domingo, 7 de noviembre de 2021

 

“GUERRA HIBRIDA EN LA PATAGONIA”

Hay un proceso de descomposición geopolítico en la Patagonia que puede escalar a niveles imprevistos ¿Quiénes pueden estar detrás de esto y Cuáles son sus fines?

Por Javier B. Dal

Tal vez no haya mejor dicho para la situación que se está desarrollando en la Patagonia aquel que reza “no hay peor ciego que el no quiere ver”, como un reproche a los gobiernos y a las clases políticas de ambos lados de la cordillera de los Andes. Era algo que se estaba previendo desde hace mucho tiempo pero que los aficionados que ocupan los puestos de gobierno han desdeñado por varias razones es cierto, pero una de ellas es sin dudas su total ignorancia y falta de atención a la peligrosa evolución de la contemporánea geopolítica global.

Las reivindicaciones político-territoriales que vienen haciendo agrupaciones indígenas “Mapuches” han ido evolucionando de forma disímil según vemos la realidad chilena o la argentina. En el caso de Chile se trata de un conflicto primigenio, que viene arrastrándose desde hace décadas y que se ha ido agravando a medida que el estado ha tratado de combatirlos. En el lado argentino la intensidad no ha sido la misma y recién apenas unos años con los ataques contra propiedades particulares y estatales fueron conociéndose más el activismo de estos supuestos grupos de esta etnia.

Podemos asegurar que existe un conflicto y que el mismo tuvo su origen en la Araucanía (donde viven los indios araucanos) del lado chileno entre los indígenas y el estado nacional que por una cuestión estratégica (y no hace mucho) se ha trasladado a territorio argentino pero que por la impericia o quizás respondiendo a otros intereses, el estado nacional argentino lo ha dejado prosperar. Por el contrario las actividades de inteligencia y contrainteligencia del estado chileno a cargo de la Unidad de Inteligencia Operativa Especializada de carabineros (UIOE) entre otras, centradas en la Araucanía e incluso sobre territorio argentino han sido continuas. Incluso más. Algunas de ellas han estado salpicadas de escándalos por la elaboración de operaciones sucias protagonizadas por personajes con posibles nexos con la inteligencia británica. Por el contrario y desde el lado argentino, el abordaje que se hace del mismo es ciertamente insignificante y miope sin querer ir más allá de lo que esto involucra.

Sospechamos que la clase política de las dos grandes alineaciones partidarias con aspiraciones de gobernar las próximas décadas (JUNTOS POR EL CAMBIO y FRENTE DE TODOS) son contestes y por diferentes vías cuidan a los intereses que se esconden en las sombras y es por ello que no harán nada por resolver este fabricado conflicto. Una de las pistas que sugieren esto radica en la firma del tratado Minero Chileno-Argentino del 23 de marzo del 2000 (Según ley 25243) por el cual se estableció un “Área de Operaciones” que se halla administrada de forma autónoma y sin la injerencia legal de los gobiernos de ambos estados por un órgano administrativo para la extracción minera de oro, plata, cobre y otros metales preciosos, por parte de empresas mineras trasnacionales de la Corona británica.

Así están las cosas. Una poderosa organización político-militar indigenista que bajo la denominación C.A.M[1].  (con la injerencia de miembros de la agrupación marxista MIR[2] y del FPMR[3]) opera en Chile y ha extendido su influencia a la Patagonia argentina mediante una subsidiaria conocida como la R.A.M[4]. que como se sabe, desde 1996 tiene sus oficinas de difusión y propaganda en Gran Bretaña. Para peor en el caso argentino, estas organizaciones con orientación separatista reciben la colaboración y apoyo de funcionarios del gobierno nacional (ex Montoneros y ERP) lo que de por sí es un grave e imperdonable contrasentido.

Justamente y atendiendo a estas colaboraciones, se puede intuir quienes son los que están detrás para impulsar y apoyar materialmente las aspiraciones separatistas usando el maquillaje indigenista apoyado sobre un libreto basado en un reduccionismo ideológico que se ha utilizado para azuzar odios interconfesionales dentro del mundo árabe-islámico. El interés británico sobre la Patagonia y su proyección sobre la Antártida es ineludible y es por ello que el Foreign Office por intermedio del MI-6 opera con gran interés para ablandar la región. Sobre ello aclaremos que muchos de estos “revolucionarios setentistas” (incluyendo a la reconvertida Patricia Bullrich) fueron cooptados para operar en la región por la CIA, el MI-6 y sin dudas por el Mossad israelí. Es por ello que no se ven tratamientos medulosos y con observaciones críticas más allá de insignificantes personajes como el líder Jones Huala o cualquier otro sujeto que los medios locales alumbren como el único responsable.

Antes que todo, dejemos de lado las rumiaciones interesadas de sectores y personajes con tendencias anglófilas y pro-sionistas que desde los medios (tanto chilenos como argentinos) tratan de argumentar, mediante teorías que no son otra cosa que notorias cortinas de humo hablando del involucramiento de guerrilleros de la FARC[5] colombiana y elementos “bolivarianos”, de la ETA[6] vasca o los más delirantes (aunque muy interesados en persistir en ello), a la participación del Hamas[7] palestino, de kurdos y de los iraníes.

En esto último tanto la derecha conservadora chilena como los sionistas argentinos coinciden en poner el acento en el involucramiento de Venezuela e Irán en el apoyo de estas guerrillas indígenas un argumento que proviene del recalcitrante racismo e islamobofia que les identifica.

Por el contrario, los más interesados en diseccionar la región han quedado en evidencia no solo por su presencia ocupando ilegalmente territorio argentino como sucede con las islas Malvinas, Georgias y Sandwiches del sur sino también por sus incursiones exploratorias bajo maquillajes inofensivos como son los “mochileros sin fronteras” buscan establecer posibles “yishuv”[8] patagónicas. He allí donde radica el interés por fomentar y de ser necesario crear las diferencias grupales y de ese modo atomizar las lealtades nacionales.

A pesar de los esfuerzos de las embajadas de Gran Bretaña y de Israel en Buenos Aires por instalar este tipo de bulos, la experiencia en el desarrollo de estos enjuagues sucios dentro de otros países para sus propias agendas geopolíticas es amplia y nefasta en las cuales precisamente han sido los protagonistas en ponerlas en desarrollo. Iraq, Siria, Yemen, actualmente en el Cuerno de África (en especial en Sudán) y Asia son ejemplo de la implementación de estas tácticas.

El ejemplo más patente de la fabricación y puesta en marcha de una guerra híbrida la vimos con el ISIS en 2014. Una fuerza de combate impostando mediante sus exóticas vestimentas y simbología una pertenencia al Islam, armada y movilizada con recursos provistos por varias monarquías árabes del golfo que fueron direccionadas por la CIA y sus colegas militares del Pentágono para que ocupara la región fronteriza iraquí y desde allí aliviar las operaciones de las bandas pseudo-yihadistas que estaban asolando a Siria con la finalidad de derrocar al gobierno de Bashar Al Assad.

Hoy por hoy son los indígenas del cono sur su material de trabajo y de no advertirse rápidamente esta clara intención de construir un conflicto híbrido y de baja intensidad en la Patagonia, el peligro del intervencionismo militar bajo algún pretexto avalado por Naciones Unidas está a la vuelta de la esquina.

 

 

 



[1] Coordinadora Arauco-Malleco fundada en 1998 y con su área de operaciones en la Araucanía al sur de Chile.

[2] Movimiento de Izquierda Revolucionario fundado en Chile.

[3] Frente Patriótico Manuel Rodriguez

[4] Resistencia Ancestral Mapuche en operaciones en la provincia de Río Negro y Chubut desde mediados de 2016.

[5] Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia fundadas en 1964 y actualmente desmovilizadas para participar en la política.

[6] Euskadi Ta Askatasuna que significa “País Vasco y Libertad” fue una organización independentista que buscó la separación de España creada en 1958 y disuelta en 2018.

[7] Entusiasmo, es la significación que identifica al Movimiento político y militar de la Resistencia islamista palestina contra la ocupación israelí fundada en 1987 y que aún se mantiene activo en Gaza.

[8] Son Asentamientos judíos que conforman avanzadas para la instauración de comunidades más grandes tal como las preexistentes en Palestina antes de la llegada de las organizaciones sionistas.

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