“ESPERANDO EL
PICO”
Los casi sesenta
días de un confinamiento obligatorio que han arruinado a la ya famélica
economía argentina al parecer no son suficientes y se hace necesario
implementar nuevos argumentos para que esta situación no se corte ¿Cuánto más
se paralizara al país?
Por Charles H. Slim
En Argentina el impacto económico que ha causado el
confinamiento obligatorio de la población por la pandemia de COVID-19, augura
una severa crisis luego de salir de la actual. Pero más allá de las
exageraciones mediaticas y los comentarios de los expertos en “Todología” que pululan
por la TV capitalina tratando de crear una psicosis que retroalimente el
control ciudadano mutuo a favor del estado, la existencia del virus es real.
Hay un persistente –y deliberado- mensaje de que “aún no ha llegado lo peor” por medio
del cual se trata de inmovilizar aún más la ya deprimida economía del país que
comienza a evidenciar consecuencias irremisibles. Y pese a que las estadísticas
no acompañan a las crónicas de terror que vocean los medios, el esfuerzo no
cede. La tan nombrada “circulación del virus” que –según las mismas cifras publicadas- no mata más que lo que
demuestra la estadística de muertos por accidentes automovilísticos, es la
excusa para continuar paralizando el deteriorado sistema productivo que sin
dudas, terminara siendo exterminado ¿A quiénes creen que beneficia esto?
El COVID-19 demuestra ser letal contra organismos
inmunodeprimidos que se hallan en sectores bien determinados de la población lo
que hace presumir una selectividad muy peculiar y nada natural en el
comportamiento de este virus, entonces ¿Acaso es un virus genéticamente programado?
Como sea, en las últimas horas el mismo ministro de salud argentino Gines
Gonzalez, ante estas caprichosas características, ha explicitado su
incertidumbre ante lo que puede suceder en un plazo inmediato.
Ello ya causando sus primeras consecuencias sobre la
salud mental de una buena parte de la población. Como era previsible, la economía ha sufrido un
golpe fatal y la devaluación de la moneda producto del aumento del dólar revela
un descontrol en el aumento de precios. Sumado a ello, la inconsecuencia
gubernamental en obligar a la población a permanecer confinada, que les impide
ganarse el sustento, le sigue cobrando e incluso, creando más impuestos para
mantener a la clase política –además de
haberse aumentado sus dietas- que se enquista en un estado que no ha
reducido sus gastos.
Pero a pesar de ello, esto recién comienza y peor
aún, lo que esta por venir será bastante duro de procesar. El gobierno no ha
contado toda la verdad sobre de que se
trata el COVID-19 y ello es el gran peligro para la seguridad sanitaria. Para
tapar esta omisión las autoridades políticas y sanitarias argentinas (con la
OMS a la cabeza) han convertido la situación en un folklore mediático de
“buenos y malos” (quienes cumplen y no la cuarentena), de “guerreros” (los
médicos) en una cruzada contra una entidad maligna (el virus), que se asemeja a
una novela dramática. Suficientes elementos de ésta mitología, que bien
amplificados y masificados por los medios adeptos al Establishment global, persiguen
asustar a la población de a pie y sembrar en ella la culpa en cada uno de sus
miembros.
El poder político siempre se ha sustentado en los
medios y periodistas de oportunidad quienes a su vez, han cooperado con gusto
ya de ello –obviamente- obtienen
reditos. En las actuales circunstancias se ha incorporado un tercer actor como
son los médicos o más precisamente los “virólogos” quienes son presentados como los sabios de la verdad revelada o al
menos, eso es lo que los medios pretenden vender.
Pero la sociedad global es un poco más lista de lo que
lo fue en otras épocas. Para mal de los poderes establecidos (incluyendo a la Corporación de medios) y de los actuales
actores que protagonizan la novela de la “pandemia”, no existen en el grado
deseado la apatía y el conformismo de esas masas informes e ignorantes –del Hombre masa- del siglo pasado que
podían arrastrarse con liderazgos nefastos de los “ismos” (Socialismo,
Comunismo, Capitalismo, Sionismo) paridos por la filosofía política europea en
los siglos XIX y XX (Ortega y Gasset).
Suponemos que en Argentina también hay un amplio
espectro de voluntades criticas –por
fuera de la feria negocial de los medios Corporativos- que no se tragan las
argucias de su gobierno y del circo de medios que les sostienen.
En nombre de un virus que por las formas de
informar, tiene una letalidad infalible, se ha obligado a los ciudadanos
argentinos a ceder sus derechos civiles y patrimoniales sin una explicación
clara y amplia sobre de que se trata y como se extendió el COVID-19 ¿Hay
alguien en Argentina que este a la altura de estas circunstancias? No lo creo ya que el gobierno responde a los
mismos intereses trasnacionales que Mauricio Macri inserto en el país durante
sus cuatro años de gobierno. Los discursos y las poses de Fernández son solo
imposturas y "acting" para el público.
De este modo no es raro ver como ningún medio debate
a profundidad de dónde vino esta pandemia y cuál es su fuente real. Mucho
menos, que finalidades persigue político-económico y quiénes son los
beneficiarios de esta política de confinamiento indefinido.
En los medios argentinos no se nombran y mucho menos
se desarrollan temáticas que puedan
complicar sus intereses. Aquí no ningún periodista o “politólogo” explicara al
aire que son los “Cinco ojos”[1] y
cuáles son sus tareas de alcance global o que papel juegan las trasnacionales
como Gilead Science[2] y los “Think Tank”
neoconservadores como la American
Enterprise Institute (AEI) y la New
Atlantic Initiative (NAI) en el desarrollo de estas políticas
aislacionistas que trearan beneficios a y solo a las grandes corporaciones
financieras ligadas al Big Pharma.
Para distraer, los medios se centran en lo local y
además del temor, también buscan convencer
sobre soluciones aportadas por personajes provenientes del exterior. El caso
de Bill Gates y su Fundación es uno de ellos.
Tratar de excusar las actividades y comentarios de
Bill Gates como el producto de la “predicción”, es tomar por idiotas a las
poblaciones del mundo. Gates además de no ser un filántropo como lo describen
los obsecuentes que nunca faltan por estos lugares, es un eugenista que
mediante Naciones Unidas, promueve el aborto y la reducción poblacional
mediante planes de vacunación. El
“Evento 201” referido a una simulación
sobre una situación como la actual realizado en 2019 a puertas cerradas en la
Fundación Gates, ha dejado muchas preguntas sin responder.
Su vinculación con los programas de investigación
gubernamental como DARPA[3]
son inquietantes ya que en algunos de ellos (con financiamiento federal) se refieren precisamente a la implantación de
nanotecnología mediante vacunas en cada habitante del planeta con finalidades
de ejercer un control total ¿Acaso en Argentina existe algun estudio científico
sobre estos desarrollos? Olvidense. Además que sus estructuras de defensa son
inexistentes, todos aquí están comprados.
El cuento de la “sopa de murciélago de Wuhan” (divulgado
por CNN y medios afines al Departamento de Estado) ya no convence a nadie y es
por ello que ya no se usa para tratar de culpar al gobierno chino de esta
pandemia. Agregado a esto, tampoco convencen las predicciones del virólogo británico
Neil Ferguson de Imperial College que
además de estar repletas de errores e imprecisiones muy bien documentadas, ha
sido el modelo adoptado por la mayoría de los países europeos incluyendo a la Argentina. Si estos gobiernos
siguen guiándose por este modelo, es claro que con seguridad habrá un gran daño
a las economías nacionales de los países que lo implementan.
Desde hace unos días, los médicos del sistema están
haciendo incapie en que “la pandemia aún no ha llegado” intentando reforzar la
psicosis colectiva que sostenga el confinamiento obligatorio y justifique la
aberración constitucional de la suma del poder público en cabeza del presidente
Fernández.
Incluso se ha estado denunciando que muchos de los
fallecidos que se agregan a las listas de estadísticas de muertos por COVID-19,
fallecieron de otras causas. Y como ello
se ha estado ventilando por diversos medios alternativos, el miedo al “pico que
esta por venir” o repetitivos comentarios como “lo peor aún está por llegar”, es
fundamental para sostener el poder estatal de facto que impida la libre circulación.
Si esto no era suficiente, la pretensión de imponer
un Software en los teléfonos celulares para hacer un “Tracking” de la posición
geográfica de cada ciudadano bajo la excusa de conocer su situación de salud,
es una medida claramente invasiva de la libertad y la intimidad de cada persona
que no se aligera con la supuesta temporalidad de esta recopilación de datos. Y
aunque este espionaje ya se venía realizando con aplicaciones y tecnologías importadas
de Israel, aquello sería avalar estos delitos contra la intimidad.
[1]
Organización que refiere a una alianza de inteligencia global compuesta por
Australia, New Zelanda, Gran Bretaña, Canadá y EEUU
[2]
Trasnacional farmaceutica cuyo president es el ex Secretario de Estado Donald
Rumself
[3] Defense Advanced Research Projects
Agency. En español “Agencias de Proyectos de Investigación Avanzados de
Defensa”.
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