domingo, 21 de julio de 2024

REFLEJOS DISTORSIONADOS

¿Cómo, por qué y en beneficio de quién el gobierno de los Milei pretende reforzar el relato contra el mundo islámico y en especial contra Irán?

 

Por Javier B. Dal

Como viene sucediendo desde aquel 18 de julio de 1994 cuando el edificio de la AMIA implosionó por la acción de autores que, como sucedió con el atentado a la embajada de Israel dos años antes, la justicia nunca quiso determinar, se llevó a cabo un nuevo aniversario de aquel hecho bajo un marco político muy diferente y que a la dirigencia sionista ve con muy auspiciosas expectativas.

Apenas un año antes, cuando Javier Milei no era más que un diputado aislado en el Congreso, cuando trato de participar en este mismo acto fue abucheado y hasta echado del lugar por los mismos que hoy le aplauden con gran entusiasmo ¿Por qué de este rotundo cambio?

Sin dudas, los Milei han hecho más que cualquier otro gobierno político argentino por los intereses, no de las víctimas del atentado sino, por los del estado de Israel. Eso es lo que ha cambiado los ánimos en los dirigentes políticos de la DAIA, la OSA y parte de la “Kehilá” quienes y para desagrado de otra buena parte de la misma colectividad han tomado por asalto este hecho horrible no para hallar la verdad sino como una bandera en el hemisferio de la geopolítica del estado de Israel.

Es en este marco que vemos como se trata de acomodar artificiosamente los ladrillos de una construcción política que por sus inconsistencias esta condenada a desplomarse. El problema no es que eso suceda sino, sino cuándo y sobre quienes caerá. Durante todos estos años, la desinformación, la intoxicación informativa y los sesgos provenientes de periodistas militantes han sido la pauta continuada para desviar las inconvenientes injerencias e inconsistencias de las que adolece el relato oficial.

Una de esas inconsistencias es la tan mencionada y jurada camioneta Renault “Traffic” blanca (por un block de motor supuestamente hallado entre los escombros) que periodistas y medios adeptos al ala política de la DAIA aseguraban con fervor (y algunos continúan aún hoy), como desencadenante de la implosión causada por (según testigos) dos explosiones. Si esto último fue así ¿Por qué durante todos estos años se ocultaron estos detalles tan sensibles para dilucidar la mecánica del hecho?, ¿Acaso fue una demolición controlada?

Y así podríamos seguir con una larga lista de otras inconsistencias, omisiones y otros hechos que ponen de manifiesto un gran encubrimiento para tapar otros asuntos sucios que va mucho más allá de las implicancias menemistas y la corrupta justicia argentina y que toca directamente a Tel Aviv.

Hoy vemos contra toda lógica y todos estos precedentes como la justicia bajo el impulso político de los Milei ha cerrado sin la menor prueba tangible y con una total arbitrariedad una acusación dibujada -sin una sola prueba verificable- contra Irán y el Partido de Dios libanés (Hesbollah) que incluso contradice a los últimos informes del Mossad. Pese a lo evidente de semejante infundio, los Milei se han comprometido con la estructura sionista global a seguir por la senda que sirve a los propósitos geopolíticos del estado de Israel y como muestra de agradecimiento a estos esfuerzos, viene siendo premiado por toda clase de grupos sionistas que bajo ropajes benevolentes y filantrópicos, buscan lavarle la cara al estado de Israel por el genocidio que se lleva a cabo en Palestina.

Incluso más y como parte de profundizar en los lineamientos de la geopolítica israelí, el gobierno está impulsando de forma histérica y seguramente con presiones desde la embajada, para la aprobación en el Congreso del “juicio en ausencia”, un instituto jurídico ajeno a la doctrina del derecho continental de raíz romanista pero que es muy conveniente para cristalizar una causa política con disfraz jurídico contra Irán.

Esto no termina ahí. Para tratar de reforzar este relato islamófobo que muy particularmente los sionistas tienen con el chiismo (por haber sido humillados por los chiitas libaneses en el 2000 y en 2006 y hoy por los chiitas yemeníes), de manera disimulada se está tratando de meter por la puerta trasera y muy forzadamente la actual situación que se vive en Palestina y en particular lo que Israel sigue cometiendo en Gaza, como un apéndice vinculado con Irán que aunque no tenga un mínimo de verosimilitud, los medios pro-israelíes de la capital ayudan a difundir.

Pero las cosas no terminan ahí. A esta retorica política abiertamente pro-israelí se suman las posiciones de funcionarios clave como son la ministra de seguridad Patricia Bullrich (ligada a la inteligencia israelí) y el ministro de defensa Luís Petri quienes cada uno en su área y respondiendo a sus propias orientaciones, están dispuestos a insertar al país en los conflictos que tiene el estado judío en Oriente Medio.

Con todo esto se puede concluir que nunca antes ha quedado tan claro como la Argentina se subordina a los intereses geopolíticos externos y en particular de los del estado de Israel con todos los peligros que ello trae aparejado.

 

 

  

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