de la AFI quien al poco tiempo de estar en funciones,
habría descubierto por casualidad, material que evidenciaba la ejecución de una
operación de escuchas e intervenciones en las comunicaciones de una larga lista
de personas llevadas adelante por la agencia en el periodo anterior.
Lo curioso de esto es la forma en que aparentemente se habría descubierto este espionaje. Aparentemente alguien “encontró” en un disco duro (Western Digital) de una de las computadoras de la AFI, toda la operación con los datos previamente borrados ¿Casualidad? En realidad nadie puede creerse eso. Alguien que estuvo involucrado en esa operación simplemente soplo el dato y fueron a recuperar ese disco. Si fue así, habría que ver que otras incidencias podrían salir a la luz y habrá que preguntarse ¿Por qué creen que lo habrá hecho
[1]
Conocida como “la Turca” tuvo participación en el gobierno menemista de la década
de los noventas y estuvo involucrada en causas de corrupción, ´Se acerco al PRO
en 2005 y allí opero pese a su largo historial de denuncias por delitos varios.
[2]
Richard Tomlinson fue un agente del MI-6 reclutado en 1990 y tras ser despedido
en 1995, publico en la revista Executive Intelligence Review fundada por Lyndon
La Rouche, una lista con 117 nombres de agentes de la agencia repartidos alrededor
del mundo, incluidos los que operaban en Argentina.
[3] En
una Conferencia realizada en Buenos Aires en 2016, el presidente del Congreso
Mundial Judio (WJC en sus siglas en inglés) destacó la importancia del
presidente Macri y su gobierno con la causa sionista.
[4]
Empresa de tecnología israelí que entre otros clientes tiene a Arabia Saudita
quien habría usado este sistema para espiar y rastrear al periodista Jamal
Khashoggi quien en octubre de 2018 fue capturado, torturado y descuartizado
dentro del Consulado en Turquía por un equipo de la inteligencia saudita (socia
de la CIA).
[5] Su
participación en la agrupación armada Montoneros durante la década de los
setentas, no fue para nada superficial. Su alias en aquella época era “La
Piba”. http://revistaanfibia.com/cronica/la-conversion-de-la-piba/
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