domingo, 17 de abril de 2022

 

“EL DESFILADERO DE LOS EGOS”

¿Qué tan lejos llegara EEUU y la OTAN en sus planes por demostrar que extenderán la guerra contra Rusia hasta la última gota de sangre de los europeos?


Por Charles H. Slim

La noticia sobre el presunto ataque naval contra el buque insignia “Mockva” de la Armada rusa en aguas de Ucrania sin dudas fue un sacudón para el Kremlin, pero también para las expectativas de un alto al fuego y reanudación de las conversaciones.

Supuestamente un misil “Neptune” de fabricación ucraniana disparado desde un punto no precisado de la costa ucraniana habría sido el causante del incidente. Pero para algunos especialistas la posibilidad de que ello hubiera sido el motivo de las explosiones registradas en el buque no concuerda con el ataque de un vector antibuque. Por lo pronto un bombardeo devastador con misiles “Kalbir” contra la planta “Vizar” donde se ensamblan estos misiles, ubicada en los suburbios de Kiev ha sido sin dudas una devolución del “ojo por ojo”.

Como haya sido que ocurrió esto, todo apunta a occidente ya que ¿Quiénes son los que apoyan y sostienen al régimen ucraniano? Ya no hay forma de tapar la participación de la OTAN en el terreno y eso va más allá del armamento y de milicias proxy con mercenarios pagos insertadas en todo lo que va del conflicto.

Tras la captura de más de 1000 marinos ucranianos y otros elementos extranjeros en el puerto de Mariupol, el anuncio del Subjefe de la Comisión Rusia Unida Andrei Klimov afirmando la captura de varios elementos de la OTAN viene a confirmar la amplia participación de occidente en las acciones hostiles contra las tropas rusas. Pero tras los incidentes en ciudades rusas fronterizas estarían dando la pauta de incursiones de saboteadores dirigidos por miembros de la organización atlántica ¿Qué consecuencias traerá esta osadía? Deberemos esperar al desarrollo de los acontecimientos.

Sobre estas incursiones el vocero del ministerio de Defensa de la Federación Rusa advirtió que de continuar con estas acciones las fuerzas armadas rusas destruirán su Cuartel General de Operaciones de Sabotaje en Kiev, recordando que la capital no era uno de los objetivos de la operación.

Desde el inicio de la Operación Especial la OTAN ha estado involucrada de una u otra forma en las hostilidades, la principal hasta el momento era la de enviar desde Polonia y Rumania de forma camuflada como ayuda humanitaria, armamento y equipos a las fuerzas ucranianas lo que de por sí representa una participación en las hostilidades.

La situación se está yendo por sendas resbalosas que podrían desatar la peor de las pesadillas: Una confrontación nuclear. EEUU y Gran Bretaña están replicando sus implicancias tal como lo hicieron en Afganistán en la década de los ochentas prestando ayuda militar y financiera a las guerrillas afganas que organizadas por la CIA en Madrazas y Universidades pakistaníes terminarían formando al “Talibán”.

De aquel involucramiento no debemos olvidar que Washington puso en el terreno a su arma secreta “Al Qaeda” (una creación de la CIA) bajo la dirección del activo saudita Osama Bin Laden quien más tarde en 2001 sería usado como chivo expiatorio tras los ataques del 11/S.

En las actuales circunstancias de Ucrania es muy posible que un engendro similar salte a la palestra en breve. Para ello, el papel de los medios occidentales ha sido y sigue siendo de vital importancia para demonizar a Rusia, tal como hicieron con el Islam y el mundo árabe-islámico. Por lo pronto no es un secreto el accionar de grupos irregulares de mercenarios extranjeros convocados por el entorno de Zelensky y coordinados por Washington y la OTAN están participando en el terreno. Incluso uno de estos grupos estaría compuesto por miembros del ISIS quienes tras haber asolado Iraq en 2014 más tarde y de manera sorpresiva (tras la caída de Mosul en 2017) “fueron trasladados” a Afganistán.

No hay que olvidar en que consistió la táctica de usar grupos extremistas como “Al Qaeda” y el “ISIS”. Si Washington y sus aliados están tratando de recrear engaños similares sin dudas buscaran fracturar a la sociedad y la identidad eslava presente en Eurasia apelando a generar focos de subversión gradual contra las autoridades de la Federación hasta llegar a la violencia extremista con el uso del terrorismo. Con las sanciones económicas, congelamientos y las confiscaciones de bienes rusos en bancos extranjeros apunta precisamente a crear las condiciones ideales para violentar a la sociedad contra su gobierno.

Obviamente que para potenciar el descontento social, células de agitadores y terroristas han estado preparando ataques en suelo ruso tal como lo han documentado varios operativos y redadas de la FSB que han logrado desarticular este tipo de grupos. Sin dudas que el Kremlin ya está al tanto de quienes son los que están detrás de todo esto y ello no aporta en nada a lograr pacificar la situación.

Los anglosajones, quienes son los más interesados (y tal vez los únicos) en desacreditar al presidente Vladimir Putin y con ello desestabilizar a Rusia no están para nada preocupados por las consecuencias de una extensión de la guerra ya que, al parecer los europeos son su escudo si esto empeorara. No es de extrañar que empiecen a aparecer agrupaciones “pro-rusas” que golpeen en Europa e incluso en EEUU. Claramente está en manos de los ciudadanos europeos (no sus gobiernos) tomar consciencia de la posición de rehenes en la que EEUU y la OTAN los están colocando. A diferencia de la “guerra fría”, hoy aquel juego consensuado entre ambas superpotencias ya no existe con peligro de descontrolarse.

Si eso ocurriera ¿Cuáles serían los escenarios posibles? Sin lugar a dudas serían los peores y claramente a los anglosajones lejos de preocuparles, no les importa.

 

 

 

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